Con Bolívar, con Manuel, con el Pueblo al poder!
Con Bolívar, con Manuel, con el Pueblo al poder!
Así titula el Secretariado del Estado Mayor de las FARC, su declaración en sus
41 años de existencia como movimiento insurgente colombiano. « Llamamos a la
izquierda en armas y desarmada, a los trabajadores, a los desempleados, a las
organizaciones sociales y populares, a los demócratas y sectores progresistas de
los partidos tradicionales inconformes con la guerra del Estado, la pobreza y
miseria de nuestra gente a participar activamente de la conformación de un Nuevo
Gobierno, de Reconstrucción y Reconciliación, Pluralista, Patriótico y
Democrático, con el propósito de impedir la reelección del cada vez más
desprestigiado Álvaro Uribe Vélez, acabar con la corrupción, la politiquería, la
política paramilitar del Estado, la impunidad, el nepotismo, las extradiciones,
la violación de nuestra soberanía hacia el objetivo de terminar para siempre con
el conflicto interno» indican.
26.052005 [ANNCOL/www.anncol.org] A continuación , para conocimiento de
nuestros lectores, el documento completo.
***
¡Con Bolívar, con Manuel, con el Pueblo al poder!
Hace 41 años surgieron las FARC en respuesta política militar del pueblo a la
brutal agresión de un régimen político profundamente reaccionario, excluyente,
explotador, corrupto, intolerante que asesina a la oposición revolucionaria,
construido por la burguesía y los terratenientes mafiosos para garantizar sus
ganancias, propiedades y privilegios de clase a costa del trabajo ajeno, la
expropiación y apropiación de las riquezas del país y la indignante venta de
nuestra soberanía al imperio.
Durante 41 años hemos realizado todo tipo de esfuerzos para encontrar por medio
de acuerdos los caminos que conduzcan a la Paz con justicia social en Colombia.
Sin embargo, la oligarquía no ha querido entender nuestras propuestas porque se
está enriqueciendo con la guerra y la administración pública, y maniobra
tratando de recomponer su resquebrajado poder. Ella sabe que un acuerdo serio de
convivencia democrática, debe generar espacios y mecanismos de participación
popular efectivos que acabarían con su manejo monopólico del poder.
Por eso sistemáticamente, ha eludido los acuerdos propuestos por la insurgencia
y más bien mantiene su política Neo-Liberal, dictada por el Fondo Monetario
Internacional con el compromiso de vender las empresas estatales rentables, en
provecho de los intereses del sector privado nacional e internacional,
beneficiario del TLC y el ALCA, mientras fortalece como nunca antes el poder
represivo de sus fuerzas de seguridad en el propósito de intimidar y exterminar
la oposición revolucionaria en todas sus expresiones. Con lo que inevitablemente
la Oligarquía profundiza las diferencias y los odios entre hermanos.
La historia de las FARC-EP es la misma de la gente pobre del pueblo. Forzados
durante 41 años los trabajadores, desempleados, campesinos, indígenas,
negritudes, mujeres, jóvenes, niños y pequeños comerciantes a luchar en
defensa de su vida, libertades y derechos negados por los sucesivos gobiernos
del bipartidismo liberal-conservador.
Responsable de centenares de muertos, heridos, mutilaciones, huérfanos y de la
histórica destrucción indiscriminada de las precarias esperanzas de subsistencia
de los pobladores profundizadas por el rugir de los aviones, las explosiones de
las bombas, el tableteo de fusiles y ametralladoras, que con impresionante
despliegue militar, inicio el 27 de mayo de 1964 la operación MARQUETALIA, para
exterminar a 48 campesinos y sus familias, que conducidos por el Comandante
Guerrillero Manuel Marulanda Vélez descuajaban montañas, fundaban fincas, las
cultivaban y vendían sus productos en las plazas del Tolima y del Huila. Se
dieron formas y normas de convivencia que el Estado colombiano, apoyado por el
Gobierno Norteamericano, denomino inaceptables "Repúblicas Independientes",
dentro del mismo territorio colombiano, calificadas de peligroso experimento
socialista.
Nadie en Marquetalia deseaba la confrontación militar. Fue el Estado oligárquico
bajo la presión gringa quien desato la guerra e impuso la confrontación armada
sumiendo a nuestro país en un inmenso campo de dolor y muertes. Se quería la
utilización de la vía menos dolorosa para impulsar los cambios estructurales
pero fue negada, y como somos revolucionarios que de una manera u otra tenemos
que cumplir con nuestro deber nos vimos en la obligación de empuñar las armas.
De allí nacen las FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS DE COLOMBIA, EJERCITO DEL
PUEBLO FARC-EP, que el 27 de mayo cumplen 41 años de ininterrumpido accionar
político-militar por la conquista del poder, hacia la construcción de la Nueva
Colombia sin explotadores ni explotados.
Desde 1964 hasta hoy somos objeto de feroces planes de guerra de aniquilamiento
en los que participan decenas de miles de hombres de las fuerzas de seguridad
del Estado, cada vez mejor entrenados, con decenas de aviones, helicópteros y
tanquetas provistas de sofisticado armamento y novedosos sistemas de
comunicaciones donados unos y otros vendidos por los gobiernos de Estados
Unidos, cada uno calificado por sus ejecutores de más grande y contundente
operación militar capaz de terminar con las FARC en corto tiempo. Ni los
billones de pesos del presupuesto nacional, ni los miles de millones de dólares
invertidos por los gringos en su guerra contra el pueblo, ni la asesoría de los
instructores del asesinato, la tortura y la desaparición forzada lograrán
quebrantar las sólidas convicciones revolucionarias de las mujeres y los hombres
del glorioso Ejército dirigido por el Secretariado forjado en los ideales de la
dignidad, en defensa de los intereses de su propio pueblo.
Se equivoca el gobierno fascista de Álvaro Uribe Vélez como sus predecesores en
la ilusa pretensión de imponerle a las FARC inaceptables y humillantes leyes de
las instituciones soportes de un Estado que vulnera la honra y bienes de más del
70% de los colombianos y contra el que nos alzamos en armas hace 41 años. Lejos
está este gobierno de interpretar el sentir mayoritario de nuestro pueblo cuando
preso por la soberbia y la ausencia de realismo político niega la existencia
del creciente conflicto interno alimentado por las inequidades sociales,
económicas, políticas y estructurales presentes en la vida de la población en
la toda nación.
Indigna al pueblo colombiano, a sus organizaciones sociales y populares el
servilismo de Uribe en maratónica competencia por extraditar la mayor cantidad
de compatriotas a los Estados Unidos, en la más flagrante violación de nuestra
soberanía, mientras los mercenarios gringos en Colombia gozan de inmunidad
estatal para pisotear nuestra soberanía, traficar con drogas ilícitas, armar las
bandas paramilitares, asesinar y violentar a nuestros conciudadanos.
Con preocupación patriótica observamos la permanente romería de encumbrados
voceros del Departamento de Estado y del Pentágono, alentando la guerra entre
colombianos con nuevas ofertas en dólares y en material bélico, al tiempo que
recriminan al gobierno títere y a su ejército por los escasos resultados en la
defensa de sus objetivos imperiales de mayor presencia y expansión en nuestra
región cabalgados en el Plan Colombia o en su fase Plan Patriota, pretextando la
lucha contra el narcotráfico, el terrorismo y la guerrilla.
De Marquetalia al 2005 Estados Unidos ha incrementado su intervención en
Colombia en proporción a su ambición geopolítica y al fortalecimiento de las
FARC, cuya estrategia, que contiene pueblo, se levanta como sólido factor de
resistencia popular y de nuevo poder, como alternativa al gobierno corrupto,
paramilitar de la oligarquía y a la abierta intervención del imperio. La
presencia cada vez mayor de asesores y mercenarios yanquis, y la utilización de
tecnología made in USA en operaciones contra insurgentes como el Plan
Patriota, apuntan a mejorar el posicionamiento de las transnacionales para el
asalto y la rapiña, hacia la andanada depredadora del neoliberalismo y la
imposición del ALCA, con lo que pretende asegurar la colonización del
continente.
Hacemos propicia la conmemoración de los 41 años, para ratificar nuestro
inquebrantable compromiso de lucha revolucionaria a favor de los intereses más
sentidos de la población colombiana, así como nuestra invariable política de
buscar los Diálogos hacia la Paz con justicia social, utilizando las únicas
formas de lucha que el Régimen oligárquico nos has impuesto, hasta conquistar el
poder político para construir una sociedad sin explotadores ni explotados, donde
prevalezca la justicia social, se respete nuestra soberanía y reine la armonía
en las relaciones con todos los países, fundamentada en la libre
autodeterminación de los pueblos.
Llamamos a la izquierda en armas y desarmada, a los trabajadores, a los
desempleados, a las organizaciones sociales y populares, a los demócratas y
sectores progresistas de los partidos tradicionales inconformes con la guerra
del Estado, la pobreza y miseria de nuestra gente a participar activamente de la
conformación de un Nuevo Gobierno, de Reconstrucción y Reconciliación,
Pluralista, Patriótico y Democrático, con el propósito de impedir la reelección
del cada vez más desprestigiado Álvaro Uribe Vélez, acabar con la corrupción, la
politiquería, la política paramilitar del Estado, la impunidad, el nepotismo,
las extradiciones, la violación de nuestra soberanía hacia el objetivo de
terminar para siempre con el conflicto interno.
Ratificamos el llamado de nuestro comandante en Jefe, Manuel Marulanda Vélez, a
la oficialidad superior y subalterna de las Fuerzas Armadas, para que nos
encontremos en la clandestinidad y acordemos acciones que contribuyan a salvar a
Colombia de la crisis para terminar la confrontación fratricida.
Estamos seguros que en Bolívar nos encontraremos todos, y que de ese encuentro
germinara la Nueva Colombia ejemplo de dignidad, independencia, prosperidad y
bienestar para los desposeídos y marginados.
En este 41 aniversario, reafirmamos el optimismo pleno en el triunfo, saludamos
a todos los comandantes y combatientes de las FARC-EP, a los milicianos de
Bolívar, a los integrantes del movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia y
militantes del Partido Comunista Clandestino que ondean sus rojas banderas
libertarias por el cielo de la Patria.
Saludamos a nuestros camaradas injustamente extraditados a los Estados Unidos y
a todos los prisioneros de guerra que junto a ellos forman el paquete de
canjeables en poder del Régimen gobernante.
Rendimos un sentido homenaje a todos los combatientes farianos que han ofrendado
su sangre generosa y valiente, desde Marquetalia hasta hoy, por la causa de la
justicia social, la paz y la liberación definitiva. Su ejemplo es compromiso y
moral empujando nuestra lucha hasta la Victoria final.
¡Vivan las FARC, Ejército del Pueblo!
¡Vivan Marquetalia y Manuel Marulanda Vélez!
¡Con Bolívar, con Manuel, con el Pueblo al poder!
Secretariado del Estado Mayor Central FARC-EP
Montañas de Colombia, mayo 25 de 2005
Así titula el Secretariado del Estado Mayor de las FARC, su declaración en sus
41 años de existencia como movimiento insurgente colombiano. « Llamamos a la
izquierda en armas y desarmada, a los trabajadores, a los desempleados, a las
organizaciones sociales y populares, a los demócratas y sectores progresistas de
los partidos tradicionales inconformes con la guerra del Estado, la pobreza y
miseria de nuestra gente a participar activamente de la conformación de un Nuevo
Gobierno, de Reconstrucción y Reconciliación, Pluralista, Patriótico y
Democrático, con el propósito de impedir la reelección del cada vez más
desprestigiado Álvaro Uribe Vélez, acabar con la corrupción, la politiquería, la
política paramilitar del Estado, la impunidad, el nepotismo, las extradiciones,
la violación de nuestra soberanía hacia el objetivo de terminar para siempre con
el conflicto interno» indican.
26.052005 [ANNCOL/www.anncol.org] A continuación , para conocimiento de
nuestros lectores, el documento completo.
***
¡Con Bolívar, con Manuel, con el Pueblo al poder!
Hace 41 años surgieron las FARC en respuesta política militar del pueblo a la
brutal agresión de un régimen político profundamente reaccionario, excluyente,
explotador, corrupto, intolerante que asesina a la oposición revolucionaria,
construido por la burguesía y los terratenientes mafiosos para garantizar sus
ganancias, propiedades y privilegios de clase a costa del trabajo ajeno, la
expropiación y apropiación de las riquezas del país y la indignante venta de
nuestra soberanía al imperio.
Durante 41 años hemos realizado todo tipo de esfuerzos para encontrar por medio
de acuerdos los caminos que conduzcan a la Paz con justicia social en Colombia.
Sin embargo, la oligarquía no ha querido entender nuestras propuestas porque se
está enriqueciendo con la guerra y la administración pública, y maniobra
tratando de recomponer su resquebrajado poder. Ella sabe que un acuerdo serio de
convivencia democrática, debe generar espacios y mecanismos de participación
popular efectivos que acabarían con su manejo monopólico del poder.
Por eso sistemáticamente, ha eludido los acuerdos propuestos por la insurgencia
y más bien mantiene su política Neo-Liberal, dictada por el Fondo Monetario
Internacional con el compromiso de vender las empresas estatales rentables, en
provecho de los intereses del sector privado nacional e internacional,
beneficiario del TLC y el ALCA, mientras fortalece como nunca antes el poder
represivo de sus fuerzas de seguridad en el propósito de intimidar y exterminar
la oposición revolucionaria en todas sus expresiones. Con lo que inevitablemente
la Oligarquía profundiza las diferencias y los odios entre hermanos.
La historia de las FARC-EP es la misma de la gente pobre del pueblo. Forzados
durante 41 años los trabajadores, desempleados, campesinos, indígenas,
negritudes, mujeres, jóvenes, niños y pequeños comerciantes a luchar en
defensa de su vida, libertades y derechos negados por los sucesivos gobiernos
del bipartidismo liberal-conservador.
Responsable de centenares de muertos, heridos, mutilaciones, huérfanos y de la
histórica destrucción indiscriminada de las precarias esperanzas de subsistencia
de los pobladores profundizadas por el rugir de los aviones, las explosiones de
las bombas, el tableteo de fusiles y ametralladoras, que con impresionante
despliegue militar, inicio el 27 de mayo de 1964 la operación MARQUETALIA, para
exterminar a 48 campesinos y sus familias, que conducidos por el Comandante
Guerrillero Manuel Marulanda Vélez descuajaban montañas, fundaban fincas, las
cultivaban y vendían sus productos en las plazas del Tolima y del Huila. Se
dieron formas y normas de convivencia que el Estado colombiano, apoyado por el
Gobierno Norteamericano, denomino inaceptables "Repúblicas Independientes",
dentro del mismo territorio colombiano, calificadas de peligroso experimento
socialista.
Nadie en Marquetalia deseaba la confrontación militar. Fue el Estado oligárquico
bajo la presión gringa quien desato la guerra e impuso la confrontación armada
sumiendo a nuestro país en un inmenso campo de dolor y muertes. Se quería la
utilización de la vía menos dolorosa para impulsar los cambios estructurales
pero fue negada, y como somos revolucionarios que de una manera u otra tenemos
que cumplir con nuestro deber nos vimos en la obligación de empuñar las armas.
De allí nacen las FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS DE COLOMBIA, EJERCITO DEL
PUEBLO FARC-EP, que el 27 de mayo cumplen 41 años de ininterrumpido accionar
político-militar por la conquista del poder, hacia la construcción de la Nueva
Colombia sin explotadores ni explotados.
Desde 1964 hasta hoy somos objeto de feroces planes de guerra de aniquilamiento
en los que participan decenas de miles de hombres de las fuerzas de seguridad
del Estado, cada vez mejor entrenados, con decenas de aviones, helicópteros y
tanquetas provistas de sofisticado armamento y novedosos sistemas de
comunicaciones donados unos y otros vendidos por los gobiernos de Estados
Unidos, cada uno calificado por sus ejecutores de más grande y contundente
operación militar capaz de terminar con las FARC en corto tiempo. Ni los
billones de pesos del presupuesto nacional, ni los miles de millones de dólares
invertidos por los gringos en su guerra contra el pueblo, ni la asesoría de los
instructores del asesinato, la tortura y la desaparición forzada lograrán
quebrantar las sólidas convicciones revolucionarias de las mujeres y los hombres
del glorioso Ejército dirigido por el Secretariado forjado en los ideales de la
dignidad, en defensa de los intereses de su propio pueblo.
Se equivoca el gobierno fascista de Álvaro Uribe Vélez como sus predecesores en
la ilusa pretensión de imponerle a las FARC inaceptables y humillantes leyes de
las instituciones soportes de un Estado que vulnera la honra y bienes de más del
70% de los colombianos y contra el que nos alzamos en armas hace 41 años. Lejos
está este gobierno de interpretar el sentir mayoritario de nuestro pueblo cuando
preso por la soberbia y la ausencia de realismo político niega la existencia
del creciente conflicto interno alimentado por las inequidades sociales,
económicas, políticas y estructurales presentes en la vida de la población en
la toda nación.
Indigna al pueblo colombiano, a sus organizaciones sociales y populares el
servilismo de Uribe en maratónica competencia por extraditar la mayor cantidad
de compatriotas a los Estados Unidos, en la más flagrante violación de nuestra
soberanía, mientras los mercenarios gringos en Colombia gozan de inmunidad
estatal para pisotear nuestra soberanía, traficar con drogas ilícitas, armar las
bandas paramilitares, asesinar y violentar a nuestros conciudadanos.
Con preocupación patriótica observamos la permanente romería de encumbrados
voceros del Departamento de Estado y del Pentágono, alentando la guerra entre
colombianos con nuevas ofertas en dólares y en material bélico, al tiempo que
recriminan al gobierno títere y a su ejército por los escasos resultados en la
defensa de sus objetivos imperiales de mayor presencia y expansión en nuestra
región cabalgados en el Plan Colombia o en su fase Plan Patriota, pretextando la
lucha contra el narcotráfico, el terrorismo y la guerrilla.
De Marquetalia al 2005 Estados Unidos ha incrementado su intervención en
Colombia en proporción a su ambición geopolítica y al fortalecimiento de las
FARC, cuya estrategia, que contiene pueblo, se levanta como sólido factor de
resistencia popular y de nuevo poder, como alternativa al gobierno corrupto,
paramilitar de la oligarquía y a la abierta intervención del imperio. La
presencia cada vez mayor de asesores y mercenarios yanquis, y la utilización de
tecnología made in USA en operaciones contra insurgentes como el Plan
Patriota, apuntan a mejorar el posicionamiento de las transnacionales para el
asalto y la rapiña, hacia la andanada depredadora del neoliberalismo y la
imposición del ALCA, con lo que pretende asegurar la colonización del
continente.
Hacemos propicia la conmemoración de los 41 años, para ratificar nuestro
inquebrantable compromiso de lucha revolucionaria a favor de los intereses más
sentidos de la población colombiana, así como nuestra invariable política de
buscar los Diálogos hacia la Paz con justicia social, utilizando las únicas
formas de lucha que el Régimen oligárquico nos has impuesto, hasta conquistar el
poder político para construir una sociedad sin explotadores ni explotados, donde
prevalezca la justicia social, se respete nuestra soberanía y reine la armonía
en las relaciones con todos los países, fundamentada en la libre
autodeterminación de los pueblos.
Llamamos a la izquierda en armas y desarmada, a los trabajadores, a los
desempleados, a las organizaciones sociales y populares, a los demócratas y
sectores progresistas de los partidos tradicionales inconformes con la guerra
del Estado, la pobreza y miseria de nuestra gente a participar activamente de la
conformación de un Nuevo Gobierno, de Reconstrucción y Reconciliación,
Pluralista, Patriótico y Democrático, con el propósito de impedir la reelección
del cada vez más desprestigiado Álvaro Uribe Vélez, acabar con la corrupción, la
politiquería, la política paramilitar del Estado, la impunidad, el nepotismo,
las extradiciones, la violación de nuestra soberanía hacia el objetivo de
terminar para siempre con el conflicto interno.
Ratificamos el llamado de nuestro comandante en Jefe, Manuel Marulanda Vélez, a
la oficialidad superior y subalterna de las Fuerzas Armadas, para que nos
encontremos en la clandestinidad y acordemos acciones que contribuyan a salvar a
Colombia de la crisis para terminar la confrontación fratricida.
Estamos seguros que en Bolívar nos encontraremos todos, y que de ese encuentro
germinara la Nueva Colombia ejemplo de dignidad, independencia, prosperidad y
bienestar para los desposeídos y marginados.
En este 41 aniversario, reafirmamos el optimismo pleno en el triunfo, saludamos
a todos los comandantes y combatientes de las FARC-EP, a los milicianos de
Bolívar, a los integrantes del movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia y
militantes del Partido Comunista Clandestino que ondean sus rojas banderas
libertarias por el cielo de la Patria.
Saludamos a nuestros camaradas injustamente extraditados a los Estados Unidos y
a todos los prisioneros de guerra que junto a ellos forman el paquete de
canjeables en poder del Régimen gobernante.
Rendimos un sentido homenaje a todos los combatientes farianos que han ofrendado
su sangre generosa y valiente, desde Marquetalia hasta hoy, por la causa de la
justicia social, la paz y la liberación definitiva. Su ejemplo es compromiso y
moral empujando nuestra lucha hasta la Victoria final.
¡Vivan las FARC, Ejército del Pueblo!
¡Vivan Marquetalia y Manuel Marulanda Vélez!
¡Con Bolívar, con Manuel, con el Pueblo al poder!
Secretariado del Estado Mayor Central FARC-EP
Montañas de Colombia, mayo 25 de 2005
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