¿QUIÉN PAGA LA DEUDA CON LOS PUEBLOS INDÍGENAS?
NUESTRA AMÉRICA:
¿QUIÉN PAGA LA DEUDA CON LOS PUEBLOS INDÍGENAS?
Por Lourdes Pérez Navarro.
Hace justamente 20 años, en La Habana, Blanca Chancoso, miembro de la Confederación de Naciones Indígenas del Ecuador, escuchó el llamado del Comandante en Jefe Fidel Castro a que los pueblos tercermundistas adoptaran la digna posición del No Pago de las deudas externas, por ilegítimas e inhumanas.
Llegada de Otavalo, un pueblo kichwa de la localidad ecuatoriana de Cotacachi, oyó entonces hablar a representantes de otros gobiernos y de organizaciones sociales acerca del impacto económico, social y cultural de la deuda externa en sus países, pero aun así, pagaban.
El llamado de Fidel despertó una conciencia en todos nosotros, afirma Blanca Chancoso. Adoptamos en nuestro trabajo la posición del no pago de una deuda de la que no fuimos beneficiarios; por el contrario, el Norte tiene una deuda histórica con nosotros, ¿quién nos paga?
Tenemos que exigirles a los gobiernos que no paguen, precisa. En representación de nuestras comunidades indígenas hemos tenido encuentros con el Fondo Monetario y con países acreedores para decirles que no vamos a pagar la deuda porque no la tenemos, no podemos seguir pagando a costa del hambre y la pobreza de nuestros pueblos.
Durante años, añade, hemos luchado para que las comunidades indígenas seamos también parte de las políticas del Estado, pues muchos recursos son extraídos de nuestros territorios. Se creó un espacio de desarrollo encaminado a mejorar las comunidades indígenas, servicios básicos, agricultura, salud y educación, con el supuesto apoyo del Banco Mundial, pero luego supimos que era a base de créditos que agregaban cifras a la deuda externa.
Recuerda Blanca que al concluir la primera etapa el Banco Mundial declaró el éxito del programa, pero "realmente esto no fue así, no hubo beneficios".
La lucha contra la deuda externa estaba declarada. Ante la implementación de la segunda etapa, la Confederación de Naciones Indígenas logró influir en el Gobierno ecuatoriano para que se negara a ejecutarlo a expensas de aumentar la deuda, a la vez que continúa exigiendo que el programa sea asumido por el presupuesto del Estado.
Como víctimas de siglos de saqueos y explotación, subraya la indoamericana, decimos "no debemos, no tenemos nada que pagar; nos deben".
¿QUIÉN PAGA LA DEUDA CON LOS PUEBLOS INDÍGENAS?
Por Lourdes Pérez Navarro.
Hace justamente 20 años, en La Habana, Blanca Chancoso, miembro de la Confederación de Naciones Indígenas del Ecuador, escuchó el llamado del Comandante en Jefe Fidel Castro a que los pueblos tercermundistas adoptaran la digna posición del No Pago de las deudas externas, por ilegítimas e inhumanas.
Llegada de Otavalo, un pueblo kichwa de la localidad ecuatoriana de Cotacachi, oyó entonces hablar a representantes de otros gobiernos y de organizaciones sociales acerca del impacto económico, social y cultural de la deuda externa en sus países, pero aun así, pagaban.
El llamado de Fidel despertó una conciencia en todos nosotros, afirma Blanca Chancoso. Adoptamos en nuestro trabajo la posición del no pago de una deuda de la que no fuimos beneficiarios; por el contrario, el Norte tiene una deuda histórica con nosotros, ¿quién nos paga?
Tenemos que exigirles a los gobiernos que no paguen, precisa. En representación de nuestras comunidades indígenas hemos tenido encuentros con el Fondo Monetario y con países acreedores para decirles que no vamos a pagar la deuda porque no la tenemos, no podemos seguir pagando a costa del hambre y la pobreza de nuestros pueblos.
Durante años, añade, hemos luchado para que las comunidades indígenas seamos también parte de las políticas del Estado, pues muchos recursos son extraídos de nuestros territorios. Se creó un espacio de desarrollo encaminado a mejorar las comunidades indígenas, servicios básicos, agricultura, salud y educación, con el supuesto apoyo del Banco Mundial, pero luego supimos que era a base de créditos que agregaban cifras a la deuda externa.
Recuerda Blanca que al concluir la primera etapa el Banco Mundial declaró el éxito del programa, pero "realmente esto no fue así, no hubo beneficios".
La lucha contra la deuda externa estaba declarada. Ante la implementación de la segunda etapa, la Confederación de Naciones Indígenas logró influir en el Gobierno ecuatoriano para que se negara a ejecutarlo a expensas de aumentar la deuda, a la vez que continúa exigiendo que el programa sea asumido por el presupuesto del Estado.
Como víctimas de siglos de saqueos y explotación, subraya la indoamericana, decimos "no debemos, no tenemos nada que pagar; nos deben".
0 comentarios