EL DIA DE LA JUSTICIA Y LA NOCHE DE LOS 'TALIBANES' DE LA OPOSICION
Opinión
VENEZUELA: 15 DE AGOSTO
EL DIA DE LA JUSTICIA Y LA NOCHE DE LOS 'TALIBANES' DE LA OPOSICION Por: Stella
Calloni (especial para ARGENPRESS.info)
(Fecha publicación:21/08/2004)
Seguramente los halcones del poder estadounidense jamás imaginaron que su ayuda
monetaria y política a la oposición venezolana, y sus grandes afanes desde 1998
para desestabilizar, derrocar o desaparecer del mapa de Venezuela al presidente
Hugo Chávez, democráticamentre electo y relegitimado, terminaría en el
surgimiento
de los 'talibanes caribeños'.
Esos grupos que crearon para golpear a Chávez, terminarán por enfrentarlos y
generar situaciones impredecibles, especialmente cuando Washington no puede
ocultar
el pantano iraquí. Pero Washington los necesita para los planes que siguen hacia
el futuro contra Chávez. No es otra cosa que 'talibán' -en la expresión que este
término ha alcanzado- la facción opositora, dentro de casi medio centenar de
organismos( reales o ficticios), grupitos, partidos tradicionales, cámaras
empresariales,
comerciales, (hasta una Central de Trabajadores pro patronal), que en estos
momentos
contra viento y marea, contra el reconocimiento internacional del triunfo
transparente
en el referéndum venezolano, intenta continuar su guerra sucia a todas luces
perdida. Es posible que en los anales de la historia latinoamericana sea difícil
encontrar tal nivel de exasperación colectiva como el que existe en ese sector
opositor, y especialmente en los medios masivos de información, mayoritariamente
en sus manos. Y por eso sorprende que algunos dirigentes de una centroizquierda
de otros tiempos (la minoría) y otra radical extrema, caminan codo a codo con
los grupos conservadores más fascistas e irracionales. Este papel de los
dirigentes
de esas seudo-izquierdas, ahora convertidos en voceros 'necesarios' para la
violenta
oposición de ultraderecha, es un elemento para tener en cuenta en el futuro
político
de América Latina. Porque esa curiosa e incomprensible alianza se está
reproduciendo,
aunque a mínima escala, en otros países. Este conjunto de elementos ya está
siendo
analizado por cientistas políticos, sociólogos y sicólogos de masas. Algunos
analistas han mencionado algo que merece ser tenido en cuenta a la hora de
hablar
sobre Venezuela y es cómo los medios han logrado instalar una especie de
'esquizofrenia
colectiva', un enajenamiento de la realidad que los lleva a un discurso tan
violento
como delirante. Desde que en 1998 Hugo Chávez fue elegido presidente por casi
el 60 por ciento de los votos, pero aún antes, cuando apareció en el escenario
venezolano y fue reconocido por las mayorías populares como su dirigente
natural,
sus opositores- un gran poder económico parásito y los viejos partidos
decadentes,
dependientes del poder imperial - no se dieron tregua. Chávez acabó en horas
con ese bipartidismo tradicional y pateó el nidito petrolero de ambos partidos
Acción Democrática (AD) y COPEI, (socialcristiano) que bien se repartían más
del 80 por ciento de las multimillonarias ganancias del petróleo. Era la
Venezuela
saudí, la del whisky más refinado, la de las compras semanales en Miami, adonde
se trasladaban los 'emires' criollos en cientos de vuelos y en jet privados.
En suma la 'democracia' petrolera era el gran negocio, la mercodemocracia el
gran idilio, una clase empresarial sin empresas, un país monoproductor , que
no producía ni una migaja del alimento a pesar de tener un territorio apto,
entre
otras situaciones. Y también la democracia de los desaparecidos y asesinados
luchadores de los años 50-60, la democracia del 80 por ciento de pobres. Con
estos los ricos compartían y comparten las alturas. Por el lado de aquellos las
altísimas torres, de una opulencia barata que hasta lastima el paisaje, y por
el otro los cerros, donde se acumulan las casitas construidas con una increíble
ingeniería de la pobreza. Desde las ventanitas de 'los ranchos' los pobres
tenían
un derecho único: mirar la vida de los otros, o imaginarla a través de los
ventanales
blindados del inmenso poder. Los pobres, los que hasta hace muy poco tiempo eran
parte de un paisaje cotidiano y silencioso, los que no tenían voz, pero tenían
voto, un voto no para la democracia, no para su salvación, sino para su condena,
un voto para la petrocracia del poder que los aplastaba. Desde los balcones de
la oligarquía, de los señores de los valles, aquellas casas multicolores,
edificadas
como parte de la propia montaña eran sin duda un paisaje amenazante, aunque de
noche las mostraban a sus invitados porque sólo se veían luces como estrellas
colgantes en los cerros. Pobreza colgante y silenciosa. Me pregunto si algunos
intelectuales latinoamericanos que trabaron amistad con sus pares de la
petrocracia,
subieron alguna vez a aquellos cerros, de los sin voz. ¿Era democrático lo que
sucedía en la Venezuela que simulaba el poder monárquico saudí?.¿Era democrática
la macropobreza, la realidad de los ranchos, que estaba tan cerca como las
montañas,
pero que nadie quería ver?. Pero sucedió que - como por arte de magia- en los
cerros comenzaron a escucharse otras voces. Se hizo entonces urgente actuar
antes
de que aquel sonido imperceptible se hiciera rugido. A Venezuela llegó, al poco
tiempo del ascenso de Chávez, el diplomático estadounidense John Maísto,
especialista
en armar frentes opositores en todos aquellos países donde el gobierno de
Estados
Unidos necesita desestabilizar y derrocar a un presidente desobediente o
desafiante
de los mandatos de Washington. Había estado en Panamá, preparando el camino de
la intervención militar que mató a más de cuatro mil panameños y destruyó
barrios
enteros, bajo la indiferencia de muchos demócratas latinoamericanos. Con los
mismos dineros, de la misma National Endowment for Democracy (NED) nacida
durante
el reaganismo para estas tareas de formar oposiciones, como lo hicieron en
Nicaragua,
en Panamá , llegaron a Venezuela. Oposiciones que si no logran su cometido por
vía más o menos legal, lo harán por intervenciones militares, golpes como el
de abril de 2002, o por lockout patronal, haciendo 'gritar la economía' como
lo probaron en Chile contra Salvador Allende o con paros petroleros, sabotajes
y terrorismo de Baja Intensidad. Este es el trabajo de la NED y sus varios
integrantes,
y otros organismos como el Instituto Republicano Internacional (IRI), y la CIA
y la USIA y todo el entramado que juega detrás de la llamada Coordinadora
Democrática.
Curiosamente estas agrupaciones que hablan en forma permanente de la democracia
la usan como un camouflaje que oculta la trama de mayor violencia que uno pueda
imaginarse. Nadie podía ignorar la similitud del modelo trazado por Washington
con lo actuado en Chile contra Salvador Allende en 1973. El esquema es tan
parecido
que hasta es posible hacer un paralelismo sincronizado, tal como se ve en una
investigación realizada por 'Venezuela Information Office' con documentación
suficiente y comprobable. El asunto era actuar antes de que creciera, como un
aluvión sin retorno, esa toma de conciencia popular que hoy asombra al mundo
y que se consolidara un proceso bajo el enunciado del pensamiento
contrahegemónico
de estos momentos, que es el bolivarismo. Mientras todos los documentos
estadounidenses
de política para nuestra región se elaboran bajo un eje: la Doctrina Monroe de
1823 (América para los americanos: léase para los norteamericanos) en sus
encabezados
, la irrupción de Chávez y su apego a las tesis bolivarianas, significan el
desafío
a esos planteos. Toda vez que de un intento de recolonización de América Latina
se trata, mientras el bolivarismo es la unidad latinoamericana como defensa y
reafirmación soberana. Esto es lo está detrás del escenario. Que Venezuela ya
no podía seguir en el pasado lo demostraron los desesperados y soterrados, que
salieron a las calles en febrero de 1989 y que fueron masacrados, sin que
ninguno
de los intelectuales amigos del poder Adeco de entonces se sintiera tocado por
aquellas muertes. Después de todo era la gente de los ranchos, los no
ciudadanos,
los que no tenían derecho a corporizarse, a ser, a levantar la voz, a demandar.
Después de todo era la Venezuela invisible, la oscura, la que durante años se
ocultó bajo la alfombra, la que los dirigentes sindicales, que brindaban con
sus patrones, no se sentían en la obligación de defender. Hay otro ingrediente:
ese poder de destrucción tiene una vanguardia que se fue preparando también
golpe
a golpe, intervención sobre intervención. Es la prensa, los medios masivos de
información secuestrados por ese poder, capaces de lanzar la primera y la última
bomba, con la misma capacidad de destrucción que cualquier arma letal.
Información
secuestrada, información convertida en des-información, capturada de su objetivo
principal. El derecho a la verdad, a una información veraz fue arrancada como
otros derechos de los pueblos. Los medios de la oposición venezolana, que son
más de medio millar, frente a unos siete (contando TV, radio, y prensa escrita)
del estado, son hoy objeto de estudio en muchos países, como modelos de un nuevo
terrorismo informativo. Su accionar hizo nacer, también contradictoriamente,
cientos de observatorios para monitorear la desinformación mundial. Vale decir,
en esta especie de reflexión después de un 15 de agosto de 2004, donde por
primera
vez se puso en práctica en el mundo un modelo de democracia participativa, que
todo ese enorme poder detrás del cuál circula el dinero sucio y regularmente
sucio del planeta, resultó derrotado. Como en abril de 2002 fue derrotado el
golpe de Estado mediático, a pesar de que tenían bajo su control a más del 85
por ciento de los medios del mundo, y luego los paros patronales y el petrolero
que perduró hasta principios del 2003, los planes de terrorismo callejero de
2004 (la guarimba), y las sucesivas derrotas en siete elecciones, y ahora por
octava vez en el proceso electoral más limpio, vigilado y abierto, en décadas.
Derrotados por los invisibles, por los desheredados de los ranchos, por los
medios
'alternativos', es decir por los miles de hormiguitas de los hormigueros
latinoamericanos,
que usando una metodología humilde, el boca a boca más limpiamente mediático,
le han mostrado al mundo que es posible, que la resistencia se hace resistiendo.
Venezuela 15 de agosto 2004, será un hito difícil de olvidar, y ha tenido otra
consecuencia : ha dejado en el ridículo a los miles de escribientes que el
sistema
creó e instaló en los medios masivos, como creó e instaló presidentes, muchos
de ellos ahora prófugos por el mundo. Ha sido derrotados por una multitud real
y no virtual en Venezuela, la tierra donde nació el libertador de América Simón
Bolívar. Y porque todo vuelve y porque tenemos la capacidad de la magia como
una energía de vida y de resistencia alguien escribió en la pared derruida de
un barrio populoso y popular de Caracas, desde donde se ve uno de los edificios
más altos y lujosos de esa capital:'los que van a vivir te saludan'.
"En la cabeza de un fanático no hay un sólo resquicio en el cual pueda
penetrar
la razón."
Napoleón Bonaparte
VENEZUELA: 15 DE AGOSTO
EL DIA DE LA JUSTICIA Y LA NOCHE DE LOS 'TALIBANES' DE LA OPOSICION Por: Stella
Calloni (especial para ARGENPRESS.info)
(Fecha publicación:21/08/2004)
Seguramente los halcones del poder estadounidense jamás imaginaron que su ayuda
monetaria y política a la oposición venezolana, y sus grandes afanes desde 1998
para desestabilizar, derrocar o desaparecer del mapa de Venezuela al presidente
Hugo Chávez, democráticamentre electo y relegitimado, terminaría en el
surgimiento
de los 'talibanes caribeños'.
Esos grupos que crearon para golpear a Chávez, terminarán por enfrentarlos y
generar situaciones impredecibles, especialmente cuando Washington no puede
ocultar
el pantano iraquí. Pero Washington los necesita para los planes que siguen hacia
el futuro contra Chávez. No es otra cosa que 'talibán' -en la expresión que este
término ha alcanzado- la facción opositora, dentro de casi medio centenar de
organismos( reales o ficticios), grupitos, partidos tradicionales, cámaras
empresariales,
comerciales, (hasta una Central de Trabajadores pro patronal), que en estos
momentos
contra viento y marea, contra el reconocimiento internacional del triunfo
transparente
en el referéndum venezolano, intenta continuar su guerra sucia a todas luces
perdida. Es posible que en los anales de la historia latinoamericana sea difícil
encontrar tal nivel de exasperación colectiva como el que existe en ese sector
opositor, y especialmente en los medios masivos de información, mayoritariamente
en sus manos. Y por eso sorprende que algunos dirigentes de una centroizquierda
de otros tiempos (la minoría) y otra radical extrema, caminan codo a codo con
los grupos conservadores más fascistas e irracionales. Este papel de los
dirigentes
de esas seudo-izquierdas, ahora convertidos en voceros 'necesarios' para la
violenta
oposición de ultraderecha, es un elemento para tener en cuenta en el futuro
político
de América Latina. Porque esa curiosa e incomprensible alianza se está
reproduciendo,
aunque a mínima escala, en otros países. Este conjunto de elementos ya está
siendo
analizado por cientistas políticos, sociólogos y sicólogos de masas. Algunos
analistas han mencionado algo que merece ser tenido en cuenta a la hora de
hablar
sobre Venezuela y es cómo los medios han logrado instalar una especie de
'esquizofrenia
colectiva', un enajenamiento de la realidad que los lleva a un discurso tan
violento
como delirante. Desde que en 1998 Hugo Chávez fue elegido presidente por casi
el 60 por ciento de los votos, pero aún antes, cuando apareció en el escenario
venezolano y fue reconocido por las mayorías populares como su dirigente
natural,
sus opositores- un gran poder económico parásito y los viejos partidos
decadentes,
dependientes del poder imperial - no se dieron tregua. Chávez acabó en horas
con ese bipartidismo tradicional y pateó el nidito petrolero de ambos partidos
Acción Democrática (AD) y COPEI, (socialcristiano) que bien se repartían más
del 80 por ciento de las multimillonarias ganancias del petróleo. Era la
Venezuela
saudí, la del whisky más refinado, la de las compras semanales en Miami, adonde
se trasladaban los 'emires' criollos en cientos de vuelos y en jet privados.
En suma la 'democracia' petrolera era el gran negocio, la mercodemocracia el
gran idilio, una clase empresarial sin empresas, un país monoproductor , que
no producía ni una migaja del alimento a pesar de tener un territorio apto,
entre
otras situaciones. Y también la democracia de los desaparecidos y asesinados
luchadores de los años 50-60, la democracia del 80 por ciento de pobres. Con
estos los ricos compartían y comparten las alturas. Por el lado de aquellos las
altísimas torres, de una opulencia barata que hasta lastima el paisaje, y por
el otro los cerros, donde se acumulan las casitas construidas con una increíble
ingeniería de la pobreza. Desde las ventanitas de 'los ranchos' los pobres
tenían
un derecho único: mirar la vida de los otros, o imaginarla a través de los
ventanales
blindados del inmenso poder. Los pobres, los que hasta hace muy poco tiempo eran
parte de un paisaje cotidiano y silencioso, los que no tenían voz, pero tenían
voto, un voto no para la democracia, no para su salvación, sino para su condena,
un voto para la petrocracia del poder que los aplastaba. Desde los balcones de
la oligarquía, de los señores de los valles, aquellas casas multicolores,
edificadas
como parte de la propia montaña eran sin duda un paisaje amenazante, aunque de
noche las mostraban a sus invitados porque sólo se veían luces como estrellas
colgantes en los cerros. Pobreza colgante y silenciosa. Me pregunto si algunos
intelectuales latinoamericanos que trabaron amistad con sus pares de la
petrocracia,
subieron alguna vez a aquellos cerros, de los sin voz. ¿Era democrático lo que
sucedía en la Venezuela que simulaba el poder monárquico saudí?.¿Era democrática
la macropobreza, la realidad de los ranchos, que estaba tan cerca como las
montañas,
pero que nadie quería ver?. Pero sucedió que - como por arte de magia- en los
cerros comenzaron a escucharse otras voces. Se hizo entonces urgente actuar
antes
de que aquel sonido imperceptible se hiciera rugido. A Venezuela llegó, al poco
tiempo del ascenso de Chávez, el diplomático estadounidense John Maísto,
especialista
en armar frentes opositores en todos aquellos países donde el gobierno de
Estados
Unidos necesita desestabilizar y derrocar a un presidente desobediente o
desafiante
de los mandatos de Washington. Había estado en Panamá, preparando el camino de
la intervención militar que mató a más de cuatro mil panameños y destruyó
barrios
enteros, bajo la indiferencia de muchos demócratas latinoamericanos. Con los
mismos dineros, de la misma National Endowment for Democracy (NED) nacida
durante
el reaganismo para estas tareas de formar oposiciones, como lo hicieron en
Nicaragua,
en Panamá , llegaron a Venezuela. Oposiciones que si no logran su cometido por
vía más o menos legal, lo harán por intervenciones militares, golpes como el
de abril de 2002, o por lockout patronal, haciendo 'gritar la economía' como
lo probaron en Chile contra Salvador Allende o con paros petroleros, sabotajes
y terrorismo de Baja Intensidad. Este es el trabajo de la NED y sus varios
integrantes,
y otros organismos como el Instituto Republicano Internacional (IRI), y la CIA
y la USIA y todo el entramado que juega detrás de la llamada Coordinadora
Democrática.
Curiosamente estas agrupaciones que hablan en forma permanente de la democracia
la usan como un camouflaje que oculta la trama de mayor violencia que uno pueda
imaginarse. Nadie podía ignorar la similitud del modelo trazado por Washington
con lo actuado en Chile contra Salvador Allende en 1973. El esquema es tan
parecido
que hasta es posible hacer un paralelismo sincronizado, tal como se ve en una
investigación realizada por 'Venezuela Information Office' con documentación
suficiente y comprobable. El asunto era actuar antes de que creciera, como un
aluvión sin retorno, esa toma de conciencia popular que hoy asombra al mundo
y que se consolidara un proceso bajo el enunciado del pensamiento
contrahegemónico
de estos momentos, que es el bolivarismo. Mientras todos los documentos
estadounidenses
de política para nuestra región se elaboran bajo un eje: la Doctrina Monroe de
1823 (América para los americanos: léase para los norteamericanos) en sus
encabezados
, la irrupción de Chávez y su apego a las tesis bolivarianas, significan el
desafío
a esos planteos. Toda vez que de un intento de recolonización de América Latina
se trata, mientras el bolivarismo es la unidad latinoamericana como defensa y
reafirmación soberana. Esto es lo está detrás del escenario. Que Venezuela ya
no podía seguir en el pasado lo demostraron los desesperados y soterrados, que
salieron a las calles en febrero de 1989 y que fueron masacrados, sin que
ninguno
de los intelectuales amigos del poder Adeco de entonces se sintiera tocado por
aquellas muertes. Después de todo era la gente de los ranchos, los no
ciudadanos,
los que no tenían derecho a corporizarse, a ser, a levantar la voz, a demandar.
Después de todo era la Venezuela invisible, la oscura, la que durante años se
ocultó bajo la alfombra, la que los dirigentes sindicales, que brindaban con
sus patrones, no se sentían en la obligación de defender. Hay otro ingrediente:
ese poder de destrucción tiene una vanguardia que se fue preparando también
golpe
a golpe, intervención sobre intervención. Es la prensa, los medios masivos de
información secuestrados por ese poder, capaces de lanzar la primera y la última
bomba, con la misma capacidad de destrucción que cualquier arma letal.
Información
secuestrada, información convertida en des-información, capturada de su objetivo
principal. El derecho a la verdad, a una información veraz fue arrancada como
otros derechos de los pueblos. Los medios de la oposición venezolana, que son
más de medio millar, frente a unos siete (contando TV, radio, y prensa escrita)
del estado, son hoy objeto de estudio en muchos países, como modelos de un nuevo
terrorismo informativo. Su accionar hizo nacer, también contradictoriamente,
cientos de observatorios para monitorear la desinformación mundial. Vale decir,
en esta especie de reflexión después de un 15 de agosto de 2004, donde por
primera
vez se puso en práctica en el mundo un modelo de democracia participativa, que
todo ese enorme poder detrás del cuál circula el dinero sucio y regularmente
sucio del planeta, resultó derrotado. Como en abril de 2002 fue derrotado el
golpe de Estado mediático, a pesar de que tenían bajo su control a más del 85
por ciento de los medios del mundo, y luego los paros patronales y el petrolero
que perduró hasta principios del 2003, los planes de terrorismo callejero de
2004 (la guarimba), y las sucesivas derrotas en siete elecciones, y ahora por
octava vez en el proceso electoral más limpio, vigilado y abierto, en décadas.
Derrotados por los invisibles, por los desheredados de los ranchos, por los
medios
'alternativos', es decir por los miles de hormiguitas de los hormigueros
latinoamericanos,
que usando una metodología humilde, el boca a boca más limpiamente mediático,
le han mostrado al mundo que es posible, que la resistencia se hace resistiendo.
Venezuela 15 de agosto 2004, será un hito difícil de olvidar, y ha tenido otra
consecuencia : ha dejado en el ridículo a los miles de escribientes que el
sistema
creó e instaló en los medios masivos, como creó e instaló presidentes, muchos
de ellos ahora prófugos por el mundo. Ha sido derrotados por una multitud real
y no virtual en Venezuela, la tierra donde nació el libertador de América Simón
Bolívar. Y porque todo vuelve y porque tenemos la capacidad de la magia como
una energía de vida y de resistencia alguien escribió en la pared derruida de
un barrio populoso y popular de Caracas, desde donde se ve uno de los edificios
más altos y lujosos de esa capital:'los que van a vivir te saludan'.
"En la cabeza de un fanático no hay un sólo resquicio en el cual pueda
penetrar
la razón."
Napoleón Bonaparte
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