El negocio del narcotráfico
El negocio del narcotráfico
« se ha convertido desde hace largo tiempo en una fuente principal de
financiación de las acciones contrainsurgentes de militares y paramilitares del
Estado Colombiano» afirma el Frente 41 del Bloque Caribe de las FARC, en mensaje
enviado a la redacción de ANNCOL en Estocolmo.
12.05.2005 [ANNCOL] A continuación para todos nuestros lectores, denuncia
completa.
***
Desde el 28 de enero de 2005, el Ejército de Colombia instaló patrullas en los
sitios Loma Seca, La Frontera, Maquencal, Casa de Piedra, Las Vegas y El Siete
de Agosto, jurisdicción del municipio de Codazzi y Becerril (departamento del
Cesar), sobre una extensa región fronteriza con la República Bolivariana de
Venezuela, en la serranía de Perijá.
Durante la primera mitad del mes de febrero el ejército arremetió contra la
población, asesinando y desapareciendo a un número aún no determinado de
miembros de las comunidades campesinas que habitan el área de manera permanente,
o que son trabajadores ocasionales en labores de agricultura.
Luego de atemorizar a la población el ejército inició una segunda fase de
subordinación forzada de las comunidades, buscando el distanciamiento entre
población y guerrilla. El ejército utilizó el procedimiento de realizar
reuniones con los campesinos en cada vereda, en las que, para enfrentar a los
pobladores con la guerrilla, de manera directa, abierta y descarada utilizó el
argumento de que las FARC-EP al expedir la Resolución que prohíbe la siembra de
amapola y otros narco-cultivos, les ha quitado el sustento a los campesinos.
En las mismas reuniones, el ejército viene promoviendo los cultivos de coca,
incluso entregando la semilla y ordenando reemplazar los cultivos de pancoger,
buscando al mismo tiempo truncar el autoabastecimiento alimentario de la región
para con ello asfixiar a la guerrilla y controlar a las comunidades.
Hasta la fecha, además de atacar la campaña de sustitución de cultivos de
amapola y coca por productos alimenticios que desde enero del 2001 desarrollan
las FARC-EP en la serranía de Perijá, el ejército ha presionado la eliminación
de cultivos de café y aguacate y su reemplazo por coca en extensas zonas. Como
ocurre, por ejemplo, sobre una amplio sector de al menos 1000 hectáreas,
colindante con barrios del casco urbano del municipio de Codazzi.
Ejército y paramilitares han instalado un puesto conjunto de control y cobro de
impuestos por paso de insumos para el procesamiento de coca y por paso de
narcóticos en el sitio El Pozón, a 4 kilómetros de Codazzi. Sobre las fincas
palmeras próximas se encuentran las pistas de embarque de tales productos que
hasta allí legan desde diversos puntos del Cesar.
Muchas de las parcelas de donde, por causa de los crímenes y el terrorismo de
Estado, se han desplazado los campesinos, fueron repobladas por personal al
servicio de los paramilitares y del ejército, con el encargo de adelantar la
producción de coca.
El negocio del narcotráfico se ha convertido desde hace largo tiempo en una
fuente principal de financiación de las acciones contrainsurgentes de militares
y paramilitares del Estado Colombiano.
« se ha convertido desde hace largo tiempo en una fuente principal de
financiación de las acciones contrainsurgentes de militares y paramilitares del
Estado Colombiano» afirma el Frente 41 del Bloque Caribe de las FARC, en mensaje
enviado a la redacción de ANNCOL en Estocolmo.
12.05.2005 [ANNCOL] A continuación para todos nuestros lectores, denuncia
completa.
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Desde el 28 de enero de 2005, el Ejército de Colombia instaló patrullas en los
sitios Loma Seca, La Frontera, Maquencal, Casa de Piedra, Las Vegas y El Siete
de Agosto, jurisdicción del municipio de Codazzi y Becerril (departamento del
Cesar), sobre una extensa región fronteriza con la República Bolivariana de
Venezuela, en la serranía de Perijá.
Durante la primera mitad del mes de febrero el ejército arremetió contra la
población, asesinando y desapareciendo a un número aún no determinado de
miembros de las comunidades campesinas que habitan el área de manera permanente,
o que son trabajadores ocasionales en labores de agricultura.
Luego de atemorizar a la población el ejército inició una segunda fase de
subordinación forzada de las comunidades, buscando el distanciamiento entre
población y guerrilla. El ejército utilizó el procedimiento de realizar
reuniones con los campesinos en cada vereda, en las que, para enfrentar a los
pobladores con la guerrilla, de manera directa, abierta y descarada utilizó el
argumento de que las FARC-EP al expedir la Resolución que prohíbe la siembra de
amapola y otros narco-cultivos, les ha quitado el sustento a los campesinos.
En las mismas reuniones, el ejército viene promoviendo los cultivos de coca,
incluso entregando la semilla y ordenando reemplazar los cultivos de pancoger,
buscando al mismo tiempo truncar el autoabastecimiento alimentario de la región
para con ello asfixiar a la guerrilla y controlar a las comunidades.
Hasta la fecha, además de atacar la campaña de sustitución de cultivos de
amapola y coca por productos alimenticios que desde enero del 2001 desarrollan
las FARC-EP en la serranía de Perijá, el ejército ha presionado la eliminación
de cultivos de café y aguacate y su reemplazo por coca en extensas zonas. Como
ocurre, por ejemplo, sobre una amplio sector de al menos 1000 hectáreas,
colindante con barrios del casco urbano del municipio de Codazzi.
Ejército y paramilitares han instalado un puesto conjunto de control y cobro de
impuestos por paso de insumos para el procesamiento de coca y por paso de
narcóticos en el sitio El Pozón, a 4 kilómetros de Codazzi. Sobre las fincas
palmeras próximas se encuentran las pistas de embarque de tales productos que
hasta allí legan desde diversos puntos del Cesar.
Muchas de las parcelas de donde, por causa de los crímenes y el terrorismo de
Estado, se han desplazado los campesinos, fueron repobladas por personal al
servicio de los paramilitares y del ejército, con el encargo de adelantar la
producción de coca.
El negocio del narcotráfico se ha convertido desde hace largo tiempo en una
fuente principal de financiación de las acciones contrainsurgentes de militares
y paramilitares del Estado Colombiano.
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