Nuestra patria es América
Nuestra patria es América
Alfredo Pierre
La importancia que adquiere el conflicto colombiano, en el actual contexto mundial crece, revistiendo una mayor peligrosidad para nuestro continente, el apoyo a la actual política Norteamericana, en medio de una repulsa mundial, de las más vigorosas que se han levantado contra dicha administración, de cara a la agresión al pueblo irakí. La traducción de esta política, fue una inmediata erogación de nuevos préstamos para la guerra, a un país que recibe la mayor ayuda militar en nuestro continente y el cuarto en el mundo.
Los antecedentes de estas relaciones están avaladas en un conjunto de actitudes y hechos, que acompañan la visión desarrollada en estos últimos 7 meses del gobierno colombiano, que lo caracterizan en todos los frentes, económico, político, diplomático y militar. Pasando a señalar las que a nuestro juicio son las más relevantes:
El presidente Uribe Vélez llamó a la presencia de tropas estadounidenses, en el Caribe y el Pacífico, agrediendo la soberanía de otros pueblos.
El presidente Uribe, trata de marcar diferencias con los países fronterizos, instando a sus gobiernos a estar con el, o contra el, alrededor de la caracterización que él tiene de las FARC- EP, como una organización terrorista, pretensión en la que fracasó.
El presidente y los funcionarios del gobierno colombiano, en claro servilismo a los gringos, vienen dando declaraciones sobre el proceso venezolano y su presidente, Hugo Chávez, que lo inmiscuyen en los asuntos internos de ese país y lo incriminan en los delitos de la oposición venezolana.
El gobierno de Uribe incrementa el accionar militar, mediante el reclutamiento a campesinos, en lo que han dado por llamar ejército campesino, como con la creación de una red de más de un millón de colombianos para labor de inteligencia, crea las llamadas zonas de rehabilitación, con legislación de guerra. Hasta el momento, sus estrategias militaristas pocos resultados le han dado, por lo cual trata de obtenerlos en los medios de información.
El gobierno de Uribe no solo basa en teorías su política económica del libre comercio y de inversiones, a partir de una formula axiomática: a mayor inversión en la seguridad militar, mayor inversión y desarrollo del libre comercio. Estos antecedentes, funcionan en un esquema y modelo solo de terror y la exclusión, sin dejar espacios para la alternatividad de las ideas y de su organización en la actual sociedad Colombiana.
Estando ante una sociedad militarizada, dependiente cada vez más a los designios de la política del norte, en que los medios informativos concentrados en pocas manos, están enmarcados bajo el signo de la guerra psicológica y no en el de una información objetiva de los hechos.
De ahí la peligrosidad de este gobierno y de su desarrollo, que a todas luces tiene como propósito, convertirse en una fortaleza de agresión dada su naturaleza que lo marca en solo 7 meses de gestión.
Los pueblos de América Latina y el Caribe, más que atentos a la evolución de este tipo de gobierno, debemos adoptar medidas más enérgicas que conlleven a su aislamiento hasta llegar a la extirpación. Este gobierno no solo se conforma y complace en violar a diario los derechos mas elementales de su pueblo, sino que en su escalada incursiona en las amenazas directas que deja traslucir con su actitud a los pueblos de nuestro continente.
Por eso, es imperioso redoblar nuestros esfuerzos en la solidaridad real y concreta con la lucha del pueblo colombiano con nuevas iniciativas, para derrotar los planes que se desarrollan como parte de la agenda estratégica imperialista como el plan Colombia y su complemento la Iniciativa Regional Andina, parte integral del plan de reposicionamiento geoestratégico, militar y económico de los gringos, contenido en el ALCA.
La lucha de colombianos y colombianas es nuestra lucha, porque como afirmó Bolívar Nuestra patria es América
Alfredo Pierre
La importancia que adquiere el conflicto colombiano, en el actual contexto mundial crece, revistiendo una mayor peligrosidad para nuestro continente, el apoyo a la actual política Norteamericana, en medio de una repulsa mundial, de las más vigorosas que se han levantado contra dicha administración, de cara a la agresión al pueblo irakí. La traducción de esta política, fue una inmediata erogación de nuevos préstamos para la guerra, a un país que recibe la mayor ayuda militar en nuestro continente y el cuarto en el mundo.
Los antecedentes de estas relaciones están avaladas en un conjunto de actitudes y hechos, que acompañan la visión desarrollada en estos últimos 7 meses del gobierno colombiano, que lo caracterizan en todos los frentes, económico, político, diplomático y militar. Pasando a señalar las que a nuestro juicio son las más relevantes:
El presidente Uribe Vélez llamó a la presencia de tropas estadounidenses, en el Caribe y el Pacífico, agrediendo la soberanía de otros pueblos.
El presidente Uribe, trata de marcar diferencias con los países fronterizos, instando a sus gobiernos a estar con el, o contra el, alrededor de la caracterización que él tiene de las FARC- EP, como una organización terrorista, pretensión en la que fracasó.
El presidente y los funcionarios del gobierno colombiano, en claro servilismo a los gringos, vienen dando declaraciones sobre el proceso venezolano y su presidente, Hugo Chávez, que lo inmiscuyen en los asuntos internos de ese país y lo incriminan en los delitos de la oposición venezolana.
El gobierno de Uribe incrementa el accionar militar, mediante el reclutamiento a campesinos, en lo que han dado por llamar ejército campesino, como con la creación de una red de más de un millón de colombianos para labor de inteligencia, crea las llamadas zonas de rehabilitación, con legislación de guerra. Hasta el momento, sus estrategias militaristas pocos resultados le han dado, por lo cual trata de obtenerlos en los medios de información.
El gobierno de Uribe no solo basa en teorías su política económica del libre comercio y de inversiones, a partir de una formula axiomática: a mayor inversión en la seguridad militar, mayor inversión y desarrollo del libre comercio. Estos antecedentes, funcionan en un esquema y modelo solo de terror y la exclusión, sin dejar espacios para la alternatividad de las ideas y de su organización en la actual sociedad Colombiana.
Estando ante una sociedad militarizada, dependiente cada vez más a los designios de la política del norte, en que los medios informativos concentrados en pocas manos, están enmarcados bajo el signo de la guerra psicológica y no en el de una información objetiva de los hechos.
De ahí la peligrosidad de este gobierno y de su desarrollo, que a todas luces tiene como propósito, convertirse en una fortaleza de agresión dada su naturaleza que lo marca en solo 7 meses de gestión.
Los pueblos de América Latina y el Caribe, más que atentos a la evolución de este tipo de gobierno, debemos adoptar medidas más enérgicas que conlleven a su aislamiento hasta llegar a la extirpación. Este gobierno no solo se conforma y complace en violar a diario los derechos mas elementales de su pueblo, sino que en su escalada incursiona en las amenazas directas que deja traslucir con su actitud a los pueblos de nuestro continente.
Por eso, es imperioso redoblar nuestros esfuerzos en la solidaridad real y concreta con la lucha del pueblo colombiano con nuevas iniciativas, para derrotar los planes que se desarrollan como parte de la agenda estratégica imperialista como el plan Colombia y su complemento la Iniciativa Regional Andina, parte integral del plan de reposicionamiento geoestratégico, militar y económico de los gringos, contenido en el ALCA.
La lucha de colombianos y colombianas es nuestra lucha, porque como afirmó Bolívar Nuestra patria es América
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