Nadie entre los que en foros y mesas redondas busca réditos político-electorales oponiéndose al Tratado de Libre Comercio (TLC)
AGUA Y TLC
Nadie entre los que en foros y mesas redondas busca réditos político-electorales oponiéndose al Tratado de Libre Comercio (TLC), ha explicado con claridad a la ciudadanía que lo más preciado que se entrega en esta vergonzosa negociación firmada por el Gobierno de Costa Rica, que ahora pretende ratificación legislativa, son nuestras AGUAS. Así es, los norteamericanos quieren el AGUA de Costa Rica, lo demás en el TLC es mero envoltorio.
El TLC acarrea enormes perjuicios y severo empobrecimiento que resume bien el economista Henry Mora en su libro 101 razones para oponerse al TLC. Pero el problema no es académico. En la práctica todas las empresas ticas que podrían exportar a USA ya lo están haciendo sin necesidad de Tratado. A futuro, lo que realmente interesa a Estados Unidos de un tratado asimétrico con nuestro pequeño país es el AGUA, no un comercio enano de productos.
Según Prensa Latina, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, realizó hoy una fugaz visita a México que aprovechó para cobrar la factura de agua y limar asperezas creadas por recientes declaraciones de su gobierno. Rice aseguró en conferencia de prensa estar complacida de haber llegado a un acuerdo sobre la transferencia de la suma del preciado líquido que va a cubrir la deuda de México con los Estados Unidos, según el Tratado de Aguas de 1944. De ese modo, estimó, se asegura la cooperación continuada del manejo de recursos naturales preciosos para el beneficio de ambas economías. La propuesta mexicana, según trascendió antes de la visita, consistía en liquidar el adeudo con agua almacenada en presas nacionales de la cuenca del Río Bravo y en las presas internacionales de La Amistad y Falcón.
¡Quitémosle la careta al TLC! La principal razón para oponernos al Tratado es el AGUA. Eliminar la soberanía costarricense sobre el agua, privatizando el recurso hídrico, es vital para los oscuros intereses trasnacionales que podrán dejarnos sin agua en el futuro. Costa Rica es de los pocos países del mundo que tienen agua abundante. También el nuevo canal interoceánico (Sealevel Canal) que construirán los Estados Unidos en el Río San Juán depende enteramente para su operación de las aguas de nuestra vertiente norte. Con el TLC perdemos el control sobre toda el agua del país para siempre. ¡Hay que frenar a los vendepatrias o mientras ellos viven en Europa nuestros hijos para sobrevivir tendrán que almacenar agua llovida!
Debemos entender que en un mundo de naciones soberanas estas deben defender el INTERÉS NACIONAL. Y que es estúpido y pueril pretender que alguna defienda el interés de otra por encima del suyo. En consecuencia, no tiene sentido práctico rasgarse las vestiduras culpando a los Estados Unidos por intentar mejorar sus intereses comerciales geopolíticos, militares o hasta imperiales, a través de leoninas negociaciones económicas multilaterales o bilaterales como el ALCA y los TLCs. A quienes debemos responsabilizar y sacar deshonrados de la vida pública para siempre- por no defender adecuadamente los intereses patrios, es a nuestros gobernantes y políticos deshonestos, así como a los vende-patrias que como negociadores complacientes, diplomáticos acomodaticios o diputados corrompidos, aprueben negociaciones violatorias de soberanía, o perjudiciales en cualquier sentido. Porque si ellos no firman no hay Tratado. Y si ceden a presiones o sobornos incurren en peculado y traición a nuestro pueblo.
Campanada 241
10 de marzo de 2005
Nadie entre los que en foros y mesas redondas busca réditos político-electorales oponiéndose al Tratado de Libre Comercio (TLC), ha explicado con claridad a la ciudadanía que lo más preciado que se entrega en esta vergonzosa negociación firmada por el Gobierno de Costa Rica, que ahora pretende ratificación legislativa, son nuestras AGUAS. Así es, los norteamericanos quieren el AGUA de Costa Rica, lo demás en el TLC es mero envoltorio.
El TLC acarrea enormes perjuicios y severo empobrecimiento que resume bien el economista Henry Mora en su libro 101 razones para oponerse al TLC. Pero el problema no es académico. En la práctica todas las empresas ticas que podrían exportar a USA ya lo están haciendo sin necesidad de Tratado. A futuro, lo que realmente interesa a Estados Unidos de un tratado asimétrico con nuestro pequeño país es el AGUA, no un comercio enano de productos.
Según Prensa Latina, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, realizó hoy una fugaz visita a México que aprovechó para cobrar la factura de agua y limar asperezas creadas por recientes declaraciones de su gobierno. Rice aseguró en conferencia de prensa estar complacida de haber llegado a un acuerdo sobre la transferencia de la suma del preciado líquido que va a cubrir la deuda de México con los Estados Unidos, según el Tratado de Aguas de 1944. De ese modo, estimó, se asegura la cooperación continuada del manejo de recursos naturales preciosos para el beneficio de ambas economías. La propuesta mexicana, según trascendió antes de la visita, consistía en liquidar el adeudo con agua almacenada en presas nacionales de la cuenca del Río Bravo y en las presas internacionales de La Amistad y Falcón.
¡Quitémosle la careta al TLC! La principal razón para oponernos al Tratado es el AGUA. Eliminar la soberanía costarricense sobre el agua, privatizando el recurso hídrico, es vital para los oscuros intereses trasnacionales que podrán dejarnos sin agua en el futuro. Costa Rica es de los pocos países del mundo que tienen agua abundante. También el nuevo canal interoceánico (Sealevel Canal) que construirán los Estados Unidos en el Río San Juán depende enteramente para su operación de las aguas de nuestra vertiente norte. Con el TLC perdemos el control sobre toda el agua del país para siempre. ¡Hay que frenar a los vendepatrias o mientras ellos viven en Europa nuestros hijos para sobrevivir tendrán que almacenar agua llovida!
Debemos entender que en un mundo de naciones soberanas estas deben defender el INTERÉS NACIONAL. Y que es estúpido y pueril pretender que alguna defienda el interés de otra por encima del suyo. En consecuencia, no tiene sentido práctico rasgarse las vestiduras culpando a los Estados Unidos por intentar mejorar sus intereses comerciales geopolíticos, militares o hasta imperiales, a través de leoninas negociaciones económicas multilaterales o bilaterales como el ALCA y los TLCs. A quienes debemos responsabilizar y sacar deshonrados de la vida pública para siempre- por no defender adecuadamente los intereses patrios, es a nuestros gobernantes y políticos deshonestos, así como a los vende-patrias que como negociadores complacientes, diplomáticos acomodaticios o diputados corrompidos, aprueben negociaciones violatorias de soberanía, o perjudiciales en cualquier sentido. Porque si ellos no firman no hay Tratado. Y si ceden a presiones o sobornos incurren en peculado y traición a nuestro pueblo.
Campanada 241
10 de marzo de 2005
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