Revelan Ejército chileno espió a investigadores de derechos humanos
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Revelan Ejército chileno espió a investigadores de derechos humanos
mundoposible.cl
Santiago de Chile, 17 octubre (MP) El Ejército chileno espió, al menos hasta 2003, a la policía civil y autoridades judiciales encargadas de investigar violaciones a los derechos humanos, revela hoy el diario La Nación en un pormenorizado reportaje.
Del mismo modo que la dictadura sellaba las "leyes de amarre" que sentaron las bases de la transición, el Ejército mantuvo todo su dispositivo de inteligencia alerta ante la avalancha de investigaciones que recayeron sobre sus oficiales y soldados, afirma el periodico.
Los operativos, confirmados por fuentes civiles y militares, buscaban elementos que pudieran dañar la imagen de las autoridades involucradas para ser utilizadas luego como chantaje en los procesos judiciales que se investigaban contra ex uniformados.
Al hacerse cargo de las diligencias que culminaron en muchos casos con el esclarecimiento de crímenes perpetrados durante la dictadura, la policía civil se transformó en el peor enemigo de sectores del Ejército que creyeron válido usar métodos de espionaje para la protección de la "familia militar".
Entre los sujetos que han debido soportar el escrutinio castrense "en plena democracia" están el juez de fuero Juan Guzmán, los miembros del Departamento Quinto -órgano de elite de Investigaciones- y el ex director nacional del organismo, Nelson Mery.
El diario reveló además, citando a "fuentes militares y civiles que tras el velo de la protección de su identidad y sobreponiendose al miedo", la existencia de "otra operación orquestada en el corazón de la Inteligencia militar" para espiar a altos funcionarios del gobierno.
Aunque funcionarios de La Moneda declararon desconocer que las ex ministras de Defensa, Michelle Bachelet, y del Exterior, Soledad Alvear, u otras autoridades fueran objeto de seguimiento por los militares, los testigos afirman que se mantienen en la actualidad.
En cualquier caso, el reportaje resalta que los investigadores de inteligencia policial llegaron a la conclusión que las ordenes de espionaje fueron cumplidas entre 1998 y 2001 pero "sin perjuicio que puede estar (la instrucción) como orden permanente" en la institución castrense.
Señala que aunque se asegura que el actual comandante en jefe, Juan Emilio Cheyre, ignora esa orden, que provenía de sus predecesores, los generales (r) Augusto Pinochet y Ricardo Izurieta, existen evidencias que aún está vigente.
Destaca que el Batallón de Inteligencia, brazo operativo de la Dirección de Inteligencia del Ejército, fue reestructurado recientemente y cambió de nombre, pero las prácticas de recolección de información referentes a los temas de derechos humanos se mantienen.
Con el nuevo nombre de Agrupación de Seguridad Militar -afirma-, el órgano sigue interesado en la información que recaban las entidades policiales y "las presiones se han vuelto una constante, que rayan en las amenazas porque hay familias de por medio y pocas instancias judiciales donde recurrir".
El diario señala finalmente que conforme se reune más información, se van destapando otros hechos que, de ser ciertos, ponen en serio cuestionamientos el funcionamiento interno del Ejército y el poder que los mandos ejercen sobre los subalternos.
Revelan Ejército chileno espió a investigadores de derechos humanos
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Santiago de Chile, 17 octubre (MP) El Ejército chileno espió, al menos hasta 2003, a la policía civil y autoridades judiciales encargadas de investigar violaciones a los derechos humanos, revela hoy el diario La Nación en un pormenorizado reportaje.
Del mismo modo que la dictadura sellaba las "leyes de amarre" que sentaron las bases de la transición, el Ejército mantuvo todo su dispositivo de inteligencia alerta ante la avalancha de investigaciones que recayeron sobre sus oficiales y soldados, afirma el periodico.
Los operativos, confirmados por fuentes civiles y militares, buscaban elementos que pudieran dañar la imagen de las autoridades involucradas para ser utilizadas luego como chantaje en los procesos judiciales que se investigaban contra ex uniformados.
Al hacerse cargo de las diligencias que culminaron en muchos casos con el esclarecimiento de crímenes perpetrados durante la dictadura, la policía civil se transformó en el peor enemigo de sectores del Ejército que creyeron válido usar métodos de espionaje para la protección de la "familia militar".
Entre los sujetos que han debido soportar el escrutinio castrense "en plena democracia" están el juez de fuero Juan Guzmán, los miembros del Departamento Quinto -órgano de elite de Investigaciones- y el ex director nacional del organismo, Nelson Mery.
El diario reveló además, citando a "fuentes militares y civiles que tras el velo de la protección de su identidad y sobreponiendose al miedo", la existencia de "otra operación orquestada en el corazón de la Inteligencia militar" para espiar a altos funcionarios del gobierno.
Aunque funcionarios de La Moneda declararon desconocer que las ex ministras de Defensa, Michelle Bachelet, y del Exterior, Soledad Alvear, u otras autoridades fueran objeto de seguimiento por los militares, los testigos afirman que se mantienen en la actualidad.
En cualquier caso, el reportaje resalta que los investigadores de inteligencia policial llegaron a la conclusión que las ordenes de espionaje fueron cumplidas entre 1998 y 2001 pero "sin perjuicio que puede estar (la instrucción) como orden permanente" en la institución castrense.
Señala que aunque se asegura que el actual comandante en jefe, Juan Emilio Cheyre, ignora esa orden, que provenía de sus predecesores, los generales (r) Augusto Pinochet y Ricardo Izurieta, existen evidencias que aún está vigente.
Destaca que el Batallón de Inteligencia, brazo operativo de la Dirección de Inteligencia del Ejército, fue reestructurado recientemente y cambió de nombre, pero las prácticas de recolección de información referentes a los temas de derechos humanos se mantienen.
Con el nuevo nombre de Agrupación de Seguridad Militar -afirma-, el órgano sigue interesado en la información que recaban las entidades policiales y "las presiones se han vuelto una constante, que rayan en las amenazas porque hay familias de por medio y pocas instancias judiciales donde recurrir".
El diario señala finalmente que conforme se reune más información, se van destapando otros hechos que, de ser ciertos, ponen en serio cuestionamientos el funcionamiento interno del Ejército y el poder que los mandos ejercen sobre los subalternos.
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