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Las enseñanzas de Venezuela

Las enseñanzas de Venezuela

Hugo Chávez ganó su octava elección seguida, y le infringió la tercera derrota contundente a su reaccionaria oposición (las otras dos fueron en ocasión del golpe del 2002, y poco mas tarde con la huelga de tres meses de PDVESA). Aparte de regocijarnos con ello, digamos al respecto que el triunfo del NO en el referendo revocatorio tiene implicancias de carácter estratégico para Venezuela, para Latinoamérica, y también, claro está, para nuestra República Argentina.
En el hermano país caribeño porque, entre otras cosas, le da un respaldo y una legitimidad enorme a la revolución bolivariana en curso y a su conductor, que seguramente serán aprovechados para profundizar el camino de soberanía y justicia social emprendido hace ya seis años atrás.
En la región porque significa a todas luces un duro revés del intervencionismo imperial norteamericano y del propio Bush en persona; hecho que facilita en una medida no desdeñable el camino de autodeterminación que cada vez mas naciones de por aquí van emprendiendo.
En nuestro país, en primer lugar, porque tendremos los consiguientes beneficios al ser una mas de las naciones que, desde el 25 de mayo del 2003, vamos buscando esforzadamente un camino propio. En segundo término, porque fortalece al Presidente Nestor Kirchner, que tuvo la valentía de invitar a su par venezolano en tres oportunidades en lo que va de su mandato; y que además, frente a las presiones del funcionario del departamento de estado yanqui Roger Noriega, acusándolo de que se iba corriendo a posiciones "chavistas", no vaciló en visitar la República Bolivariana recientemente, en plena campaña electoral, y anudar allí significativos acuerdos comerciales con su gobierno.

No obstante es interesante analizar también tres enseñanzas que deja el triunfo de Hugo Chávez, puesto que tienen estrecha relación con debates muy actuales de la vida política de nuestro país:

1) Por cierto que hay un tercer camino entre el capitalismo neoliberal y el socialismo en esta etapa histórica de Latinoamérica. El que por supuesto nada tiene que ver con el mentiroso discurso delaruísta emparentándose con la "tercera vía" de Tony Blair, sino que es hijo de las mejores tradiciones del nacionalismo popular de nuestra región. Un modelo de país soberano, de progreso, justa redistribución de la riqueza y de democracia verdaderamente participativa, que significa un avance real para nuestros pueblos y naciones. De ello debería tomar nota la izquierda dogmática, para la cual si la salida no es proletaria no sirve por "burguesa"; análisis que conduce inevitablemente a un testimonialismo estéril y paralizante, y lo que es peor a ponerse en la vereda de enfrente de aquellos gobiernos que buscan, en medio de enormes dificultades y obstáculos, un progreso genuino y posible.

2) Se puede gobernar y ganar elecciones con un discurso abiertamente confrontativo con los poderosos. A Hugo Chávez de hace mucho tiempo a esta parte no le ha temblado el pulso, no solo para denunciar a los oligarcas de su propio país, sino también para desenmascarar el rol del gobierno de los EEUU en los dramas de nuestras naciones y en los intentos por desestabilizar a la revolución bolivariana. Es mas, hizo eje durante la última campaña en que el enemigo era concretamente Bush, el presidente de la nación mas poderosa del planeta. Ha ido mas lejos aun: en su momento visitó a Saddam Hussein y a Kadafi para reflotar la OPEP, levantó incontables veces muy alto la figura de Ernesto Guevara, y dio ejemplos indudables de su amistad con Fidel y con la revolución cubana. Hasta llevó 10.000 médicos de la isla a trabajar a Venezuela en momentos en que el eje de los ataques de la oposición allí era que se pretendía conducir al país al comunismo. Sin negar que siempre hay que tener adecuadamente en cuenta la correlación de fuerzas con el enemigo si se quiere vencer, hay que decir también que este triunfo es una contundente respuesta a los timoratos y vacilantes, a los entusiastas adherentes del andar siempre cauteloso y de "no tirarle la cola al tigre porque te puede comer".

3) El triunfo electoral del NO, tuvo atrás millones de venezolanos organizados y movilizados. Estos procesos nacionalistas que intentan concretar cambios profundos en nuestras sociedades, saliéndose del neoliberalismo, tienen momentos de definición en procesos electorales. Es allí donde se legitiman. Así ha sucedido en Venezuela, de la misma manera han llegado al gobierno Lula y Nestor Kirchner, así aspiran a llegar otros como el Frente Amplio en Uruguay y Evo Morales en Bolivia, esa batalla la han dado, aun sin ganarla por ahora, el Sandinismo y el Farabundo Martí. Eso es claro. Pero una vez alcanzado el gobierno, para poder sostenerse y avanzar hasta construir otros modelos de países, hace falta movilizar y organizar millones de personas, unificados política e ideológicamente, que resistan y derroten los embates de la reacción.

Siempre ha sido así desde la independencia a la fecha, y ahora no es distinto. Vale mucho esta enseñanza bolivariana en momentos en que en nuestra Argentina la vieja dirigencia política, sindical y social, la misma que claudicó durante los últimos 20 años, la que desarmó ideológicamente y desmovilizó al pueblo, sostiene que con las viejas estructuras (manejadas por ellos, obviamente) se puede ir por otro rumbo. Y cuando resiste denodadamente la irrupción de lo nuevo.

19 de agosto de 2004

HUMBERTO TUMINI
Secretario General de la Corriente Patria Libre

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