LA CACERIA DE SANDINO GABRIELA MISTRAL
La cacería de Sandino Gabriela Mistral |
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MOVER
En los muros de París, en Mayo de 1968, apareció un lema que conmovió al mundo:
“seamos realistas busquemos lo imposible “.Nosotros no tenemos recursos económicos ni financiamiento, pero tenemos la convicción, tenemos el programa, tenemos el líder y el apoyo de la inmensa mayoría del pueblo peruano que sabe que cumpliremos lo que prometemos hoy dia: liberar a nuestro pueblo de la explotación y la miseria por la vía democrática. Nosotros somos la vida nueva para nuestro antiguo Perú.
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SIN LUCHAS NO AHAY VICTORIAS
POE QUE VICTOR POLAY SI ES UN BUEN CANDIDATO
PROGRAMA DEL PLAN DE GOBIERNO DE EMERGENCIA
Porqué Polay y cristianos
POR UN JUICIO JUSTO A VICTOR POLAY CAMPOS
Carta de su madre
El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, calificó como un evento de suma importancia la entrega de créditos para la adquisición de viviendas de clase media. Así lo expresó al dar inicio al conversatorio llevado a cabo en el Teatro Teresa Carreño, este miércoles 9 de noviembre, y el cual fue transmitido en cadena nacional de radio y televisión.
El jefe de Estado indicó que se trata de una actividad en la cual se ha venido trabajando desde hace varios meses, dentro del esfuerzo que –según expresó– llega a ser a veces hasta sobrehumano, por parte de la gran mayoría de los venezolanos por impulsar el desarrollo nacional integral. Es un proyecto social, económico, moral y político, el cual, sin duda alguna, tiene un importante impacto internacional y está contenido en la Constitución de la República.
Dijo estar seguro de que el pueblo venezolano hoy en día sigue muy de cerca la trayectoria de la patria y destacó que “si en alguna época de la historia nacional ha habido tanta motivación de nuestra sociedad por el país, por el presente y por el futuro, es ahora mismo”.
El mandatario nacional hizo referencia a la visita hecha recientemente a la República Argentina, donde participó en la IV Cumbre de las Américas, realizada en la ciudad de Mar del Plata. Al respecto destacó el hecho de que en otras latitudes se evidencie el apoyo ofrecido a las propuestas, ideas y planteamientos que ha elevado Venezuela en materia social, económica y política, en beneficio de la integración de Latinoamérica.
En ese sentido, aseguró que durante la Cumbre se abrió una verdadera batalla entre las pretensiones impositivas de Estados Unidos, al querer crear el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y quienes defienden la vida y a los pueblos menos desarrollados. “Estamos defendiendo no sólo lo que somos sino, sobre todo, la posibilidad de ser lo que vamos a ser: países vigorosos y en desarrollo integral”, dijo.
A juicio del presidente Chávez, en Mar del Plata se conformó una alianza que bloqueó las intenciones del imperio, a pesar de la gran presión ejercida por los representantes de la administración de George W. Bush. Asimismo, insistió en que no están dadas las condiciones para establecer una zona de competencia comercial y económica entre los pueblos del Sur y la potencia hegemónica del norte del continente americano.
Al referirse a la actitud favorable ante el ALCA, por parte del presidente de México, Vicente Fox, el mandatario venezolano señaló que su homólogo “se fue sangrando por la herida”. “Da tristeza el entreguismo del presidente Fox, verdaderamente da tristeza” sentenció el líder de la Revolución Bolivariana, al tiempo que resaltó la firmeza demostrada por el presidente argentino Néstor Kirchner en las deliberaciones.
El presidente Chávez saludó a la nación mexicana y a su gente, y lamentó que un pueblo heroico como aquel tenga un presidente que se arrodille ante el imperio, cumpla el papel que fue a cumplir a la cumbre y además arremeta contra quienes se opusieron al ALCA.
Delegados y delegadas de organizaciones sociales de todas las regiones del continente, desde Canadá hasta la Patagonia; trabajadores, campesinos, indígenas, jóvenes y viejos, de todas las razas, mujeres y hombres dignos nos hemos encontrado aquí en Mar del Plata, Argentina, para hacer oír la voz, excluida por los poderosos, de todos los pueblos de nuestra América.
Como antes en Santiago de Chile y en Québec, nos hemos encontrado nuevamente frente a la Cumbre de las Américas que reúne a los presidentes de todo el continente, con la exclusión de Cuba, porque aunque los discursos oficiales siguen llenándose de palabras sobre la democracia y la lucha contra la pobreza, los pueblos seguimos sin ser tomados en cuenta a la hora de decidir sobre nuestros destinos. También nos encontramos aquí, en esta III Cumbre de los Pueblos, para profundizar nuestra resistencia a las calamidades neoliberales orquestadas por el imperio del norte y seguir construyendo alternativas. Venimos demostrando que es posible cambiar el curso de la historia y nos comprometemos a continuar avanzando por ese camino.
En el año de 2001, en la cumbre oficial de Québec, cuando todavía la absoluta mayoría de los gobiernos se inclinaban ciegamente a la ortodoxia neoliberal y a los dictados de Washington, con la honrosa excepción de Venezuela, Estados Unidos logró que se fijara el primero de enero del 2005 como la fecha fatal para que entrara en vigor su nuevo proyecto de dominación llamado Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y que la Cuarta Cumbre de las Américas a realizarse previamente en Argentina fuera la culminación de las negociaciones de este proyecto perverso. Pero el primero de Enero del 2005 amanecimos sin ALCA y la cumbre oficial de Argentina ha llegado finalmente con las negociaciones del ALCA estancadas. ¡Hoy estamos también aquí para celebrarlo!
Sin embargo, Estados Unidos no ceja en su estrategia de afirmar su hegemonía en el continente por medio de tratados de libre comercio bilaterales o regionales, como es el que por un margen estrecho se ha aprobado para Centroamérica y el que buscan imponer ahora a los países andinos. Además, ahora Washington esta lanzando el Acuerdo para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN). No obstante las evidencias incontestables de las desastrosas consecuencias de más de diez años de Tratado de Libre Comercio, ahora este TLC plus pretende incluso imponer la política de “seguridad” de los Estados Unidos a toda la región.
Pero el gobierno de Estados Unidos no se conforma con avanzar las piezas del rompecabezas de su dominación en el continente. Insiste en acomodarlas en un marco hegemónico único y no ha renunciado al proyecto del ALCA. Ahora, junto con sus gobiernos incondicionales, viene a Mar del Plata con la pretensión de revivir el cadáver del ALCA, cuando los pueblos han expresado claramente su rechazo a una integración subordinada a Estados Unidos.
Y si su estrategia a favor de las corporaciones norteamericanas ha venido siendo acompañada de una creciente militarización del continente y de bases militares estadounidenses, ahora para rematar el genocida George W. Bush ha venido a la cumbre de Mar del Plata para intentar elevar su política de seguridad a compromiso continental con el pretexto del combate al terrorismo, cuando la mejor forma de acabar con él sería el revertir su política intervencionista y colonialista.
En la declaración oficial que está siendo discutida por los gobiernos existe la amenaza real de que puedan pasar, aún matizadas, las peores intenciones de los Estados Unidos. La misma está llena de palabras vacías y propuestas demagógicas para combatir la pobreza y generar empleo decente; lo concreto es que sus ofrecimientos perpetúan un modelo que ha hecho cada vez más miserable e injusto a nuestro continente que posee la peor distribución de la riqueza en el mundo.
Modelo que favorece a unos pocos, que deteriora las condiciones laborales, profundiza la migración, la destrucción de las comunidades indígenas, el deterioro del medio ambiente, la privatización de la seguridad social y la educación, la implementación de normas que protegen los derechos de las corporaciones y no de los ciudadanos, como es el caso de la propiedad intelectual.
Además del ALCA, se insiste en avanzar en la Ronda de Doha, que busca otorgar más poderes a la Organización Mundial del Comercio (OMC) para imponer reglas económicas inequitativas a los países menos desarrollados y hacer prevalecer la agenda corporativa. Se sigue exponiendo al saqueo nuestros bienes naturales, nuestros yacimientos energéticos; se privatiza la distribución y comercialización del agua potable; se estimula la apropiación y privatización de nuestras reservas acuíferas e hidrográficas, convirtiendo un derecho humano como es el acceso al agua en una mercancía de interés de las transnacionales.
Para imponer estas políticas, el imperio y sus cómplices cuentan con el chantaje de la deuda externa, impidiendo el desarrollo de los pueblos en violación de todos nuestros derechos humanos. La declaración de los presidentes no ofrece ninguna salida concreta, como sería la anulación y no pago de la deuda ilegítima, la restitución de lo que se ha cobrado de más y el resarcimiento de las deudas históricas, sociales y ecológicas adeudadas a los pueblos de nuestra América.
Las y los delegados de los distintos pueblos de América estamos aquí no sólo para denunciar, estamos acá porque venimos resistiendo las políticas del imperio y sus aliados. Pero también venimos construyendo alternativas populares, a partir de la solidaridad y la unidad de nuestros pueblos, construyendo tejido social desde abajo, desde la autonomía y diversidad de nuestros movimientos con el propósito de alcanzar una sociedad inclusiva, justa y digna.
Desde esta III Cumbre de los Pueblos de América declaramos:
1) Las negociaciones para crear un Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) deben ser SUSPENDIDAS INMEDIATA Y DEFINITIVAMENTE, lo mismo que todo tratado de libre comercio bilateral o regional. Asumimos la resistencia de los pueblos andinos y de Costa Rica contra el Tratado de Libre Comercio, la de los pueblos del Caribe porque los EPAs no signifiquen una nueva era de colonialismo disfrazado y la lucha de los pueblos de América del Norte, Chile y Centroamérica por echar atrás los tratados de esta naturaleza que ya pesan sobre ellos.
2) Todo acuerdo entre las naciones debe partir de principios basados en el respeto de los derechos humanos, la dimension social, el respeto a la soberania, la complementariedad, la cooperación, la solidaridad, la consideración de las asimetrías económicas favoreciendo a los países menos desarrollados. Por eso rechazamos el Tratado de Protección de Inversiones que Uruguay firmó con los Estados Unidos.
3) Nos empeñamos en favorecer e impulsar procesos alternativos de integración regional, como la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA).
4) Asumimos las conclusiones y las acciones nacidas en los foros, talleres, encuentros de esta Cumbre y nos comprometemos a seguir profundizando nuestro proceso de construccion de alternativas.
5) Hay que anular toda la deuda externa ilegítima, injusta e impagable del Sur, de manera inmediata y sin condiciones. Nos asumimos como acreedores para cobrar la deuda social, ecológica e histórica con nuestros pueblos.
6) Asumimos la lucha de nuestros pueblos por la distribución equitativa de la riqueza, con trabajo digno y justicia social, para erradicar la pobreza, el desempleo y la exclusión social.
7) Acordamos promover la diversificación de la producción, la protección de las semillas criollas patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad, la soberanía alimentaria de los pueblos, la agricultura sostenible y una reforma agraria integral.
8) Rechazamos enérgicamente la militarización del continente promovida por el imperio del norte. Denunciamos la doctrina de la llamada cooperación para la seguridad hemisférica como un mecanismo para la represión de las luchas populares. Rechazamos la presencia de tropas de Estados Unidos en nuestro continente, no queremos bases ni enclaves militares. Condenamos el terrorismo de estado mundial de la Administración Bush, que pretende regar de sangre las legitimas rebeldías de nuestros pueblos. Nos comprometemos en la defensa de nuestra soberanía en la Triple Frontera, corazón del Acuífero Guaraní. Por esto, exigimos el retiro de las tropas estadounidenses de la República del Paraguay. Exigimos poner fin a la intervención militar extranjera en Haití.
9) Condenamos la inmoralidad del gobierno de Estados Unidos, que mientras habla de luchar contra el terrorismo protege al terrorista Posada Carriles y mantiene en la cárcel a cinco luchadores patriotas cubanos. Exigimos su inmediata libertad!
10) Repudiamos la presencia en estas dignas tierras latinoamericanas de George W. Bush, principal promotor de la guerra en el mundo y cabecilla del credo neoliberal que afecta incluso los intereses de su propio pueblo. Desde aquí mandamos un mensaje de solidaridad a los dignos hombres y mujeres estadounidenses que sienten vergüenza por tener un gobierno condenado por la humanidad y lo resisten contra viento y marea.
Después de Québec construimos una gran campaña y consulta popular continentales contra el ALCA y logramos frenarla. Hoy, ante la pretensión de revivir las negociaciones del ALCA y sumarle los objetivos militaristas de Estados Unidos, en esta III Cumbre de los Pueblos de América asumimos el compromiso de redoblar nuestra resistencia, fortalecer nuestra unidad en la diversidad y convocar a una nueva y más grande movilización continental para enterrar el ALCA para siempre y construir al mismo tiempo bajo su impulso, nuestra alternativa de una América justa, libre y solidaria.
Mar del Plata, Argentina, 3 de noviembre del 2005
El acorazado ALCA, al mando del capitán «Arbusto», se hundió el pasado viernes, bajo la furia de 4 vientos pamperos y el huracán «Hugo», un ciclón del Caribe que se desvió de la tradicional ruta de esos fenómenos, para adentrarse en aguas de Mar del Plata, donde se hallaba anclada la nave insignia del anexionismo imperial, dispuesta a soltar sobre los pueblos de América del Sur su carga de miseria económica, política y social.
El símil ilustra lo ocurrido durante la IV Cumbre de Las Américas, realizada en la ciudad-balneario argentina, donde se dieron cita los presidentes, cancilleres y otros ministros de 34 naciones del continente, con la única excepción de Cuba, arbitrariamente marginada por Washington, inventor de esos foros, que desde su primera edición, ha tenido por objetivo, imponer a sus vecinos, el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas.
El Cap. «Arbusto», traducido del inglés, es el Presidente George W. Bush; los cuatro vientos pamperos, que soplan con gran fuerza sobre las pampas del Cono Sur, son los Presidentes Kirchner, de Argentina; Lula, de Brasil; Tabaré, de Uruguay y Duarte de Paraguay, y el «huracán del Caribe», es el jefe del Estado venezolano, Hugo Chávez Frías.
El naufragio del ALCA, fue «una muerte anunciada», un desastre propiciado por el propio Imperio, que pretendió introducir una vez más esa cuña de su proyecto de conquista planetaria, subestimando la dignidad de cinco mandatarios que hablando con la voz de sus pueblos, dijeron «No», a ese engendro del capitalismo salvaje, el perverso modelo neoliberal que en la última década del siglo XX sembró hambre, miseria y pobreza en la región.
Su momento estelar lo vivió el acorazado en la I Cumbre de Presidencial de las Américas, celebrada en diciembre de 1994 en Miami, cuando, los mandatarios regionales, convocados por el Presidente William Clinton, la casi totalidad de ellos sumisos a la voluntad de Washington, resolvieron «concluir las negociaciones del Área de Libre Comercio de las Américas, (ALCA) a más tardar en el año 2005».
«A fin de avanzar en la integración económica y el libre comercio, -señalaba la Declaración Final de la I Cumbre- crearemos una infraestructura hemisférica de cooperación y el financiamiento del sector privado y de las instituciones financieras internacionales».
Haciendo gala de cinismo y burla a las esperanzas de los pueblos más pobres del continente, la Declaración formulaba la más perversa receta neoliberal, destacando entre otros puntos que «Con el objetivo de lograr una mayor justicia social para todos nuestros pueblos, nos comprometemos individual y colectivamente, a mejorar el acceso a la educación de calidad y a la atención primaria en materia de salud, así como a erradicar la pobreza y el analfabetismo».
Una sarta de mentiras que hoy, a once años del compromiso adquirido en aquella primera Cumbre, la región latinoamericana y caribeña, exhibe ante el mundo las promesas incumplidas, como un caótico panorama económico y social aún peor que el que presentaba para entonces, con más de la mitad de sus 500 millones de habitantes sumidos en la pobreza, con millones de trabajadores desempleados, otros millones de niños sin escuelas y muchos muriendo, víctimas de enfermedades curables.
En ese trágico escenario figura como uno de sus principales protagonistas, la obscena deuda externa, o «Deuda Eterna» como la bautizó Fidel, que asciende a unos 800 mil millones de dólares, pagada varias veces, y que no obstante, aún se sigue cancelando, constituyéndose en una herencia de dolor y de hambre interminable para las futuras generaciones de latinoamericanos y caribeños, de no encontrarse cuanto antes una solución justa al problema.
A la cumbre Presidencial de Miami siguió la de Santiago de Chile, en 1998, y en ambas, el acorazado ALCA se abrió paso triunfal sobre las mansas aguas de sumisos mandatarios, hasta que le tocó el turno la de Québec, en 2001, a la Cumbre Extraordinaria de Monterrey, en 2004, precedida por la Cumbre de Ministros de Economía en Miami, donde se dieron los primeros brotes de resistencia al anexionista proyecto, lanzado por la entonces solitaria voz de Hugo Chávez Frías y más tarde, por las de Lula y Kirchner.
Mientras un coro de lacayos genuflexos aprobaban el libre desbordamiento del ALCA por los campos de América Latina y el Caribe, los presidentes de Venezuela, Brasil y Argentina, las economías más grandes y poderosas de la región, a las que se han sumado las de Uruguay y Paraguay, que en conjunto tienen la mayor población en la región, rechazaban el proyecto anexionista que busca arrebatarle sus soberanías, su independencia económica y comercial y la ingente riqueza de sus recursos naturales.
No obstante, en su ilusión por disfrutar de las ventajas de un acuerdo similar al NAFTA, suscrito por los EE.UU., Canadá y México, los gobernantes de América Central, del Caribe y de algunos países sudamericanos, contrariando la voluntad de sus pueblos y atraídos por el espejismo que le muestra el «pan» de hoy y oculta el hambre de mañana, se han dejado arrastrar por la oferta de aislados «Mini-alcas», un recurso ideado por el Imperio a fin de reducir en lo posible, el gran fracaso del ALCA.
Aprovechando la debilidad económica de esas pequeñas naciones hermanas y el apremio de sus gobiernos por suscribir cualquier acuerdo, sin medir sus nefastas consecuencias, el acorazado ALCA, atracó la pasada semana en Mar de Plata, lugar que el capitán «Arbusto» consideró equivocadamente como el sitio mas adecuado para relanzar ese proyecto que horas antes él mismo había declarado «atascado».
No había echado amarras aún la nave, cuando centenares de hombres y mujeres procedentes de todos los rincones de América Latina, abordaron en Buenos Aires, en dirección a Mar de Plata, «El Expreso del ALBA», un tren-convoy organizado por el ex astro mundial del futbol, Armando Maradona, en el cual viajaron además, el candidato presidencial boliviano, Evo Morales, el premio Nobel de la Paz, Pérez Esquivel y otras destacadas figuras latinoamericanas, caribeñas y europeas.
Bautizado también como «El Expreso Anti-ALCA y “Anti-Bush», el tren recorrió los 400 kilómetros que separan a Buenos Aires de la ciudad-balneario, en medio de vítores y aclamaciones de los moradores de las poblaciones por donde debió pasar, hasta llegar a Mar de Plata y sumarse, en el gran Estadio Mundialista a decenas de miles de revolucionarios congregados en «La III Cumbre de los Pueblos».
Fue entonces cuando en el complejo deportivo, se desató el «huracán Chávez», descargando contra el acorazado una lluvia torrencial de denuncias contra el proyecto anexionista y su capitán, quien fue acusado de genocida y terrorista en la Declaración Final del evento, al que siguió una ola de violentas protestas protagonizadas por los «piqueteros», símbolos de un pueblo que fue arrastrado al abismo de la miseria, por las políticas neoliberales del FMI ordenadas desde Washington.
Desde el estadio, «El huracán», enfiló hacia el hotel «Hermitage», sede de la Cumbre Presidencial y junto con los «vientos pamperos» del Cono Sur, (los otros cuatro presidentes sudamericanos), embistió otra vez al ALCA, que trató de infiltrarse en la reunión, sin haber sido invitado, logrando apenas una breve presencia, gracias al apoyo del gobierno panameño y su presidente, que sirvió de agente protocolar del Imperio que asesinó a su padre, otro mártir de la liberación caribeña y latinoamericana.
La acometida fue tan fuerte, que el Capitán «Arbusto» y su alta oficialidad, entre cuyos miembros figuraba Condolezza, la muchacha negra, que según Mugabe, «olvidó sus raíces africanas para servir a George W. Bush, el esclavista blanco que reprime a sus hermanos de raza», abandonaron el barco, dejando a bordo a subalternos marineros, entre ellos, a un «Zorro», o Fox mexicano, de ascendencia gringa, que hablando con la voz del amo en perfecto castellano, asumió presto el mando de la endeble nave.
El «Zorro», con su habilidad de gerente cocacolero, trató en vano de frenar la demoledora fuerza del huracán y de los cuatro vientos pamperos, y una vez persuadido de que sus argumentos de experto en materia de relaciones institucionales no daban resultado, apeló al recurso de las amenazas, acusando a Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela, «de bloquear el ALCA, por sus propios intereses», llegando a proponer la exclusión de esas naciones, de un proyecto que hoy no presenta ningún signo vital.
Porque el ALCA, en su concepción original ha muerto, y se trata de un cadáver insepulto, cuyos dolientes se niegan a enterrarlo, exhibiéndolo (como acertadamente lo dijo Chávez, al término de la Cumbre) como al Cid Campeador, a fin de amedrentar con su figura a sus enemigos, disponiéndose a vagar como alma en pena, cual fantasma que ya no asusta nadie y que sólo está a la espera del momento de ser lanzado por los pueblos al basurero de la historia en la próxima reunión de la OMC, a realizarse en Hong Kong en 2006.
Tras la calma que sucede a la tempestad, el capitán “Arbusto”, de regreso a la capital imperial con su muerto a las espaldas, ha pasado por Brasilia, la moderna capital enclavada en medio de la Amazonía, la codiciada selva llena de tesoros naturales que soñó en vano conquistar con su acorazado ALCA y el Plan Colombia, puntas de lanza de su proyecto anexionista que han quedado destruidos por la resistencia de los pueblos y de cinco progresistas gobernantes.
Allí en Brasilia, Lula, a quien Bush pensó convencer con espejitos y piedras de colores, restos de su destruido proyecto, le volvió a aconsejar que es mejor que se olvide del difunto, mientras en las calles, miles de manifestantes protestaban su presencia, debiendo proseguir su viaje con las manos más vacías que antes, y «con la derrota marcada en la frente», como lo vio Chávez al salir de Mar de Plata, hasta llegar a Panamá, donde le esperaban dóciles gobernantes para analizar la posibilidad de suscribir un «Mini-Alca».
Sin embargo, afuera, el pueblo, que no olvida el genocidio cometido por su padre en el barrio de El Chorrillo, cuando en diciembre de 1989 las tropas yanquis invadieron a Panamá, se lanzó a las calles para recordarle a George W. Bush que él también es un criminal de guerra, porque que al igual que su progenitor, invadió a Irak, causando la muerte de miles de inocentes, y ahora pretende invadir a otras naciones como Venezuela e Irán, para apoderarse de su petróleo y su gas, como parte de su perverso proyecto de dominación mundial.
Hoy, cuando ya no hay lugar para el ALCA en la región. le corresponde al ALBA, la Alternativa Bolivariana para las Américas, asumir el papel aglutinador de voluntades, a fin de alcanzar el sueño de Bolívar y de otros próceres que lucharon por la independencias e integración, y a través de la Comunidad Sudamericana de Naciones, constituir y consolidar un polo de poder mundial, digno y soberano, ajeno a dominación o tutelaje externo como pretendió hacerlo el Imperio con el desaparecido ALCA.
Para lograr ese histórico cometido, los pueblos reunidos en Mar de Plata han escogido a Hugo Chávez, quien allí se reveló como líder y guía indiscutible del proceso integrador sudamericano y caribeño, reconocido hasta por sus más acérrimos enemigos, entre ellos algunos medios de comunicación social del continente, que en editoriales elogiaron su genuina posición anti-imperial y los ambiciosos proyectos sociales que viene desarrollando en Venezuela y el resto de la región con el apoyo solidario de Cuba.
Comprometido como está con esos pueblos, el Presidente venezolano, ahora se dispone a reanudar con más fuerza y decisión que nunca la misión que se ha trazado, y de la mano de «los mosqueteros Lula, Tabaré y Duarte, y D'Artagnan-Kirchner», y otros que pronto han de seguirle, se dispone a entablar nuevas batallas por la segunda independencia y definitiva liberación de América del Sur y del Caribe, para hacer realidad el sueño integracionista de Simón Bolívar.