PARA LOS MOVIMIENTOS POPULARES
Para los movimientos populares de América Latina es decisiva la derrota de Alckmin en la segunda vuelta
Carta abierta al pueblo brasileño y latinoamericano
A quienes votaron por Heloísa Helena o por Cristóvam Buarque en la primera vuelta.
Quienes abajo firmamos somos organizaciones sociales, movimientos, activistas e intelectuales identificados(as) con la izquierda y con las luchas populares de los pueblos en contra del neoliberalismo y por otro mundo posible, tanto de América Latina como de otras partes del mundo. Nos dirigimos a los y las votantes brasileños(as) porque entendemos que en las actuales elecciones del Brasil están en juego asuntos fundamentales no sólo para Brasil sino para el futuro de las luchas populares en todo el planeta.
Tenemos visiones y evaluaciones diversas en torno al primer gobierno de Lula. Algunos incluso tenemos serios desacuerdos con aspectos centrales de las políticas de este gobierno como la lentitud de la reforma agraria y la prioridad dada a la agroindustria. Sin embargo, ello no lleva a concluir, de modo alguno, que sea irrelevante quién gane la segunda vuelta.
Muy por el contrario, las consecuencias de una victoria del candidato de la derecha serían muy graves.
No queremos referirnos aquí fundamentalmente a las consecuencias para el pueblo brasileño. Son conocidas en el debate político brasileño los efectos que una victoria de la derecha tendría para asuntos claves como la privatización de Petrobrás y demás empresas públicas; la reorientación de las políticas sociales y el nivel del salario mínimo; la privatización de la educación; el incremento de la
desigualdad y la exclusión social; así como la criminalización de organización y la protesta popular.
Lo que deseamos destacar son las serías consecuencias internacionales que tendría una victoria de la derecha en Brasil.
Un gobierno de la derecha retomaría las negociaciones del ALCA, aspecto fundamental de la política imperial del gobierno de los Estados Unidos hacia todo el continente. La derrota del ALCA ha sido la victoria más importante que han conquistado los movimientos en contra de la globalización neoliberal en las últimas décadas y se vería mortalmente amenazada por un gobierno de derecha en el Brasil encabezado por un dirigente que no tiene compromiso alguno con los movimientos populares ni de Brasil ni de América Latina.
Un gobierno de la derecha le daría prioridad a las relaciones con los mercados y capitales internacionales sobre la integración económica y geopolítica latinoamericana. Reforzaría de esta manera el dominio imperial de los Estados Unidos sobre todo el continente.
Un gobierno de la derecha no le hubiese dado al gobierno venezolana el apoyo político con el cual Brasil contribuyó a derrotar los diversos intentos golpistas de sectores de la oposición venezolana y del gobierno de Bush en contra del gobierno de Chávez. Las amenazas imperiales en contra del proceso político venezolano no han cesado.
Un gobierno de la derecha podría contribuir a los intentos desestabilizadores que la derecha boliviana, continental y el gobierno de Bush impulsan en contra del proceso popular boliviano encabezado por Evo Morales. En Bolivia se juega hoy, en muchos sentidos, el futuro de América Latina.
En conclusión, una victoria de la derecha en las elecciones brasileñas tendría por consecuencia un fortalecimiento de la estrategia imperial estadounidense, y un debilitamiento tanto de la organización y las luchas de los movimientos populares, como de los proyectos políticos de gobiernos de izquierda y centro izquierda que con sus significativas diferencias representan hoy la
Carta abierta al pueblo brasileño y latinoamericano
A quienes votaron por Heloísa Helena o por Cristóvam Buarque en la primera vuelta.
Quienes abajo firmamos somos organizaciones sociales, movimientos, activistas e intelectuales identificados(as) con la izquierda y con las luchas populares de los pueblos en contra del neoliberalismo y por otro mundo posible, tanto de América Latina como de otras partes del mundo. Nos dirigimos a los y las votantes brasileños(as) porque entendemos que en las actuales elecciones del Brasil están en juego asuntos fundamentales no sólo para Brasil sino para el futuro de las luchas populares en todo el planeta.
Tenemos visiones y evaluaciones diversas en torno al primer gobierno de Lula. Algunos incluso tenemos serios desacuerdos con aspectos centrales de las políticas de este gobierno como la lentitud de la reforma agraria y la prioridad dada a la agroindustria. Sin embargo, ello no lleva a concluir, de modo alguno, que sea irrelevante quién gane la segunda vuelta.
Muy por el contrario, las consecuencias de una victoria del candidato de la derecha serían muy graves.
No queremos referirnos aquí fundamentalmente a las consecuencias para el pueblo brasileño. Son conocidas en el debate político brasileño los efectos que una victoria de la derecha tendría para asuntos claves como la privatización de Petrobrás y demás empresas públicas; la reorientación de las políticas sociales y el nivel del salario mínimo; la privatización de la educación; el incremento de la
desigualdad y la exclusión social; así como la criminalización de organización y la protesta popular.
Lo que deseamos destacar son las serías consecuencias internacionales que tendría una victoria de la derecha en Brasil.
Un gobierno de la derecha retomaría las negociaciones del ALCA, aspecto fundamental de la política imperial del gobierno de los Estados Unidos hacia todo el continente. La derrota del ALCA ha sido la victoria más importante que han conquistado los movimientos en contra de la globalización neoliberal en las últimas décadas y se vería mortalmente amenazada por un gobierno de derecha en el Brasil encabezado por un dirigente que no tiene compromiso alguno con los movimientos populares ni de Brasil ni de América Latina.
Un gobierno de la derecha le daría prioridad a las relaciones con los mercados y capitales internacionales sobre la integración económica y geopolítica latinoamericana. Reforzaría de esta manera el dominio imperial de los Estados Unidos sobre todo el continente.
Un gobierno de la derecha no le hubiese dado al gobierno venezolana el apoyo político con el cual Brasil contribuyó a derrotar los diversos intentos golpistas de sectores de la oposición venezolana y del gobierno de Bush en contra del gobierno de Chávez. Las amenazas imperiales en contra del proceso político venezolano no han cesado.
Un gobierno de la derecha podría contribuir a los intentos desestabilizadores que la derecha boliviana, continental y el gobierno de Bush impulsan en contra del proceso popular boliviano encabezado por Evo Morales. En Bolivia se juega hoy, en muchos sentidos, el futuro de América Latina.
En conclusión, una victoria de la derecha en las elecciones brasileñas tendría por consecuencia un fortalecimiento de la estrategia imperial estadounidense, y un debilitamiento tanto de la organización y las luchas de los movimientos populares, como de los proyectos políticos de gobiernos de izquierda y centro izquierda que con sus significativas diferencias representan hoy la
búsqueda de alternativas al orden neoliberal e imperial en América Latina. No es poca cosa.
Les hacemos un llamado para que, con su voto contribuyan a la derrota de Alckmin.
(primeras firmas)
Edgardo Lander (Venezuela)
Atilio Borón (Argentina)
Elmar Alvater (Attac, Alemania)
Marta Harnecker (Venezuela)
José María Vigil (Panamá)
Marcia Rivera (Puerto Rico)
Salvador Tió (Puerto Rico)
(primeras firmas)
Edgardo Lander (Venezuela)
Atilio Borón (Argentina)
Elmar Alvater (Attac, Alemania)
Marta Harnecker (Venezuela)
José María Vigil (Panamá)
Marcia Rivera (Puerto Rico)
Salvador Tió (Puerto Rico)
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