Blogia
Buenosdiasamerica

Venezuela-Colombia: Cronica de una guerra anunciada

Venezuela-Colombia: Cronica de una guerra anunciada Venezuela-Colombia: Cronica de una guerra anunciada


Luis Brito García

Correos para la Emancipación


El nuevo plan maestro de la estrategia norteamericana es fomentar una guerra entre Colombia y Venezuela, ¿Le interesa a la dirigencia colombiana la guerra con Venezuela? Toda oligarquía que se tambalea inventa un conflicto externo para consolidar el frente interno. Colombia no es una excepción a la regla.



1- En la extensa frontera con la hermana república se repite con regularidad un incidente. Desconocidos matan alevosamente soldados venezolanos.



Los medios de comunicación asesinan la veracidad inventando que Venezuela invade territorio colombiano.



Colombianos se preparan para la agresión imaginaria. Parece el cuento de Juanito Matagigantes, quien logra que dos colosos se maten haciendo que cada uno crea que el otro lo ataca. ¿Exagero?



Por lo menos en dos ocasiones, los medios de comunicación han anunciado como hecho una inexistente invasión de Venezuela contra Colombia.



Venezuela acusó a Colombia de secuestrar a Granda y violar su soberanía.



2- Así sucedió con la matanza de Cararabo a principios de los años 90.



Los parlamentarios socialcristianos Humberto Celli y Haydée Castillo de López Acosta propusieron una “persecución en caliente” Colombia adentro.



Yo estaba en Bogotá cuando los medios tomaron la infeliz propuesta como declaratoria de guerra formal. Poco faltó para que buena parte de los neogranadinos corrieran a alistarse contra una invasión inexistente.



3- La historia vuelve a repetirse.



Desconocidos asesinan 8 guardias fronterizos venezolanos. El gobernador del Norte de Santander, Luis Miguel Morelli Navía, cursa a Bogotá denuncias de una supuesta incursión de militares de Venezuela en Tibú.



El 3 de enero el coronel Fernando Fernández, jefe del Estado Mayor del Comando Regional N° 3, declara falsas las versiones de la prensa colombiana de que efectivos de la GN hubieran penetrado en el poblado de Vereda de San Luis de Beltrán. El canciller Chaderton declara explícitamente que no ha habido persecución en caliente. Salvo, quizá, en la imaginación de los medios.



4- La imaginación, como la calumnia, es perezosa y sólo se mueve por intereses ¿Le interesa a Venezuela un conflicto con Colombia? Nuestra población apenas alcanza 24 millones: la de Colombia sobrepasa cuarenta.



Cerca de dos millones de colombianos viven en Venezuela, y casi ningún venezolano en Colombia. La hermana república lleva medio siglo de entrenamiento militar en conflictos internos, Venezuela lleva tres décadas de paz.



Colombia no tiene puntos estratégicos vitales, Venezuela tiene muchos. La producción agrícola neogranadina es difícil de paralizar, la petrolera de Venezuela es sumamente vulnerable. Colombia tiene fértiles tierras que no codiciamos.



Venezuela detenta el botín más codiciable: los hidrocarburos de los que depende el destino del mundo.



El gobierno neogranadino es aliado de Estados Unidos, el nuestro no. Razones geopolíticas, estratégicas, económicas, morales e históricas justifican la política del gobierno venezolano de no inmiscuirse en el conflicto, guardar estricta neutralidad y acoger humanitariamente los desplazados de ambos bandos.



5- ¿Le interesa a la dirigencia colombiana la guerra con Venezuela?



Toda oligarquía que se tambalea inventa un conflicto externo para consolidar el frente interno. Usualmente fracasa, como los militares argentinos que tomaron las Malvinas. Toda oligarquía que necesita apoyo de Estados Unidos sacrifica a sus compatriotas como carne de cañón contra un gobierno molesto para los estadounidenses.



Usualmente le pasa como a Saddam Hussein, armado hasta los dientes por Estados Unidos para fustigar a Irán, y luego aniquilado por los propios estadounidenses.



6- ¿A quién le interesa el conflicto entre Colombia y Venezuela? En el número del último trimestre de 1999 de la revista del Departamento de Estado Foreign Policy figura un artículo de David Henríquez, investigador del Centro Rockefeller para Estudios Latinoamericanos de Harvard, quien afirma que “el objetivo de la mayoría de las guerras actuales es hacer a los países más pequeños, no más grandes”.



Sostiene además que regiones ricas como el norte de México, el sur de Brasil o la ciudad costera de Guayaquil se preguntan qué beneficio perciben de sus actuales identidades nacionales.



Posteriormente, los medios anuncian otro plan en marcha para arrebatarle la Patagonia a Argentina. Señalamos que en 1998 la prensa de Colombia realizó encuestas sobre un plan para dividirla en dos países, uno dominado por el gobierno y otro por la guerrilla; y que el año inmediato los medios difundieron otro proyecto para secesionar el Zulia, la provincia petrolera más rica de Venezuela.



Está pendiente otro plan más para independizar Guayana. Estos complots separatistas representan para los imperios la ventaja adicional del enriquecimiento por tráfico de armas, la apertura de nuevas aventuras intervencionistas y la posibilidad de imponer draconianas condiciones diplomáticas y económicas a cada fragmento separado.



7- El plan maestro de Estados Unidos es que Venezuela le pelee su guerra en Colombia, y que Colombia le entregue el petróleo venezolano.



¿Qué resultados tendría una guerra entre nuestras repúblicas hermanas? La destrucción de una generación de colombianos y de venezolanos.



La ruina de ambas economías.



La caída de las dirigencias que atizaran el conflicto. Con los escombros de ambos países se edificaría la verdadera meta de la contienda:



Estados Unidos intervendría para crear un nuevo Estado petrolero, integrado por el Zulia y parte del Departamento Norte de Santander. Un nuevo Kuwait, con casi todo el petróleo del hemisferio y casi ninguna soberanía. Jerónimo Pérez Rescaniére gusta de repetir que Colombia iba a ser el país más rico de Latinoamérica porque tenía a Panamá, y que secesionado Panamá, no fueron ricos ni Panamá ni Colombia.


Tras un nuevo desmembramiento, no serían ricos ni Venezuela, ni Colombia, ni el Estado secesionado.


8- Advierte el canciller Roy Chaderton a la consejera estadounidense Condoleeza Rice: “si abriga la ingenua pretensión de poner a pelear a venezolanos con colombianos, le aseguramos que no existe poder capaz de lograr ese objetivo”. (Últimas Noticias, 14-1-04, p.10). Que así sea.

0 comentarios