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FARC: «Ratificamos nuestra decisión de lucha»

FARC: «Ratificamos nuestra decisión de lucha»

Y la disposición de buscar la paz por las vías del diálogo como siempre lo hemos
hecho desde Marquetalia en 1964. Invitamos a los colombianos a trabajar en el
2005 por hacer converger los ánimos y esfuerzos de todos quienes no compartimos
los rumbos fascistas por los que hoy se pretende encausar a nuestra patria,
convergencia de quienes luchamos por estrategias soberanas, tolerancia
democrática y sobre todo por el fin de la injusticia social» expresa el
Secretariado del Estado Mayor de esta organización alzada en armas en Colombia,
en mensaje de Fin de Año enviado hoy a la redacción de ANNCOL en Estocolmo.

29.12.2004 [ANNCOL/www.anncol.org] A continuación el saludo de las FARC
dirigido al pueblo de Colombia, para conocimiento de todos nuestros lectores
esparcidos en todo el mundo.

***

Saludo de las FARC al pueblo colombiano

Las FARC-EP saludan al pueblo colombiano que lucha por no sucumbir a la
ofensiva anti social y profundamente anti popular del gobierno uribista, al
pueblo que enfrenta la pretensión gringa de imponer un tratado de libre comercio
desastroso para nuestra economía, que niega cualquier posibilidad a un futuro
pujante, independiente y digno para Colombia.

Saludamos especialmente a los 3. 5 millones de compatriotas que buscan a diario
un inexistente empleo, a los 2 millones que se cansaron de buscarlo sin que los
registren en las estadísticas oficiales y a los 6.4 millones que rebuscan a
diario su manutención y la de su familia sin certezas ni garantías de ninguna
índole.

Sudamos a los 28. 160.000 colombianos que sobre viven por debajo de los índices
de la pobreza absoluta y a los 3 millones de campesinos desplazados, condenados
al desarraigo y a la creciente violencia de las grandes ciudades.

Saludamos a los 3 mil trabajadores cesantes y a los más de 3 millones de
usuarios de los hospitales públicos clausurados por orden presidencial y por
efectos de la ley 100 que transformo al enfermo en un lucrativo negocio para el
capital privado y en poderosa fuente de financiación del vicariato paramilitar.

Saludamos al millón de campesinos que no tienen tierra donde trabajar y a los
más de 2.5 millones de niños que deben emplearse como esclavos para sobre vivir,
sin que el gobierno haga nada por ellos, salvo utilizarlos indignamente para sus
propagandas de televisión.

Saludamos a todos los asalariados de Colombia esquilmados de sus conquistas
salariales por una reforma laboral reaccionaria, e intimidados permanentemente
en su estabilidad y a los 17.490 empleados oficiales botados a la calle con la
disculpa demagógica de la reestructuración del Estado.

Saludamos a los 125. 000 colombianos víctimas de las fascistas detenciones
masivas de Uribe y su lugar teniente el fiscal Osorio, que acusados de
terrorismo y sometidos al escarnio público por televisión, han debido ser
liberados por su absoluta inocencia.

Saludamos a los campesinos afectados secularmente por la violencia latifundista
y por la exclusión, arruinados desde hace 10 años por la estrategia neoliberal y
hoy amenazados por el ALCA.

Saludamos a los indígenas, a las comunidades afro-americanas, a las diferentes
etnias, a los estudiantes, a los trabajadores de la cultura, a los deportistas,
a los sectores progresistas de la iglesia, a los maestros, a todos los
periodistas incluyendo aquellos sometidos a la descarada estrategia oficial de
la "autocensura", Saludamos a todos quienes sueñan con una Colombia más justa y
solidaria.

El año que termina desenmascaró el sainete "de ralito" como un vergonzoso
espectáculo de Álvaro Uribe, el Departamento de Estado y del militarismo, por
medio del cual el narcotráfico al servicio del latifundismo, el vicariato
contra-revolucionario y demás criminalidad desarrollada al amparo de las fuerzas
militares oficiales, trabaja la conformación de su partido político y su
atornillamiento en el poder del Estado.

También dejó al desnudo el " plan patriota" como abierta y cínica intromisión de
la Casa Blanca en los asuntos internos de Colombia, que ha demostrado la
absoluta y total inutilidad del accionar militar para
enfrentar la guerra de guerrillas revolucionaria como decisión armada que es del
pueblo colombiano en su objetivo de construir un nuevo país soberano, en
democracia y con justicia social.

Dejó en evidencia que los abusos, la criminalidad, la violación sistemática de
los derechos humanos y la corrupción son consustánciales a una fuerza pública
que defiende los privilegios de una clase minoritaria en el poder como en
Cajamarca, Guaitarilla, en Arauca, en los casos del Coronel Estupiñán, del
Coronel Santoyo, etc. Ratifico el año 2004, como sucedió innumerables veces
antes, que el militarismo es insaciable en la exigencia de más y más presupuesto
con el caramelo "de que ya casi los acabamos" a sabiendas de sus pírricos
resultados y la baja moral de una tropa mercenaria sin más aliciente que el del
dinero.

En el 2004 quedó en evidencia ante el país la falsedad de un gobierno que
prometió meritocracia y se descaro en la repartija clientelista; prometió ética
en el manejo de los recursos y las investigaciones invaden a todo el aparato
gubernamental hasta el Palacio de Nariño; prometió respeto a la independencia de
los poderes públicos y luego de someter al parlamento prepara reformas a la
justicia para que en el futuro todo el aparato del Estado tiemble ante sus iras
jupiterinas; prometió respeto por la constitución y trampeo hasta lo imposible
por aprobar su reelección como cualquier dictadorcillo de una república bananera
del siglo pasado.

Pero el 2004 también nos mostró otras características de este gobierno de los
ricos, por ejemplo: Colombia no puede darse el lujo de subir su presupuesto para
el ministerio de guerra de $8.59 billones que se gastaron en el 2004 a $11.84
billones aprobados para el 2005, (sin incluir los $234 mil millones para los
nuevos aviones, ni las ayudas gringas para el plan Colombia, ni las adiciones
presupuestales siempre concedidas en el transcurso del año fiscal a los voraces
generales), cuando no hay recursos para la salud, la educación, ni para la
vivienda.

Para qué tanta alharaca al rededor de los ahorros con la reestructuración del
Estado del orden de los $362.348 millones con el cierre de numerosas
dependencias, si a renglón seguido se engorda más al Estado aumentando el
presupuesto para la guerra en dos billones de pesos de un año al otro? y si por
un lado echó a la calle a los empleados civiles para "reducir el Estado", por el
otro aumentó la fuerza pública oficial en 78.984 unidades que solo gastan los
recursos públicos sin agregar un centavo de valor a la producción nacional.

El año 2004 nos mostró que el arrodillamiento uribista frente a Bush en lo
político y militar y su defensa de los intereses gringos en la aprobación del
ALCA traerán nefastas y complejas consecuencias en la vida colombiana: la
indigna aceptación y manipulación de la extradición por parte de políticos
pusilánimes incapaces de adelantar procesos judiciales en nuestro propio país;
incremento del personal militar gringo en el territorio nacional; feria del
patrimonio nacional en materia de biodiversidad y de recursos naturales en
general; y fracturas en la identidad nacional alrededor de los acuerdos sobre
cultura y educación que adquirirán visos de catástrofe.

Uribe y Bush le están apostando al adormecimiento del espíritu de lucha del
pueblo colombiano. Pero cuan equivocados están desde la época de la resistencia
indígena a la conquista española, pasando por las heroicas jornadas de los
comuneros de Galán y de la monumental gesta libertaria conducida por Bolívar,
hasta hoy, este pueblo ha demostrado que nunca ha bajado la cabeza ante el
poderoso y el ruin. Muy al contrario.

Por eso, al saludar a los colombianos y alentarlos a la conquista de mejores
horizontes para nuestro pueblo en el año 2005, ratificamos nuestra decisión de
lucha y la disposición de buscar la paz por las vías del diálogo como siempre lo
hemos hecho desde Marquetalia en 1964.

Reiteramos nuestra propuesta de adelantar conversaciones directas para lograr el
canje, en el área de los municipios de Florida y Pradera en el Valle del Cauca,
con plenas garantías, lo mismo que sobre la necesidad de alejar estos procesos
estratégicos para el país, de la coyuntura de una campaña electoral.

Saludamos a todos los colombianos que han sufrido en carne propia el dolor de
enterrar y de llorar a sus seres queridos por causa del conflicto y también a
todos aquellos que tienen familiares como prisioneros de guerra. A todos los
invitamos a persistir por lograr la meta de las soluciones civilizadas.

A nuestros presos en las cárceles del Régimen los alentamos a mantener enhiesta
y erguida la dignidad como combatientes revolucionarios que juramos lealtad a la
causa de nuestro pueblo por encima de todas las dificultades y oprobios a que
nos quieran someter. Nunca es tan importante como en medio de la adversidad,
reafirmarnos en nuestra condición de hombres libres, para rabia de nuestros
adversarios y ejemplo ante las nuevas generaciones. Las calumnias y dudas que
pretenden sembrar sobre nuestra condición de luchadores políticos se estrellan
con el enérgico rechazo a los halagos, prebendas y engaños que están ofreciendo
a los guerrilleros presos a cambio de su traición.

Nuestro único compromiso es con el pueblo y lo ratificamos hoy recordando el
ideario de Jacobo Arenas, Efraín Guzmán, Arnulfo, Adán Izquierdo y de todos los
revolucionarios íntegros que hicieron de sus vidas ejemplo de dignidad y
sembraron el suelo patrio con la semilla de la esperanza de poder construir una
nueva Colombia con justicia social, democracia y plena soberanía.

A los guerrilleros farianos y a los milicianos los convocamos en el 2005 a
mantener el esfuerzo por el cumplimiento de los planes, a cualificarse en todo
sentido y a fortalecer las organizaciones del pueblo, en primer lugar el partido
y el movimiento bolivariano.

A los colombianos nuestra invitación a trabajar en el 2005 por hacer converger
los ánimos y esfuerzos de todos quienes no compartimos los rumbos fascistas por
los que hoy se pretende encausar a nuestra patria, convergencia de quienes
luchamos por estrategias soberanas, tolerancia democrática y sobre todo por el
fin de la injusticia social.

Atentamente,

Secretariado del Estado Mayor Central FARC-EP
Montañas de Colombia, diciembre de 2004

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