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DOCUMENTOS

INSTITUTO TECNOLÓGICO DE SANTO DOMINGOLA CONDICIÓN REVOLUCIONARIA EN ERNESTO GUEVARA DE LA SERNA

INSTITUTO TECNOLÓGICO DE SANTO DOMINGO
-INTEC-

AREA DE CIENCIAS SOCIALES

LA CONDICIÓN REVOLUCIONARIA EN ERNESTO GUEVARA DE LA SERNA
“CHE”

Dr. José Antinoe Fiallo Billini,
Profesor del Instituto Tecnológico de
Santo Domingo y la Universidad
Autónoma de Santo Domingo

Seminario “El Pensamiento y la Acción de
Ernesto –Ché- Guevara de la Serna”
26 de Septiembre de 1997,
Salón Julio Ravelo de la Fuente INTEC
Santo Domingo

- A Sebastián Lemba en el monte del cimarronaje y con mis afectos.
- A la insurrecta Ana María en la Rebelión de Boca de Nigua de 1796, con cariño tardío.
- Y a José Martí como Maestro Ambulante de la Revolución Latinoamericana.

I. INTRODUCCIÓN

Cuando se me solicitó presentar este trabajo, que por razones de fuerza mayor fue un poco tardía, lo primero que encaré o a lo cual me enfrenté, fue a la intención que debía tener para hacerlo.

Lo primero que quiero comunicarles es que decidí que la intención fuera tratar de apropiarme de lo clave en la subjetividad propositiva del Che Guevara, de Ernesto Guevara de la Serna, de una cierta intimidad explícita a veces, implícita en otras ocasiones, son sus palabras tal vez, sus huesos y músculos y corazón quizás.

Con esa intención entendí y entiendo que podría verlo, palparlo, acercarlo al hoy, tratar de tomar de él lo que puede tener sentido para los difíciles tiempos del ahora y el ahorita; darle una dimensión significativa, en cuanto quería y quiero que nos sea útil como palabra de una experiencia de un ser humano revolucionario que se expresa como realidad y pretensión, como hecho y avance de un futuro obsesionado en acelerar.

2. METODO QUE UTILICÉ

Una vez resolví la intención, debía hacerla operativa en la manera en que me apropiaría del Ché como visión y propuesta, y decidí manejarlo de la siguiente manera:

2.1 Tomar el camino de sistematizar sus visiones, puntos de vista, apreciaciones, análisis, propuestas, para lo cual recurrí a versiones de sus obras o papeles mas o menos completos/as y a trabajos diversos sobre orígenes, desarrollo y maduración de la revolución cubana (incluyendo testimonios), tal y como podrá apreciarse en la bibliografía, para organizar un cuadro de las creencias y propuestas del revolucionario.

2.2 Admito que la opción de organizar sus creencias y propuestas tendría un rasgo de relativa arbitrariedad por mi intención decidida. Ello puede ser cierto, lo que de todas maneras no invalida lo que trataré de exponerles como acercamiento, repito, sesgado quizás por mi intención originaria. ¿De que manera organicé este acercamiento? Organicé este acercamiento en ocho (8) elementos, aspectos, componentes, sentidos, que entendí me ayudarían a darle programática a mi intención. Estos ocho (8) aspectos, componentes, elementos, sentidos o urgencias de la intención, son:

2.2.1 Las Condiciones Socioculturales, en las cuales incluí ciertos contextos, entornos-ambientes y situaciones, proyectos y formas políticas, relaciones sociales menores y mayores, pensando siempre en la vinculación del entorno o ambiente, la acción política revolucionaria y los factores de opresión.

2.2.2 Situaciones y/o Concepciones a Superar, que deben apreciarse, caracterizarse y tener claras como no deseables y que, por tanto impiden, obstaculizan o debilitan la acción revolucionaria y la posibilidad de crear condiciones socioculturales adecuadas al proyecto de transformación. Refiriéndose esto a una gama de concepciones, mentalidades, estilos, procedencia social, construcción personal, maneras de operar, prácticas, subjetividades, etc.

2.2.3 Nuevos Modos de Pensar y Actuar a Desarrollar, referidos a las nuevas exigencias que surgen en contraposición a situaciones y concepciones a superar, centrado este conflicto o contradicción en la relación subjetividad y acción viejas y subjetividad y acción nuevas, impulsoras de mentalidades, estilos, construcciones personales y maneras de proceder cercanos/as a una mayor autoconciencia e innovación.

2.2.4 Habilidades Cognitivas, en cuanto a nuevas maneras, formas, procedimientos, actitudes, acciones, pasos que deben ser internalizados para que el saber revolucionario sea una pragmática clarividente en lo general y/o cotidiano, como urgencia de transformación revolucionaria.

2.2.5 Habilidades Organizacionales, en el sentido de asociaciones, agregaciones, formas, estructuras, estilos, métodos, actitudes, procedimientos, etc. orientados/as a la compactación de la acción, del trabajo colectivo e individual, de su eficacia y articulación.

2.2.6 Habilidades Físico-Motoras, las que por lo regular son olvidadas o relegadas, pero que implican una concreción material de la exigencia de un cuerpo y mente capaz de unos tipos de desplazamientos y acciones en condiciones de rigor del entorno, que implican una concepción mas global y holística del tipo de ser humano revolucionario requerido o que exige un cierto proceso.

2.2.7 Recursos, que nos remiten a una diversidad de instrumentos, aparatos, instituciones, formas económicas, socializaciones y especializaciones, maneras o formas de articulación, políticas especificas, etc., y que permiten ir dando forma, asentando y desplazando un proyecto, organización revolucionaria o forma estatal o de la sociedad política.

2.2.8 Perfil, es decir, algunos rasgos del tipo de ser humano que un proceso revolucionario debe ir haciendo o construyendo y que supone un proceso de transformación de este ser humano en profundidad, pues de lo que se trata, en cierto sentido, es de un renacer o de una reconstrucción.

2.2.9 Retorno al inicio y aclaro que mi intención condiciona este acercamiento. Asumo que en el pensamiento y la acción del Che Guevara hay tensiones claras: masas, pueblo y aparatos o instituciones; decisión y participación, implacabilidad e interioridad, ideal y administración, lucha política cívica y lucha política armada, pero no podría ser de otra manera. Hombre y época, urgencias y voluntad, creencia y saber y formas de operación o de acción. Se trataba y se trata, como decíamos, de auscultar al revolucionario y tratar, en la contradicción, de acercarnos al futuro que su palabra y acción anunciaron abierta o veladamente, a lo que de premonición y del ver “mas allᔠde Martí habrá y hay en él.

3. CUADRO O MATRIZ DE COMPONENTES, ASPECTOS O SENTIDOS SISTEMATIZADOS

La sistematización organizada arrojó el siguiente resultado, siendo todas y cada una de las palabras, conceptos, ideas o textos transcripciones textuales, siguiendo un relativo orden cronológico y de dos momentos, el primero en la guerrilla de la Sierra Maestra, el segundo luego de 1959 hasta su muerte y sacrificio en la guerrilla de Nancahuazu (Bolivia).


3.1 Condiciones Socioculturales:

- Foco insurreccional o núcleo armado/vanguardia.
- Imposibilidad de lucha cívica.
- Romper moldes de esa institucionalidad.
- Asegurar supervivencia.
- Asentamiento/sedentarización/nomadismo.
- Constitución cuantitativa de un núcleo ideal.
- Liquidación antiguo ejército.
- Combatiente preferentemente habitante zona.
- Fuerzas urbanas y fortalezas rurales.
- Aprovechar el terreno y el paisaje.
- Organización de la vida en la lucha.
- Política de reivindicaciones agropecuarias.
- Poder revolucionario o la soberanía política.
- Liquidar las fuerzas opresoras.
- Agrupación humana es más importante que el individuo.
- Liberar capacidad individual del hombre.
- Sufrir cambios exteriores-sociales.
- Ligar grandes fines con realidad cotidiana.
- Hacer la historia día a día, trabajo, la lucha cotidiana y los grandes momentos.
- Producción, productividad, conciencia.
- Somos hijos de este medio.
- Profundización de la conciencia socialista.
- Cultura puesta al servicio de los ideales más puros.
- La cultura pertenece al mundo.
- Destruir los factores de opresión.
- Transformar la naturaleza y la sociedad en forma consciente.
- Comunismo es conciencia.
- Centro de trabajo exponente colectivo de las aspiraciones de los trabajadores.
- Centro de trabajo núcleo político de la sociedad del futuro.
- Producción del hombre del mañana.
- Conciencia del ser social.
- Actitud comunista ante el trabajo.
- Sociedad muy atrasada con una serie de aspectos adelantados.
- Nueva sociedad en formación tiene que competir duramente con el pasado.
- Nuevas actitudes tienden a convertirse en hábitos.
- Impacto del nuevo poder social sobre el individuo.
- Hombre nuevo que va naciendo.
- Mercancía-hombre deja de existir.
- Necesidad creación hombre nuevo.
- Democracia directa.
- Plena soberanía de los países en su territorio.
- Gobierno con participación de las masas.
- Desarrollo armonioso.
- Cambio cualitativo en el pueblo.
- Quitarle el sustento, la base económica al imperialismo.
- Liberación gradual de los pueblos.
- Frente burguesía-imperialismo es consistente.
- Lucha continental
- Sistema mundial imperialista.
- Intervenciones yankees.
- Cordillera de los Andes es la Sierra Maestra de América.
- Mundo contradictorio dividido en agrupaciones de naciones.
- FMI, cancerbero del dólar.
- Deterioro términos intercambio.
- Discriminación entre países.
- Control de los mercados.
- Coexistencia pacífica.
- Frente continental de lucha contra el imperialismo.
- Asamblea de pueblos en lucha.
- Destrucción del imperialismo.

3.2 Situaciones y Concepciones a Superar:

- Viejos esquemas dogmáticos.
- No seguir esquemas rígidos.
- Mentalidad mágica.
- No proponemos Una Biblia.
- Corrientes subjetivas/mentalidad subjetivista.
- La extracción ciudadana (de la ciudad).
- Individualismo acérrimo.
- Luchar solo por restaurar cierta legalidad burguesa.
- Actuar cada uno por la libre.
- Evitar formación regular en las guerrillas.
- Transigencia frente a la falta de espíritu revolucionario, al traidor en potencia o de hecho, al débil de espíritu, al ladrón, al cobarde.
- No esconderse detrás de conceptos que pueden malinterpretarse.
- No tener criterio coherente.
- Participación administrativa.
- Guerrillas administrativas.
- Falta de motor interno/falta de interés/falta de espíritu de superación.
- Falta de conciencia revolucionaria/conformismo.
- Burocratismo/conducción burocrática.
- Falta de conocimientos técnicos.
- Baja conciencia ideológica de los técnicos.
- Hacer planes de laboratorio sin las masas.
- Concepto de la vida que da el idealismo.
- Trabas, defectos de conducta, carácter, faltas de conocimiento.
- Desconfianza, formación de grupos.
- Inexperiencia.
- Vieja mentalidad de patrono.
- Desconocimiento de nosotros mismos.
- Malos hábitos/hábitos vieja sociedad.
- Vieja sociedad que sigue en la conciencia de los trabajadores.
- Falta de sentimiento de la realidad.
- Representación mecánica de la realidad.
- Embotamiento capacidad de percepción.
- Partido ente burocrático.
- Simplificación.
- Pequeñeces humanas.
- Oportunismo.
- No ser repetidores, ejecutores.
- Condiciones subjetivas.
- Trasplantes mecánicos, separarse de las masas.
- Marxista como máquina automática y fanática.
- Actitud frente a determinadas obligaciones en la vida cotidiana.
- Los conceptos de la vieja sociedad que pesan.
- Cuevas de burócratas y parásitos.
- Falta conexión estructurada con las masas.
- Mecanicismo.
- Ser “apolítico”.
- Ser contrarrevolucionario.
- Mediocridad.
- Cambio total concepciones técnicas.
- No controlar producción.
- Creer dogmáticamente en la estadística.
- Vacilaciones.
- Actitud de los derrotados.
- Dilapidación de energías populares.
- Conceptos tradicionalmente sostenidos en los países socialistas.
- Comulgar obligatoriamente con las ideas del Ministerio.
- Choteo criollo.
- Domesticación total de las personas.
- Falta desarrollo mecanismo ideológico cultural.
- El hombre del siglo 19.
- Decadentismo siglo 20.
- La improvisación.
- Comités de Defensa antipáticos y arbitrarios.
- No caer en la discusión personal.
- Claudicar ante monopolios extranjeros.
- Asalariados dóciles al pensamiento oficial.
- No caer extremos dogmáticos.
- Escolasticismo frío.
- Congelar relaciones con las masas.
- Desorganización.
- Espíritu pequeño burgués.
- Integración económica imperialista.
- Provocaciones ultra-izquierdistas.
- Errores tácticos en la conducción.
- Dirección personal de caudillos.
- Camino sectario.
- Suprimir la crítica.
- Dirigentes progresistas no están altura masas.

3.3 Nuevos Modos de Pensar y Actuar:

- Teorizar lo hecho.
- Estructurar y generalizar experiencias.
- Conciencia revolucionaria.
- Estrategia o formas globales/planes estratégicos.
- Ordenamiento de pasos.
- Flexibilidad-elasticidad.
- Colocar algo nuevo en lugar de lo viejo.
- Combinar urgencia teórica y urgencia práctica.
- Un esquema de acción (la estrategia).
- Disciplina interior.
- Agilidad.
- Metodológico.
- Plantearse el problema del poder revolucionario.
- Resistencia mental.
- Político-militar/catalizador.
- Dinamismo, iniciativa, decisión rápida ante situaciones nuevas.
- Moral-ética y moral heroica o de lucha.
- Con disciplina.
- Desplegarse de modo irregular.
- Fe en el pueblo.
- Las revoluciones no son nunca perfectas.
- Tolerancia grupal.
- Democracia armada/hijos armados.
- Mentalidad insurreccional.
- De abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo, que nació de abajo.
- Ahorrar – producir y ahorrar.
- Afán crítico/creador/inventiva.
- Sufrir cambios interiores.
- Servir al prójimo.
- Participación masas en la concepción del plan.
- Resolvemos todos o no se resuelve.
- Aprender a pensar con propiedad con el método del materialismo dialéctico.
- Trabajar por nuestro perfeccionamiento interno como obsesión e impulsión.
- Discusión diaria de los problemas.
- Plantearse madurez absoluta.
- Productividad, producción, conciencia.
- Política de cuadros como política de masas.
- Decidir lo necesario y practicar la iniciativa creadora/voluntad de hacer.
- Cuadro motor ideológico.
- Práctica revolucionaria.
- Abrir de tal manera la conciencia por un deber interno.
- Un esfuerzo interior del individuo.
- Profundización de la conciencia.
- Buscar, equivocarse, reencontrar, volverse a equivocar, continuar.
- Frescura de ideales.
- Completa recreación espiritual del hombre ante su propia obra.
- Liberarse de la alienación.
- Fuerza impulsora.
- Continuo tránsito, continuo cambio.
- Discutir planes con la gente.
- No tocar nunca a la gente (es decir torturar).
- No seguir con las relaciones del fuerte y el débil, del yo lo digo y se acabó.
- Pensar con cabeza propia.
- Odio como factor de lucha.

3.4 Habilidades Cognitivas:

- Conocimiento del terreno.
- Estudio Zonas de Operaciones.
- Nocturnidad.
- Informes verídicos.
- Capacitación técnica/conocimientos técnicos/superación técnica.
- Conocer las máquinas, arreglarlas y mejorarlas.
- Ver el mejor camino y explicarlo.
- Corregir los errores por un método constructivo.
- Aprender de los errores.
- Contactos con el medio.
- Ciencia colectiva.
- Afán investigativo en la gran fuente de sabiduría que es el pueblo.
- Alcanzar un mínimo técnico.
- Análisis cabal de situación.
- Asimilar conocimientos y experiencias.
- Hábito crítica y autocrítica.
- Analizar el pasado del ahora.
- Comparar el presente de hoy con el día que hoy vivimos en el futuro.
- Conocimientos, utilización racional, mecanismos, instrumentos, materiales.
- Habilidad de trabajar, productividad.
- Conocimientos procesos históricos y económicos.
- Conocimientos de la voluntad del hombre, de su conciencia y los procesos.
- Caminar hacia la especialización.
- Previsión del futuro.
- Estudio de nuestra historia.
- Capacidad análisis propio.
- Claridad política.
- Claridad mental.
- Saber interpretar la realidad.
- La técnica como un arma.
- Revolución técnica.
- Estudio de la técnica y conocimiento teoría.
- Análisis autocrítico.
- Interpretar sentir de las masas.
- Todos tienen que saber.
- Método intuitivo de auscultar reacciones generales frente a los problemas planteados.
- Proceso conciente de autoeducación.
- Nutrirnos de la masa.
- El hombre comienza a liberar su pensamiento.
- Potencia y clarividencia de pensamiento.
- Saber encontrar tácticas revolucionarias en cada cambio de situación.
- Ciencia y técnica al servicio del hombre.
- Conocer los problemas de las organizaciones.
- Estudiar Latinoamérica.
- Conocimientos de los problemas prácticos de las organizaciones.

3.5 Habilidades Organizacionales:

- Guerrilas/núcleos armados.
- Flexibilidad.
- Métodos de hacer contacto con el enemigo.
- Transmisión oral.
- Adaptabilidad.
- Unidades diversas: columnas, pelotones y escuadras.
- Coordinación
- Ahorro.
- Enlaces/cooperación.
- Organización civil – frente interno – frente externo.
- Luchas de masas.
- Esfuerzo concentrado.
- Métodos de trabajo que lo pongan a cubierto.
- Construcción de ensayos políticos.
- Constitución asociaciones campesinas.
- Planificación y reestructuración.
- Determinación de cual es su puesto.
- Emulación revolucionaria.
- Agilización del aparato estatal – organización del trabajo.
- Despertar pueblo como factor productivo.
- Trabajo conjunto.
- Corrección – inspección.
- Competencia colectiva.
- Cumplir cada uno con su deber.
- Emulación, participación del conglomerado.
- Quitar los obreros las tareas ineludibles que están en las manos de la burocracia.
- Núcleos de Revolucionarios Activos.
- Quehacer diario.
- Buscar desesperadamente el mejor camino.
- Aparecer y desaparecer.
- Balancear y jerarquizar.
- Prepararse para los hechos.
- Organismos de masas.
- Valorar la organización.
- Diálogos directos.
- Asambleas.
- Intercambiar nuestra voz y la voz de la gente.
- Discutir.
- Asamblea de producción.
- Cuerpos de seguridad bajo control del pueblo.
- Control popular.

3.6 Habilidades Físicas/Motoras:

- Velocidad.
- Corredor.
- Infatigable.
- Caminatas.
- Tirador.
- Ágil.
- Resistencia corporal.
- Movilidad.
- Autodisciplina.
- Marcha acelerada.
- Cuerpo robusto.
- Estar incómodo.
- Sacar fuerzas de las flaquezas.
- Desarrollar el brazo para desarrollar el cuerpo de quien la esgrime.

3.7 Recursos:

- Centros de estudios en zonas operaciones.
- Radio – periódico – comunicaciones.
- Armas variadas.
- Abastecimientos centros de producción.
- Comunicaciones.
- Fábricas – pequeñas industrias.
- Mensajería.
- Amplio equipo instrumental (sierras, picos, palas, dinamitas).
- Cocinas/equipos.
- Auditoría.
- Administración de justicia.
- Bonos – pagarés.
- Escuela capacitación maestros.
- Siembras colectivas.
- Medicinas.
- Carnicería.
- Servicio información.
- Servicio jurídico.
- Redes de apoyo.
- Pequeños estímulos materiales.
- Círculos de estudio.
- Industrias.
- Superación – continuidad.
- Estímulo social.
- Escuelas populares.
- Estímulo moral.
- Trabajo voluntario.
- Planificación.
- Desarrollo económico.
- Control popular
- Solo se seleccionó una muestra de los recursos.

3.8 Perfil:

- “Este ejemplar humano”: hombre nuevo.
- Asceta.
- Audaz.
- Reformador social.
- Cooperador.
- Disciplinado.
- Ansioso de liberación.
- Verdadero sacerdote de la reforma.
- Vida de ejemplo.
- Tener ideal.
- Adaptable.
- Callado.
- Sufrido.
- Devoto.
- Inventor.
- Virtuoso.
- Solidario.
- Heroico.
- Honesto.
- Luchador sin fronteras.
- Revolucionario agrario.
- Autodisciplinado.
- Sangre fría.
- Hermético.
- Controlado.
- Trabajador, eficaz, metódico.
- Espíritu de humanidad.
- Arquitecto propio de ese nuevo tipo humano.
- Con fe revolucionaria.
- Mejor en su oficio.
- Maduro.
- Creador.
- Con iniciativa en decisiones.
- Motor ideológico.
- Sacrificado.
- Honrado.
- Constructor.
- Entregar parte de la vida.
- Actitud comunista.
- Sacudir.
- Espíritu revolucionario.
- Agente catalizador.
- El hombre del siglo XXI.
- Grandes sentimientos de amor.
- Espíritu apasionado.
- Mente fría.
- Decisiones dolorosas.
- Cariño cotidiano.
- Motor ideológico de la revolución.
- Espíritu revolucionario.
- Internacionalistas.
- Libre.
- Pleno.
- Forjarse en la acción cotidiana.
- Ser consecuente.
- Dar duro, donde duela, constantemente.
- Entrar en revolución (Martí).
- Actitud fraternal frente a la humanidad.
- Luchar a muerte.
- Odiar el enemigo a muerte.
. Dedicado.

4. LOS ACENTOS DEL CHE

¿Cuáles son, de acuerdo a esa sistematización, los espíritus, los énfasis, las razones, las intransigencias, las emociones de lo que nos ha planteado Ernesto -Che- Guevara?

Asumiendo el cuadro en su totalidad, puedo señalar lo que a mi juicio es fundamental y donde pongo más énfasis, sin descartar ver otras posibilidades de cuestiones fundamentales:

4.1 En cuanto a las Condiciones Socioculturales, es el núcleo político armado, integrado a un ambiente y su paisaje, capaz de articular cuestiones cotidianas con los grandes fines, haciendo una nueva soberanía o poder, siempre organizando la vida, no importa en que condiciones difíciles va naciendo un hombre y mujer nuevos/as, de manera armoniosa. Ahora bien, esa nueva cultura y ese nuevo ser humano surge de la dinámica contradictoria de un núcleo originario transformador expansivo que actúa a partir o desde y en conflicto con la cultura hegemónica opresora, sus mecanismos, instrumentos, intimidades y actores, de manera tal que el resultado es una subjetividad y una mediación superior.

4.2 En esta dinámica o dialéctica contradictoria, establecer ciertas Situaciones o Concepciones a Superar. Una muestra de la conciencia de transformación, es la necesidad de superar ciertos eslabones, nudos, articulaciones o claves básicas/os referidos a valores, esquemas, mentalidades, actitudes, formas, apreciaciones, interacciones que no permiten: comprender adecuadamente la realidad porque se pretende sujetarla a recetas preestablecidas; entender la acción como una relación solidaria entre cada quien en su grupo de acción, por no hacer énfasis en lo individual; asumir una cierta línea básica de conductas o prácticas para establecer una mínima coherencia secuencial, al interiorizar como proceso debilidades que estructuran transigencias; imposibilidad de generar una progresiva autonomía de la conciencia y capacidad de decisión propias al dar continuidad a la conciencia y la interacción subordinada, dependiente, subalternizada, asumiendo como normal la división del trabajo del que piensa y el que ejecuta; orientarse hacia una relación administrativa desde arriba con los conglomerados o colectivos de masas, pueblo y funcionarios pretendiendo con ello generar simples ejecutores o repetidores de ordenes, instrucciones o políticas en general; no contribuir a crear las condiciones para el surgimiento de una dinámica o interacción en los agrupamientos en orden a la existencia de la asunción del proceso, de la apropiación de los mismos, de la continuidad de intereses por ellos, de la permanente decisión de intervención, cooperación y colaboración.

4.3 Como contrapartida de lo anterior, se evidencian propuestas de Nuevos Modos de Pensar y Actuar, referidos a: establecer una relación coherente entre lo dicho y lo hecho; pasar balance y sistematizar las experiencias; desarrollar estrategias como guías generales bien estructuradas, ordenadas en secuencias; mantener la apertura de la conciencia como situación adecuada para la conexión eficaz con la realidad y para el perfeccionamiento, la crítica y la autocrítica, la continua recreación personal y espiritual, alimentando con ello el elaborar con criterio propio; actuar siempre en relación a lo viejo, hacer el mayor esfuerzo por transformarlo, poniendo en cada caso algo de lo nuevo, no importa lo intempestiva o sorpresiva de la situación o momento a confrontar; admitir el cambio permanente y asumirlo desde una ética múltiple que incorpore la heroicidad, es decir, las decisiones superiores que involucran la existencia de cada ser humano, como respuestas de superación; diseñar y ejecutar políticas y planes desde una perspectiva más colectiva, más participativa, asumiendo las cuestiones más cotidianas o diarias, con creatividad.

4.4 La superación de ciertas situaciones y concepciones y el surgimiento de Nuevos Modos de Pensar y Actuar suponen un proceso que desarrolle cierto tipo de Habilidades Cognitivas que se construyen espontáneamente o intencionalmente: permanente actitud para dominar el lugar donde se esta situado, analizando lo más objetivamente cada situación presentada; articular pasado, presente, futuro para poder prever de la manera más eficaz a partir de adecuadas interpretaciones del proceso histórico; incorporar el saber técnico y científico referido a procesos y artefactos para potenciar el saber elaborado como fenómeno colectivo pero también individual; dirigir los esfuerzos de conocimiento al dominio de los mecanismos o fuerzas que abren la conciencia y templan la voluntad, para contribuir a liberar el pensamiento, la clarividencia (o visión superior) en los seres humanos; desarrollar procedimientos para tantear, penetrar y apropiarse de sentires, situaciones, hechos, reacciones, problemas tanto de conglomerados como de formas institucionales u organizativas, de manera tal que podamos alimentarnos, nutrirnos, crecer con una interacción que aporta, que agrega y nos previene del error, la equivocación en apreciaciones y acciones.

4.5 Además de las habilidades cognitivas, surgen de manera necesaria en el proceso, las urgencias de desarrollo de Habilidades Organizativas, las que se expresan en los siguientes rasgos: ensamblar o articular mediaciones que sean flexibles, capaces de adaptarse a situaciones diversas, expresando con ello un proceso permanente de construcción de ensayos políticos; tener como referencia planes estratégicos, que pueden y deben ser reestructurados porque es importante estar preparados para los hechos que determinan ajustes o variaciones; aprender a hacer el esfuerzo concentrado, el trabajo conjunto, la conformación de los núcleos revolucionarios activos o fuerzas o núcleos estratégicos, balanceando y jerarquizando (priorizando); establecer diversas formas de agregación, asociación y consulta con la intención de establecer el control popular sobre cualesquiera actividad, tales y como diálogos directos, asambleas, generalización de la emulación, organizaciones de masas diversas, organización de trabajo en los centros de manera tal que se pueda desarrollar un proceso de constructores reales de la sociedad.

4.6 Completando los tipos de habilidades anteriores (cognitivas y organizativas u organizacionales) es de relevancia señalar, también, aquellas referidas a ciertas condiciones orgánico-materiales de los seres humanos que implican una cierta concepción holística de las habilidades y que pueden ser categorizadas como Habilidades Físico-Motoras y que se refieren a : una corporeidad adecuada que permita cierto tipo de desplazamiento, a diversas velocidades y con una cierta consistencia; conocimiento de si mismo en cuanto a su propia potencialidad física para articular el conjunto orgánico con el uso particular de cada parte a partir de una cierta autodisciplina de manera tal que se establezca una relación estrecha entre la acción política y el cuerpo o mejor dicho, que cada cuerpo tenga unas cualidades para que la acción política transformadora sea de mayor calidad por su impacto.

4.7 Y para completar la visión global del cuadro matriz, un cierto énfasis en elementos que permiten potenciar todo lo anterior y que hemos denominado genéricamente Recursos, referidos a la necesidad de: estructurar unidades o centros, acopiar máquinas, herramientas e instrumentos, organizar formas o maneras periféricas de sostenimiento de esfuerzos estratégicos, formas organizativas y metodológicas de trabajo, incipientes expresiones de poder para su maduración; en suma diversidades de apoyaturas que permitan, por sus materialidades, dar raíces a la cultura revolucionaria (el modo de ser, hacer y desarrollar un proceso de ruptura social en sus territorios y entornos).

4.8 Aunque hubiera sido posible concluir el cuadro teniendo en cuenta, solo los aspectos, elementos o sentidos anteriores, procedimos a levantar un Perfil de los rasgos básicos que el Che, sistemáticamente, de manera reiterativa o volviendo sobre sus reflexiones, hacía en cuanto a distintas caracterizaciones, que acordes a su propuesta revolucionaria debe tener el guerrillero, el cuadro, el trabajador dedicado, el comunista, el joven rebelde, el citadino convertido, como proceso hacia un hombre (y mujer nueva, agregamos) nuevo: se hace énfasis, como “nuevo ejemplar humano” en un ser humano dedicado totalmente a la transformación social, que no se pertenece, absolutamente sacrificado y dador de sí, que empuja o cataliza la situación o proceso donde está, que ama y odia, que tiene una fuerza interior e ideología que lo hace persistente e inclaudicable como vida ejemplar y que si tiene que dar su vida la dá, con un sentido práctico de ofrendar para ser eficaz, con resultados transformadores.

En los rasgos del Perfil se pueden determinar otros aspectos no menos relevantes, que implican una poderosa interioridad de fe, ansiedad, disciplina, devoción, sufrimiento y que deben hacer del revolucionario un cierto tipo de asceta. En cierta medida el Che Guevara se impuso para él ese modelo de intransigencia en la conformación de la formación de fuerzas estratégicas de esa tesitura, de esa contextura política y ético-moral.

5. CONCLUSIONES

Para concluir, permítaseme traer palabras del propio Ché, comenzando por algunas que nos enlazan con ese perfil al cual él se asoció, cuando señalando al hombre o ser humano de vanguardia (hombre y mujer) dijo que “el hombre que va adelante impulsa a los demás a que lo alcancen, atrae a los demás hacia su nivel mucho más que aquel que desde atrás empuja con las palabras solamente”. Estas palabras pronunciadas el 31 de Enero de 1962 en la entrega de premios de la Emulación de Círculos de Estudio del Ministerio de Industrias resumen el valor apreciado y otorgado al ser humano que se construye como vanguardia humana, al valor y dimensión de su impacto como hecho pedagógico y político.

Realizar un Seminario alrededor del pensamiento y la obra de Ernesto Guevara de la Serna-Che, nos acerca un poco a comprender, sentir, lo que es una vida de vanguardia, “arquitecto propio de ese nuevo tipo humano”, “el hombre del siglo XXI”. Tomo por ello, de nuevo, la intervención citada del Che en el párrafo precedente, con otra intención: “eso me parece que debe ser la conclusión de esta noche; la importancia que tiene el estudio, la superación continuada, día a día, la discusión diaria de los problemas; la crítica y la autocrítica; la superación técnica; la previsión del futuro y la conciencia de que estamos EN UN NUEVO CAMINO y donde nadie nos puede parar, donde no hay formas de detenernos, pero donde sí nuestra acción puede acelerar o retardar el proceso y nuestro deber es acelerar el proceso al máximo mediante la voluntad conjugada de todos/as nosotros/as."


6. BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

6.1 Guevara, Ernesto-Che. Escritos y Discursos. Tomos del 1 al 9. Editorial de Ciencias Sociales. Ediciones Políticas. La Habana. 1977.

6.2 Szulc, Tad. Fidel: Un Retrato Crítico. Ediciones Gryjalbo. 1987.

6.3 Partido Comunista de Cuba PCC. Programa. Editora Política. 1986. Ciudad de La Habana.

6.4 Taibo II, Paco Ignacio. Ernesto Guevara, también conocido como El Che. Grupo Editorial Planeta. Novena Reimpresión. Abril 1997.

6.5 PCC. Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba. Tesis y Resoluciones. Edición Departamento de Orientación Revolucionaria del Comité Central. La Habana. 1976.

6.6 Colección UVERA. Días de Combate. Instituto del Libro. La Habana. 1970.

6.7 Gálvez, William. Camilo, Señor de la Vanguardia. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana. 1979.

6.8 Castro, Fidel. La Revolución Cubana. Ediciones ERA. 1972.

6.9 Rojas, Marta y Rodríguez Calderón Martha. TANIA, La guerrillera. Ed. Diógenes. 1971. 2da. Edición.

6.10 Núñez Jiménez, Antonio. En Marcha con Fidel. Editorial Letras Cubanas. 1982.

6.11 Barnet P., Thelma et-al. De Tuxpan a la Plata. Editorial Orbe. La Habana. 1979.

6.12 Cuba Internacional - Equipo de Redacción. Che: Sierra Adentro. Editorial Fuentes. Caracas. 1973.

6.13 Quevedo Pérez, José. La Batalla de El Jigue. Ediciones Huracán. Editorial de Arte y Literatura. La Habana, 1976.

6.14 Castro, Fidel. Discursos. Tomos 1, 2 y 3. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana. 1979.

6.15 Guevara. Che. Obra Revolucionaria. Ed. Era. 1978.

INSTITUTO TECNOLÓGICO DE SANTO DOMINGO JOSÉ MARTÍ NOS HABLA EN EL 2004:

INSTITUTO TECNOLÓGICO DE SANTO DOMINGO
(INTEC)

ÁREA CIENCIAS SOCIALES

CÁTEDRA DE PENSAMIENTO ANTILLANISTA

JOSÉ MARTÍ NOS HABLA EN EL 2004:
“DE ACÁ SE HACE LO QUE SE DEBE”

Dr. José Antinoe Fiallo Billini
Profesor del Área de Ciencias Sociales del INTEC y de la Escuela de Historia y Antropología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD)

24 de Junio 2004
Sala “Julio Ravelo de la Fuente”
Santo Domingo

A los organizadores del Grupo Minorista de Cuba y a los organizadores de la Juventud Minorista en Dominicana.

1. INTRODUCCIÓN: UNA INTENCIÓN

Leer, apropiarse de palabras dichas y escritas, es un ejercicio que puede tener diversas implicaciones sobre todo sí, al acercarnos a esas palabras lo hacemos, de nuevo, con una cierta intención política renovada, para buscar en ellas algunas sugerencias, que además de cierta racionalidad nos comunican una pasión que enlaza lo que fue dicho con nuestra aspiración ahora de un futuro, y presente porque no, mejores, diferentes, posibles porque decidimos hacerlos así.

Me pareció importante volver a leer a José Martí en estos días difíciles que anuncian otros por venir todavía más difíciles para la sociedad dominicana y latinoamericana, la región caribena y el mundo. Hice un esfuerzo para ver que nos quiere decir él hoy, ahora, con unas ciertas sugerencias de reflexión, sentado frente a nosotros y nosotras, pacientemente, con profundidades sutiles pero radicales. Él, fraternalmente, nos conmina a vernos, auscultarnos, para que decidamos un camino transformador y superemos todo el acumulado pendiente de abordamientos y soluciones para levantarnos como pueblos y sociedad, ante la oprobiosa ignominia de la opresión y dominación. ¿Qué nos dice José Martí ahora? ¿Qué nos susurra al oído para que nuestros conocimientos y nuestras acciones sean eficaces y transformadoras?

2. APRENDER PARA HACER LA POLÍTICA POPULAR CON
RESULTADOS: EL CONOCIMIENTO SOCIAL EFECTIVO

Lo primero que nos dice pertenece al sentido común del conocimiento: “Para andar por un terreno lo primero es conocerlo”.(1) No se trata que desde el primer momento lo sepamos todo, se trata de ir en el proceso de conocer donde estamos metidos, inmersos y hacia donde nos vamos a meter o en que nos vamos a meter. La complejidad del terreno implica un conocimiento específico, concreto, valioso.

Precisando aun más sus sugerencias, José Martí nos va entrando con profundidad en la temática del conocimiento y la acción, y como quien no quiere (así decimos los dominicanos y las dominicanas a veces) puntualiza: “Ahora la fuerza está en el saber, más que en los puñetazos, aunque es bueno aprender a defenderse porque la fuerza da salud y porque se ha de estar pronto a pelear, para cuando un pueblo ladrón quiera venir a robarnos nuestro pueblo”. Este texto es interesante, en cuanto nos presenta la caracterización de momentos de una lucha, cuando hay énfasis en el apropiarse de saberes para poder actuar adecuadamente sin olvidar que mientras usted acumula saber y hace luchas con menor carga de coerción material, es posible tener que ejercer la autodefensa si algún acontecimiento nos obliga. En ningún momento se trata de concebir una estrategia excluyendo formas o métodos de acción y luchas creativas, innovadoras y con capacidad sorpresiva.

Por ello el Apóstol nos dice de manera muy aguda y precisa: “la política es el arte de inventar un recurso a cada recurso de los contrarios, de convertir los reveses en fortuna; de adecuarse al momento presente sin que la adecuación cueste sacrificios, o la merma importante del ideal que se persigue, de dejar de tomar empuje, de caer sobre el enemigo, antes de que tengan sus ejércitos en fila y su batalla preparada”.

La necesidad de una concepción transformadora que implique el desarrollo de una práctica política capaz de superar cada momento, articular los momentos para potenciar la acción, de manera que ésta pueda ser sostenida sistemáticamente por la visión y la utopía, sin que éstas sean abandonadas o mediatizadas por un pragmatismo que por su dinámica lleva a la transacción y el oportunismo. Ello implica un pasado, presente y futuro en una misma intención de memoria, conciencia y estrategia, por lo que, sin nostalgias innecesarias, Martí nos recuerda como necesario que “Imitaremos a nuestros antecesores en bravura y recordaremos para evitarlos sus errores”, porque en nuestro caso es importante superar rasgos generacionales de estilos y concepciones políticas que nos impiden dar respuesta a los retos actuales. Por ello acentúa una propuesta muy actual con esta exigencia: “Nuestro país abunda en gente de pensamiento y es necesario enseñarles que la revolución no es ya un mero estallido de decoro, ni la satisfacción de pelear y mandar, sino una obra detallada y previsora de pensamiento”, porque, agregó en otra ocasión que “Prever es vencer”, ya que debemos tratar de tener siempre un paso adelante dentro del proceso.

Superar la improvisación, la falta de reflexión crítica sobre los procesos, la carencia de habilidades sutiles de naturaleza tanto “tácticas” como “estratégicas” requieren de una particular forma holística de abordar las situaciones y acontecimientos. Por eso José Martí se nos acerca y dice de forma directa: “Los sucesos históricos no pueden prepararse ni llevarse a cabo sin un cuidado exquisito, calculando con la mayor precisión posible el instante, los resultados y los elementos”. El nos conmina a tener dedicación en el abordamiento de los procesos, cuantificaciones que podrán parecer exageradas, pero que son exigencias de precisión, sistematización en cada paso o momento y capacidades para evaluar componentes, articulaciones de éstos y lo que ellos van produciendo según el curso social avanza.

Esa decisión de un conocimiento social efectivo y transformador, en sociedades como la nuestra y en un mundo opresor como el actual nos lleva irremisiblemente a buscar explicaciones y razones de fondo del por qué existen esas y éstas relaciones sociales de dominación que han producido más de 6 millones de dominicanos y dominicanas pobres. Martí, como quien no quiere (eso decimos a veces los dominicanos y dominicanas) nos suelta esta apreciación: “Se busca el origen del mal: se va derecho a él, con la fuerza del hombre capaz de morir por el hombre”… porque debemos dirigirnos a lo hondo de la problemática: “A la raíz va el hombre verdadero. Radical no es más que eso: el que va a las raíces… No se llame radical quien no vea las cosas en su fondo… Ni hombre, quien no ayude a la seguridad y la dicha de los demás hombres”.

Necesitamos de urgencia esa radicalidad, de ir al fondo, a la raíz: el orden social capitalista o burgués; necesitamos de urgencia la construcción de sujetos sociales radicales, es decir, aquellos hechos y hechas en el proceso de producir rupturas y transformaciones para superar fondos y raíces de la dominación y opresión.

3. LA CONSTRUCCIÓN DE LAS ACTITUDES
NECESARIAS: ENTREGA, SOLIDARIDAD
Y FIRMEZA

Para construir un conocimiento socialmente transformador, revolucionario, se requiere la construcción progresiva y simultánea de las actitudes, que como componentes de la subjetividad y la práctica garanticen la persistencia de la condición de sujetos comprometidos en los agrupamientos responsables de activar esas transformaciones. Lo primero es la emocionalidad de la opción frente a las realidades, entendida ésta no como una negación de la reflexión, sino como la decisión de comprometerse, como decimos frecuentemente, con el alma, con el corazón, con todo el ser como acercamiento. Él nos dice, en ese sentido que “la verdad no se razona, se reconoce, se siente, se ama”, con lo que nos insinúa que a ella debemos dejarla fluir hacia nosotros y nosotras, porque lo fundamental es la actitud nuestra de dejarla ingresar, penetrar, entrar, para entonces darle un cierto procesamiento a partir de esa decisión de recibirla.

Y ello implica un ser humano decidido a actuar, y por tanto ser, no por razones de ingenuidad o “pariguayería”, al decir nuestro; adecuadamente, sin malicia, sin maldad, sin autoritarismo, sin voluntad de dominación. Se trata según nos indica José Martí de que “ser bueno es el único modo de ser dichoso”, y para ello, como le decía a su hijo “Sé Justo”, porque para poder servir es con la bondad y la justicia que podemos entrar en la patria: “Quien piensa en sí no ama a la patria”. La construcción de una subjetividad, de una mentalidad luchadora en las prácticas por lo justo, requiere el superar radicalmente el individualismo de la civilización y sociedades burguesas, para poder hacer “lugares felices”, patrias, lugares que nos acojan con fraternidad, cariño, amor y nos reconozcan y nos reconozcamos como hermanos y hermanas.

Esas actitudes definen, en las sociedades, a los seres humanos y él nos lo precisa de la siguiente manera: “Tiene el mundo dos razas: parecida a los insectos, la una la de los egoístas… la otra la de los generosos”. Los generosos y las generosas producen unas dinámicas solidarias y una autoridades morales de energías insospechadas, aún cuando en ocasiones no sean muchos y muchas. Martí, tratando de ser muy objetivo en el contexto social y mundial de su época, pero proponiendo acercamientos hoy muy actuales juzgaba y nos juzga: “Escasos, como los montes son los hombres que saben mirar desde ellos y sienten con entrañas de nación y humanidad”. Salir de sí para ir hacia los y las demás, desde conglomerados, sujetos y clases cercanos o locales o a las dimensiones planetarias del género humano identificándose no con el yo sino con el nosotros y nosotras, todos y todas. Nada para nosotros y nosotras, todo para todos y todas como nos han dicho en nuestros días los y las que habitan en los territorios zapatistas de Chiapas.

Porque es a partir de mirar desde nosotros y nosotras hacia las entrañas de donde están los y las demás, fundamentalmente allá abajo, en lo hondo de la opresión social, desde donde podemos comenzar a hacer nuevos seres humanos decididos a transformar. El Apóstol nos dice como son esos seres humanos que se definen en contextos de conflictos: “Cuando hay muchos hombres sin decoro hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres… Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que roban a los pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro… En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana”.

Los dominicanos y las dominicanas, en una sociedad donde hegemonizan el autoritarismo, la corrupción y la acumulación opresora, el descaro político partidario, el secuestro de la representación política, la adopción de modas por imposición imperial (consenso, transparencia, gobernabilidad, competitividad, coaliciones, etc.), requerimos, necesitamos construir las actitudes ejemplificadoras, articulando la creencia, la convicción, con la práctica, la acción, para asumir autoridad moral y política y en ese sentido José Martí nos plantea esta opción: “El hombre de actos solo respeta al hombre de actos… el político de razón es vencido en los tiempos de acción; vencido y despreciado… a menos que a la hora de montar, no se eche la razón al frente y monte… La razón si quiere guiar, tiene que entrar en la caballería; morir para que los respeten los que saben morir”.

Él lo hizo, el dió ese ejemplo en la manigua cubana cuando montó y fue muerto en la caballería; esas palabras fueron su testamento y esas palabras podrían ser el testamento de algunas y algunos de los que estamos hoy aquí, si sabemos colocarnos en el lugar preciso el día del testimonio, porque él nos dijo que “donde esté mi deber mayor, adentro o afuera, allí estaré yo”, y ese deber mayor puede ser la muerte, la decisión de morir para que ella tenga un sentido trascendente de utilidad mayor. El Apóstol sentenció y nos llama a sentenciar: “El deber del hombre está allí donde es más útil”, más útil a la humanidad, a las patrias, a los pueblos, porque la utilidad es definida por las urgencias de liberación de los seres humanos y las respuestas de conciencia de los generosos y las generosas, de los buenos y buenas, de los justos y las justas, de los que sienten y las que sienten, de los que y las que están allí donde son más útiles a las mayorías populares.

Esa decisión y opción de luchar tratará de ser justa y generosa en toda la extensión de la palabra y la acción, pero con una advertencia que él nos hacía junto a la firma de Máximo Gómez en el “Manifiesto de Monte Cristy”, cuando les decía a las fuerzas de la dominación y opresión coloniales y en una perspectiva antillanista que: “No nos maltraten y no se les maltratará. Respeten y se les respetará. Al acero responda el acero y la amistad la amistad”. Durante decenas de años recientes los dominicanos y las dominicanas, en lo contemporáneo, hemos vivido en deterioro creciente: pérdida del poder adquisitivo de los salarios, inflación, robo del patrimonio público, acuerdos perversos con el Fondo Monetario Internacional, salud y educación en deterioro, medio ambiente saqueado y depredado, creciente violencia urbana, autoritarismos políticos desde sutiles hasta descaradas militarizaciones. Él les dice a los responsables y nos lo recuerda a nosotros y nosotras y lo repetimos: “No nos maltraten y no se les maltratará… Respeten y se les respetará”.

4. ORGANIZACIONES POLÍTICAS QUE EXPRESEN
LA SOCIEDAD Y EL PUEBLO

Para impedir que se nos maltrate y lograr que se nos respete José Martí hace unas sugerencias muy actuales a los dominicanos y las dominicanas. Lo primero sobre lo que nos llama a reflexionar es en relación a la naturaleza de los partidos políticos. Nos dice: “Nada son los partidos políticos sino representan condiciones sociales”, porque, agrega el Maestro que “a su pueblo se ha de ajustar todo partido político”.

Cuando en los finales de la década de los setenta y comienzos de los ochenta tratábamos de definir y actuar una “línea de masas”, es decir, comenzar a hacer política en el pueblo, dentro del pueblo, como una acción popular propiamente dicha, se entendía el partir de unas condiciones sociales, de un ajuste de la organización política a la vida del pueblo, el vivir junto al pueblo, en hacer nutriéndose de las culturas populares.

Porque el punto de partida es otro; la razón de ser está en otros lugares y los sentidos y significatividades surgen de nuevas articulaciones. José Martí abunda en sugerencias para nosotros y nosotras: “Los partidos que arrancan de la conciencia pública; los partidos que vienen a ser el molde visible del alma de un pueblo y su brazo y su voz; los partidos que no tienen por objeto el beneficio de un hombre interesado o de un grupo de hombres no se han de organizar con la prisa indigna y artificiosa del interés personal, sino como se organiza el Partido Revolucionario Cubano, con el desahogo y la espontaneidad de la opinión libre”.

En efecto, al hacer la política desde abajo donde están los pobres y oprimidos, es el alma de ellos lo que permite hacer formas, maneras y métodos de organización para decir palabras de justicia y hacer acciones liberadoras, teniendo como eje intereses comunitarios y liderazgos colectivos, cooperativos, asociativos, tratando de articular la espontaneidad con la necesidad de estrategias constructivas. Por ello, y sin que su opinión implique un menosprecio a la pedagogía y la acción pedagógica nos dice: “No enviaremos pedagogos por los campos sino conversadores”. De lo que se trata es de partir del dialogar y no, como en la perspectiva tradicional, el “enseñar”, es decir, de nosotros y nosotras hacia ellos y ellas en una dinámica de interacción unilateral. Se trata de todos y todas hablando, diciendo, intercambiando, asumiéndonos, dialogando, conviviendo en el hacer como agrupamientos y colectivos que se aceptan como aportadores en la palabra y la acción.

Esto implica el construir y producir un hacedor de la política diferente, un ser humano o ciudadano distinto al tradicional, al mercenario, al agente de intereses del orden y el sistema y que pertenecen al “mundo” exterior de las mayorías populares. Por eso nos plantea que “los políticos nacionales han de reemplazar a los políticos exóticos… Injértese en nuestras repúblicas el mundo pero el tronco ha de ser de nuestras repúblicas…”, porque, nos agrega, que “el gobierno ha de nacer del país”.

La dinámica pues, se refiere, a la acción que se sustenta fundamentalmente en las fuerzas endógenas; que las estrategias tengan un sustento en las entrañas de las relaciones sociales y que desde esa interioridad nos relacionemos con el mundo. Son la multiplicidad de entrañas, de lugares endógenos, sus articulaciones, lo que permitirá una efectiva contrahegemonía frente al proyecto mundial de dominación de los polos imperialistas de la actualidad.

5. UNIÓN DE LOS PUEBLOS O
DOMINACION NORTEAMERICANA

El tronco de nuestras repúblicas debe surgir de la trama endógena donde moran las mayorías populares, como dice el Apóstol, porque de lo contrario como él mismo afirmaba…: “Y vendrán los Estados Unidos a ser… los señores pacíficos y proveedores de todas las Antillas”, lo que nos recuerda hoy la vocación colonial de la élite burguesa y partidaria que busca, bajo protectorado yanki y fondo- monetarista, tratados llamados de “libre comercio” y de asociación política y militar con “comandos sur” y “cooperación antiterrorista”.

Ello no es de nuestros intereses, repito, como los acuerdos de “libre comercio” ya pactados por el Estado neoliberal dominicano, y es José Martí quien nos describe un escenario como el actual cuando nos dice: “A todo convite entre pueblos hay que buscarle razones ocultas… Si dos naciones no tienen intereses comunes no pueden juntarse. Si se juntan, chocan. Los pueblos menores… no pueden unirse sin peligro con los que buscan un remedio, al exceso de productos de una población compacta y agresiva”.

En efecto, los países capitalistas hegemónicos, protegidos por el nuevo orden mundial neoliberal, buscan hoy más que nunca ‘inundar’ con excedentes las sociedades periféricas y semiperiféricas, sea por el control directo multinacional o por la apropiación de nuevas alternativas productivas. Y ya, premonitoriamente el Apóstol nos recomendaba muy lúcidamente a partir de una interrogante: “¿Conviene a Hispanoamérica la unión política y económica con Estados Unidos? Quien dice unión económica dice unión política. El pueblo que compra, manda. El pueblo que vende, sirve. Hay que equilibrar el comercio, para asegurar la libertad”. Y esto que fue dicho hace más de 100 años a nosotros, hoy en el 2004, nos sugiere algo más ya dicho a nuestros oídos por Martí: “Gobernar no es más que prever” y debemos prever ahora más que nunca, ante estos acuerdos antipopulares y antinacionales y estar dispuestos y dispuestas a cancelarlos y abandonarlos, porque el mismo Apóstol, en una carta firmada el 18 de Febrero de 1895 en Santiago de los Caballeros remachaba: “Prever es vencer”.

Y como si estuviera viviendo en este año de las “negociaciones” del llamado Tratado del Libre Comercio entre Dominicana y el Imperio Yanqui y haciendo una especie de juicio al actual régimen, gobierno de turno o dictadura ahora sutil de la élite, nos dice con clarividencia el Apóstol: “Cuando un pueblo es invitado a unión por otro, podrá hacerlo con prisa el estadista ignorante y deslumbrado, podrá celebrarlo sin juicio la juventud prendada de las bellas ideas, podrá recibirlo como una merced el político venal o demente y glorificarlo con palabras serviles, pero el que siente en su corazón la angustia de la patria, el que vigila y prevé, ha de inquirir y ha de decir qué elementos componen el carácter del pueblo que convida y del convidado, y si están predispuestos a la obra común por antecedentes y hábitos comunes y si es probable o no que los elementos temibles del pueblo invitante se desarrollen en la unión que pretende, con peligro del invitado; ha de inquirir cuáles son las fuerzas políticas del país que le convida y los intereses de sus partidos, y los intereses de sus hombres, en el momento de la invitación… Y el que resuelva sin investigar, o desee la unión sin conocer o la recomiende por mera frase y deslumbramiento, o la defienda por la poquedad del alma aldeana, hará mal a América”.

6. HACER, LUCHAR, CREAR: SIEMPRE
Y EN CUALESQUIERA LUGAR

Para construir un mundo justo y de justos y justas es muy importante centrarse en la acción, con pasión y razón, sobre todo en estos momentos de aguda globalización neoliberal y de generalizada agresión de las potencias imperialistas que pretenden administrar el mundo en sus cenáculos de los que ellos y ellas llaman, usurpativamente, la “comunidad internacional”. Ante este contexto y su sistema de relaciones de dominación José Martí nos haría la siguiente propuesta: “Hacer, el único modo eficaz de responder”, que es tanto una cierta epistemología de inserción y una “filosofía de la praxis” al estilo de Antonio Gramsci.

Esa decisión de responder así implica una opción y una acción de resistencia, de negación, de no aceptación de la manera, forma o estilo como las minorías dominantes, dominan, valga la redundancia. Y Martí nos entrega una perspectiva: “Un pueblo está hecho de hombres que resisten y hombres que empujan: del acomodo que acapara y de la justicia que se rebela…”, porque al entrar en la memoria de nuestros pueblos visualizaba que “Esta es América la tierra de los rebeldes y de los creadores”.

La insistencia en la decisión de hacer transformadamente, creadoramente, es porque la práctica, la acción, es la única garantía de la construcción de la firmeza. En un momento dominicano donde tantos simuladores, tránsfugas, camaleones, vencidos, oportunistas, hipócritas y traidores cubren el escenario de los espectáculos de la mentira. José Martí con su palabra incisiva y directa, cargada de una antropología de la construcción del ser humano nos dice: “Allí donde se ha peleado menos, el carácter tardará más en desenvolverse y los hombres han adquirido hábitos funestos; donde se ha peleado más, se ha andado más aprisa; se ha pasado por lo inevitable y se está llegando a lo útil… Así dan frutos los campos bien regados”.

Para enfrentarse a los maltratos e irrespetos sistemáticos a que nos somete el orden y sus regímenes políticos o gobiernos, debemos luchar, debemos pelear: apagones, costo de la vida incosteable, crisis ambiental en crecimiento, violencia institucionalizada generalizada, posible cierre hacia un orden colonial norteamericano. Si somos rebeldes y creadores debemos pelear más porque entre otras cuestiones éticas está en juego nuestra honestidad y él nos lo dice de esta manera sencilla: “Un hombre que obedece a un mal gobierno, no es un hombre honrado”. La honradez de nosotros y nosotras está asociada a esa opción práctica de desobediencia a lo mal hecho, a lo fraguado con maldad, a la dominación y opresión como mal sistémico gestionado por ‘gobiernos’.

No obedecer a los malos gobiernos y decidirse a hacer luchas y pelear, como nos sugiere José Martí, es un camino difícil, complejo, que nos obliga a sacar de abajo y aprovechar todos los recursos de las luchas, recursos que están ahí. Él, refiriéndose a otras circunstancias pero diciéndonos que habría hecho en ellas de estar allí, en el contexto de dominación colonial, se propuso: “Lo mejor era irse al monte, con el valiente Guaroa y con el niño Guarocuya, a defenderse con la piedras, a defenderse con el agua…”.

Respetando el lugar donde él escoge para irse, como espacio cimarrón de las peleas, él nos dice que hay que ir y estar en los ámbitos donde que son favorables para las luchas y encontrar y crear los recursos, que aunque parezcan alejados de la imaginación ‘tecnológica’ de las bombas de ‘alta precisión’ y ‘daños colaterales’. Se trata de escoger en el momento preciso lo que debe ser hecho: “Al acero responda el acero y la amistad a la amistad”, nos agrego Martí para deslindar los campos.

Lidiando con el ‘lenguaraje’ (así decimos también de vez en cuando los dominicanos y dominicanas) de la modernidad, entre ‘gobernabilidad’, ‘consenso’, ‘sociedad civil de arriba’, ‘nos deben gobernar bien’, ‘competitividad’, ‘resolución de conflictos’, necesitamos nuestro propio sociolecto crítico, propositivo, peleador y popular.

Es la búsqueda por su construcción progresiva, de un poder nuevo, de una capacidad de hacer, decidir, controlar diferente. El Apóstol antillano lo dice así: “De abajo a arriba; no de arriba abajo”, al referirse a la representación política que “es el pueblo que las da a quien se ocupa de él y le hace bien”.

Y la dimensión desde abajo hacia arriba y no todo lo contrario como ahora acontece, tiene vocación universal al través del compromiso político internacionalista como globalización de la estrategia liberadora. Reflexionando en una carta al dominicano Federico Henríquez y Carvajal, el revolucionario de origen cubano José Martí define algo de dimensión transnacional: “De Santo Domingo ¿por qué he de hablar? ¿Es eso cosa distinta de Cuba? ¿Usted no es cubano?, ¿y hay quién lo sea mejor que usted? ¿Y Gómez no es cubano? ¿Y yo, que soy, y quién me fija suelo?... Esto es aquello y va con aquello”.

Allí donde estemos está el deber, el llama, nos convoca y no tiene que ver de dónde venimos y dónde hemos estado. Y en momentos, lugares, coincidimos con un mismo llamado, reto, exigencia que hacen un deber como respuesta. Deber y hacer son componentes de una vergüenza, un decoro y unas peleas. Por eso su última sugerencia para el ahora y para el siempre. José Martí concluye y culmina sus palabras para nosotros y nosotras: “De acá se hace lo que se debe”… “padezcan y trabajen”. Y si le hacemos caso a sus palabras reflexivas que se desplazan en el tiempo con autoridad moral y política lograremos, él y nosotros y nosotras, algo que buscaba José Martí y que lo dijo así: “Y así se habrán mezclado en sus vidas aires de las almas de Santo Domingo y las de Cuba”.

Entre ellas la de él y las nuestras. Así sea.

(1) Notas y Citas Bibliográficas: todas las citas han sido extraídas de: Obras Completas, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1975; Colegio Universitario UASD: Algunas Ideas Actuales de José Martí, Septiembre 1992, Centenario Primera Visita de Martí a República Dominicana;Marti en Santo Domingo, E. Rodríguez Demorizi, Gráficas M. Pareja, 2da. Edición. 1978.

Democratización de la democracia (I)

Nota de aporrea: El primer artículo de esta serie , Democratización de la democracia (I)
La triple victoria de Chávez fué publicado en Aporrea el pasado 7/09/2004.
Ver: http://aporrea.org/dameletra.php?docid=9718


La victoria de Chávez que lo ratifica en el poder hasta el 2006 y su reconocimiento mundial, no obedece al curso de los conflictos entre los empresarios de Nueva York y los Halcones que dominan la Casa Blanca. Por el contrario, demuestra la decisión del pueblo venezolano de ejercer la autodeterminación nacional, de defender su papel protagónico en la política y de continuar el curso de la revolución bolivariana, en rechazo a las pretensiones de reducirlo a la exclusión y la invisibilidad.

Quito-Ecuador. Marcelo Larrea(*). el Sucre.
La victoria de Chávez en el referendo del 15 de agosto pasado, en lugar de revocar su mandato como pretendió la oposición y la Casa Blanca, lo ratificó por cuarta vez en 5 años, en el ejercicio del poder.

Nunca antes en la historia mundial, un Jefe de Estado ha sido expuesto a un proceso de relegitimación tan constante como él. Electo en 1999, se presentó por su propia iniciativa a nuevas elecciones el 2000. El 2002, secuestrado y depuesto en un golpe de estado, fue restituido por una insurrección popular. Y ahora ha sido refrendado en las urnas con un 59% de votos.

El suceso único, no sólo es sorprendente en éste aspecto, lo es además, porque contiene la derrota sucesiva de sus opositores, la vieja partidocracia local y la administración Bush, la oligarquía rentista interna y sus socios del capital transnacional. De esta forma, abre el horizonte de un proceso de descolonización de la política venezolana, que está demostrando que el poder político puede gestionarse sin la manipulación colonialista de Washington, si se basa en la voluntad soberana del pueblo.

Los sucesivos triunfos de Chávez, no son un producto artificial del marketing político. No obedecen a una suerte de chavezmanía, supuestamente montada al estilo con el que se venden presidentes en Estados Unidos, no. Él ha sido estigmatizado y victimizado por una chavezfobia mediática al interior y exterior del país, y no idolizado, como por ejemplo lo fue Gorbachev, cuando pavimentaba el camino a la disolución de la Unión Soviética. La realidad ha probado que ni la Gorbymanía no pudo detener su colapso, ni demonización de Chávez, derrotar a la revolución bolivariana.

La historia que hoy vive Venezuela, no puede ser comprendida en la superficie, ni por la arbitraria manipulación mediática, es necesario el examen del proceso que la sustenta.

¿Por qué apareció el chavismo?

Desde la perspectiva contemporánea, el referente nodal del actual proceso es el “caracazo”. La masacre indiscriminada de miles de ciudadanos, ordenada por el gobierno adeco (“socialdemócrata”) de Carlos Andrés Pérez, en 1989. De ésta forma suprimió una insurrección popular espontánea en contra de un programa económico neoliberal ordenado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), dirigido a elevar los beneficios de los acreedores de la deuda externa del país a expensas de las condiciones de vida de los venezolanos.

La Venezuela saudita, plagada de petrodólares, había sido víctima de un saqueo ponderado en varios cientos de miles de millones de dólares y de la pretensión de la hipoteca de su petróleo por medio de la acumulación sistemática de la deuda externa. La pobreza y la miseria se habían extendido sobre la mayoría de la población, en tanto, una pequeña capa oligárquica inflaba su riqueza, permitiendo que el capital transnacional se apropie de la mayor parte de los recursos y ganancias del país.

Emergieron entonces, sangrientamente todas las contradicciones concentradas en la continuación de la explotación colonial de Venezuela. El servilismo del gobierno y de la partidocracia, a las draconianas imposiciones del FMI. La subordinación ciega al capital extranjero de una clase económica dominante, a expensas incluso de sus propios intereses y de las expectativas de su crecimiento y de su nación. La opresión de un pueblo condenado al analfabetismo, el desempleo, el desamparo y la miseria, sometido a la invisibilidad, en una sociedad basada en el control del poder por una opulenta y abúlica oligarquía rentista de corte colonial. La inexistencia de medios de expresión política de la adolorida gente común, que le condujeron en ese punto de inflexión, a explotar espontánea y súbitamente como un volcán.

La respuesta de la “democracia de papel”, frente a la inesperada voluntad del pueblo de expresar su existencia, fue fría y brutal: mantener su invisibilidad reprimiéndolo, con los recursos despiadados de la masacre, el disparo indiscriminado en las calles, al cuerpo de hombres, mujeres, ancianos y niños. La gente vivió con dolor el uso de la policía y el ejército como órganos del terror contra el pueblo, para proteger los intereses de los saqueadores de la república. La Venezuela saudita, de la oligarquía del derroche, triunfó sobre un océano de sangre. Aparentemente nada había cambiado. En realidad: todo había cambiado.

La primera señal posterior en la superficie de ese cambio, apareció en el levantamiento militar del 4 de febrero de 1992, que puso en evidencia la vulnerabilidad de la denominada “fortaleza democrática de América Latina” y del poder de la oligarquía colonialista de Venezuela. Cuando el grupo de militares comandado por Chávez se movilizó para derribarlo, nadie salió a defender al régimen de Carlos Andrés Pérez, señal inequívoca de que la luna de miel de Acción Democrática (AD) con el pueblo, forjada en la resistencia a la dictadura militar en la década del 50 y sostenida en las tímidas reformas y concesiones en la “democracia” de papel, había concluido. Pérez, pudo sostenerse en el poder, sólo por la superioridad mecánica de las Fuerzas Armadas sobre los insurrectos.

El caracazo y luego el histórico 4 de febrero, dejaron a la estructura del poder armada tras la caída de Pérez Jiménez en el Pacto de Punto Fijo, gravemente lesionada. La partidocracia se escindió. El ex – presidente, Rafael Caldera, salió del partido socialcristiano que fundó, COPEI, para con una voltereta hacia la izquierda, asumir el poder en medio del vacío de poder. La alianza con Teodoro Petkof, Pompeyo Márquez y sectores de la izquierda que colaboraron en mantener intocada la vieja estructura con algunos toques cosméticos, aseguró tanto la continuidad de las políticas del FMI y la hegemonía de la oligarquía rentista, cuanto que el vacío de poder continúe, vacío.

Ese vacío de poder cada vez más profundo, sólo pudo ser llenado con el ascenso de Chávez en las elecciones de 1998, tan inesperado para la oligarquía como la existencia política del pueblo, el caracazo y el 4 de febrero.

La clave del vertiginoso crecimiento del chavismo, sin embargo, no sólo fue el vacío de poder. De alguna forma, la necesidad fue creando el órgano. Incluyó una diversidad de componentes. El sentimiento en la piel de que la IV República había mostrado su descomposición histórica en el “caracazo”, cuando reveló con crueldad, su rostro asesino. La determinación nacionalista y patriótica de los militares comandados por Chávez, dispuestos a no permitir nunca más que los soldados sean usados para matar a su pueblo, que sus riquezas sean exportadas a expensas de su miseria, que la Patria de Bolívar, su República, fundada en una revolución anticolonial de dimensiones continentales y mundiales, sea tratada como un juguete en manos de las misiones del FMI. La invocación a las tradiciones revolucionarias del pueblo venezolano, su heroica participación en la revolución independentista por la que combatieron y murieron en todo el continente. La memoria de la revolución federal de Zamora. La convergencia de todos cuantos habían resistido estoicamente la brutalidad de un régimen político que, inundado de petrodólares fabricaba como su símbolo misses universo como coca colas en serie, en tanto condenaba a la ignorancia a sus niños y jóvenes y fomentaba la delincuencia y la violencia masiva con sus perversos mecanismos de la exclusión sistemática, frente al desenfrenado culto del consumismo y la corrupción. El descubrimiento cada vez más profundo de que el poder no pertenece a los dictámenes coloniales del capital extranjero y sus agentes, sino a la nación y al martirizado e invisibilizado pueblo venezolano.

La vieja y la nueva Venezuela ingresaron en un conflicto decisivo en el “caracazo”, el baño de sangre de la revolución bolivariana. Desde entonces, inspirada en el dolor de los mártires, la locomotora de la historia ha continuado indetenible, buscando y abriendo horizontes.

La realidad política de Venezuela para los “gurús” del Departamento de Estado, se salió del guión. También para los teólogos de la izquierda. La necesidad creo un camino.

La conspiración permanente

Una tarde conversando con Chávez, cuando enfrentaba el sabotaje petrolero, en el helicóptero presidencial que nos llevaba sobrevolando las costas del Caribe, de la refinería el Palito al Palacio de Miraflores, en su estilo franco y sincero me contó una anécdota emblemática. Cuando fue electo, antes de posesionarse, él hizo una gira internacional y en ella había incluido una visita a La Habana y Washington. En algún lugar de su travesía recibió una llamada telefónica indicándole que si él viajaba a La Habana, no sería recibido en Washington, en el estilo clásico con el que la Casa Blanca ha tratado a sus títeres en América Latina. Chávez respondió que no dejaría de ir a La Habana, que no permitía que nadie le imponga la agenda al Presidente de un país soberano.

Desde que asumió el poder, fue claro para la vieja oligarquía venezolana, y sus titiriteros de Washington, que el nuevo Presidente no era una mercancía. Ésta desató una guerra de clases dirigida a proteger sus intereses y la amplia participación en la riqueza de su país del capital transnacional, principalmente estadounidense, buscando su derrocamiento a través de una conspiración permanente, por todos los medios.

El primer instrumento fue y es la fábrica mediática del imaginario colectivo. Sus lanza misiles: la televisión, la radio y la prensa, golpean todo el tiempo la imagen de Chávez, como en un bombardeo de saturación estilo “tormenta del desierto”, profundizando el libreto que usaron en su contra desde que apareció en la escena política.

Al gusto ya clásico del Departamento de Estado y la CIA, la campaña se ha caracterizado por la demonización mediática de la víctima. Chávez es presentado como un gorila golpista, procedente de las discriminadas “razas inferiores”, una cruda versión venezolana de Pinochet, Videla o el piña Noriega, curiosamente, personajes todos formados en la incubadora del Pentágono, la Escuela de las Américas, y leales súbditos de su majestad el dólar, datos que siempre omiten. Para denigrar su respaldo popular y sus políticas nacionalistas en defensa de los intereses de Venezuela versus los del capital extranjero y su preocupación por las políticas sociales, lo han presentado como un “populista”, usando el concepto seudo-sociológico, manejado por el Departamento de Estado, para descalificar a cualquier político latinoamericano que ose afectar sus intereses o salirse de su irrestricto control, con el que han constituido un saco de gatos en el que incluyen con frecuencia además a los políticos corrompidos y desacreditados del continente. Y, lo atacan acusándolo de seguir a Fidel y llevar a Venezuela al castrocomunismo.

En su visión estratégica, esto implicaría su aislamiento nacional e internacional, el mundo debe excomulgarlo: la izquierda por ser un gorila y la derecha por ser comunista, e izquierda y derecha juntas, por ser un populista. No debe tener apoyo en ninguna parte ni puerta de escape. El objetivo repetido en cada nuevo enfrentamiento ha sido imponer una matriz de opinión opuesta a Chávez, que en su desarrollo debe transformar su legitimidad política en su opuesto y producir su colapso.

Bajo la cobertura de la defensa de la libertad de prensa, el 99% de los 500 medios de Venezuela y sus repetidoras internacionales, monitoreadas por la CIA, no han descansado un solo día en cumplir esta conspiración contra un Jefe de Estado democráticamente electo, en un proceso que atenta contra el derecho a la información veraz, pero, además lesiona la soberanía y seguridad de la nación, y como tal, es sancionada por los códigos penales en todos los países del mundo. Chávez, no ha usado la ley en contra de la guerra mediática, ni una sola vez, a pesar de que ésta ha sido un recurso fundamental de las ofensivas para derribarlo a él y a la democracia venezolana, sin embargo ha visto como todas han fracasado.

El segundo recurso de la guerra, se ha formado con la asociación de los partidos políticos otrora irreconciliables, desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda, desde Primero Justicia hasta Bandera Roja, incorporando a AD, COPEI ( el partido socialcristiano) y posteriormente al MAS (Movimiento Al Socialismo). Su tarea derribar a Chávez como sea, con los métodos fascistas que usaron en el golpe del 2002 e incluso a través del magnicidio como lo ha declarado ante las cámaras de la televisión internacional, el ex – Presidente Carlos Andrés Pérez.

Como tercer recurso, ha operado la asociación de la burguesía empresarial organizada en Fedecámaras con los trabajadores básicamente del sector estatal organizados en la burocratizada Central de Trabajadores de Venezuela, (CTV) dirigida por AD. Ellos han protagonizado la huelga de diciembre del 2001, la de abril del 2002 que desencadenó el golpe que suprimió todos los poderes e instaló una suerte de un súper dictador, y el boicot petrolero de diciembre y enero del 2002-2003.

El cuarto recurso, ha sido el uso de las redes de inteligencia montadas habitualmente por la CIA y el Pentágono en las Fuerzas Armadas y la policía en los países latinoamericanos. Apoyados en ellas han dado golpes continuos para desprestigiar a Chávez, como la presencia de Vladimiro Montesinos y la pretensión de asesinarlo en Caracas, las insurrecciones de oficiales en servicio activo que alentaron los espectáculos sangrientos de la Plaza Altamira, el golpe del 2002, el sabotaje petrolero, los atentados terroristas a las embajadas de Cuba, España y Colombia y hasta la importación de paramilitares colombianos, para desencadenar una escalada terrorista en el camino de un magnicidio, un golpe de estado y una invasión extranjera.

A la combinación de éstos recursos se han sumado las declaraciones intervensionistas de los funcionarios del Departamento de Estado y la Casa Blanca, como Collin Powell, Roger Noriega, Otto Reich entre otros. Ellas han contenido su aval al golpe de estado fascista de abril del 2002 y el manejo de la pretensión de usar la Carta Democrática de la OEA, para encubrir una intervención, una invasión militar de EEUU para detener a Chávez, matarlo o llevarlo al exterior como lo hicieron con Bishop, Noriega o Aristide, disciplinar al pueblo venezolano al estilo sangriento del caracazo y devolver el poder a la oligarquía títere a su servicio.

Pero, todos estos mecanismos reiteradamente han fracasado. Chávez no es simplemente un individuo, es la suma, síntesis y cifra de un proceso político, inseparable del chavismo, la forma en la que el pueblo organizado o no, ha llenado el vacío de poder de la vieja Venezuela y busca ejercer su soberanía nacional y política en la construcción de una nueva Venezuela.

La guerra por otros medios

En tanto la oposición ha sustituido la política por los métodos de la guerra, en su obsesión de derrocar a Chávez, él y el pueblo sujeto del proceso, han respondido a ésta guerra por los medios de la política, invirtiendo dialécticamente la lógica de Clausewitz. Han impedido así, que se desencadene una guerra civil o una invasión yanqui y derrotando una a una, la cadena de conspiraciones.

Su escudo defensivo y a la vez arsenal ofensivo, ha sido la Constitución. Elaborada por una Asamblea Constituyente electa por voto universal y expedida en referendo en 1999, es indiscutiblemente el poder originario y como tal la fuente legítima de la legalidad. No es extraño por eso, que tanto Chávez como el pueblo, lleven la Constitución en su bolsillo y la usen como su ejército en cada batalla política.

Frente a la guerra mediática, al golpe de estado, al sabotaje y el boicot, al terrorismo y al paramilitarismo, a las intervenciones de los voceros de la Casa Blanca y a las amenazas de invasión extranjera, el arma esencial de la revolución bolivariana, ha sido la soberanía popular. Y ha probado su fuerza en cada episodio crítico. En el putch del 2002, el pueblo no abandonó a Chávez, como lo hizo con Pérez 10 años antes. Masivamente movilizado en todo el país integró a los soldados, depuso a la dictadura de Carmona y restituyó al presidente secuestrado, en una insurrección espontánea, que usó como símbolo precisamente la Constitución. Frente al sabotaje petrolero de fines del 2002 e inicios del 2003, que pretendía la salida del Presidente, el pueblo recuperó las instalaciones petroleras y se impuso la figura del referendo revocatorio establecido en la Constitución. La preeminencia de los medios políticos ha triunfado una y otra vez y con ella la democracia bolivariana.

La oposición encerrada en su propio laberinto y debilitada por sus fracasos, que incluyen las pérdidas millonarias que sufrieron por efecto de la huelga de diciembre-enero del 2002-2003, fue llevada del terreno de la conspiración golpista no a la cárcel, sino al régimen de derecho y en consecuencia a disputar el poder con todas las facultades por los medios legales y pacíficos, bajo la observación garante de la OEA dirigida por César Gaviria y el Centro Carter.

El violento enfrentamiento financiado por la oposición millonaria subsidiada con dineros de la CIA, como lo ha declarado públicamente Roger Noriega de la administración Bush, se encontró con un muro de contención, el referendo presidencial, que habilitó el camino a una solución pacífica de las controversias, sin lesionar la soberanía del país y sin someter a Venezuela a las graves e imprevisibles consecuencias humanitarias y sociopolíticas de una invasión extranjera. Se estableció entonces, que no eran las oligarquías del país y el capital imperialista extranjero, sino la soberanía popular expresada en las urnas, a quien le correspondía resolver, si Chávez continuaba o no en el poder.

La conspiración permanente pasó en este contexto, a la escena electoral. Dos de los cinco miembros del Consejo Nacional Electoral (CNE), abandonaron la independencia e imparcialidad de su función, para obrar abiertamente como voceros de la oposición. Se armó una intensa disputa por la legalidad de las firmas presentadas para activar el referendo, que incluían a muertos, menores de edad y otras irregularidades. En lugar de iniciarse el proceso penal por la falsificación de los documentos públicos, como ocurrió en Ecuador con el referendo que el Parlamento de los Pueblos promovió luego de la insurrección del 21 de enero del 2000, el CNE, habilitó un nuevo período de recolección de firmas, y finalmente a pesar de las dudas y denuncias, convalidó las mismas y convocó al sufragio.

La administración Bush, pretendió introducir un nuevo modelo de intervención, usando como caballo de Troya a la Unión Europea, para la cobertura de una misión de observadores con poderes e inmunidades que lo situaban como un juez superior, por encima del CNE, en franca violación de la soberanía del país.

El poder electoral defendió el ejercicio de la soberanía, impidió la intervención electoral y ratificó la vigencia en Venezuela de las leyes venezolanas. Condujo el proceso bajo la más grande observación internacional que haya registrado elección alguna. Operaron los observatorios de magistrados de los tribunales electorales del continente, de ex - presidentes, parlamentarios, dirigentes políticos y personalidades de diversas tendencias ideológicas, de constitucionalistas y académicos, de la OEA, el Centro Carter y de organizaciones sociales y no gubernamentales. A la vez, garantizó el libre ejercicio del derecho al voto de los ciudadanos y la transparencia de los resultados, como lo testificaron todos los observadores internacionales. Para ratificar su acuerdo por iniciativa del ex – Presidente estadounidense, James Carter, se realizó una auditoria voto por voto, que cubrió por muestreo la totalidad de las urnas, con un margen de error menor al 0,1%, y su informe reveló nuevamente la legalidad y legitimidad de la victoria de Chávez.

La campaña electoral cuya dirección asumió Chávez, el mismo día que el CNE anunció que la Coordinadora Democrática había reunido las firmas requeridas para el referendo, se transformó en un mecanismo de movilización social con la conformación del Comando Maisanta. Coordinado por Samuel Moncada, organizó las denominadas patrullas electorales, una red de bases que ha evolucionado como un organismo político propagandístico y de defensa de la revolución bolivariana. Luego de su triunfo, Chávez, anunció, que éstas Unidades de Batalla Electoral, se transformarán en Unidades de Política Social, ampliando la participación protagónica del pueblo en el ejercicio del poder, de ésta forma ese mecanismo de movilización social ha pasado ha adquirir un carácter permanente.

La votación porque Chávez no se vaya, le ratificó en el ejercicio del poder hasta el 2006, en consecuencia expresó concretamente que las maniobras por desestabilizar su gobierno y las conspiraciones por su derrocamiento, no tienen legitimidad, que tienen el carácter de agresiones ilegales a la democracia y al Estado de derecho. Probó que las demandas de uso de la Carta Democrática de la OEA, para abrir las puertas a una intervención militar de EEUU en Venezuela, no tienen legalidad ni legitimidad, pues es indiscutible la naturaleza democrática del gobierno de Chávez. Y en consecuencia, operó como el medio apropiado para impedir la invasión de Venezuela promovida por los halcones de Washington y la oligarquía local, apoyada por los diversos sectores de la oposición, que desnudando su colonialismo, no vacilan en escoger el status de país ocupado, al de una república soberana.

La realización del referendo independientemente de su resultado, por ésta causa, fue una expresión anti – colonialista. Afirmó que, corresponde sólo al pueblo venezolano y no a potencia extranjera alguna definir su destino, a pesar de que el imperialismo extranjero pueda contar con unos cuantos Boves a su servicio, como el Rey de España frente a la revolución independentista. La ratificación de Chávez, sobre las provocaciones y conspiraciones urdidas por la administración del Presidente de EEUU, George W. Bush, y el equipo de halcones constituido por Roger Noriega, Otto Reich y otros, que han pretendido imponer los intereses coloniales, es en las urnas, en el lenguaje de la democracia electoral, una derrota histórica del imperialismo yanqui en América Latina.

El referendo fortalece la democracia, al probar que más allá de sus fetichizaciones y exclusiones, puede ser un vehículo de expresión política del conjunto de las clases sociales y de la nación, no sólo de las clases dominantes, que por su naturaleza conforman una minoría. Además la ratificación de Chávez, inspira la resistencia de los pueblos de América latina y de los mismos Estados Unidos, a las políticas neoliberales, belicistas e intervensionistas de las pequeñas pero poderosas capas oligárquicas que conforman el imperialismo yanqui y controlan el poder político, económico y militar en ese país.

Los votos son un revés para sus estrategias colonialistas que buscan imponer el ALCA y los Tratados de Libre Comercio bilaterales como instrumentos de una estrategia de recolonización integral del sur, bajo la misma óptica de la doctrina Monroe, frente a la cual, Chávez, ha expuesto la Alternativa Bolivariana de las Américas, ALBA. Y también, para la pretensión de avanzar en la pentagonización del subcontinente, que ya cuenta con una numerosa red de bases militares bajo el control del Southcom. Así como, para las imposiciones del Fondo Monetario Internacional, que manipula como marionetas a los gobiernos para garantizar el saqueo colonial de la capacidad de acumulación de las economías locales. Su efecto es el fortalecimiento de las perspectivas anti-coloniales y de la convocatoria a la unidad de las naciones bolivarianas y latinoamericanas, que aparece como el único camino para salir del callejón sin salida de los abusos de Washington que se han expresado en su siniestra cadena de intervenciones políticas, militares y económicas en América Latina y del capital transnacional yanqui, que hoy ha llevado a todos los países, incluidos Brasil, Argentina y México y exceptuando a Cuba, a las horcas de gigantescas deudas externas que impiden su crecimiento.

A lo interior, el referendo ratificatorio, abre una nueva etapa de la revolución bolivariana. Implica la derrota final de la IV República, de su concentración del poder político y económico, de su docilidad a los dictámenes de las potencias extranjeras, de sus antagonismos, indolencias e inequidades sociales. Ratifica la negativa de Chávez a aceptar las distintas formas de intervención militar de Estados Unidos en su país. En el ámbito económico, consolida la definición de una estrategia independiente del capital extranjero y del FMI, de una política petrolera que contribuyó decisivamente al rescate de la OPEP, de los precios del petróleo y a la renacionalización de PDVSA. Así como de la búsqueda de un crecimiento endógeno que permita que la riqueza del país enriquezca al país y no se exporte, que incluye un proceso progresivo de entrega de la tierra a los campesinos y de transformaciones sociales, que han avanzado en promover y garantizar el derecho a la educación y la salud y confrontan la necesidad de incluir a la población mayoritariamente marginada al trabajo y la producción bajo nuevas relaciones sociales, y a todos los bienes de la cultura. El nuevo período expone la necesidad de fortalecer la unidad nacional y profundizar las transformaciones políticas, sociales y económicas que la superación de la exclusión y la satisfacción de las necesidades de todos los venezolanos demandan.

El referendo presidencial y sus resultados, constituyen por todos sus elementos, un hito histórico en el largo proceso de descolonización que inició Simón Bolívar con la fundación de la República y fue traicionado con la partición de Colombia. Sin duda, el significado más importante en el que ha triunfado la política sobre la guerra, lo proclamó Chávez en su programa “Alo, Presidente”: “Venezuela no volverá a ser una colonia”.

* Marcelo Larrea es director de la revista “el Sucre” y corresponsal de Adital en Ecuador. Autor de “La historia no termina” y otros libros.