Márquez: Las compuertas del Canje o del Intercambio Humanitario deben abrirse
Márquez: Las compuertas del Canje o del Intercambio Humanitario deben abrirse
Queremos acordar un procedimiento que ponga fin al cautiverio, tanto de
prisioneros institucionales, como de la guerrilla, le contó el comandante de las
FARC, Iván Márquez al corresponsal de ANNCOL, Daniel Santamaría. Las FARC no
van a decir que no van a liberar a estos o a aquellos por que están implicados
en Terrorismo de Estado, o porque son corruptos ladrones de cuello blanco,
porque traicionaron la patria y rindieron la soberanía, o porque son gestores de
leyes represivas contra el pueblo, no. Igualmente dijo Pido a todas las
organizaciones democráticas y revolucionarias del mundo su solidaridad con los
presos políticos de Colombia, y en especial hacia Simón Trinidad que bien puede
ser digno símbolo de todos ellos.
12.09.2004 [Daniel Santamaría, ANNCOL] Entrevista de ANNCOL al comandante
Iván Márquez, miembro del Secretariado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia, Ejército del pueblo, FARC-EP.
ANNCOL: ¿Por qué las FARC han rechazado la nueva propuesta lanzada por Uribe
sobre un intercambio humanitario de prisioneros?
Márquez: El canje de prisioneros es una determinación, un propósito en el
que las FARC han puesto todo su empeño y voluntad. Queremos acordar un
procedimiento que ponga fin al cautiverio, tanto de prisioneros institucionales,
como de la guerrilla. Nuestros plenipotenciarios fueron designados hace tiempo.
También hemos planteado algo que armoniza con la lógica: la necesidad de un
escenario seguro para la construcción, cara a cara, de ese acuerdo bilateral.
Aunque aún no ha habido una respuesta coherente del gobierno, albergamos la
esperanza que la conciencia y la razón se impongan. No tiene sentido persistir
en la obnubilación que provoca esa idea fija y peligrosa del rescate militar,
cuando hay una salida menos costosa. El gobierno tiene herramientas jurídicas a
su disposición y cuenta además con el apoyo de protocolos internacionales para
terminar con el sufrimiento de aquellos cautivos, objeto del interés manifiesto
de las dos partes.
ANNCOL: Tres militares de los Estados Unidos llevan ya un año y medio en
poder de las FARC. ¿Cómo se encuentran los tres?
Márquez: Creo que bajo un enorme riesgo. Sobre ellos y sobre los demás
prisioneros oscila peligrosamente esa espada de Damocles que es el Plan
Patriota. Uribe y sus generales han dicho que van por ellos... Luego del fatal,
como absurdo desenlace de Urrao, palabras más, palabras menos, Ingrid manifestó:
si el gobierno logra el rescate, gana. Y si los prisioneros perecen en el
intento, también gana. ¡Tremenda percepción! Uno quisiera que el gobierno
optara por lo más sensato, que es el acuerdo, ahorrándose así el penoso
espectáculo de lavarse las manos ante el país y el mundo con versiones
mentirosas y sesgadas.
ANNCOL: ¿Cómo ve la posibilidad de que guerrilleros capturados sean
extraditados a los Estados Unidos?
Márquez: Como el triunfo de la Ley de la Selva sobre el Derecho
Internacional que consagra como principios rectores la libre determinación de
los pueblos, la no intervención en los asuntos internos de otros países y la
inviolabilidad de la soberanía, entre otros. Lo que ocurre es que la Casa
Blanca ve, tanto en la guerrilla bolivariana de las FARC, como en otros procesos
de la región, un cuestionamiento a su hegemonismo en el continente. Nos oponemos
resueltamente a la depredación neoliberal, al ALCA y los TLC, con el mismo
argumento del padre de la Patria, el Libertador Simón Bolívar: formado una vez
el pacto con el fuerte, ya es eterna la obligación del débil. Por principio nos
oponemos a la extradición de nacionales. Ellos deben ser vencidos en juicio
aquí, y en castellano.
ANNCOL: ¿Por qué es tan importante para ustedes Simón Trinidad?
Márquez: Todos nuestros combatientes son importantes. Simón es un vocero de
paz de las FARC, y este hecho por sí solo le da una gran relevancia. El mundo es
testigo de esta condición porque actuó como plenipotenciario de la voluntad
colectiva de paz de nuestra organización en los diálogos del Caguán. La Fiscalía
General, contra toda evidencia y contra la verdad, lo presenta como integrante
del Estado Mayor Central (lo cual es un alto honor para un combatiente fariano);
pero lo hace con la pérfida intención de vincularlo a un universo de cargos y
delitos prefabricados, para castigar no solo su indómita rebeldía frente a un
régimen oprobioso, sino también su importante rol en la búsqueda de una solución
política al conflicto social y armado que vive el país. Pido a todas las
organizaciones democráticas y revolucionarias del mundo su solidaridad con los
presos políticos de Colombia, y en especial hacia Simón Trinidad que bien puede
ser digno símbolo de todos ellos.
ANNCOL: El gobierno de Uribe dice que un eventual acuerdo de canje, con el
que muchos guerrilleros saldrían de las cárceles, desmoralizaría a las tropas
del ejército, y por lo tanto no se puede aceptar. También que no se pueden
intercambiar ciudadanos de bien por terroristas. ¿Cómo lo ve usted?
Márquez: En junio del 2001 las FARC liberaron, sin que mediara reciprocidad
por parte del Estado, 305 prisioneros de guerra de las Fuerzas Armadas
oficiales, todos capturados en combate, y ningún combatiente guerrillero se
desmoralizó por ello. No entiendo cómo una decisión política como es la del
canje vaya a desinflarle la moral a toda una institución militar.
Ahora, descalificar a la contraparte con argumentos como el que usted señala, es
prolongar en el tiempo el drama humano de los prisioneros. Antes del 11 de
septiembre nos endilgaban otros calificativos, todos ellos con el torcido
propósito de negar el profundo carácter político de nuestra lucha y justificar
ante las naciones del mundo la intervención militar del gobierno de los Estados
Unidos en el conflicto interno de Colombia.
Las FARC no van a decir que no van a liberar a estos o a aquellos por que están
implicados en Terrorismo de Estado, o porque son corruptos ladrones de cuello
blanco, porque traicionaron la patria y rindieron la soberanía, o porque son
gestores de leyes represivas contra el pueblo, no. Se entiende que somos
contrarios; que lo que estamos buscando es un acuerdo bilateral entre no afines
para que unos regresen de las montañas a sus hogares y cuarteles y otros de las
cárceles del régimen al lugar donde los esperan sus compañeros. Los estatutos de
las FARC ordenan respetar al prisionero de guerra en su integridad física y
convicciones.
"No creo que el gobierno haga un sacrificio extremo si trata de igual manera a
su digno adversario. Las compuertas del Canje o del Intercambio Humanitario,
deben abrirse, como pide la gente", termina diciendo el comandante Márquez
Queremos acordar un procedimiento que ponga fin al cautiverio, tanto de
prisioneros institucionales, como de la guerrilla, le contó el comandante de las
FARC, Iván Márquez al corresponsal de ANNCOL, Daniel Santamaría. Las FARC no
van a decir que no van a liberar a estos o a aquellos por que están implicados
en Terrorismo de Estado, o porque son corruptos ladrones de cuello blanco,
porque traicionaron la patria y rindieron la soberanía, o porque son gestores de
leyes represivas contra el pueblo, no. Igualmente dijo Pido a todas las
organizaciones democráticas y revolucionarias del mundo su solidaridad con los
presos políticos de Colombia, y en especial hacia Simón Trinidad que bien puede
ser digno símbolo de todos ellos.
12.09.2004 [Daniel Santamaría, ANNCOL] Entrevista de ANNCOL al comandante
Iván Márquez, miembro del Secretariado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia, Ejército del pueblo, FARC-EP.
ANNCOL: ¿Por qué las FARC han rechazado la nueva propuesta lanzada por Uribe
sobre un intercambio humanitario de prisioneros?
Márquez: El canje de prisioneros es una determinación, un propósito en el
que las FARC han puesto todo su empeño y voluntad. Queremos acordar un
procedimiento que ponga fin al cautiverio, tanto de prisioneros institucionales,
como de la guerrilla. Nuestros plenipotenciarios fueron designados hace tiempo.
También hemos planteado algo que armoniza con la lógica: la necesidad de un
escenario seguro para la construcción, cara a cara, de ese acuerdo bilateral.
Aunque aún no ha habido una respuesta coherente del gobierno, albergamos la
esperanza que la conciencia y la razón se impongan. No tiene sentido persistir
en la obnubilación que provoca esa idea fija y peligrosa del rescate militar,
cuando hay una salida menos costosa. El gobierno tiene herramientas jurídicas a
su disposición y cuenta además con el apoyo de protocolos internacionales para
terminar con el sufrimiento de aquellos cautivos, objeto del interés manifiesto
de las dos partes.
ANNCOL: Tres militares de los Estados Unidos llevan ya un año y medio en
poder de las FARC. ¿Cómo se encuentran los tres?
Márquez: Creo que bajo un enorme riesgo. Sobre ellos y sobre los demás
prisioneros oscila peligrosamente esa espada de Damocles que es el Plan
Patriota. Uribe y sus generales han dicho que van por ellos... Luego del fatal,
como absurdo desenlace de Urrao, palabras más, palabras menos, Ingrid manifestó:
si el gobierno logra el rescate, gana. Y si los prisioneros perecen en el
intento, también gana. ¡Tremenda percepción! Uno quisiera que el gobierno
optara por lo más sensato, que es el acuerdo, ahorrándose así el penoso
espectáculo de lavarse las manos ante el país y el mundo con versiones
mentirosas y sesgadas.
ANNCOL: ¿Cómo ve la posibilidad de que guerrilleros capturados sean
extraditados a los Estados Unidos?
Márquez: Como el triunfo de la Ley de la Selva sobre el Derecho
Internacional que consagra como principios rectores la libre determinación de
los pueblos, la no intervención en los asuntos internos de otros países y la
inviolabilidad de la soberanía, entre otros. Lo que ocurre es que la Casa
Blanca ve, tanto en la guerrilla bolivariana de las FARC, como en otros procesos
de la región, un cuestionamiento a su hegemonismo en el continente. Nos oponemos
resueltamente a la depredación neoliberal, al ALCA y los TLC, con el mismo
argumento del padre de la Patria, el Libertador Simón Bolívar: formado una vez
el pacto con el fuerte, ya es eterna la obligación del débil. Por principio nos
oponemos a la extradición de nacionales. Ellos deben ser vencidos en juicio
aquí, y en castellano.
ANNCOL: ¿Por qué es tan importante para ustedes Simón Trinidad?
Márquez: Todos nuestros combatientes son importantes. Simón es un vocero de
paz de las FARC, y este hecho por sí solo le da una gran relevancia. El mundo es
testigo de esta condición porque actuó como plenipotenciario de la voluntad
colectiva de paz de nuestra organización en los diálogos del Caguán. La Fiscalía
General, contra toda evidencia y contra la verdad, lo presenta como integrante
del Estado Mayor Central (lo cual es un alto honor para un combatiente fariano);
pero lo hace con la pérfida intención de vincularlo a un universo de cargos y
delitos prefabricados, para castigar no solo su indómita rebeldía frente a un
régimen oprobioso, sino también su importante rol en la búsqueda de una solución
política al conflicto social y armado que vive el país. Pido a todas las
organizaciones democráticas y revolucionarias del mundo su solidaridad con los
presos políticos de Colombia, y en especial hacia Simón Trinidad que bien puede
ser digno símbolo de todos ellos.
ANNCOL: El gobierno de Uribe dice que un eventual acuerdo de canje, con el
que muchos guerrilleros saldrían de las cárceles, desmoralizaría a las tropas
del ejército, y por lo tanto no se puede aceptar. También que no se pueden
intercambiar ciudadanos de bien por terroristas. ¿Cómo lo ve usted?
Márquez: En junio del 2001 las FARC liberaron, sin que mediara reciprocidad
por parte del Estado, 305 prisioneros de guerra de las Fuerzas Armadas
oficiales, todos capturados en combate, y ningún combatiente guerrillero se
desmoralizó por ello. No entiendo cómo una decisión política como es la del
canje vaya a desinflarle la moral a toda una institución militar.
Ahora, descalificar a la contraparte con argumentos como el que usted señala, es
prolongar en el tiempo el drama humano de los prisioneros. Antes del 11 de
septiembre nos endilgaban otros calificativos, todos ellos con el torcido
propósito de negar el profundo carácter político de nuestra lucha y justificar
ante las naciones del mundo la intervención militar del gobierno de los Estados
Unidos en el conflicto interno de Colombia.
Las FARC no van a decir que no van a liberar a estos o a aquellos por que están
implicados en Terrorismo de Estado, o porque son corruptos ladrones de cuello
blanco, porque traicionaron la patria y rindieron la soberanía, o porque son
gestores de leyes represivas contra el pueblo, no. Se entiende que somos
contrarios; que lo que estamos buscando es un acuerdo bilateral entre no afines
para que unos regresen de las montañas a sus hogares y cuarteles y otros de las
cárceles del régimen al lugar donde los esperan sus compañeros. Los estatutos de
las FARC ordenan respetar al prisionero de guerra en su integridad física y
convicciones.
"No creo que el gobierno haga un sacrificio extremo si trata de igual manera a
su digno adversario. Las compuertas del Canje o del Intercambio Humanitario,
deben abrirse, como pide la gente", termina diciendo el comandante Márquez
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