Chávez somete 'Revolución' a prueba de urnas venezolanas :
Chávez somete 'Revolución' a prueba de urnas venezolanas :
Por Pascal Fletcher:
CARACAS (Reuters) - El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, predica que la
forma
de acabar con la pobreza en su país es "darle poder a los pobres."
Su propia posición de poder será sometida a prueba el 15 de agosto, cuando los
venezolanos juzgarán su autoproclamada revolución izquierdista en el quinto
exportador
mundial de petróleo, donde la extendida pobreza contrasta con la riqueza del
subsuelo.
A la espera del referendo que revocará su mandato o lo ratificará hasta enero
del 2007, Chávez dice haber cumplido su promesa electoral de redistribuir la
riqueza del país.
Sus opositores dicen que sus políticas de tono populista llevan al país a una
dictadura al estilo cubano y al caos económico.
Pero muchos habitantes de las extensas barriadas pobres en ciudades y zonas
rurales
dicen que los beneficios de la "revolución Bolivariana" del mandatario son
tangibles
y además están a pocos pasos de sus casas.
En Jardines del Valle, un populoso barrio al sur de Caracas cuyas casas de
ladrillo
parecen colgadas de las colinas, los vecinos pueden ser vistos esperando en fila
para comprar comida barata en un mini mercado estatal abierto en diciembre.
Al lado, médicos cubanos que trabajan desde hace un año en un plan gubernamental
de salud ofrecen tratamiento y medicinas gratuitas en una nueva clínica de
ladrillos
rojos. Muy cerca, dentistas -también cubanos- manejan una clínica dental
gratuita.
Varios de los compradores y pacientes también están tomando cursos escolares
o están en la universidad por primera vez en sus vidas, gracias a programas
educacionales
del gobierno.
A sólo unas pocas semanas del referendo, los programas asistenciales, llamados
"misiones," han activado el respaldo al mandatario entre los pobres que
conforman
la mayoría de los 25 millones de venezolanos.
"Nunca había votado, pero voy a votar en agosto, voy a votar por Chávez, por
lo que ha hecho," dijo Miriam Terán, una joven madre de dos chicos, en la cola
para comprar comida.
¿DICTADOR, O PROTECTOR DE LOS POBRES?
Hasta hace pocos meses, la mayoría de las encuestas de opinión predecían que
Chávez perdería el referendo, pero algunos estudios más recientes dicen que
podría
triunfar, gracias a la percepción de que se preocupa por los pobres.
Sus enemigos políticos, comandados por una flexible y fraccionada coalición de
partidos políticos, grupos civiles, sindicalistas y empresarios, tienen otra
opinión.
Dicen que Chávez, un ex comandante de paracaidistas quien fue reelecto en el
2000, ha convertido al país en un pantanal de nepotismo, mala administración
y corrupción en medio de altos niveles de criminalidad, desempleo e incesante
conflicto político.
Según la oposición, tras una fachada democrática, el mandatario abusa de su
autoridad
para secuestrar sistemáticamente las instituciones civiles, las cortes y la
Fuerza
Armada para imponerse a sus adversarios y servir a su personal cruzada
revolucionaria.
"Todo el mundo sabe que con Hugo Chávez como presidente, no va a haber
inversión,
los índices de criminalidad van a subir, y el país no va a unirse," dijo Diego
Bautista Urbaneja, uno de los redactores del proyecto opositor para un gobierno
post-Chávez.
Para revocar al presidente, la oposición debe igualar o superar en agosto los
3,75 millones de votos que eligieron a Chávez en el 2000 y por supuesto, sacar
más votos que quienes respalden al gobierno dentro de un universo de poco más
de 14 millones de votantes.
CHAVEZ CONTRA BUSH
La oposición ha prometido que, de ganar el referendo, cambiará la política de
Chávez, que ha hecho de Venezuela un adversario "revolucionario" del
"imperialista"
gobierno estadounidense, al tiempo que ha forjado una fuerte alianza con el
gobierno
del presidente cubano Fidel Castro.
Pese a los choques verbales, Venezuela sigue siendo un importante proveedor de
petróleo a Estados Unidos, su principal socio comercial, lo que hace que los
adversarios de Chávez califiquen de "pose" la retórica antiestadounidense del
mandatario.
Chávez, quien se presenta a sí mismo como un defensor de la integración
latinoamericana
inspirado en las ideas del héroe independentista Simón Bolívar, ha hecho de su
choque ideológico con Washington el centro de su campaña para ganar el
referendo.
"¡La verdadera batalla aquí (...) es Chávez contra (George W.) Bush!" suele
exclamar
en discursos ante seguidores. El mandatario afirma que su homólogo
estadounidense
es un "pendejo" (tonto) que dirige y financia a la oposición venezolana en sus
intentos por sacarlo del poder.
Ha responsabilizado abiertamente a Bush de haber orquestado tanto el golpe de
Estado que lo sacó del poder por 48 horas en abril del 2002 así como de un
severo
paro opositor de dos meses. Washington niega participación en los hechos.
"Si Chávez quiere derrotar a Bush, que se vaya a Estados Unidos (...) porque
aquí estamos en Venezuela y el debate está en Venezuela, sobre su gestión, que
ha destruido el país durante seis años," dijo Pompeyo Márquez, un octogenario
ex guerrillero izquierdista y portavoz opositor.
ACUSACIONES VAN Y VIENEN
Chávez y sus adversarios se culpan mutuamente por las sucesivas contracciones
económicas de 8,9 por ciento en el 2002 y de 9,4 por ciento en el 2003, que
dispararon
la inflación y el desempleo.
Según empresarios opositores, más de 6.000 compañías privadas han cerrado desde
el inicio del gobierno de Chávez. Dicen que sus políticas estatistas e
intervencionistas,
que incluyen controles cambiarios y de precios, obstaculizan a la empresa
privada.
El presidente dice que los intentos opositores por derrocarlo, especialmente
la huelga que interrumpió casi por completo las exportaciones petroleras,
"sabotearon"
la economía.
Su gobierno dice que la economía ya salió de la recesión y destacan el
crecimiento
de casi 30 por ciento en el primer trimestre del 2004, impulsado por los precios
del crudo, como un éxito de su gestión.
La oposición asegura que además Chávez está usando cientos de millones de
dólares
de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) para financiar programas sociales
a corto plazo a fin de ganar votos para el referendo.
Pero en Jardines del Valle, Nercy Cardoso parece estar segura de a quién debe
agradecer: Chávez "es el primer presidente que se preocupa por los pobres."
Por Pascal Fletcher:
CARACAS (Reuters) - El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, predica que la
forma
de acabar con la pobreza en su país es "darle poder a los pobres."
Su propia posición de poder será sometida a prueba el 15 de agosto, cuando los
venezolanos juzgarán su autoproclamada revolución izquierdista en el quinto
exportador
mundial de petróleo, donde la extendida pobreza contrasta con la riqueza del
subsuelo.
A la espera del referendo que revocará su mandato o lo ratificará hasta enero
del 2007, Chávez dice haber cumplido su promesa electoral de redistribuir la
riqueza del país.
Sus opositores dicen que sus políticas de tono populista llevan al país a una
dictadura al estilo cubano y al caos económico.
Pero muchos habitantes de las extensas barriadas pobres en ciudades y zonas
rurales
dicen que los beneficios de la "revolución Bolivariana" del mandatario son
tangibles
y además están a pocos pasos de sus casas.
En Jardines del Valle, un populoso barrio al sur de Caracas cuyas casas de
ladrillo
parecen colgadas de las colinas, los vecinos pueden ser vistos esperando en fila
para comprar comida barata en un mini mercado estatal abierto en diciembre.
Al lado, médicos cubanos que trabajan desde hace un año en un plan gubernamental
de salud ofrecen tratamiento y medicinas gratuitas en una nueva clínica de
ladrillos
rojos. Muy cerca, dentistas -también cubanos- manejan una clínica dental
gratuita.
Varios de los compradores y pacientes también están tomando cursos escolares
o están en la universidad por primera vez en sus vidas, gracias a programas
educacionales
del gobierno.
A sólo unas pocas semanas del referendo, los programas asistenciales, llamados
"misiones," han activado el respaldo al mandatario entre los pobres que
conforman
la mayoría de los 25 millones de venezolanos.
"Nunca había votado, pero voy a votar en agosto, voy a votar por Chávez, por
lo que ha hecho," dijo Miriam Terán, una joven madre de dos chicos, en la cola
para comprar comida.
¿DICTADOR, O PROTECTOR DE LOS POBRES?
Hasta hace pocos meses, la mayoría de las encuestas de opinión predecían que
Chávez perdería el referendo, pero algunos estudios más recientes dicen que
podría
triunfar, gracias a la percepción de que se preocupa por los pobres.
Sus enemigos políticos, comandados por una flexible y fraccionada coalición de
partidos políticos, grupos civiles, sindicalistas y empresarios, tienen otra
opinión.
Dicen que Chávez, un ex comandante de paracaidistas quien fue reelecto en el
2000, ha convertido al país en un pantanal de nepotismo, mala administración
y corrupción en medio de altos niveles de criminalidad, desempleo e incesante
conflicto político.
Según la oposición, tras una fachada democrática, el mandatario abusa de su
autoridad
para secuestrar sistemáticamente las instituciones civiles, las cortes y la
Fuerza
Armada para imponerse a sus adversarios y servir a su personal cruzada
revolucionaria.
"Todo el mundo sabe que con Hugo Chávez como presidente, no va a haber
inversión,
los índices de criminalidad van a subir, y el país no va a unirse," dijo Diego
Bautista Urbaneja, uno de los redactores del proyecto opositor para un gobierno
post-Chávez.
Para revocar al presidente, la oposición debe igualar o superar en agosto los
3,75 millones de votos que eligieron a Chávez en el 2000 y por supuesto, sacar
más votos que quienes respalden al gobierno dentro de un universo de poco más
de 14 millones de votantes.
CHAVEZ CONTRA BUSH
La oposición ha prometido que, de ganar el referendo, cambiará la política de
Chávez, que ha hecho de Venezuela un adversario "revolucionario" del
"imperialista"
gobierno estadounidense, al tiempo que ha forjado una fuerte alianza con el
gobierno
del presidente cubano Fidel Castro.
Pese a los choques verbales, Venezuela sigue siendo un importante proveedor de
petróleo a Estados Unidos, su principal socio comercial, lo que hace que los
adversarios de Chávez califiquen de "pose" la retórica antiestadounidense del
mandatario.
Chávez, quien se presenta a sí mismo como un defensor de la integración
latinoamericana
inspirado en las ideas del héroe independentista Simón Bolívar, ha hecho de su
choque ideológico con Washington el centro de su campaña para ganar el
referendo.
"¡La verdadera batalla aquí (...) es Chávez contra (George W.) Bush!" suele
exclamar
en discursos ante seguidores. El mandatario afirma que su homólogo
estadounidense
es un "pendejo" (tonto) que dirige y financia a la oposición venezolana en sus
intentos por sacarlo del poder.
Ha responsabilizado abiertamente a Bush de haber orquestado tanto el golpe de
Estado que lo sacó del poder por 48 horas en abril del 2002 así como de un
severo
paro opositor de dos meses. Washington niega participación en los hechos.
"Si Chávez quiere derrotar a Bush, que se vaya a Estados Unidos (...) porque
aquí estamos en Venezuela y el debate está en Venezuela, sobre su gestión, que
ha destruido el país durante seis años," dijo Pompeyo Márquez, un octogenario
ex guerrillero izquierdista y portavoz opositor.
ACUSACIONES VAN Y VIENEN
Chávez y sus adversarios se culpan mutuamente por las sucesivas contracciones
económicas de 8,9 por ciento en el 2002 y de 9,4 por ciento en el 2003, que
dispararon
la inflación y el desempleo.
Según empresarios opositores, más de 6.000 compañías privadas han cerrado desde
el inicio del gobierno de Chávez. Dicen que sus políticas estatistas e
intervencionistas,
que incluyen controles cambiarios y de precios, obstaculizan a la empresa
privada.
El presidente dice que los intentos opositores por derrocarlo, especialmente
la huelga que interrumpió casi por completo las exportaciones petroleras,
"sabotearon"
la economía.
Su gobierno dice que la economía ya salió de la recesión y destacan el
crecimiento
de casi 30 por ciento en el primer trimestre del 2004, impulsado por los precios
del crudo, como un éxito de su gestión.
La oposición asegura que además Chávez está usando cientos de millones de
dólares
de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) para financiar programas sociales
a corto plazo a fin de ganar votos para el referendo.
Pero en Jardines del Valle, Nercy Cardoso parece estar segura de a quién debe
agradecer: Chávez "es el primer presidente que se preocupa por los pobres."
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