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¿QUE PASARA EL 15/08/04 EN VENEZUELA?

¿QUE PASARA EL 15/08/04 EN VENEZUELA?

Franklin González

La suerte está echada, tanto para el gobierno como para los sectores de la
oposición
venezolana. El 15 de agosto tendrá lugar el referendo presidencial, en el cual
catorce millones treinta y siete mil novecientos inscritos para votar
(14.037.900)
decidirán cuál de estos dos sectores políticos del país cuenta con la mayoría
de sus preferencias.

Ideas preliminares

La mayoría de las encuestas nacionales e internacionales (Hintercables,
Evan/McDonough-Varianzas
Opinión, North American Opinión Research, INC), están indicando cuál sería el
comportamiento electoral de los venezolanos. Informan, aunque algunas no
publican,
que la opción del N0 aventaja a la opción del si, en unos porcentaje que oscilan
entre 8 y 15%, con una tendencia de crecimiento de la primera opción, situación
difícil de ser revertida faltando apenas pocos días para la realización de este
evento
Las encuestas más sesgadas hacia el sector de la oposición (Alfredo Séller y
Asociados y Mercanálisis) están hablando ahora de probabilidades y no de
números.
Sostienen que la única manera de que la opción del si pueda aventajar
ligeramente
a la del NO se sustenta en dos supuestos. El primero que los llamados indecisos
o abstencionistas crónicos se manifiesten y dos que opere el denominado “voto
oculto”, esto es, que por razones de miedo o temor al final se inclinen por el
SI.
Sobre estos dos supuestos debemos hacer las siguientes consideraciones. En
relación
a los indecisos o abstencionistas crónicos se asume que si estos llegan a
decidirse
lo harían por el SI, obviándose la historia y la realidad nacional e
internacional.
Los abstencionistas, si se deciden a votar, lo harán de una forma parecida a
la de quienes si están decididos, eso ha sido así históricamente y también lo
ha sido en los últimos procesos que se han efectuado en el mundo, además debe
agregarse que la fortaleza del presidente Chávez se encuentra precisamente en
los estratos sociales D Y E donde precisamente se anidan la mayoría de los
abstencionistas,
así, pues, que este supuesto suena más a deseo que a realidad.
El segundo supuesto se sustenta en la experiencia de las elecciones de 1990 en
Nicaragua y la que a principios de este año se realizaron en El Salvador.
Recordemos
que en el primer caso las encuestas indicaban que el ganador sería Daniel
Ortega,
candidato Sandinista, y al final terminó obteniendo el triunfo Violeta Chamorro,
entre otras razones, porque ciertamente muchos nicaragüense que se manifestaron
en la urnas electorales ocultamente cambiaron su opción, por el miedo que se
tenía sobre la incertidumbre o de un futuro incierto que supuestamente
significaría
la continuidad de los sandinistas en el poder.
También se coloca como otro caso emblemático del “voto oculto” la situación
creada
en El Salvador en la cual el Frente Farabundo Martín para la Liberación Nacional
(FMLN) aparecía con clara opción de victoria. Sin embargo, voceros del
Departamento
de Estados de Estados Unidos, amenazaron con expulsar al millón y medio de
salvadoreños
que viven en suelo de Estados Unidos y que son el principal soporte económico
de sus familiares que se encuentran en El Salvador, si el FMLN ganaba las
elecciones.
Debe recordarse que las remesas de dólares constituyen el primer producto de
generación de las divisas de ese deprimido país centroamericano. Muchos votantes
salvadoreños, por ese estado de miedo colectivo que se generó, terminaron
cambiando
sus votos en las urnas.
Se bien lo anterior es cierto, también lo es el hecho de que Venezuela, como
país, como nación, con toda la riqueza que tiene, en particular la que tiene
el Estado como principal propietario de la industria más importante del país,
con un recurso —el petróleo—que es estratégico para la economía de Estados
Unidos,
no es Nicaragua ni tampoco El Salvador, que la política exterior del señor
George
W. Bush ha sido un rotundo fracaso, que no se vive la época de la “guerra fría”
, que la experiencia sirve para no cometer los mismos errores y porque el pueblo
venezolano ha elevado su nivel de cultura política, con lo cual difícilmente
estas triquiñuelas sean digeridas fácilmente.

Los escenarios para el 15/08/04

Con anterioridad anunciamos que sobre la base de los resultados de las firmas
recogidas por el bloque del cambio y desde el punto de vista de los números,
la oposición si podía, lícitamente, recoger las firmas de 2.440.000 (20% de
12.200.000
de electores), que les permitirían activar el referéndum revocatorio para el
Presidente de la Republica.
Por su puesto, ello estaría condicionado a varios factores. Uno, que la
oposición
lograra motivar y sobre todo movilizar “a su gente” para que firmara contra el
Presidente de la República y dos, que el Comando Ayacucho, operario político
del gobierno, lo permitiera, al no activar todos los mecanismos persuasivos que
obstaculizaran tal posibilidad.
Analicemos entonces los escenarios que se vislumbran para el 15/08/04
a) Chávez es revocado

Este escenario deseado por la actual administración de los Estados Unidos y por
sus cipayos nacionales parece poco probable. Los números hasta ahora alcanzados
por los sectores de la oposición venezolana no han logrado superar los 2.800.000
electores, así quedó evidenciado en las elecciones de 1998, cuando el candidato
Henrique Salas Römer alcanzó la cantidad de 2.613.161 contra 3.673.685 de Hugo
Chávez Frías, luego en las elecciones del año 2000 —relegitimación de mandato—,
el candidato Francisco Arias Cárdenas obtuvo 2.359.459 y Claudio Fermín obtuvo
171.346 para un total entre ambos de 2.530.805, mientras que Hugo Chávez Frías
logró la cantidad de 3.757.773.
En las jornadas de recolección de firmas y en la de los reparos, la cantidad
que obtuvo nuevamente la oposición venezolana, que ha venido actuando de manera
consensuada en su único objetivo: salir de Chávez de cualquier forma, no logró
sobrepasar su techo normal establecido desde hace exactamente cinco (5) años.
Para lograr alcanzar su objetivo de derrocarle el mandato a Chávez, no
solamente
tienen que superar en un millón de votante a su favor el síndrome ya establecido
de los 2.800.000 personas, cuestión que ya de por sí es bastante cuesta arriba,
sino que, como es de suponer, la campaña que personalmente está desarrollando
Chávez, más todos los logros que desde el punto de vista social ha significado
la inclusión de millones de venezolanos, crean condiciones poco favorables para
los objetivos de este sector político de Venezuela.
Sin embargo, no hay enemigo chiquito y en el presente caso se está frente al
imperio del norte que está inyectando todos los dólares posibles para producir
cambios en la intención de votos de las mayorías nacionales, que reciben los
beneficios de realizaciones concretas o esperanzadas en un futuro promisor que
lo garantiza Hugo Chávez Frías, pero que aún carecen de importantes derechos.
Con el nuevo registro electoral de 14.037.900 votantes, si proyectamos los
resultados
hasta hora alcanzados por la oposición venezolana, y se aplica el factor de
corrección
de 30% de abstención, quedarían los votantes efectivos en 9.826.530, de eso,
de acuerdo al histórico y a las distintas encuestas (36%), este sector político
del país obtendría un total de votos de 3.537.550, cifra esta que no permitiría
revocarle el mandato al presidente Chávez.
Si la abstención baja a 20%, el número de votantes sería de 11.230.320 y el
total de sufragios para la oposición sería de 4.042.915, cantidad necesaria para
revocar a Chávez.
La opción que tiene la oposición venezolana para lograr su objetivo de
desalojar
al presidente, por la vía constitucional, sería atraer a los indecisos y lograr
el “voto oculto”.
b) Chávez es ratificado en su mandato

Este escenario es el más probable. Razones. Ahora Chávez se ha convertido en
su propio Jefe de Campaña. Está ocurriendo que los venezolanos atendidos por
el gobierno nacional al percibir amenazado su futuro, se han convertido en los
principales buscadores de electores para que afirmen al presidente en su
mandato.
Los misioneros serán garantes de que lo obtenido no se pierda. Los programas
de Barrio Adentro y las misiones Robinson, Ribas y Sucre, así como los otros
programas como las Escuelas Bolivarianas, Mercal, los microcréditos, los bancos
del pueblo y la mujer, son las bases que ha servido para que el pueblo
bolivariano
y no bolivariano, pero de alguna manera beneficiado, ponga en movimientos sus
mejores fuerzas para este proceso de cambios siga avanzando.
Sin pecar de optimismo exagerado, esta batalla —la de Santa Inés, la de
Florentino
contra el Diablo— se vislumbra como vencedora, y será la que garantice la
continuidad
de este proceso.
Si utilizamos los recursos que nos dan los resultados en los diversos procesos
electorales donde ha participado Hugo Chávez Frías (alrededor del 57% y según
las distintas encuestas mencionadas), se tendría que con 30% de abstención la
opción del No obtendría 5.601.122. Si la abstención baja al 20% el resultado
del No sería de 6.401.282 de votos.
No obstante, es bueno acotar que de los casi 2.000.000 de nuevos inscritos,
la inmensa mayoría corresponde a los estratos D y E donde en las elecciones
presidenciales
de 1998 y 2000 y por las intenciones de votos, el mínimo porcentaje de apoyo
hacia el NO es de 70%.



c) LA INGENUIDAD EN EL COMPORTAMIENTO POLITICO

Se trataría de un desarrollo normal del evento del 15/08/04. Este escenario
sería
el ideal porque evitaría el trauma de una diatriba política insulsa, de
estériles
enfrentamientos, con resultados lamentables para todos, donde difícilmente se
esté hablando de ganadores, aunque algunos de los actores en pugnan así lo
perciban
y así lo proclamen.
Sin embargo, es el menos probable, por cuanto sería aquel donde la oposición
venezolana, particularmente los grandes beligerantes internos (dueños de los
principales medios de comunicaciones) y externos (los sectores de la derecha
de los Estados Unidos, vinculados con la administración de Bush), aceptarían
un resultado del chavismo democráticamente.
Ahora bien, por encima de las tendencias existe una realidad. La oposición
venezolana
y particularmente sus seguidores tienen un resultado listo. No aceptarán otro
que la derrota y salida del poder de Chávez y de sus aliados. A las pocas horas
del 15 de agosto estarán lanzando resultados subrepticios y aun cuando vayan
perdiendo en las urnas dirán que ganaron aplastantemente. Todos los medios lo
dirán en cadena y sus seguidores lo corearán, convencidos, como están, de que
no solamente son más importantes desde el punto de vista cualitativo (“la
inteligencia
está de su lado”), sino que también son mayoría cuantitativamente (en los
sectores
donde viven realizan encuestas diarias en las quintas, apartamentos, en los
colegios,
supermercados, y estas así lo indican). Si Chávez y su gente lo niegan, entonces
saldrá el Departamento de Estado de EE.UU. diciendo que no reconoce a un
gobierno
que fue rechazado en las urnas por su pueblo.
De allí pues, que pensar en este escenario es comportarse con mucha ingenuidad.
Toda la oposición venezolana tiene un solo objetivo: Salir de Chávez. El medio
puede ser cualquiera, menos la resignación.

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