Presidente boliviano pide diálogo al MAS boliviano
Presidente boliviano pide diálogo al MAS boliviano
La Paz, 8 mar (PL) El presidente de Bolivia, Carlos Mesa, agradeció esta noche su ratificación por el congreso, merced a un acuerdo con los partidos tradicionales, y pidió diálogo al Movimiento al Socialismo (MAS), que se negó a firmar el acuerdo.
En un discurso de matices triunfales, tras el rechazo casi unánime del legislativo a su dimisión, Mesa sostuvo que la solución subraya la decisión nacional de resolver la crisis institucional con sensatez, racionalidad y espíritu de paz y sentido de futuro.
Agregó que presentó su dimisión por considerar que el país había llegado a un punto muerto en su posibilidad de resolver los problemas nacionales, y no podía permitir que esa situación se agravara hasta hacerse irreversible.
El mandatario dijo también que no estaba ni está dispuesto a tomar decisiones bajo presión que inviabilicen externa e internamente a Bolivia.
Insistió en atribuir lo que llamó espiral de intolerancia a "sectores radicales a veces minoritarios" para los cuales la única forma de lograr sus objetivos es la presión, la violencia y bloquear al país, por lo que era indispensable obligar a todos a la reflexión.
Tras reiterar sus críticas a las protestas sociales de las últimas semanas, Mesa aseguró que su renuncia no fue resultado del cálculo político en busca de fortalecerse, sino una determinación genuinamente angustiada.
Elogió el pacto político que firmó con la mayoría parlamentaria de partidos tradicionales.
Ese pacto prevé revisar artículos vitales de un proyecto de ley de hidrocarburos que afecta los intereses de las transnacionales, aunque aseguró que la nueva versión acatará el mandato del referendo de julio de 2004 sobre el tema.
Agregó que además ha acogido la iniciativa de la Iglesia Católica y otras instituciones humanitarias, para un diálogo con las organizaciones sociales, que los convocantes estiman debe atender las demandas populares.
Mesa consideró superadas sus contradicciones con el parlamento -heredado de la administración neoliberal de su antecesor, Gonzalo Sánchez de Lozada- y se comprometió en un trabajo mancomunado a futuro con el poder legislativo.
Más adelante se dirigió al jefe del MAS, Evo Morales, a quien fustigó duramente en su mensaje de renuncia el domingo último, para invitarlo a un dialogo directo, y dijo que el líder izquierdista tiene una raíz basicamente patriótica.
Los congresistas del MAS votaron contra la renuncia de Mesa, pero rechazaron el pacto entre el gobierno y el congreso por considerarlo favorable a las transnacionales y la derecha, y anunciaron que seguirán las protestas por una ley de hidrocarburos nacionalista.
El mandatario pidió a la población que el jueves próximo realicen manifestaciones "contra los bloqueos y los bloqueadores".
También solicitó a sus partidarios -miles de los cuales lo acalamaron a su paso entre el palacio de gobierno y el congreso- que eliminen las consignas racistas en sus demostraciones.
La Paz, 8 mar (PL) El presidente de Bolivia, Carlos Mesa, agradeció esta noche su ratificación por el congreso, merced a un acuerdo con los partidos tradicionales, y pidió diálogo al Movimiento al Socialismo (MAS), que se negó a firmar el acuerdo.
En un discurso de matices triunfales, tras el rechazo casi unánime del legislativo a su dimisión, Mesa sostuvo que la solución subraya la decisión nacional de resolver la crisis institucional con sensatez, racionalidad y espíritu de paz y sentido de futuro.
Agregó que presentó su dimisión por considerar que el país había llegado a un punto muerto en su posibilidad de resolver los problemas nacionales, y no podía permitir que esa situación se agravara hasta hacerse irreversible.
El mandatario dijo también que no estaba ni está dispuesto a tomar decisiones bajo presión que inviabilicen externa e internamente a Bolivia.
Insistió en atribuir lo que llamó espiral de intolerancia a "sectores radicales a veces minoritarios" para los cuales la única forma de lograr sus objetivos es la presión, la violencia y bloquear al país, por lo que era indispensable obligar a todos a la reflexión.
Tras reiterar sus críticas a las protestas sociales de las últimas semanas, Mesa aseguró que su renuncia no fue resultado del cálculo político en busca de fortalecerse, sino una determinación genuinamente angustiada.
Elogió el pacto político que firmó con la mayoría parlamentaria de partidos tradicionales.
Ese pacto prevé revisar artículos vitales de un proyecto de ley de hidrocarburos que afecta los intereses de las transnacionales, aunque aseguró que la nueva versión acatará el mandato del referendo de julio de 2004 sobre el tema.
Agregó que además ha acogido la iniciativa de la Iglesia Católica y otras instituciones humanitarias, para un diálogo con las organizaciones sociales, que los convocantes estiman debe atender las demandas populares.
Mesa consideró superadas sus contradicciones con el parlamento -heredado de la administración neoliberal de su antecesor, Gonzalo Sánchez de Lozada- y se comprometió en un trabajo mancomunado a futuro con el poder legislativo.
Más adelante se dirigió al jefe del MAS, Evo Morales, a quien fustigó duramente en su mensaje de renuncia el domingo último, para invitarlo a un dialogo directo, y dijo que el líder izquierdista tiene una raíz basicamente patriótica.
Los congresistas del MAS votaron contra la renuncia de Mesa, pero rechazaron el pacto entre el gobierno y el congreso por considerarlo favorable a las transnacionales y la derecha, y anunciaron que seguirán las protestas por una ley de hidrocarburos nacionalista.
El mandatario pidió a la población que el jueves próximo realicen manifestaciones "contra los bloqueos y los bloqueadores".
También solicitó a sus partidarios -miles de los cuales lo acalamaron a su paso entre el palacio de gobierno y el congreso- que eliminen las consignas racistas en sus demostraciones.
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