declaración OIR
Les envío declaración OIR aparecida en Aporrea
Miguel Angel Hernández
www.aporrea.org (17/08/04) - http://www.aporrea.org/dameletra.php?docid=9343
El pueblo se ha anotado una contundente victoria y se plantea nuevos desafíos
Declaración
Por: Opción de Izquierda Revolucionaria (OIR)
Los trabajadores y el pueblo han dado nuevamente una demostración contundente e histórica. Los reportes de calle señalan que la victoria del NO es arrolladora y las cifras que llegan desde todos los Estados y desde los lugares más apartados, muestran una participación y una diferencia superior a la que ha reportado oficialmente el CNE. En realidad, la abstención fue mínima y el porcentaje de ventaja a favor del NO supera de lejos el 30%.
En ningún Estado, ni siquiera los que se consideraban bastiones de la oposición, se ha logrado detener la avalancha de millones de pobladores, que venciendo todos los obstáculos técnicos, políticos, climáticos y fisiológicos, han ratificado con claridad que no quieren volver al pasado, que exigen una patria soberana libre de toda injerencia, que repudian a los golpistas y sus acciones de terror y que reclaman del gobierno decisiones y medidas que permitan superar los graves problemas que aún subsisten, en materia política, económica y social.
Discrepamos con la tesis de que ha triunfado el mecanismo del referendo. A este proceso se llegó gracias a las múltiples concesiones hechas al imperialismo y los golpistas. Ellos nunca recogieron las firmas necesarias e hicieron fraude durante los reparos y a pesar de todo ello quisieron aprovecharse de esta conquista democrática para colocarla al servicio de la contrarrevolución. El único triunfante ha sido el pueblo pobre y trabajador, que soportó valientemente todo esta trama y hoy se ha levantado en una jornada memorable de más de 30 horas, para decir NO VOLVERAN, ni ayer, ni ahora, ni nunca.
A este pueblo no lo para nadie. La revolución sigue su curso arrasando a los contrarrevolucionarios, ampliando sus carriles y planteando nuevos desafíos. El terreno fangoso y peligroso de las elecciones no ha logrado por ahora cambiar la decisión de lucha de nuestro pueblo. Esta es una victoria de todos los pueblos latinoamericanos que luchan por su segunda y definitiva independencia. Es una nueva derrota del imperialismo que servirá de aliciente a los pueblos de Irak y Palestina y demás pueblos del mundo agredidos por Bush y sus aliados.
Tratando de ocultar su derrota, los voceros de la oposición y el imperialismo, pretenden desconocer los resultados. Para ellos, acostumbrados a participar en procesos electorales controlados y con resultados pre-anunciados, no les ha quedado más remedio que intentar escamotear el contundente triunfo popular. Ese es el verdadero rostro de los enemigos del pueblo. Jamás permitirán que la voluntad popular se imponga sobre sus designios, jamás reconocerán la derrota.
Este imponente triunfo se explica, desde un punto de vista más político, en primer lugar por las espectaculares conquistas democráticas y sociales logradas por los trabajadores y el pueblo en los últimos años (amplios derechos políticos, distribución de tierras y créditos, las misiones, Mercal, etc). En segundo lugar, a la entera disposición que tiene el pueblo en desarrollar esta batalla hasta sus últimas consecuencias para impedir que quienes lo hundieron en la miseria, entregaron el patrimonio e hicieron del manejo político una empresa altamente lucrativa, regresen a posicionarse en el gobierno. Pero ello no nos puede hacer perder de vista que la profunda polarización política y social, no se resuelve con los resultados de este referendo: el choque con los empresarios escuálidos y proyanquis, con el Grupo Polar, los Cisneros y sus medios de comunicación, y las multinacionales, se va a agudizar.
¿Qué sigue ahora?
Esta reflexión es importante tenerla en cuenta para el Día después. La victoria popular es contundente y pone de manifiesto, de manera reiterativa, que con los golpistas y el imperialismo no existe posibilidad alguna de negociar. Para salir del círculo vicioso en que nos encontramos, hay que romper con la lógica de la concertación, la concesión y el diálogo con la oligarquía. Esa postura es la que ha permitido que los golpistas y el imperialismo, una y otra vez derrotados por las masas, logren sobrevivir y hayan seguido embromando a la nación.
Concederles una cantidad mayor de los votos realmente obtenidos o disminuir la cifra de participantes, en el afán de no aplastarlos políticamente y facilitar así las posibilidades de eventuales acuerdos postreferendo, no serviría sino para mantener la impunidad e insuflarle un nuevo aire a los golpistas.
Sí el Día después se concreta un proceso de diálogo, tendríamos que decir que ello va nuevamente en contravía de las expectativas de los trabajadores y el pueblo, que no han dudado en hacer todos los sacrificios con tal de aplastar a los enemigos del pueblo y la revolución. Si tal diálogo nacional se concreta, habría que decir que los grandes ganadores serían: Jimmy Carter, fiel exponente de las políticas imperialistas; César Gaviria, quien terminará su mandato en la OEA como un gran héroe; los medios de comunicación, que podrán seguir vociferando y mintiendo; la Coordinadora Democrática que garantizará su supervivencia y lo que es peor, nuevamente se pondrían en riesgo las conquistas obtenidas hasta hoy.
Los revolucionarios, miembros de OIR, que no hemos escatimado esfuerzo alguno en dar nuestro grano de arena para que se consolide esta importante victoria, nos sentimos obligados por convicción y por lealtad con los trabajadores y el pueblo a plantear esta reflexión y llevar a cabo este debate entre las bases para la consolidación de los logros obtenidos.
Ello es así, porque millones de trabajadores se siguen preguntando angustiadamente hasta cuándo seguiremos pagando una enorme y fraudulenta deuda externa que succiona miles de millones de dólares que bien podrían utilizarse para saldar la histórica deuda social existente. Hasta cuándo tendremos que soportar que la política petrolera siga atada a las exigencias de las multinacionales, mientras que la estructura y la administración de PDVSA sigue reflejando a la Cuarta República, convirtiéndola en presa fácil de la corrupción y el despilfarro.
Cuándo llegará el día en que se decrete un aumento general de sueldos que compense la caída estrepitosa del poder adquisitivo de nuestros salarios, carcomidos inclementemente por la devaluación y la inflación. Cuándo cesará la impunidad y habrá el castigo que se merecen todos aquellos que han intentado estrangular la economía nacional, desestabilizar el país y anegar el territorio patrio con la sangre de valientes luchadores políticos, sociales y sindicales.
Estos son los desafíos que plantean este nuevo triunfo de los trabajadores y el pueblo. Si de verdad queremos hablar de profundizar el proceso revolucionario, debemos reclamar al gobierno de Chávez, que apoyándose en esta tremenda energía popular puesta en evidencia en el día de hoy, utilice el actual triunfo del NO para encarar estos problemas por toda la calle del medio.
Opción de Izquierda Revolucionaria (OIR)
16 de agosto de 2004
miguelaha2003@yahoo.com
Prof. Miguel Angel Hernández
Escuela de Sociología-UCV
Departamento de Estudios Latinoamericanos
Miguel Angel Hernández
www.aporrea.org (17/08/04) - http://www.aporrea.org/dameletra.php?docid=9343
El pueblo se ha anotado una contundente victoria y se plantea nuevos desafíos
Declaración
Por: Opción de Izquierda Revolucionaria (OIR)
Los trabajadores y el pueblo han dado nuevamente una demostración contundente e histórica. Los reportes de calle señalan que la victoria del NO es arrolladora y las cifras que llegan desde todos los Estados y desde los lugares más apartados, muestran una participación y una diferencia superior a la que ha reportado oficialmente el CNE. En realidad, la abstención fue mínima y el porcentaje de ventaja a favor del NO supera de lejos el 30%.
En ningún Estado, ni siquiera los que se consideraban bastiones de la oposición, se ha logrado detener la avalancha de millones de pobladores, que venciendo todos los obstáculos técnicos, políticos, climáticos y fisiológicos, han ratificado con claridad que no quieren volver al pasado, que exigen una patria soberana libre de toda injerencia, que repudian a los golpistas y sus acciones de terror y que reclaman del gobierno decisiones y medidas que permitan superar los graves problemas que aún subsisten, en materia política, económica y social.
Discrepamos con la tesis de que ha triunfado el mecanismo del referendo. A este proceso se llegó gracias a las múltiples concesiones hechas al imperialismo y los golpistas. Ellos nunca recogieron las firmas necesarias e hicieron fraude durante los reparos y a pesar de todo ello quisieron aprovecharse de esta conquista democrática para colocarla al servicio de la contrarrevolución. El único triunfante ha sido el pueblo pobre y trabajador, que soportó valientemente todo esta trama y hoy se ha levantado en una jornada memorable de más de 30 horas, para decir NO VOLVERAN, ni ayer, ni ahora, ni nunca.
A este pueblo no lo para nadie. La revolución sigue su curso arrasando a los contrarrevolucionarios, ampliando sus carriles y planteando nuevos desafíos. El terreno fangoso y peligroso de las elecciones no ha logrado por ahora cambiar la decisión de lucha de nuestro pueblo. Esta es una victoria de todos los pueblos latinoamericanos que luchan por su segunda y definitiva independencia. Es una nueva derrota del imperialismo que servirá de aliciente a los pueblos de Irak y Palestina y demás pueblos del mundo agredidos por Bush y sus aliados.
Tratando de ocultar su derrota, los voceros de la oposición y el imperialismo, pretenden desconocer los resultados. Para ellos, acostumbrados a participar en procesos electorales controlados y con resultados pre-anunciados, no les ha quedado más remedio que intentar escamotear el contundente triunfo popular. Ese es el verdadero rostro de los enemigos del pueblo. Jamás permitirán que la voluntad popular se imponga sobre sus designios, jamás reconocerán la derrota.
Este imponente triunfo se explica, desde un punto de vista más político, en primer lugar por las espectaculares conquistas democráticas y sociales logradas por los trabajadores y el pueblo en los últimos años (amplios derechos políticos, distribución de tierras y créditos, las misiones, Mercal, etc). En segundo lugar, a la entera disposición que tiene el pueblo en desarrollar esta batalla hasta sus últimas consecuencias para impedir que quienes lo hundieron en la miseria, entregaron el patrimonio e hicieron del manejo político una empresa altamente lucrativa, regresen a posicionarse en el gobierno. Pero ello no nos puede hacer perder de vista que la profunda polarización política y social, no se resuelve con los resultados de este referendo: el choque con los empresarios escuálidos y proyanquis, con el Grupo Polar, los Cisneros y sus medios de comunicación, y las multinacionales, se va a agudizar.
¿Qué sigue ahora?
Esta reflexión es importante tenerla en cuenta para el Día después. La victoria popular es contundente y pone de manifiesto, de manera reiterativa, que con los golpistas y el imperialismo no existe posibilidad alguna de negociar. Para salir del círculo vicioso en que nos encontramos, hay que romper con la lógica de la concertación, la concesión y el diálogo con la oligarquía. Esa postura es la que ha permitido que los golpistas y el imperialismo, una y otra vez derrotados por las masas, logren sobrevivir y hayan seguido embromando a la nación.
Concederles una cantidad mayor de los votos realmente obtenidos o disminuir la cifra de participantes, en el afán de no aplastarlos políticamente y facilitar así las posibilidades de eventuales acuerdos postreferendo, no serviría sino para mantener la impunidad e insuflarle un nuevo aire a los golpistas.
Sí el Día después se concreta un proceso de diálogo, tendríamos que decir que ello va nuevamente en contravía de las expectativas de los trabajadores y el pueblo, que no han dudado en hacer todos los sacrificios con tal de aplastar a los enemigos del pueblo y la revolución. Si tal diálogo nacional se concreta, habría que decir que los grandes ganadores serían: Jimmy Carter, fiel exponente de las políticas imperialistas; César Gaviria, quien terminará su mandato en la OEA como un gran héroe; los medios de comunicación, que podrán seguir vociferando y mintiendo; la Coordinadora Democrática que garantizará su supervivencia y lo que es peor, nuevamente se pondrían en riesgo las conquistas obtenidas hasta hoy.
Los revolucionarios, miembros de OIR, que no hemos escatimado esfuerzo alguno en dar nuestro grano de arena para que se consolide esta importante victoria, nos sentimos obligados por convicción y por lealtad con los trabajadores y el pueblo a plantear esta reflexión y llevar a cabo este debate entre las bases para la consolidación de los logros obtenidos.
Ello es así, porque millones de trabajadores se siguen preguntando angustiadamente hasta cuándo seguiremos pagando una enorme y fraudulenta deuda externa que succiona miles de millones de dólares que bien podrían utilizarse para saldar la histórica deuda social existente. Hasta cuándo tendremos que soportar que la política petrolera siga atada a las exigencias de las multinacionales, mientras que la estructura y la administración de PDVSA sigue reflejando a la Cuarta República, convirtiéndola en presa fácil de la corrupción y el despilfarro.
Cuándo llegará el día en que se decrete un aumento general de sueldos que compense la caída estrepitosa del poder adquisitivo de nuestros salarios, carcomidos inclementemente por la devaluación y la inflación. Cuándo cesará la impunidad y habrá el castigo que se merecen todos aquellos que han intentado estrangular la economía nacional, desestabilizar el país y anegar el territorio patrio con la sangre de valientes luchadores políticos, sociales y sindicales.
Estos son los desafíos que plantean este nuevo triunfo de los trabajadores y el pueblo. Si de verdad queremos hablar de profundizar el proceso revolucionario, debemos reclamar al gobierno de Chávez, que apoyándose en esta tremenda energía popular puesta en evidencia en el día de hoy, utilice el actual triunfo del NO para encarar estos problemas por toda la calle del medio.
Opción de Izquierda Revolucionaria (OIR)
16 de agosto de 2004
miguelaha2003@yahoo.com
Prof. Miguel Angel Hernández
Escuela de Sociología-UCV
Departamento de Estudios Latinoamericanos
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