Justicia!
Justicia!
Andrés Gómez. Director Areítodigital
Miami.- Nunca antes se había cometido un crimen de esa índole; la magnitud
de su inmoralidad aún nos conmueve en los más íntimo de nuestro ser. Hace
hoy 28 años, un avión de pasajeros, el CU 455, de Cubana de Aviación con 73
personas a bordo, todas civiles, todas inocentes, fue derribado por una
bomba en pleno vuelo --muertos todos sus pasajeros-- cuando recién había
despegado del aeropuerto de Barbados rumbo a La Habana. El vuelo se había
iniciado en Caracas y traía a bordo al equipo juvenil de esgrima cubano que
acababa de obtener la medalla de oro en los Juegos Panamericanos.
Uno de los dos terroristas que con la más impúdica desfachatez han
públicamente declarado su responsabilidad en la planificación y dirección de
este crimen, Orlando Bosch, vive libre en esta ciudad. El otro, al que se le
reconoce ser el más peligroso de los terroristas, Luis Posada Carriles,
libre desde que recientemente la saliente presidenta de Panamá lo indultara,
vuelve a vivir de incógnito, quizás, también, de vuelta aquí en Miami. Los
dos gozando de la obvia protección y ayuda del gobierno de los Estados Unidos.
A los gobiernos de Estados Unidos no les ha importado su largo historial de
crímenes. Al contrario, por su largo historial de crímenes le otorga la
impunidad. Ellos dos, y los otros terroristas cubanoamericanos, sus
consortes, que también viven libremente aquí en Miami, son las criaturas de
la política de agresión permanente de los gobiernos de Estados Unidos contra
el pueblo cubano en pie hace 45 años. Casi medio siglo. Fueron las agencias
de inteligencia de los Estados Unidos las que en los años 60 los reclutaron,
entrenaron, armaron, formaron y dirigieron, y las que hoy, después de todos
los odiosos crímenes por ellos cometidos, inclusive en este propio país, les
brindan cooperación y amparo.
Esta política de 45 años de agresión y subversión, perpetrada por estos
terroristas, ha resultado en terribles sufrimientos y sacrificios al pueblo
de Cuba, entre estos la muerte de 3,478 cubanos y la incapacidad física de
2,099 otros. El presidente Fidel Castro, es la persona que más certeramente
ha podido explicar lo que estas pérdidas han significado para el pueblo de
Cuba. En el discurso conmemorando el 25 aniversario de este crimen, en
octubre del 2001, menos de un mes después de los terribles hechos del 11 de
septiembre en Nueva York, refiriéndose al crimen de Barbados y a todos los
otros, Fidel dijo: "comparando la población de Cuba en ese año (1976) con la
de Estados Unidos en el 11 de septiembre pasado, es como si 7 aviones
civiles norteamericanos, cada uno con 300 pasajeros abordo, hubiesen sido
derribados el mismo día y a la misma vez. Y si estimásemos en la misma
proporción de poblaciones las 3,478 vidas cubanas perdidas debido a estas
acciones terroristas originadas en los Estados Unidos es como si 88,434
personas hubiesen muerto en los Estados Unidos a consecuencia de actividades
terroristas que equivale al número de soldados norteamericanos muertos en
las guerras de Corea y Vietnam".
Nuevamente exigimos que las autoridades federales competentes hagan cumplir
la ley. Que se procesen a todos esos terroristas culpables de tantos infames
delitos contra el pueblo de Cuba, asesinos, además, en Puerto Rico, de
nuestro compañero Carlos Muñiz Varela; en Nueva York, de Félix García; en
Nueva Jersey, de Eulalio Negrín y, en Miami, de Luciano Nieves. Exigimos que
se haga justicia. Que esas autoridades den fin a la ayuda y al amparo que
gozan en Miami esos terroristas, culpables de deleznables crímenes,
violatorios de leyes norteamericanas y del Derecho Internacional. Que la
supuesta campaña contra el terrorismo, eje fundamental de la campaña
electoral del presidente Bush, comience por aplicarse en territorio
norteamericano. Señor presidente Bush, señor vicepresidente Cheney, señor
secretario de Defensa, Rumsfeld, no tienen que ir a buscar a los terroristas
a Afganistán e Irak, matando en esa búsqueda a miles de personas inocentes,
no, están aquí en casa, están aquí en Miami. Todos lo sabemos.
Mientras tanto 5 cubanos, Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio
Guerrero, Fernando González y René González, cuya responsabilidad fue
infiltrarse en las organizaciones terroristas de la extrema derecha
cubanoamericana que operan en Miami, para así conocer y hacer frustrar sus
planes contra el pueblo cubano y contra aquellos que en este país se oponen
al terrorismo y a sus objetivos, fueron arrestados y en injusto juicio,
violatorio de derechos procesales esenciales, fueron encontrados culpables
de delitos de espionaje contra el gobierno de Estados Unidos, nunca por
ellos cometidos, y sentenciados a largas condenas.
Concluyo repitiendo hoy dos preguntas que Ramón Labañino hiciera en su
alegato de defensa, "¿Cuántas vidas más de seres humanos hay que esperar que
se pierdan para que el FBI cumpla realmente con su deber y detenga a los
reales criminales y terroristas? ¿Cuántos muertos más, cuánta calamidad más,
cuánto dolor más antes de que se de fin a la política de agresión, de
violencia y genocidio en contra del noble pueblo cubano?". Fin
Octubre/2004
(Andres Gomez es un cubano-americano radicado en Miami. Es director de la
revista progresista Areito)
Andrés Gómez. Director Areítodigital
Miami.- Nunca antes se había cometido un crimen de esa índole; la magnitud
de su inmoralidad aún nos conmueve en los más íntimo de nuestro ser. Hace
hoy 28 años, un avión de pasajeros, el CU 455, de Cubana de Aviación con 73
personas a bordo, todas civiles, todas inocentes, fue derribado por una
bomba en pleno vuelo --muertos todos sus pasajeros-- cuando recién había
despegado del aeropuerto de Barbados rumbo a La Habana. El vuelo se había
iniciado en Caracas y traía a bordo al equipo juvenil de esgrima cubano que
acababa de obtener la medalla de oro en los Juegos Panamericanos.
Uno de los dos terroristas que con la más impúdica desfachatez han
públicamente declarado su responsabilidad en la planificación y dirección de
este crimen, Orlando Bosch, vive libre en esta ciudad. El otro, al que se le
reconoce ser el más peligroso de los terroristas, Luis Posada Carriles,
libre desde que recientemente la saliente presidenta de Panamá lo indultara,
vuelve a vivir de incógnito, quizás, también, de vuelta aquí en Miami. Los
dos gozando de la obvia protección y ayuda del gobierno de los Estados Unidos.
A los gobiernos de Estados Unidos no les ha importado su largo historial de
crímenes. Al contrario, por su largo historial de crímenes le otorga la
impunidad. Ellos dos, y los otros terroristas cubanoamericanos, sus
consortes, que también viven libremente aquí en Miami, son las criaturas de
la política de agresión permanente de los gobiernos de Estados Unidos contra
el pueblo cubano en pie hace 45 años. Casi medio siglo. Fueron las agencias
de inteligencia de los Estados Unidos las que en los años 60 los reclutaron,
entrenaron, armaron, formaron y dirigieron, y las que hoy, después de todos
los odiosos crímenes por ellos cometidos, inclusive en este propio país, les
brindan cooperación y amparo.
Esta política de 45 años de agresión y subversión, perpetrada por estos
terroristas, ha resultado en terribles sufrimientos y sacrificios al pueblo
de Cuba, entre estos la muerte de 3,478 cubanos y la incapacidad física de
2,099 otros. El presidente Fidel Castro, es la persona que más certeramente
ha podido explicar lo que estas pérdidas han significado para el pueblo de
Cuba. En el discurso conmemorando el 25 aniversario de este crimen, en
octubre del 2001, menos de un mes después de los terribles hechos del 11 de
septiembre en Nueva York, refiriéndose al crimen de Barbados y a todos los
otros, Fidel dijo: "comparando la población de Cuba en ese año (1976) con la
de Estados Unidos en el 11 de septiembre pasado, es como si 7 aviones
civiles norteamericanos, cada uno con 300 pasajeros abordo, hubiesen sido
derribados el mismo día y a la misma vez. Y si estimásemos en la misma
proporción de poblaciones las 3,478 vidas cubanas perdidas debido a estas
acciones terroristas originadas en los Estados Unidos es como si 88,434
personas hubiesen muerto en los Estados Unidos a consecuencia de actividades
terroristas que equivale al número de soldados norteamericanos muertos en
las guerras de Corea y Vietnam".
Nuevamente exigimos que las autoridades federales competentes hagan cumplir
la ley. Que se procesen a todos esos terroristas culpables de tantos infames
delitos contra el pueblo de Cuba, asesinos, además, en Puerto Rico, de
nuestro compañero Carlos Muñiz Varela; en Nueva York, de Félix García; en
Nueva Jersey, de Eulalio Negrín y, en Miami, de Luciano Nieves. Exigimos que
se haga justicia. Que esas autoridades den fin a la ayuda y al amparo que
gozan en Miami esos terroristas, culpables de deleznables crímenes,
violatorios de leyes norteamericanas y del Derecho Internacional. Que la
supuesta campaña contra el terrorismo, eje fundamental de la campaña
electoral del presidente Bush, comience por aplicarse en territorio
norteamericano. Señor presidente Bush, señor vicepresidente Cheney, señor
secretario de Defensa, Rumsfeld, no tienen que ir a buscar a los terroristas
a Afganistán e Irak, matando en esa búsqueda a miles de personas inocentes,
no, están aquí en casa, están aquí en Miami. Todos lo sabemos.
Mientras tanto 5 cubanos, Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio
Guerrero, Fernando González y René González, cuya responsabilidad fue
infiltrarse en las organizaciones terroristas de la extrema derecha
cubanoamericana que operan en Miami, para así conocer y hacer frustrar sus
planes contra el pueblo cubano y contra aquellos que en este país se oponen
al terrorismo y a sus objetivos, fueron arrestados y en injusto juicio,
violatorio de derechos procesales esenciales, fueron encontrados culpables
de delitos de espionaje contra el gobierno de Estados Unidos, nunca por
ellos cometidos, y sentenciados a largas condenas.
Concluyo repitiendo hoy dos preguntas que Ramón Labañino hiciera en su
alegato de defensa, "¿Cuántas vidas más de seres humanos hay que esperar que
se pierdan para que el FBI cumpla realmente con su deber y detenga a los
reales criminales y terroristas? ¿Cuántos muertos más, cuánta calamidad más,
cuánto dolor más antes de que se de fin a la política de agresión, de
violencia y genocidio en contra del noble pueblo cubano?". Fin
Octubre/2004
(Andres Gomez es un cubano-americano radicado en Miami. Es director de la
revista progresista Areito)
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