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Uruguay, la esperanza de un pueblo

Uruguay, la esperanza de un pueblo

“Y ya lo ve, y ya lo ve, es Presidente Tabaré”. Este fue el grito de
los uruguayos durante la campaña electoral de estas últimas elecciones. En las
pasadas, de 1.999, Tabaré fue el más votado, pero no alcanzó el 50% más un voto
para ganar la presidencia, los partidos tradicionales, Blanco y Colorado se
unieron y en la segunda vuelta que allá le llaman, Balotaje derrotaron al Frente
Amplio, escribe Juan Leonel Bustos.

07.10.2004 [Juan Leonel Bustos] El triunfo del candidato a la presidencia del
Uruguay por el Frente Amplio, Dr. Tabaré Vázquez, se fue incubando hace quince
años cuando ganó la Alcaldía de Montevideo, ahí empezó su carrera a la
presidencia.

En las elecciones de 1.999, Tabaré fue el más votado, pero no alcanzó el 50%
más un voto para ganar la presidencia, los partidos tradicionales, Blanco y
Colorado se unieron y en la segunda vuelta que allá le llaman, Balotaje
derrotaron al Frente Amplio.

Esta derrota le sirvió al Frente para trazar la meta de obtener más del 50% de
los votos en la primera vuelta y para esos resultados se pusieron a trabajar
arduamente, lo hicieron en lo político, atrayendo hacia el Frente a diferentes
sectores que no se habían sumado, manejando una política amplia y un discurso
fresco que invitara al cambio, la consigna fue bien elegida, CAMBIEMOS, corta,
sencilla, pero significativa y esta consigna la hizo suya el pueblo uruguayo.

En lo organizativo, tensaron todas sus fuerzas, a las organizaciones nuevas que
llegaron les dieron todo el apoyo, la facilidad de insertarse en la lucha
electoral, por eso el Frente Amplio tiene 17 listas, de diferentes corrientes
políticas y vertientes ideológicas. Cada lista, cada voto era definitorio, el
Frente tenía que sacar el 50% mas un voto del total de votos emitidos, es decir
votos válidos, nulos y en blanco, no se trataba de ganar a los adversarios,
tenía que ganar la mayoría del total de la votación. De lo contrario se iría a
una segunda vuelta donde la derecha y el Imperio moverían todo para derrotar al
Frente. El triunfo en primera vuelta era imprescindible.

Con este enfoque se dedicaron a visitar barrio por barrio, ciudad por ciudad,
Capital de Departamento por Departamento, fueron hablando, organizando,
convenciendo a la gente de la necesidad del cambio. En cada reunión en cada
manifestación recibían nuevas adhesiones y el respaldo de miles de personas.

El puntillazo final lo dieron, el 28 de octubre, ese día fue el cierre de la
campaña, lo hicieron en Montevideo, su fuerte electoral. Desde la mañana, las
banderas del Frente Amplio se tomaron las principales calles de la ciudad,
imponentes ondeaban en los balcones, en los carros, en las ventanas, los
vendedores que habitualmente se dedican a vender cigarros, dulces, fósforos y
otros pequeños artículos, cambiaron de mercancía, en las esquinas, en las
avenidas, se encontraban: banderas, afiches, botones, pegatinas que eran
ofrecidas como un artículo de primera necesidad y que la gente las compraba con
mucho cariño.

A las dos de la tarde empezaron a llegar miles de personas de los barrios, de
las poblaciones vecinas, las marchas confluían de todos los cuatro puntos
cardinales y a las ocho de la noche el espectáculo era impresionante, mas de
medio millón de personas victoreaban a Tabaré. Subió al estrado en medio de un
aplauso cerrado, desde allí ratifico el programa aprobado por los
frenteamplistas. Cuando anunció que los banqueros ladrones no volverían a tener
la impunidad que habían gozado en pasados gobiernos, millones de personas lo
aplaudieron, no solo los que estaban concentrados frente a él, sino todos los
uruguayos que lo escuchaban en sus casas, bares y restaurantes. Lo mismo
ocurrió cuando se refirió a los violadores de los Derechos Humanos, torturadores
y asesinos durante la dictadura. Después de esta manifestación gigantesca -hay
que tener en cuenta que Montevideo tiene una población de un millón seiscientos
mil y, más de quinientos mil estaban en la calle con Tabaré- los medios de
comunicación empezaron a dar el triunfo al Frente Amplio.

El 31 de octubre, todo fue una fiesta, la gente madrugó. A las tres de la
mañana ya estaban en movimiento, llevando mesas, banderas, listas para votar,
documentos para orientar a los votantes; comida para los activistas, refrescos,
agua todo estaba previsto para el triunfo.

Durante el día se veían circular carros, motos, peatones todos con las banderas
del Frente, ya a las 8 de la noche se empezaron a dar los primeros resultados de
las urnas, era inminente el triunfo, la gente se empezó a concentrar en la Plaza
Entrevero en la Avenida 18 de Julio, la euforia fue total, se expresaba con
pitos, bocinas de los carros, tambores, cohetes, gritos, consignas. De muchas
maneras el pueblo empezaba a festejar el triunfo en Montevideo, pero igual
ocurría en las capitales y ciudades donde ganó el Frente.

A las diez de la noche, Tabaré salió a los balcones del Hotel Presidente y le
dijo al pueblo, ¡festejen! ¡uruguayos! ¡festejen! era el parte de victoria.

A las 10.30 de la noche Tabaré se dirigió al país, llamó a la oposición a
buscar acuerdos que ayuden al desarrollo del Uruguay, anunció que el 1º de
noviembre empezaría el empalme con el gobierno actual para no llegar a
improvisar el 2 de marzo del 2005.

Le dio las gracias al pueblo por haberlo elegido y juro ser fiel gobernante en
beneficio de los uruguayos, pero sobre todo de los más pobres.

El triunfo fue nítido, Tabaré saco el 52% Larrañaga del Partido Nacional el 34%
y Stirling del Partido Colorado el 10%. Los dos opositores reconocieron el
triunfo y Larrañaga lo fue a saludar personalmente, como nuevo Presidente del
Uruguay.

Tabaré consiguió una mayoría en los cuerpos colegiados, de treinta Senadores,
17 son del Frente. De 99 Diputados 53 son del Frente. Esto le da un manejo
autónomo. No tiene que hacer alianzas para tener mayoría en el legislativo.
Puede hacer los cambios que sean necesarios. El pueblo espera con optimismo.

Junto con las papeletas para elegir Presidente y órganos legislativos, se
depositó una papeleta muy importante, que no se le ha dado mucho valor. El sí a
la reforma Constitucional referido a la Política Nacional de Aguas y
Saneamiento, esto es ni más ni menos que la soberanía del país sobre el Agua
dulce, que tiene mucha, pues una gran parte del Acuífero Guaraní, el mayor del
mundo, esta en territorio uruguayo.

La multinacionales ya estaban explotando el Agua y el plan de los gobernantes
actuales era vender a bajo precio el preciado líquido. Tabaré logra ser elegido
y el pueblo le ha dado en un solo voto la presidencia del país y la soberanía
de la riqueza que tiene el Uruguay, el Oro Azul.

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