Los resultados del Plan Patriota
Los resultados del Plan Patriota
No se puede desconocer que el Plan Patriota se erige hoy como el más
contundente argumento de que la salida al conflicto interno de Colombia no pasa
por la ilusión del aplastamiento militar, ni por la intervención estadounidense,
ni mucho menos, por la estúpida descalificación del adversario. Pasa sí, por el
racional emprendimiento de la solución diplomática con cambios estructurales,
por el diálogo entre las dos partes contendientes, con la participación del
pueblo, y con la garantía de que esta vez el Estado no desestimará las opiniones
de éste, como en las Audiencias Públicas de San Vicente del Caguán, escribe Iván
Márquez integrante del Secretariado de las FARC en misiva enviada a la redacción
de ANNCOL en Estocolmo.
12.04.2005 [ANNCOL/www.anncol.org] A continuación el análisis del comandante
de las FARC, Iván Márquez sobre los resultados del Plan Patriota
***
El Plan Patriota del Comando Sur ya alcanzó el punto de convergencia de sus
ilusiones. Sus Divisiones militares ya ocuparon las coordenadas de su máximo
objetivo. Ahora están en el pantano que querían, hundiéndose con todas sus
potencias aéreas, terrestres y tecnológicas.
Atrás quedaron muertos y semienterrados centenares de soldados y mandos medios,
los que no tuvieron la suerte de los mutilados y de otros muertos, que
regresaron en Black Hawk del infierno creado por la contumacia guerrerista de un
gobierno y un imperio violentos.
Los rubios generales que hablan inglés lograron el objetivo y lo exhiben en sus
manos vacías. Tal vez deban estudiar un poco más en sus academias el no
subestimable asunto de la guerra de guerrillas en Colombia, evitando sus necias
extrapolaciones de experiencias.
Nos invade el pálpito que ante la táctica invencible de guerra de guerrillas
móviles, potenciada infinitamente por la rapidez y la sorpresa, el movimiento en
masa de los batallones en la selva, lento y aunque con poder de fuego, terminará
coronado como resonante esfuerzo estéril.
Lo hemos pensado largamente y no nos queda alternativa: tenemos que aplaudir a
este Presidente que reitera a cada rato, con toda la determinación que lo
caracteriza, que sus tropas llegaron a la selva para quedarse. Ojalá permanezcan
allá por los siglos de los siglos para bien de la causa del pueblo.
Los numerosos helipuertos abiertos como rotos en la profundidad de la selva y
hasta los globos aerostáticos de la inteligencia suspendidos sobre el manto
verde, pueden quedarse allí como monumentos perennes a la obstinación y
terquedad militaristas.
Esas Divisiones avanzando en hileras de 300 hombres, con un cubrimiento frontal
de hasta 5 y 8 kilómetros, el estremecimiento de la selva por el fiero
bombardeo, y esas operaciones diurnas y nocturnas de los Halcones Negros
desembarcando tropas al impulso de la quimera de un ataque sorpresivo a la
guerrilla por la retaguardia, sin duda han contribuido a forjar y acerar al
guerrillero de la ofensiva final.
¿Qué podrá detener al pueblo en armas, ahora que la maniobra y el fuego poderoso
del enemigo le ha prodigado el bien inestimable de la experiencia extrema?.
En estos resultados del antipatriota plan es insoslayable registrar la gran
tragedia humanitaria provocada por los desafueros del gobierno fascista, las
masacres, las desapariciones, las redadas masivas, el sitio o bloqueo a las
regiones, los 3 millones de campesinos desplazados, y esa maldita economía de
guerra, que le quita el pan de la boca al pueblo.
No se puede desconocer que el Plan Patriota se erige hoy como el más
contundente argumento de que la salida al conflicto interno de Colombia no pasa
por la ilusión del aplastamiento militar, ni por la intervención estadounidense,
ni mucho menos, por la estúpida descalificación del adversario. Pasa sí, por el
racional emprendimiento de la solución diplomática con cambios estructurales,
por el diálogo entre las dos partes contendientes, con la participación del
pueblo, y con la garantía de que esta vez el Estado no desestimará las opiniones
de éste, como en las Audiencias Públicas de San Vicente del Caguán.
No se puede desconocer que el Plan Patriota se erige hoy como el más
contundente argumento de que la salida al conflicto interno de Colombia no pasa
por la ilusión del aplastamiento militar, ni por la intervención estadounidense,
ni mucho menos, por la estúpida descalificación del adversario. Pasa sí, por el
racional emprendimiento de la solución diplomática con cambios estructurales,
por el diálogo entre las dos partes contendientes, con la participación del
pueblo, y con la garantía de que esta vez el Estado no desestimará las opiniones
de éste, como en las Audiencias Públicas de San Vicente del Caguán, escribe Iván
Márquez integrante del Secretariado de las FARC en misiva enviada a la redacción
de ANNCOL en Estocolmo.
12.04.2005 [ANNCOL/www.anncol.org] A continuación el análisis del comandante
de las FARC, Iván Márquez sobre los resultados del Plan Patriota
***
El Plan Patriota del Comando Sur ya alcanzó el punto de convergencia de sus
ilusiones. Sus Divisiones militares ya ocuparon las coordenadas de su máximo
objetivo. Ahora están en el pantano que querían, hundiéndose con todas sus
potencias aéreas, terrestres y tecnológicas.
Atrás quedaron muertos y semienterrados centenares de soldados y mandos medios,
los que no tuvieron la suerte de los mutilados y de otros muertos, que
regresaron en Black Hawk del infierno creado por la contumacia guerrerista de un
gobierno y un imperio violentos.
Los rubios generales que hablan inglés lograron el objetivo y lo exhiben en sus
manos vacías. Tal vez deban estudiar un poco más en sus academias el no
subestimable asunto de la guerra de guerrillas en Colombia, evitando sus necias
extrapolaciones de experiencias.
Nos invade el pálpito que ante la táctica invencible de guerra de guerrillas
móviles, potenciada infinitamente por la rapidez y la sorpresa, el movimiento en
masa de los batallones en la selva, lento y aunque con poder de fuego, terminará
coronado como resonante esfuerzo estéril.
Lo hemos pensado largamente y no nos queda alternativa: tenemos que aplaudir a
este Presidente que reitera a cada rato, con toda la determinación que lo
caracteriza, que sus tropas llegaron a la selva para quedarse. Ojalá permanezcan
allá por los siglos de los siglos para bien de la causa del pueblo.
Los numerosos helipuertos abiertos como rotos en la profundidad de la selva y
hasta los globos aerostáticos de la inteligencia suspendidos sobre el manto
verde, pueden quedarse allí como monumentos perennes a la obstinación y
terquedad militaristas.
Esas Divisiones avanzando en hileras de 300 hombres, con un cubrimiento frontal
de hasta 5 y 8 kilómetros, el estremecimiento de la selva por el fiero
bombardeo, y esas operaciones diurnas y nocturnas de los Halcones Negros
desembarcando tropas al impulso de la quimera de un ataque sorpresivo a la
guerrilla por la retaguardia, sin duda han contribuido a forjar y acerar al
guerrillero de la ofensiva final.
¿Qué podrá detener al pueblo en armas, ahora que la maniobra y el fuego poderoso
del enemigo le ha prodigado el bien inestimable de la experiencia extrema?.
En estos resultados del antipatriota plan es insoslayable registrar la gran
tragedia humanitaria provocada por los desafueros del gobierno fascista, las
masacres, las desapariciones, las redadas masivas, el sitio o bloqueo a las
regiones, los 3 millones de campesinos desplazados, y esa maldita economía de
guerra, que le quita el pan de la boca al pueblo.
No se puede desconocer que el Plan Patriota se erige hoy como el más
contundente argumento de que la salida al conflicto interno de Colombia no pasa
por la ilusión del aplastamiento militar, ni por la intervención estadounidense,
ni mucho menos, por la estúpida descalificación del adversario. Pasa sí, por el
racional emprendimiento de la solución diplomática con cambios estructurales,
por el diálogo entre las dos partes contendientes, con la participación del
pueblo, y con la garantía de que esta vez el Estado no desestimará las opiniones
de éste, como en las Audiencias Públicas de San Vicente del Caguán.
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David -