El retorno de los gobernantes delincuentes

El retorno de los gobernantes delincuentes

Corrupción e impunidad en el Ecuador. Abdalá Bucaram, que en sólo seis meses de
permanencia en el Gobierno sumió al país en un caos interminable: Cuarenta
millones de dólares se festinaron en la compra de un millón de mochilas
escolares que nunca llegaron al Ecuador. El Plan de Vivienda "Un solo toque"
parecía un solo lleve. También el ex Presidente Gustavo Noboa se ha beneficiado
de una providencia, tomada en 30 minutos, que resolvió la nulidad de los juicios
instaurados en su contra por la entrega ilegal de 58 millones de dólares,
escribe el profesor de la Universidad Central del Ecuador y ex vicepresidente
del Congreso Nacional ecuatoriano, Salgado Tamayo.

13.04.2005 [Manuel Salgado Tamayo/www.anncol.org] Entre incrédulo y
estupefacto el pueblo ecuatoriano ha mirado el retorno de los fantasmas del
pasado que simbolizan una categoría social casi imposible de encontrar en la
historia Patria: la de los gobernantes delincuentes. Un oscuro Presidente de una
Corte Suprema de Justicia de facto: el "Pichi" Castro, ha liberado de los cargos
de dolo, cohecho, peculado, enriquecimiento ilícito y concusión al
exvicepresidente Alberto Dahik que huyó del país el 11 de octubre de 1995, luego
de que el Presidente de la Corte Suprema de entonces, Carlos Solórzano, ordenará
su detención preventiva y arraigo. Por esos misterios que tiene la democracia
representativa nunca sabremos ¿ qué hizo Dahik con los 12.724 millones de
sucres( 5'089.600 dólares al cambio de la época) que desaparecieron de la Cuenta
de Gastos Reservados, entre 1992 y 1995?

La ausencia de una verdadera justicia en el Ecuador nos impedirá saber cómo fue
posible que el Vicepresidente use 12 mil millones de sucres como dinero de
bolsillo en medio de un pueblo que sobrevive en una hambruna permanente.

El segundo liberado de culpas ha sido Abdalá Bucaram, que en sólo seis meses de
permanencia en el Gobierno sumió al país en un caos interminable: Cuarenta
millones de dólares se festinaron en la compra de un millón de mochilas
escolares que nunca llegaron al Ecuador. El Plan de Vivienda "Un solo toque"
parecía un solo lleve. Uno de los hijos del Presidente conmocionó a la opinión
pública con la celebración del primer millón de dólares robados en las aduanas.
La violencia de un Ministro sicópata Alfredo Adoum fue la hoja de parra para
ocultar el robo a manos llenas de los recursos petroleros.

También el ex Presidente Gustavo Noboa se ha beneficiado de una providencia,
tomada en 30 minutos, que resolvió la nulidad de los juicios instaurados en su
contra por la entrega ilegal de 58 millones de dólares a Filanbanco y el Banco
del Pacífico y el pago de 42 millones dólares a la firma Salomón Smith Barney,
empresa encargada de renegociar la deuda externa.

Ahora se habla también de que el Pichi Castro y Lucio Gutiérrez habrían decidido
incluir en el combo de la impunidad a Yamil Mahuad y a los hermanos Isaías
actores directos del más grande atraco bancario cometido en la historia del
Ecuador por el que se esfumaron unos 8.000 millones de dólares. Se cerraría así
la irrupción multiforme de lo corrupto que anularía los mínimos espacios de
justicia y dignidad que parecían quedar en este régimen.

Parece ser que al Coronel Presidente de las traiciones, que ha negado una por
una sus promesas de campaña electoral, le quedaba pendiente la tarea abyecta y
nauseabunda de bendecir a los malditos, hacer amable la lepra y honrar a los
ladrones, como diría omnisciente William Shakespeare.

¿Cómo fue posible este retorno de la podredumbre?

¿Quiénes, además de las marionetas de Carondelet y la Corte, hicieron posible
esta desmoralización nacional? ¿Cómo y cuándo fueron desbordadas las fuerzas
morales de la República?

¿Cómo entender las peripecias de un nación en la que las instituciones de
control y justicia forman parte de los complotados a favor de la impunidad?

La justicia imposible ya fue condenada y mereció un mandato en la Consulta
Popular de 1997 cuando el pueblo soberano dispuso la profesionalización y
despartidización de los Ministros de la Suprema Corte. Fue una mayoría de
diputados integrada por socialcristianos, idecos y demócrata populares la que se
burló de la voluntad soberana imponiendo la Corte y el Ministerio Fiscal que
permitieron la retirada y la fuga de los banqueros y los gobernantes que
perpetraron el gran asalto nacional de 1999.

El Coronel también traicionó la promesa de combatir la corrupción y se entregó
en cuerpo y alma, durante los primeros dos años de su gobierno, a la poderosa
mafia socialcristiana y el Padrino Febres Cordero. Cuando éste terminó su labor
de trapiche, como suele decir Roldós, y quizó dar un golpe de Estado desde el
Congreso, con la complicidad de la ID y Pachakutik, se armó la otra mayoría
parlamentaria encabezada, por el Gobierno, el PRE y el PRIAN, que, para tentar
incautos, desplumaron las Instituciones del Estado y se repartieron el Tribunal
Constitucional, el Supremo Electoral y la Corte Suprema de Justicia. ¿ Se libró
alguna fuerza política del poder corruptor de este reparto? Que los estudiantes
y los estudiosos pidan las actas e investiguen la integración, nombre por
nombre, de esos organismos.

¡Cuidado que la anomia y el olvido nos destruyan a todas y todos! Emil Durkheim
decía que la anomía aparece cuando no hay voluntad ni institucionalidad capaz de
atajar y sancionar a la corrupción.

Cuidado nos asalte la enfermedad del olvido y alguien pueda decirnos: "Nuestros
muertos somos nosotros y por eso no aprendemos las lecciones del pasado, sino la
eternidad del retorno de lo mismo". Hay señales e indicios de que una luz se
prende en la conciencia nacional de millones de compatriotas que no aceptan como
destino la corrupción y la impunidad, pero que además no están dispuestos a
inclinar la cabeza ante la coyunda colonial de la Base de Manta que nos empuja a
la guerra fratricida con la Colombia insurgente o al futuro inadmisible de ser
territorio con moneda extranjera y un TLC que liquide y anule las posibilidades
de independencia y progreso de la Patria.

A las mujeres y los hombres, a la juventud no contaminada de mi Patria le digo
con el General Eloy Alfaro:

La hora más oscura en la más próxima a la aurora.