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“HISTORIA DEL MIR SI QUIEREN GUERRA, GUERRA TENDRÁN.

“HISTORIA DEL MIR   SI QUIEREN GUERRA, GUERRA TENDRÁN. Estudios Públicos, 91 (invierno 2003).
ESTUDIO
HISTORIA DEL MIR

“SI QUIEREN GUERRA, GUERRA TENDRÁN...”1
Cristián Pérez

Inmerso en la historia política chilena de las décadas recientemente
pasadas, este artículo analiza las estructuras de combate más importantes
del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), así como
las acciones más relevantes que éstas llevaron a cabo entre 1973 y
1983. Particular atención pone el autor en el desarrollo de la Fuerza
Central, en los combates de Neltume y en algunos asesinatos de
prominentes hombres del régimen militar.

1 La frase es de Miguel Enríquez, secretario general del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), en respuesta a la propuesta de rendición que les hiciera el coronel Edgar Cevallos, del Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea de Chile (SIFA). El documento fue dado a la publicidad el 10 de septiembre de 1974.

CRISTIÁN PÉREZ. Candidato a magister en historia, Universidad de Santiago de Chile.

6 ESTUDIOS PÚBLICOS

1. Septiembre de 1973: La guerra que no fue

En la noche del lunes 10 al martes 11 de septiembre de 1973,
alrededor de 50 hombres descansan, pese a los rumores de movimientos
militares y golpe de Estado que circulan. Para enmendar el error cometido
durante el tanquetazo, cuando no alcanzaron a constituirse y destruir los
tanques que se habían dado a la fuga, los muchachos permanecen acuartelados
en varias casas de seguridad, en distintos barrios de la ciudad de Santiago
de Chile. En las residencias había fusiles Garant que habían pertenecido
al dispositivo de seguridad del Presidente Salvador Allende (GAP), AKA-
47, ametralladoras Punto 30, y armas cortas con su respectiva munición,
además de explosivos. Las casas contaban con teléfonos por los que recibían
instrucciones del jefe militar del MIR3.

Quienes pernoctaban eran integrantes de la Fuerza Central, la elite
mirista. Allí esperaban las órdenes para salir de las casas, abordar automóviles y dirigirse a los puntos predeterminados, arriesgando sus vidas, si fuera necesario, para materializar la revolución socialista que tanto anhelaban.

Cerca de las 8 de la mañana escucharon que los militares intentaban
deponer al gobierno, que Salvador Allende permanecía atrincherado en La
Moneda esperando la llegada de fuerzas leales. ‘Juancho’, el responsable de
la Fuerza Central del MIR, dijo a sus hombres que las instrucciones de
‘Coño Aguilar’, jefe militar del partido, miembro del Comité Central y de la
Comisión Política, eran de esperar los acontecimientos posteriores4.
“Los asaltantes eran altos,se veían regios: ¡Me encantaron!”2

2 Comentario realizado el 20 de agosto de 1969, ante las cámaras de Canal 13 de
televisión, por una joven y bella testigo del asalto a la sucursal Vicuña Mackenna del Banco
de Londres. El atraco fue perpetrado por un comando del MIR.
3 Por tanquetazo o tancazo se conoce la sublevación militar ocurrida el 29 de junio
de 1973. Ese día un grupo de tanques del Regimiento Blindados encabezado por su comandante,
Roberto Souper, atacó el Ministerio de Defensa y el palacio de La Moneda. El intento
fue sofocado personalmente por el general Carlos Prats, Comandante en Jefe del Ejército.
Relato de ‘Carlos Pérez’, entrevista con el autor, Nueva York, mayo de 1999.
Este nombre encubre a un integrante de la Fuerza Central, protagonista de los hechos.
En esa época era un joven estudiante universitario. Había sido enviado por el MIR a
Cuba, donde recibió entrenamiento guerrillero. Después del golpe de septiembre de 1973 fue
detenido por la DINA. Escapó de sus captores cuando fue llevado hasta un lugar en el que
supuestamente debía encontrarse con su contacto; el “punto” lo había inventado él para
librarse de las torturas a las que estaba sometido. Posteriormente se refugió en casas de
familiares y amigos, hasta que logró salir al exilio. Actualmente reside en Estados Unidos.
4 ‘Carlos Pérez’, entrevista con el autor, Nueva York, mayo de 1999.
‘Coño Aguilar’ era el nombre de batalla de Arturo Villabela Araujo. Volveremos
sobre él más adelante.
CRISTIÁN PÉREZ 7

Mientras tanto, ‘Coño Aguilar’ en compañía de ‘Pituto’5 se dirigían
a la Embajada de Cuba, para retirar algunas armas que les habían prometido.
En la legación conversaron con los responsables cubanos, quienes se
negaron a entregarles el armamento requerido. Sólo consiguieron que los
guardias de la embajada, que los conocían, “nos pasaran por abajo las
pistolas”6. Cuando se retiraban tuvieron el primer enfrentamiento del día,
que no sería el único, con civiles armados y carabineros que esa mañana
comenzaban a bloquear las calles de acceso a la embajada. A gran velocidad,
disparando las armas que portaban, lograron romper el cerco y escaparon
por la avenida Pedro de Valdivia hacia el sur, sin detener la marcha
hasta que llegaron a la casa de seguridad donde se encontraba acuartelado
el resto de la Comisión Política del MIR7.

Mientras esto sucedía, el secretario general, Miguel Enríquez, acompañado
por Roberto Moreno, miembro de la Comisión Política, acudía a la
industria Indumet para tener una reunión con representantes de los partidos
Socialista y Comunista. Allí estaban Rolando Calderón por el PS y Orlando
Millas, ex senador y ministro del PC, quien manifestó que su partido no
operaría hasta tener claro si los militares iban o no a cerrar el Congreso. La
conversación duró poco y quedaron de acuerdo en reunirse más tarde8.
Miguel y Roberto retornaron a la casa donde permanecía el resto de la
dirección. Poco después, ‘Coño Aguilar’ y ‘Pituto’ son designados para
acompañar a Miguel Enríquez a Indumet, donde se realizaría la segunda
reunión de ese día, con representantes del Partido Socialista. Es media
mañana cuando salen de la casa de seguridad. A esa hora se intensifican las
patrullas militares y de carabineros que vigilan las calles, atentas a cual-
5 Nombre de batalla de Andrés Pascal Allende, sociólogo, sobrino de Salvador Allende, miembro de la Comisión Política del MIR. En 1974, a la muerte de Miguel Enríquez, asume como secretario general de la organización, cargo que ocupa hasta 1985. En 1975, unidades de la DINA descubren la parcela de Malloco donde se ocultaba Andrés Pascal junto
a otros miembros de la dirección del MIR. Al arribo de los agentes se produjo un fuerte enfrentamiento, en el que murió el mirista Dagoberto Pérez y Nelson Gutiérrez quedó herido.

Sin embargo, Andrés Pascal y su mujer lograron escapar refugiándose en la Embajada de Costa Rica, Gutiérrez y su esposa en la Nunciatura. Luego partieron al exilio. Como máximo jefe del MIR, Pascal Allende ingresa clandestinamente varias veces a Chile. Actualmente vive en La Habana.
6 La expresión entre comillas es de Roberto Moreno, en aquel momento miembro de
la Comisión Política y del Comité Central del MIR, en entrevista con el autor, Santiago de Chile, junio de 1999. Roberto Moreno fue detenido en 1974 por la SIFA, posteriormente partió al exilio y se reintegró al MIR. Hoy milita en el Partido Socialista y vive en Santiago de Chile.

7 Andrés Pascal Allende, “El MIR 35 años” (segunda parte) (revista Punto Final,
N° 480, del 21 de septiembre al 5 de octubre de 2000), p. 13. Los detalles de la petición hecha a los responsables de la embajada fueron entregados al autor por Pascal en una entrevista en La Habana, Cuba, en agosto de 1999.
8 Roberto Moreno, entrevista con el autor, Santiago de Chile, junio de 1999.

8 ESTUDIOS PÚBLICOS

quier conato de resistencia; pese a ello, el grupo mirista no tiene mayores
dificultades para llegar a la cita.
En la industria, frente a un mapa de Santiago, junto a los encargados
socialistas, comienzan a discutir los planes para defender el gobierno, centrándose en las acciones, lugares y fuerzas con las que se iniciaría el contragolpe, cuyo primer acto era movilizar una columna para sacar a Allende de
La Moneda9. De pronto, irrumpieron carabineros, que fueron repelidos por
miembros del aparato militar del Partido Socialista, dirigidos por Arnoldo
Camú (‘Agustín’), responsable de ese grupo, y los miristas presentes10. De
inmediato se desató un violento enfrentamiento que tuvo bajas en ambos
bandos11. En medio del tiroteo, y cuando era visible que carabineros pretendían
cercar al grupo que estaba dentro de la fábrica, Miguel Enríquez
ordenó a sus hombres —‘Coño Aguilar’, ‘Pituto’ y ‘León’, que se les había
unido en el camino—12 abrir una brecha para salir del lugar, pues en ese
instante el objetivo no era combatir, sino volver a la casa donde se encontraba
el resto de la dirección e implementar las medidas necesarias para
contrarrestar el golpe militar. En el combate tuvo destacada participación
Arturo Villabela, quien demostró arrojo y valentía; León quedó encerrado
en una de las industrias del lugar, donde posteriormente fue abatido por las
fuerzas golpistas13.

Después de algunas escaramuzas con carabineros y de movilizarse
por calles interiores, cerca de las 16 horas consiguieron llegar hasta la
residencia donde se encontraba la plana mayor del Movimiento de Izquierda
Revolucionaria (MIR). Pero a esa hora el combate en La Moneda había
terminado con la muerte del Presidente Salvador Allende, y la revolución
chilena había caído para siempre.

9 ‘Raúl Marcos’, uno de los miembros más importantes del aparato militar del
Partido Socialista. Entrevista con el autor, Santiago de Chile, mayo de 1994.
10 Ibídem.
11 Para un relato de los enfrentamientos de Indumet y La Legua, véanse Carmen
Castillo Echeverría, Un Día de Octubre en Santiago (1987); Eduardo Gutiérrez González,Ciudades en las Sombras: Una Historia no Oficial del Partido Socialista de Chile (2003);Patricio Quiroga, Compañeros. El GAP: La Escolta de Allende (2001); Arnaldo Pérez Guerra,“Hernán Barahona: Cómo se Salvaron ‘Las Últimas Palabras de Allende’ y la Resistencia en la Población La Legua”, periódico El Siglo, N° 1104, del 8 de septiembre de 2002.

La versión que los militares tienen de esos acontecimientos puede verse en: Fuerzas Armadas y Carabineros, Septiembre de 1973: Los Cien Combates de una Batalla (publicación auspiciada por Ejército de Chile, Armada Nacional, Fuerza Aérea de Chile, Cuerpo de Carabineros, sin fecha. Inscripción N° 41.832).
12 ‘León’, según Andrés Pascal, era un miembro de los “Talleres” del MIR. Lo más probable es que se tratara de Manuel Ojeda Disselkoen, de 30 años, ingeniero, militante del MIR y ex integrante del Grupo de Amigos Personales (GAP). Pereció en el enfrentamiento de la industria Indumet el 11 de septiembre de 1973.

13 Andrés Pascal Allende, entrevista con el autor, La Habana, Cuba, julio de 1999.

CRISTIÁN PÉREZ 9

‘Raúl Marcos’, importante miembro del aparato militar del PS, que
participó en los combates de Indumet y La Legua, al explicar la poca
resistencia de la izquierda al golpe, sostiene que en esa coyuntura adquirió
decisiva importancia la ausencia de cursos de estado mayor en sus fuerzas,
por lo que ese día les resultó difícil coordinar las operaciones para realizar
un contragolpe14. A esa explicación nosotros agregamos que también fue
determinante la inexistencia de una coordinación general en el plano político-
militar entre el MIR y el PS. La mañana del 11 de septiembre ese vacío
no pudo ser llenado debido al arribo de carabineros a Indumet, y ambas
colectividades quedaron sin objetivos comunes hacia donde movilizar sus
fuerzas. La otra clave fue la escasa oposición al golpe entre los miembros
de las FF.AA.; en otras palabras, ninguna unidad militar permaneció leal al
Presidente de la República. Esto echó por tierra todas las expectativas del
contragolpe cívico-militar, base de la defensa de la Unidad Popular.
Al parecer, en Cuba también pensaban que en caso de golpe habría
una larga y decidida resistencia. En la mañana del 11 de septiembre, a un
grupo de 36 miembros del PS chileno que permanecían allí recibiendo
entrenamiento militar, les ordenaron alistarse para volver inmediatamente a
Chile, junto a un grupo de tropas especiales cubanas, para apoyar a las
fuerzas leales al Presidente Allende. Al cabo de tres días se les comunica
que la resistencia no existe y la operación es cancelada15.

Mientras esto sucedía en Cuba, los jóvenes de la Fuerza Central del
MIR que permanecían acuartelados en Santiago escucharon el último discurso
del Presidente Allende, se enteraron del bombardeo de La Moneda y
la toma del mando por la Junta Militar en la Escuela Militar. Aguardaron
durante días y la respuesta fue siempre la misma: que esperaran16.
Así, el grupo paramilitar de elite, la llamada Fuerza Central, no
recibió órdenes para movilizarse y combatir el 11 de septiembre ni en los
días siguientes.
***

Sobre el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) se han
escrito numerosos volúmenes que nos han ilustrado acerca de parte importante
de su desarrollo histórico; sin embargo, sobre su capacidad militar
existe una gran interrogante, ya que sólo conocemos fragmentos entregados
por ex militantes, que aunque importantes, no nos han permitido advertir la
14 ‘Raúl Marcos’, entrevista con el autor, Santiago de Chile, mayo de 1994.
15 ‘Juan Miranda’, militante socialista, después uno de los cuadros militares más importantes del MIR. Entrevista con el autor, norte de Europa, julio de 1999.

16 ‘Carlos Pérez’, entrevista con el autor, Nueva York, EE.UU., mayo de 1999.
10 ESTUDIOS PÚBLICOS

real dimensión de sus estructuras paramilitares y de las acciones implementadas
por éstas.

Este artículo pretende entregar algunas luces sobre el desarrollo de
las estructuras militares del MIR y de las acciones que realizaron hasta
1983.

Los nombres entre comillas simples son los nombres de batalla que
utilizaban los miembros del MIR, los nombres entre comillas simples y
cursivas han sido inventados por el autor para encubrir algunas identidades.
Todas las entrevistas citadas en este artículo, con los nombres reales de los
entrevistados, están en poder de autor.

2. El Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)

“Son los pobres con la clase obrera
los que cumplen la clara misión
de decirle al conjunto del pueblo
que han tomado ya su decisión.
Trabajadores al poder,
trabajadores al poder,
trabajadores al poder.
En la lucha contamos las horas,
ya a los ricos les llega su fin,
porque estamos seguros de triunfar
con el pueblo, conciencia y fusil.
MIR, MIR, MIR”17.

El primer día del año 1959, los hombres de Fidel Castro, Camilo
Cienfuegos y Che Guevara derrotaron al ejército de Batista, asumieron el
gobierno del país e inauguraron una nueva era en el continente: se iniciaba
la Revolución Cubana18.

El ejemplo de los guerrilleros caribeños sería imitado con prontitud
en otros países de América Latina. Allí nacieron grupos que, valiéndose de
la lucha armada como método de acción política, se proponían realizar los
cambios sociales, políticos y económicos que la región demandaba. En los
17 Fragmento del himno del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
18 “Desde lejos venían noticias estimulantes. Sobre Cuba, descolgándose por las
verdes vertientes de la Sierra Maestra, un huracán de desaliñadas tropas había dado cuenta de Batista y su pandilla. Con más fe que pertrechos, el ‘26 de Julio’ sacudió las tierras de América con la revolución más joven y más sorprendente de su historia. Los nuevos líderes instalados en La Habana, a 80 millas de las costas norteamericanas, dieron comienzo así a la temeraria contienda que dura hasta nuestros días (...)”. La cita, llena de admiración, es de Raúl Ampuero Díaz, senador por varios períodos, secretario general del Partido Socialista.

Véase Belarmino Elgueta, Jaime Ahumada, Óscar Núñez, et al., Raúl Ampuero 1917-1996: El Socialismo Chileno (2002), pp. 142-143.
CRISTIÁN PÉREZ 11

años siguientes se abrieron varios focos guerrilleros que creaban serias
dificultades a los gobiernos de la región.

Frente a esta amenaza la administración norteamericana respondió
con prontitud, el Presidente Kennedy creó la Alianza para el Progreso. Al
apoyar con recursos económicos y planes de desarrollo, esta organización
pretendía terminar con las causas —pobreza, analfabetismo, cesantía—
que, se creía, hacían viable la revolución en Latinoamérica. Se trataba de
eliminar la amenaza antes de que se convirtiera en una realidad.
Por entonces, en Chile gobernaba el presidente conservador Jorge
Alessandri Rodríguez, cuya administración accedió a algunas de las sugerencias
de la Alianza Para el Progreso, como la promulgación de una ley de
reforma agraria (1962). En su gobierno el cuerpo legal no fue plenamente
aplicado; ejemplo de este hecho fue el nombre por el que popularmente se
conocía la ley: “reforma de macetero”. Las expectativas superaron ampliamente
a los resultados de la reforma y el descontento entre los campesinos
así como en otros sectores importantes de la sociedad chilena se acrecentó.
En septiembre de 1964 se realizaron elecciones presidenciales. Entre
otros, postularon Eduardo Frei Montalva por la Democracia Cristiana, y
Salvador Allende por el Frente de Acción Popular (FRAP), la coalición
electoral de comunistas y socialistas19.

Enfrentados a las elecciones, los responsables del FRAP estaban
convencidos de que en esa ocasión conseguirían la victoria, ya que en los
comicios anteriores (1958) Salvador Allende había perdido por escaso margen
ante el abanderado de la derecha, Jorge Alessandri Rodríguez20. Sin
embargo, cuando las urnas fueron abiertas y las papeletas terminaron de
contarse, se concretó un nítido triunfo de Eduardo Frei Montalva, candidato
de la Democracia Cristiana, que recibió el apoyo de conservadores y liberales21.

19 El Frente de Acción Popular nació el 29 de febrero de 1956. El acta de fundación la suscribieron Baltazar Castro y José Oyarce en representación del Frente Nacional del Pueblo, y Humberto Martones y Raúl Ampuero, en representación del Bloque Democrático del Pueblo-Socialista Popular. El FRAP se proponía ser el núcleo “(...) aglutinador de las fuerzas que estén dispuestas a luchar por un programa antiimperialista, antioligárquico y
antifeudal (…)”.

20 La absoluta confianza en la victoria quedó de manifiesto en el Informe al
XX Congreso General del Partido Socialista de Chile, 1964, Año de Prueba para la Revolución Chilena, cuyo autor fue el senador Raúl Ampuero Díaz, quien era secretario general de ese partido. El informe aparece citado en Belarmino Elgueta, Jaime Ahumada, Óscar Núñez, et al., Raúl Ampuero 1917-1996: El Socialismo Chileno (2002).

21 Como una reacción al “naranjazo”, hecho acaecido a comienzos de 1964 en
Curicó, zona tradicionalmente derechista. Allí, en una elección complementaria de diputado, el abanderado del FRAP, doctor Naranjo, derrotó al candidato apoyado por los partidos Liberal y Conservador; éstos decidieron apoyar a Frei para evitar la victoria de Allende: era el “mal menor”.
12 ESTUDIOS PÚBLICOS

En la izquierda la derrota provocó distintas reacciones: el Partido
Comunista concluyó que habían perdido porque la alianza no era lo suficientemente amplia, ya que no integraba vastos sectores definidos por ellos
como “pequeñoburgueses”. Por lo tanto, para vencer en las próximas elecciones
requerían llegar a acuerdos con partidos que representaran a estos grupos, léase Democracia Cristiana, Partido Radical. Por su parte, el Partido
Socialista radicalizó su posición, sosteniendo una política de cuestionamiento
a la vía electoral y de explícito apoyo a la vía armada, que se
materializó en los congresos de Linares (1965) y de Chillán (1967)22.
Las elecciones de 1964 calaron hondo en la izquierda chilena, vastos
sectores empezaron a percibir con desconfianza la vía electoral, y bajo el
influjo de la Revolución Cubana se fueron convenciendo de que la única
opción para hacer las transformaciones que Chile requería era la lucha
armada23.

En síntesis, la frustración de parte importante de la izquierda chilena
por la derrota de Salvador Allende en 1964, y la percepción del éxito de las
transformaciones revolucionarias en Cuba, más la emergencia de grupos
guerrilleros en América Latina, crearon las condiciones para que ex miembros
de la Federación Juvenil Socialista (FJS), que se habían retirado de la
colectividad en 1963 por la derechización de la campaña de Allende, constituyeran la Vanguardia Revolucionaria Marxista (VRM), y que unidos a ex
militantes de las Juventudes Comunistas (JJ. CC.), junto con algunos trotskistas que eran viejos cuadros de la ‘Izquierda Comunista’24, se reunieran
para crear un nuevo grupo izquierdista.

Después de algunos aprontes, el 15 de agosto de 1965, en un local
del centro de Santiago, nació el Movimiento de Izquierda Revolucionaria
(MIR). Como secretario general fue nombrado el médico Enrique Sepúlveda25,
que había militado en la ‘Izquierda Comunista’, acompañado por un
22 Para una detallada explicación de este proceso véase Luis Corvalán Márquez, Del Anticapitalismo al Neoliberalismo en Chile (2001).

23 Ejemplo de esto fueron los documentos de la Vanguardia Revolucionaria Marxista (VRM), grupo en el que militaban los hermanos Enríquez, después de su salida de la Federación Juvenil Socialista (FJS).

24 La ‘Izquierda Comunista’, uno de los grupos disidentes del Partido Comunista, presentaba orientaciones trotskistas; entre sus líderes destacaron el senador Manuel Hidalgo, Heraclio y Humberto Mendoza, Ramón Sepúlveda Leal. El sector fue expulsado del PC amediados de los años 30. Véase Cristián Pérez, “¿En Defensa de la Revolución?: La Expulsión de la ‘Izquierda Comunista’ 1928-1936” (2000).

25 Enrique Sepúlveda era médico, desde joven adhirió a las ideas de izquierda, con marcada influencia trotskista. En los años 30 había militado en la Izquierda Comunista.

Después del golpe militar de 1973 partió a Francia, allí participó decididamente en las actividades del exilio chileno. Murió en París en la década de 1970.

CRISTIÁN PÉREZ 13

comité central de 21 miembros. Entre los fundadores destacaban los dirigentes
obreros Clotario Blest Riffo y Eugenio Cossio; jóvenes como Luciano
Cruz Aguayo, Bautista van Schouwen, Andrés Pascal Allende, Arturo
Villabela, Nelson Gutiérrez, y los hermanos Miguel y Edgardo Enríquez26.

De esa manera, casi en silencio, con pocos adherentes, nacía el MIR,
colectividad que en los años siguientes conseguiría una insospechada importancia.

Se organizaban “(…) para ser la vanguardia marxista leninista de
la clase obrera y de las masas oprimidas y explotadas de Chile, que buscan
romper sus cadenas de más de 150 años, luchando por la emancipación
nacional y social que las conducirá al socialismo y al comunismo”27. El
método para lograr sus objetivos consistía en “(…) una audaz política revolucionaria capaz de oponer a esta cínica violencia imperialista una viril y
altiva respuesta de las masas armadas (…)28. Desde un comienzo trataron
de concretar la revolución chilena utilizando como medio la lucha armada,
siguiendo el ejemplo de Fidel Castro. Era una clara y contundente respuesta
a la izquierda tradicional, que ellos criticaban como electorera y pacifista,
que no había sido capaz de materializar la revolución por —según el
MIR— el único camino posible: el enfrentamiento armado con la burguesía.
Al comienzo basaron el trabajo en sectores de estudiantes universitarios,
especialmente en Concepción, Santiago y Valparaíso; también se acercaron
a los campesinos de la zona central y a los mapuches en el sur; en
sectores de obreros sindicalizados su presencia era débil; con el tiempo
obtendrían significativos apoyos entre pobladores de villas marginales de
Santiago y otras ciudades29.

La fisonomía definitiva del movimiento Un un principio la organización intentó realizar su trabajo político según los modos más o menos tradicionales de la izquierda, pero esto 26 Eugenio Cossio, profesor, fundador del MIR. Entrevista con el autor, Nueva York, mayo de 1999.

27 “Chile en el Camino de la Revolución Socialista”, Declaración de Principios del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Santiago 15 de agosto de 1965. Citado por Carlos Sandoval Ambiado, M.I.R.: Una Historia (1990), pp. 15-19.

28 Ibídem, pp. 15-19 (el destacado es nuestro).

29 Con los pobladores el MIR formó el Frente de Pobladores Revolucionarios (FPR),su líder más destacado fue Víctor Toro (‘Melinka’), miembro del Comité Central de laorganización. En 1974 fue detenido por la SIFA, posteriormente fue expulsado del país y serefugió en Cuba, Nicaragua y México; actualmente vive en Nueva York, donde se ha convertido en uno de los líderes más importantes de las comunidades negras y latinas del Condado del Bronx. Otro de los jefes de pobladores del MIR fue Alejandro Villalobos ‘El Mikey’. Éste
fue detenido y hecho desaparecer después del golpe militar de septiembre de 1973.

14 ESTUDIOS PÚBLICOS

cambió en el Congreso de 1967, evento en que el grupo de Enrique Sepúlveda
fue desplazado de la dirección y ésta la asumieron los jóvenes estudiantes
de Concepción. Miguel Enríquez pasó a ser el secretario general del
partido.

Desde 1967 la organización comenzó una política de enfrentamiento
con el gobierno. Particular atención pusieron en las acciones de propaganda
armada y en las operaciones para recaudar fondos, que ellos denominaron
“recuperaciones”, que no eran sino asaltos a los bancos30. Estas acciones
eran comunicadas a la opinión pública, como vemos a continuación: “A los
Obreros, Campesinos, Pobladores y Estudiantes: 1. El Movimiento de Izquierda
Revolucionaria (MIR) informa al pueblo que su ‘Comando Rigoberto
Zamora’ expropió el Banco Nacional del Trabajo. El caso está
resuelto. Los incapaces del ‘Escuadrón de la Muerte’ no necesitan torturar
ni flagelar a nadie. 2. (…) El MIR devolverá a todos los obreros y campesinos
del país ese dinero, invirtiéndolo en armas y en organizar los aparatos
armados necesarios para devolver a todos los trabajadores lo que les han
robado todos los patrones de Chile, o sea, para hacer un gobierno obrero y
campesino que construya el socialismo en Chile. (…) 4. El pueblo puede
estar seguro que este dinero es suyo y que ni un peso de él será gastado en
lo que no sea estrictamente necesario para armar, organizar y preparar la
defensa de los intereses de obreros y campesinos. 5. El MIR dedica esta
acción a la memoria del revolucionario Rigoberto Zamora, que fue militante
del MIR y que murió peleando por la liberación del pueblo boliviano
junto a los compañeros del ELN en 1969. Secretariado Nacional del Movimiento
de Izquierda Revolucionaria (MIR) 23.02.70”31.

El 2 de junio de 1969 militantes de la organización raptan al periodista
Hernán Osess Santa María, director del periódico Noticias de la Tarde
de Concepción, a quien dejan desnudo en el barrio universitario, en el
momento que finalizaba una actividad de los Juegos Florales32. El secuestro
fue realizado por miembros del aparato regional de Concepción, sin el
conocimiento de la dirección nacional: “fue un escarmiento”33. Según Patricio
Rivas, ex miembro del Comité Central del MIR, este hecho había sido
30 Andrés Pascal Allende, “El MIR 35 años” (2000), p. 10. En este artículo el autor cuenta con detalles una de esas operaciones en las que no estaban ausentes el riesgo y la coquetería.

31 Cecilia Radrigán y Miriam Ortega (ed.), Miguel Enríquez: Con Vista a la Esperanza(1998), p. 32. El comunicado fue originalmente publicado en Punto Final (N° 99 del 3 de marzo de 1970), p. 5.

32 Daniel Avendaño y Mauricio Palma, El Rebelde de la Burguesía: La Historia de
Miguel Enríquez (2001), pp. 70-73; Patricia Arancibia Clavel, María de los Ángeles Aylwin Ramírez, Soledad Reyes del Villar, Los Hechos de Violencia en Chile: Del Discurso a la Acción (2003), pp. 154-155.

33 La expresión es de Andrés Pascal Allende en una entrevista con el autor, La
Habana, Cuba, agosto de 1999.
CRISTIÁN PÉREZ 15

un acontecimiento menor, pero las autoridades lo habrían usado como pretexto
para iniciar la represión del MIR y del movimiento popular34.
A partir de ese hecho el Poder Judicial inicia una investigación.
Ordena a Carabineros allanar la Universidad de Concepción, dando, de esa
manera, inicio a la persecución del MIR. Los principales dirigentes del
grupo se ven obligados a pasar a la clandestinidad.

Entre 1968 y 1969 Miguel Enríquez, a la cabeza del movimiento,
definió las tareas y las características de los militantes que las cumplirían,
dando fisonomía definitiva al MIR. Las “Tareas fundamentales de un partido
de vanguardia son la preparación de sus cuadros, la penetración en los
frentes de masas considerados como estratégicos, la agitación callejera, la
propaganda y las tareas especiales (…). El volumen relativo de tareas
‘especiales’ debe aumentar enormemente. Las ‘tareas especiales’ deben dejar
de ser privativas de un sector de la organización para transformarse en
el problema de la mayor parte del movimiento. Las cuestiones políticas
estarán estrictamente ligadas a las tareas ‘especiales’. Los cuadros ‘especiales’
deberán ser políticos y los políticos pasarán frecuentemente por lo
‘especial’. De la integración de lo político y de lo militar se hará una
realidad.

(…)
Los militantes deberán aceptar las reglas de una rigurosa clandestinidad.
El tipo de militante que ingresará al MIR debe ser diferente al de
antes. Los aficionados deberán abandonar la organización (…). No se ingresará
ni se hará abandono del partido de cualquier forma. La entrega de sí
mismo deberá ser total. La organización decidirá si un militante debe o no
trabajar o estudiar, o donde habitar, etcétera.

Es la única manera de constituir una organización sólida, disciplinada,
eficaz, capaz de discutir menos y de operar en plena clandestinidad. Es
esta organización la que realizará acciones e iniciará la guerra de clases en
Chile”35.

Con Allende en La Moneda

Al acercarse la elección de 1970 el MIR se muestra reacio a apoyar
la candidatura de Allende, como veremos, porque consideran que la participación
en elecciones no conduce a la revolución, y porque “(…) si se
34 Patricio Rivas, ex miembro del Comité Central del MIR, entrevista con el autor,Santiago, junio de 1999.

35 Carlos Sandoval, M.I.R.: Una Historia (1990), tomo I, pp. 46-47. (El destacado es nuestro.) Las tareas especiales tenían relación con la preparación paramilitar, inteligencia y contrainteligencia, así como la fabricación de armas.

16 ESTUDIOS PÚBLICOS

llegara a evidenciar la posibilidad de un triunfo electoral popular, las clases
dominantes chilenas y extranjeras se decidirán por el golpe militar de derecha,
cualquiera sea su costo”. Concluían que el “Movimiento de Izquierda
Revolucionaria no desarrollará ninguna actividad electoral”. Relativizando
la importancia de las elecciones, expresaban: “Cualquiera que sea el desenlace
electoral, estamos ciertos de que no se detendrá el avance de la revolución
ni se hipotecará la necesidad de una estrategia revolucionaria, sino
que, al contrario, se abrirá un nuevo período que con renovado vigor nos
llevará hacia la revolución socialista en Chile”36. Posteriormente se realiza
una reunión entre Allende y Miguel Enríquez en la que se acuerda que el
MIR suspenda las acciones armadas y disponga gente con preparación militar
para la custodia del candidato37. Poco antes de septiembre la
dirección anuncia que los militantes quedan en libertad de votar por Salvador
Allende38.

El 4 de septiembre de 1970 se realizaron las elecciones y el candidato
de la Unidad Popular obtuvo la primera mayoría relativa. Según el ordenamiento
constitucional vigente entonces, para convertirse en el Presidente
de la Nación, debía ser ratificado por el Congreso en pleno.
Poco después de los comicios, el MIR, a través de Augusto Carmona39,
dio cuenta pública de que la victoria de Allende cambiaba “(…) las
condiciones materiales para hacer la revolución socialista en Chile. Ésta es
la consecuencia más importante de la elección recién pasada”40. Así, desde
el momento del triunfo el MIR se preocupaba en extremo de la coyuntura
política que determinaría en definitiva si Allende sería nombrado Presidente.
Entre el 4 de septiembre y el 23 de octubre, el MIR adquirió gran
importancia porque denunció a grupos derechistas que habían realizado
varios atentados para impedir que el Congreso proclamara a Allende. Los
diferentes complots fueron descubiertos por las redes de inteligencia y de
36 Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) (Secretariado Nacional), “El MIR y las Elecciones Presidenciales” (abril, mayo de 1970).
37 Entre los miristas que llegaron para integrarse al grupo de seguridad de Allende se encontraban, además de otros: Max Marambio, que asumió como jefe del dispositivo; Sergio Pérez, y el ex paracaidista del Ejército de Chile Mario Melo Pradenas.

38 Andrés Pascal, “El MIR 35 años (primera parte)” (revista Punto Final, N° 478, del 25 de agosto al 7 de septiembre de 2000), p. 13. Sobre la vinculación del MIR en la seguridad de Salvador Allende, véase Cristián Pérez, “Salvador Allende. Apuntes sobre su Dispositivo de Seguridad: El Grupo de Amigos Personales (GAP)” (2000).

39 Augusto Heriberto Tadeo Carmona Acevedo, periodista de la revista Punto Final y de otros medios de izquierda, militante del MIR. Fue asesinado por agentes de la CNI el 7 de diciembre de 1977, frente a la casa N° 2524 de la calle Barcelona en la comuna de San Miguel.
40 Augusto Carmona, “Elección de Allende: Cambio en el Esquema” (circa 1970).
CRISTIÁN PÉREZ 17

análisis de prensa del movimiento, que contaba con informantes en las
Fuerzas Armadas, en Patria y Libertad, en el Partido Nacional y en núcleos
de la burguesía. En efecto, el 21 de octubre entregaron a la revista Punto
Final informaciones detalladas, que permitieron al gobierno actuar en contra
del Frente Nacionalista Patria y Libertad (FNPT)41. Pese a obtener
importantes informaciones de los intentos de evitar la asunción de Allende,
no lograron obtener antecedentes del atentado al Comandante en Jefe del
Ejército, general René Schneider42.

El cambio de posición y la aceptación de la elección de Allende
como positiva y en un marco de cierta colaboración lo encabeza Miguel
Enríquez, quien redacta un documento, que impreso en color amarillo fue
prontamente conocido como el “Documento Amarillo”43.

La colaboración del MIR con el gobierno se dio principalmente a
través del dispositivo de seguridad del Presidente. Éste fue constituido en
forma embrionaria por miristas y socialistas algunos meses antes de la
elección, y fue completado después del atentado al general Schneider, ocurrido
en octubre de 1970. Los miembros del MIR se mantuvieron en el
GAP hasta la mitad del año 1972, cuando fueron reemplazados por militantes
del Partido Socialista. Al retirarse del grupo se llevaron una parte de las
armas con que contaba el dispositivo44.

3. 1974-1975, el frío invierno del MIR
El “Comodoro” de los fierros45

Corría la tercera década del siglo XX cuando arribó a Valparaíso un
catalán anarquista apellidado Villabela. Se radicó en esa ciudad e inició
actividades como enólogo —su profesión— en una de las numerosas viñas
41 Este grupo nació poco después de las elecciones de 1970. Mostraba una posición política radicalizada de derecha con un fuerte cuestionamiento a la Unidad Popular, su principal objetivo era evitar que Allende asumiera el gobierno, contaba con unidades paramilitares.

Entre sus líderes destacaban Pablo Rodríguez Grez, Roberto Thieme, Manuel Fuentes.
Para un completo análisis del grupo, véanse Claudia Abarca y otras, Frente Nacionalista Patria y Libertad (1970-1973), (1993); Manuel Fuentes Wendling, Memorias Secretas de Patria y Libertad y Algunas Confesiones sobre la Guerra Fría en Chile (1999).

42 Andrés Pascal, “EL MIR 35 años” (revista Punto Final, N° 478, 25 de agosto al 7 de septiembre del 2000), p. 13.

43 Patricio Rivas, entrevista con el autor, Santiago, junio de 1999; Roberto Moreno,entrevista con el autor, Santiago, junio de 1999.

44 Véase Cristián Pérez, “Salvador Allende, Apuntes sobre su Dispositivo de Seguridad:

El Grupo de Amigos Personales (GAP)” (2000).
45 Miguel llamaba de esa forma al jefe militar del partido, en lugar de comandante,como era normal en los grupos radicales de izquierda; era una especie de transgresión a las 18 ESTUDIOS PÚBLICOS

de la zona. Poco tiempo después contrajo matrimonio. Pronto nacería Arturo.
Arturo desde niño destacó por su gran inteligencia y su preocupación
por los más pobres; era un “enamorado” de la solidaridad. Estudió en
el Liceo Eduardo de la Barra de Valparaíso, donde se consagró como un
destacado alumno. En 1961 viajó hasta Concepción, donde fue aceptado en
la escuela de Ingeniería de la Universidad de Concepción. Allí conoció a
otros jóvenes, con quienes algunos años después fundaría el MIR.
En algún momento de 1967, de acuerdo con Miguel Enríquez, viajó
a Cuba a realizar entrenamientos paramilitares. Villabela partió clandestinamente en un periplo que lo llevó por varios países antes de que el avión aterrizara en La Habana. Estaba allí para aprender el arte de la guerra; en concreto, para adquirir los conceptos básicos para guiar en el plano militar
la transformación del MIR en un ejército guerrillero. Se trataba de constituir
la fuerza e iniciar las operaciones paramilitares en Chile.

En el campamento guerrillero de Punto Cero, vistiendo uniforme de
combate verde oliva, se sometió con gusto al entrenamiento que al cabo de
varios meses lo transformó en un militar revolucionario, como siempre lo
decía a sus subalternos. En el curso aprendió desplazamientos, tiro en diversas
formas, fabricación y transporte de explosivos, sobrevivencia y nociones
básicas de inteligencia y contrainteligencia46.

A su regreso desarrollaron el plan estratégico del MIR, que contemplaba
la creación de varias estructuras denominadas de “trabajos especiales”
o simplemente “especiales”, que comprendían talleres para la
fabricación de armas y explosivos, unidades de inteligencia y contrainteligencia,grupos de logística y la Fuerza Central, selecto núcleo de combatientes dependientes de la máxima dirección, una especie de comandos
miristas.

Octubre de 1974: Enfrentamiento en calle Santa Fe
“¡Lo matamos... lo dejamos hecho un colador...
todo acribillado... se acabó el MIR!”47 normas de la guerrilla Latinoamericana. La anécdota la cuenta Roberto Moreno, en entrevista
con el autor, Santiago, junio de 1999. En la guerrilla latinoamericana “fierro” es sinónimo de armas.

46 Dariel Alarcón (Benigno), cubano, formó parte de las expediciones del Che Guevara.

Después fue uno de los responsables de los entrenamientos a guerrilleros en Cuba.
Entrevista con el autor, París, enero de 2001.

47 Expresiones de alegría dichas por agentes de la DINA en la casa de torturas de José Domingo Cañas, con motivo del enfrentamiento y muerte de Miguel Enríquez. Los dichos fueron recopilados por prisioneros que permanecían en el lugar y sobrevivieron. Véase Carmen Castillo, Un Día de Octubre en Santiago (1999).

CRISTIÁN PÉREZ 19

Al anochecer del 11 de septiembre, la dirección del MIR constató
que no había posibilidad de oponerse militarmente al golpe. Había comenzado
a regir el toque de queda, la guerra que no había existido ya había
finalizado y los militares controlaban totalmente el país. A esa hora Miguel
ordenó el repliegue, se debía pasar a otra etapa, era necesario entrar en una
cerrada clandestinidad. Las instrucciones eran claras: conservar las estructuras de combate, asegurar y restablecer las comunicaciones, evitar las caídas de miembros de la dirección, ¡nadie se asila! En el plano personal,
cambiar el look. “Al tercer día, ¿o sería el cuarto? (…) Aquella tarde
reaparecieron ‘Tonio’ y Miguel; habían cambiado de coche y de aspecto
(…). Al quinto día (…) las mujeres jóvenes salieron. De regreso habían
cambiado de peinado. Nunca se las había visto de falda (…) en una Renoleta
desconocida iban y venían. Nadie de la cuadra sospechó en absoluto”48.

A los 15 días los contactos perdidos habían sido restablecidos. Algunos
miembros de la Comisión Política se hicieron responsables de zonas
geográficas. El partido empezó a ser dotado de documentos, de dinero que
fue enviado por el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) de
Argentina; también recuperaron parte del armamento que los cubanos habían
guardado en una embajada de un país europeo. Habían planeado el
recambio de dirigentes regionales “quemados”49.

Todo parecía marchar bien en medio de tantas dificultades. Si embargo,
la desgracia estaba a la vuelta de la esquina: tres meses después, en
diciembre de 1973, junto a Patricio Munita, su ayudante, es detenido Bautista
van Schouwen, miembro de la Comisión Política y uno de los dirigentes
históricos del partido50. Era la primera caída de importancia, al año
siguiente éstas se intensificarían, como veremos a continuación.
Durante 1974 el Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea de
Chile (SIFA) y la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) se lanzaron
en persecución del MIR, dándole demoledores golpes en todos los niveles
de la estructura.

En efecto, el SIFA logró capturar a ‘Coño Aguilar’ (Arturo Villabela),
quien cayó el 29 de marzo en la comuna de La Reina cuando se dirigía
a hacer un contacto; en el enfrentamiento resultó herido con siete impactos
de bala. Permaneció algunos días en el Hospital Militar y luego fue trasladado
hasta las dependencias de la Academia de Guerra Aérea (AGA)51. En
48 Carmen Castillo, Un Día de Octubre en Santiago (1999), p. 24.
49 Roberto Moreno, entrevista con el autor, Santiago, junio de 1999.
50 Véase Nancy Guzmán, Un Grito desde el Silencio: Detención, Asesinato y Desaparición de Bautista van Schouwen y Patricio Munita (Santiago, 1998).
51 Daniel Avendaño y Mauricio Palma, El Rebelde de la Burguesía: La Historia de
Miguel Enríquez (2001), pp. 162-163.
20 ESTUDIOS PÚBLICOS

ese instante Arturo Villabela era miembro del Comité Central, de la Comisión
Política y máximo responsable militar del partido. También el SIFA
detuvo a Víctor Toro (‘Melinka’), miembro del Comité Central, responsable
de los pobladores; a Roberto Moreno ‘El Pelado’, miembro del Comité
Central y la Comisión Política, y a Luis Retamar, dirigente del Regional
Santiago.

Mientras permanecen detenidos en la Academia de Guerra Aérea, se
realiza una extraña negociación en la que intervienen, entre otros, el coronel
Edgar Ceballos ‘Inspector Cabezas’, segundo al mando de la inteligencia
de la FACH; el obispo de Linares, Carlos Camus; Laura Allende,
hermana del ex Presidente Salvador Allende, y Miguel Enríquez.
Al parecer, el coronel Ceballos, por medio de intermediarios, le
propuso a Miguel Enríquez liberar a los prisioneros del MIR a cambio de
que ellos cesaran toda resistencia armada y reconocieran su derrota política;
en otras palabras, que el MIR capitulara; a cambio los miristas serían indultados y podrían salir del país; la garantía era el propio Ceballos. Para éste la negociación era una estrategia que posibilitaba que el SIFA ganara la “guerra interna” que mantenía con la DINA. Si la propuesta era aceptada por la dirección del MIR, el Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea (SIFA)
conseguía su mayor éxito.

Miguel Enríquez analizó la propuesta y pidió a la ex diputada Laura
Allende que visitara la Academia de Guerra donde se encontraban los prisioneros
y hablara con ‘Coño’; ella pidió al obispo Camus que la acompañara.
Mientras esto sucedía a la luz del día, en los subterráneos de la AGA
los prisioneros discutieron la proposición, pero, pese a que les otorgaba una
posibilidad de obtener su libertad, la refutaron52. Después de que Laura
Allende cumpliera su misión y hablara, aunque brevemente, con Arturo
Villabela, Miguel rechazó la oferta. El 10 de septiembre de 1974 la Comisión
Política refutó oficialmente el trato53. Y la persecución al MIR continuó.
A fines de septiembre de 1974 la Dirección de Inteligencia Nacional
(DINA) detuvo a Lumi Videla (‘la Negra’, ‘Luisa’) y a Sergio Pérez (‘Chico’),
su compañero, así como a algunos enlaces, que tenían vagos indicios
del paradero del jefe máximo54. Interpretando numerosos fragmentos de
informaciones dispersas, en la tarde del sábado 5 de octubre, un numeroso
grupo de agentes de los grupos Halcón 1 y Halcón 2 de la agrupación
Caupolicán de la DINA, al mando de Miguel Krassnoff Martchenko, llegó
52 Víctor Toro, entrevista con el autor, Nueva York, mayo de 1999.

53 Eduardo Gutiérrez González, Ciudades en las Sombras: Una Historia no Oficial
del Partido Socialista de Chile (2003), p. 94.

54 Entre septiembre y octubre de 1974, de la red mirista más cercana a Miguel
Enríquez fueron detenidos 21 personas, de las que solamente sobrevivieron tres.
CRISTIÁN PÉREZ 21

hasta la casa azul de la calle Santa Fe donde vivía Miguel Enríquez, que en
ese momento era acompañado por José Bordaz (‘Coño Molina’), jefe de la
Fuerza Central; Tito Sotomayor (‘Tonio’), miembro de la Comisión Política,
segundo en la estructura de mando, y Carmen Castillo Echeverría (Catita,
‘Ximena’), compañera de Miguel. Se produjo un fuerte enfrentamiento
en el que resultó muerto Miguel y herida de gravedad Carmen; los otros
militantes pudieron escapar de la zona bajo un intenso tiroteo55. Al otro día
‘Tonio’ y su mujer, María Luz García (‘Marisa’), lograron llegar a la Embajada
de Italia y pidieron asilo56. Asilarse en una embajada sin autorización
contravenía la política de la organización. Posteriormente el MIR
obligó a ‘Tonio’ a viajar hasta Cuba para dar explicaciones por su comportamiento.

En La Habana algunos miembros del partido no le hicieron la
vida agradable, pues lo culpaban de abandonar a Miguel Enríquez en pleno
combate57; incluso muchos militantes exigieron que fuera ejecutado por
traidor58. Condolido por la situación que enfrentaba, fue protegido por uno
de los hombres más poderosos de Cuba, el comandante Manuel Piñeiro
(‘Barbarroja’). Éste lo sacó de La Habana hacia una ciudad provinciana
donde no había chilenos. Para normalizar su situación en la isla se vinculó
al Partido Comunista de Chile y durante algún tiempo cumplió tareas clandestinas para esta organización59.

Caído en combate el secretario general, el bastón de mando lo tomó
Andrés Pascal Allende (‘Pituto’). De ese modo, la organización continuaba
su lucha; sobrevivía a la caída del líder y de parte importante de la Comisión
Política y del Comité Central, pero las pérdidas difícilmente podrían
recuperarse.

Al año siguiente, el 16 de octubre, la DINA descubrió que en una
parcela de Malloco, localidad en las afueras de Santiago, se ocultaba Pascal
55 Detalles del combate de la calle Santa Fe pueden verse en Carmen Castillo, Un Día de Octubre en Santiago (1999).

56 Ascanio Cavallo, Manuel Salazar y Óscar Sepúlveda, La Historia Oculta del
Régimen Militar: Memoria de una Época (1997), p. 54.
57 Cuando Miguel se percató de la presencia de agentes de seguridad, cogió su
metralleta y comenzó a disparar; poco rato después la esquirla de una granada lo hirió haciéndolo perder el conocimiento. En ese estado fue revisado por ‘Tonio’, que era médico; éste lo creyó muerto y decidió romper el cerco por el patio. Pocos minutos más tarde Miguel recuperó el conocimiento y continuó la lucha solo.

58 El que con mayor virulencia reacciona es Edgardo Enríquez (‘El Pollo’). Roberto Moreno, entrevista con el autor, Santiago, junio 1999.

59 Hace algunos años el autor de este artículo consiguió un número de teléfono de Tito Sotomayor. Lo llamó y tuvieron una larga charla, pero éste se negó terminantemente a entregar su versión, para aclarar definitivamente esos sucesos.

El agente de los servicios secretos de Cuba Jorge Masetti dice que ‘Tonio’ fue
enviado a México, donde debía reunirse con un combatiente chileno para desarrollar algunas tareas clandestinas de apoyo a la resistencia chilena. Afirma que fue grande su sorpresa 22 ESTUDIOS PÚBLICOS

Allende, secretario general, con otros miembros de la Comisión Política.
Uno de ellos, Dagoberto Pérez, que estaba a cargo de la seguridad del
lugar, armado con un fusil y varias granadas, repelió a los agentes, desatándose un fuerte enfrentamiento en el que falleció éste y Nelson Gutiérrez
resultó herido60. Aunque pudieron romper el cerco y escapar a campo traviesa,
debieron partir al exilio. El movimiento prácticamente deja de tener
expresión política en el país, como lo reconoce la propia organización: “El
Partido en Chile llega así a su más difícil situación. Fuera de los cuadros
que reorganizan el Partido dentro de las cárceles, en la clandestinidad queda
literalmente un puñado de cuadros. Éstos, estructurados en lo que se
llamó Base Miguel Enríquez, deben asumir la tarea de reorganizar, reconectar
el débil Partido. Obviamente quedaba un Partido pequeñísimo, prácticamente
sin estructuras, con mínimos vínculos con el movimiento de masas,
con pocos Comités de Resistencia, centrado en las actividades internas y la
propaganda clandestina. Otros grupos pequeños se mantuvieron desconectados,
realizando por propia iniciativa un trabajo partidario”61. En el país el
movimiento era dirigido por Hernán Aguiló (‘Nancho’), antiguo jefe del
Frente de Trabajadores Revolucionarios (FTR), secundado por el ex sacerdote
conocido como el Cura Cortés (‘Jerónimo’)62 y probablemente por
Dagoberto Cortés (‘Yamil’)63. Sobre sus hombros recayó, en aquella etapa,
la sobrevivencia y reconstrucción del partido en Chile.

Mientras tanto, en el exterior, para superar la muerte de Miguel
Enríquez, su hermano Edgardo (‘El Pollo’) acuerda con Roberto Mario
Santucho, jefe del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), brazo armado
del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) de Argentina, que él
junto a 15 compañeros que se entrenaban en Cuba viajaría para integrarse a
la guerrilla rural, en el foco que el ERP mantenía en las montañas de
Tucumán en el norte argentino. ‘Pollo’ y siete de sus hombres, a los que él
llamaba los “químicamente puros” por haber sido siempre miristas, llegaron
a Buenos Aires a fines de 1975, comienzos de 1976. Allí, Edgardo fue
capturado por fuerzas de la inteligencia de ese país y embarcado vivo en un
cuando el que salió a recibirlo era ‘Tonio’. Masetti se negó a trabajar con él a causa de la muerte de Miguel.

60 Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR-Chile), Resoluciones: Pleno Extraordinario del Comité Central, Enero 1984. (S/E, S/F, aproximadamente 1975), p. 10.

61 Ibídem, p. 10.

62 Germán de Jesús Cortés Rodríguez, miembro de la Comisión Política del MIR, ex seminarista, fue detenido por la CNI el 16 de enero de 1978 y conducido a Villa Grimaldi.

Allí fue cruelmente torturado; el 18 de enero lo llevaron hasta su casa, donde fue asesinado.

63 Dagoberto Cortés Guajardo (‘Yamil’), miembro del Comité Central del MIR.
Murió el 28 de noviembre de 1982, a los 33 años, en un enfrentamiento con carabineros que intentaron detenerlo en calle Aldunate, altura del 5009, en Santiago.

CRISTIÁN PÉREZ 23

ataúd hacia Chile, donde la DINA, después de torturarlo en uno de sus
campos de concentración, lo hizo desaparecer. El resto del grupo fue detenido
cuando se dirigía a la zona del foco en Tucumán y, al parecer, fueron
asesinados64.

4. Renace el MIR (1978-1980)
En septiembre de 1977 regresa clandestinamente a Chile ‘Juan Miranda’.
Éste es el primer mirista que ingresa al país; con él se inicia la
implementación del “Plan 78”. En marzo de 1977 sale de La Habana con
destino a París; en esa ciudad permanece seis meses en espera de obtener el
contacto, porque en ese momento está roto. En septiembre se restablece y
logra ingresar a Chile. En Santiago enlaza con ‘Sofía’, compañera a cargo
de su recepción; ésta lo lleva a una casa de población en la zona sur de
Santiago, donde algunos días después llega a visitarlo el Cura Cortés (‘Jerónimo’),quien le da la bienvenida diciéndole: “Tú abriste la puerta, eres el primero”. Por ‘Jerónimo’ se entera de la precaria situación que vive el
partido y que no son más de 50 los militantes de la organización, incluyendo
a los ayudistas del grupo65.

Pero la lucha debe continuar. Efectivamente, en distintos países de
Europa y América, especialmente en Suecia y en Cuba, donde se radicaron
‘Pituto’ y Nelson Gutiérrez, el MIR continuaba oponiéndose a la Junta
Militar. A los cuadros que se habían refugiado en las embajadas se les
unieron numerosos militantes que después de haber pasado por casas de
tortura (Villa Grimaldi, Londres 38) y campos de prisioneros (Dos Álamos,
Tres y Cuatro Álamos, Chacabuco y Ritoque) eran expulsados del país, sin
posibilidades de retornar legalmente a Chile. Una vez en el extranjero,
junto con la dirección del MIR exploraron la posibilidad de volver a combatir
a la dictadura en Chile. La dirección acordó una estrategia global para
reestructurar el partido reingresando cuadros político-militares e iniciar acciones de combate en el país. La entrada clandestina de cuadros fue conocida
como la “Operación Retorno”. En uno de sus aspectos contemplaba
construir bases para desatar la lucha rural en el sur, en la zona de Neltume
en la cordillera de Valdivia, que ellos conocían bien.

64 ‘Juan Miranda’, entrevista con el autor, norte de Europa, julio de 1999. Sobre este hecho, Eugenio Méndez dice que Edgardo fue muerto en Argentina y que enviaron a Chile sus huellas digitales. Posteriormente viajaron a Argentina algunos oficiales chilenos que se pusieron eufóricos con el descubrimiento. También afirma que Dago, un sargento chileno que
formaba parte del ERP, murió en el combate de la escuela de Machalá. Esto significa que algunos hombres del MIR llegaron al foco guerrillero y murieron ahí. Véase Eugenio Méndez, Santucho: Entre la Inteligencia y las Armas (1999).
65 ‘Juan Miranda’, entrevista con el autor, norte de Europa, julio de 1999.
24 ESTUDIOS PÚBLICOS

“Operación Retorno”

En pocas palabras, la Operación Retorno es la captación de todos
aquellos miristas que viven en el extranjero pero están dispuestos a volver a
Chile para combatir al gobierno militar. Ésta se implementa después que un
grupo de miristas que habían permanecido en Cuba cumple su compromiso
de volver. A partir de septiembre de 1977, además de ‘Juan Miranda’,
vuelven Rubén Orta Jopia (‘El ‘Chino’)66, Santiago Rubilar Salazar (‘Flaco
Carlos’ en La Habana y ‘Jaime’ en Chile).

Los miristas dispuestos a volver partían hacia Cuba, donde realizaban
un curso especial que les permitiría desarrollar actividades conspirativas
en el interior. “De esa gente la gran mayoría no volvió nunca al país”67.
Éste es el caso del Negro Castillo, que habiendo aceptado volver a Chile,
junto a algunos compañeros de viaje, sólo alcanzó a llegar hasta Perú,
donde, al no encontrar los enlaces correspondientes, se vieron obligados a
refugiarse en Ecuador, donde Castillo permaneció un año hasta que pudo
retornar a Nueva York68.

Así, entre 1978 y 1980, en medio de enormes dificultades, el MIR
fue reconstruyendo su fuerza en el interior. Poco a poco retornaron cuadros
militares y dirigentes de la Comisión Política y del Comité Central; también
retornó el secretario general, Andrés Pascal Allende; antes, creemos, lo
había hecho ‘Coño’ Villabela, responsable militar del partido.
En ese período, uno de los objetivos del movimiento era desarrollar
un trabajo compartimentado para la construcción de redes de apoyo en
zonas escogidas del sur, para la “preparación de condiciones que hicieran
posible la operación futura de fuerzas guerrilleras permanentes”69. El plan
consistía en que en un futuro más o menos cercano se instalarían en esos
lugares focos guerrilleros estables, los que deberían contar con capacidad
de combate y significativos apoyos entre la población de las áreas elegidas.
Debemos tener presente que los intentos por utilizar esa región para
formar grupos que mediante la lucha armada pudieran materializar la revolución
no eran nuevos en la izquierda chilena. Por investigaciones históricas
66 Rubén Eduardo Orta Jopia, técnico electricista, militante del MIR, integrante de la Fuerza Central. El 7 de noviembre de 1980, en compañía de Juan Ramón Olivares Pérez, son detenidos por agentes de la CNI, acusados de querer atacar un cuartel de la CNI; posteriormente fueron ejecutados.
67 La expresión es de ‘Juan Miranda’, entrevista con el autor, norte de Europa, julio de 1999.

68 Ernesto Castillo, ex dirigente sindical del MIR. Entrevista con el autor, Nueva York, mayo de 1999.

69 MIR, Resoluciones: Pleno Extraordinario del Comité Central, Enero 1984 (S/E,
S/F), p. 30.
CRISTIÁN PÉREZ 25

recientes sabemos que el Partido Comunista de alguna manera lo intentó en
Lonquimay, con los acontecimientos de la revuelta campesino-obrera-indígena
de Ranquil en 193470. Posteriormente, a fines de la década de 1960
miembros del Partido Socialista de Chile levantaron el campamento guerrillero
de Chaihuín. En mayo de 1970 el Ejército descubrió el refugio y
capturó a un grupo de jóvenes que recibían instrucción para el combate
guerrillero. A fines de ese año, cuando Salvador Allende ya era Presidente,
el gobierno se desistió de las querellas por la Ley de Seguridad Interior del
Estado y los jóvenes fueron liberados71.

11 de septiembre de 1973: Ataque al retén Neltume
El MIR había continuado estas experiencias a comienzos de los años
70. Efectivamente, hacia 1973 había desarrollado una embrionaria fuerza
central rural, cuya base de operaciones estaba en el Complejo Forestal y
Maderero de Panguipulli72. Éste era una agrupación compuesta por varios
fundos expropiados por la Corporación de la Reforma Agraria (CORA) o
tomados por campesinos. El líder del grupo era un joven de 28 años,
técnico agrónomo, llamado José Gregorio Liendo Vera, más conocido por
su nombre de batalla, ‘Comandante Pepe’. Éste se convirtió en el líder del
Movimiento de Campesinos Revolucionarios (MCR) del MIR, a la muerte
de Moisés Huentelaf, ocurrida el 22 de octubre de 1971, mientras encabezaba
la toma del fundo Chesque en Cautín73.

El 11 de septiembre, al enterarse del golpe de Estado, el ‘Comandante
Pepe’ al frente de unos 200 hombres armados con un antiguo fusil
Mauser, que sólo contaba con seis balas, algunos cartuchos de dinamita y
bombas molotov, intentan ocupar el retén de Carabineros de Neltume74. El
recinto policial era defendido por cinco policías al mando del sargento 1°
Benito Carrasco Riffo; completaban el destacamento el cabo Juan Campos
y los Carabineros René Cáceres y Belisario Navarrete. Los familiares de los
carabineros también se refugiaron en el interior del cuartel y prestaron
apoyo llenando con proyectiles los cargadores de los fusiles75.
70 Véase Olga Uliánova, “Levantamiento Campesino de Lonquimay y la Internacional Comunista” (2003), pp. 173-224.

71 Véase Cristián Pérez, “Guerrilla Rural en Chile: La Batalla del Fundo San Miguel (1968)” (2000), pp. 181-208.

72 ‘El Pinki’, entrevista con el autor, Estocolmo, Suecia, octubre de 1999.
73 Miguel Enríquez, “A conquistar el Poder Revolucionario de Obreros y Campesinos”, discurso en homenaje a Moisés Huentelaf (1 de noviembre de 1971).
74 ‘El Pinki’, entrevista con el autor, Estocolmo, Suecia, octubre de 1999.
75 Fuerzas Armadas y Carabineros, Septiembre de 1973: Los Cien Combates de una
Batalla (S/E, S/F, inscripción N° 41.832), p. 24.
26 ESTUDIOS PÚBLICOS

En la tarde de ese día el ‘Comandante Pepe’ se reúne con algunos
miristas en un local del complejo maderero, ubicado a unos trescientos
metros del cuartel policial. Allí toman la decisión de ocupar el retén. Inexplicablemente el ataque se fue dilatando, tal vez en espera de que los
policías se rindieran y del desenlace del golpe en Santiago. Hacia el anochecer,después de arengar a su gente, el jefe de los insurrectos se dirige a
los carabineros para exponerles los objetivos de su lucha y exigirles la
capitulación y la entrega del armamento: éstos respondieron con balazos.
Ante la negativa, los atacantes abrieron fuego dando inicio al combate. Por
algunos minutos se desató un tiroteo. La lucha permanecía sin decisión y tal
vez se inclinaba en favor de los miristas. Entonces, en la penumbra de la
noche, y proveniente de Choshuenco, irrumpió un destacamento de carabineros
que llegaron a reforzar la dotación de Neltume76. Éstos atacaron por
la retaguardia a los guerrilleros que mantenían cercado el cuartel. La patrulla
policial, que se movilizaba en un jeep, logró arribar a la zona de combate
porque la emboscada que los miristas habían tendido en el camino de
acceso a la localidad, para detener a los posibles refuerzos, no funcionó, ya
que los encargados de ejecutar la operación inexplicablemente dejaron pasar
el vehículo sin dispararle. La llegada de más policías sorprendió a los
atacantes, quienes comenzaron a recibir castigo por dos frentes. Así, en
medio de la noche, antes de que amaneciera, debieron escapar del lugar en
distintas direcciones77. Los carabineros no se rindieron, probablemente porque
ya sabían el desenlace de los acontecimientos en Santiago y otras
ciudades, lo que mantuvo en alto su moral combativa, y también porque
contaban con buen armamento y mucho parque.

Desde la mañana siguiente, perseguido por carabineros y militares,
un grupo en el que estaba, entre otros, José Gregorio Liendo, fue detenido
cuando se internaba en la cordillera para cruzar la frontera y escapar hacia
Argentina. Las nuevas autoridades los acusaron de atacar el retén de Neltume.
En cumplimiento de la sentencia del Consejo de Guerra de Valdivia,
Liendo fue ejecutado el 3 de octubre de 1973; y con él, Pedro Barría
Ordóñez, 22 años, estudiante; José Barrientos Warner, 29 años, estudiante
de filosofía; Sergio Bravo Aguilera, 21 años, obrero maderero; Santiago
García Morales, 26 años, obrero maderero; Luis Guzmán Soto, 21 años,
obrero maderero; Fernando Krauss Iturra, 24 años, estudiante universitario,
secretario regional del MIR; Luis Pezo Jara, 29 años, obrero maderero;
Víctor Rudolf Reyes, 32 años, obrero maderero; Víctor Saavedra Muñoz,
76 El grupo de policía estaba comandado por el capitán Francisco Pereira, cabo
Paulino Flores, y carabineros Rufino Rodríguez y Carlos Godoy.

77 ‘El Pinki’, entrevista con el autor, Estocolmo, Suecia, octubre de 1999.
CRISTIÁN PÉREZ 27

19 años, obrero maderero; Luis Valenzuela Ferrada, 20 años, obrero maderero,
el día 4 de octubre78. La muerte del grupo ponía fin, por el momento,
sólo por el momento, a la aventura guerrillera de Neltume.

Fuerza Central: La guerra del MIR (1979-1982)

Desde 1977, sigilosamente los cuadros designados para volver a
Chile en el marco de la Operación Retorno se instalaban en el territorio
nacional, formando noveles grupos de combate clandestinos que intentaban
realizar pequeñas acciones armadas. Por ejemplo, para robar un auto copaban
todas las esquinas con compañeros que portaban fusiles de asalto AKA.
Este despliegue de fuerza era totalmente desproporcionado y sólo respondía
al terror que había impuesto la dictadura. En ese instante quienes realizaban
las acciones denominaban al grupo como el Embrión del Futuro Ejército
Revolucionario, pues no querían llamarlo Fuerza Central todavía, por las
enormes implicancias que esto tenía79.

Las primeras acciones de recuperación del MIR comenzaron en
1979. En abril de 1980 asaltaron tres bancos en Santa Elena con Rodrigo de
Araya, 15 días después un comando mirista atacó la Llama de la Libertad,
dando muerte al carabinero que la custodiaba.

A fines de 1979, la dirección del partido ordenó el asalto al supermercado
AGAS. El dinero iba en una camioneta; se desató un tiroteo con
carabineros y como consecuencia hubo bajas policiales. En este ataque no
hubo muertes entre los guerrilleros, pero tampoco lograron llevarse el dinero,
por lo que la operación resultó un fracaso.

Después del AGAS comienza la actividad de la Fuerza Central propiamente
tal: el grupo asalta una cigarrería en Independencia y realiza una
acción de hostigamiento a una casa de la CNI cerca de Irarrázaval, donde
en 1974 habían sido torturados hasta su muerte Lumi Videla y su compañero
Sergio Pérez, miembro de la Comisión Política. La operación consistió
en un tiroteo a la residencia con dos fusiles AKA, con dos cargadores
llenos; también arrojaron dos granadas de mano80.

Entre 1979 y 1983, la Fuerza Central contaba con los llamados
grupos centralizados de batalla. Éstos representaban una fuerza militar independiente de las otras estructuras del partido, como sindical, poblacional,
estudiantil. Su principal característica era su cadena de mando propia y
78 Véase Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación (conocida como Comisión
Rettig), Informe (1991).

79 ‘Juan Miranda’, entrevista con el autor, norte de Europa, julio de 1999.
80 Ibídem.
28 ESTUDIOS PÚBLICOS

vertical, que iba desde lo nacional a lo regional. En concreto, se trataba de
una estructura profesional, integrada en su mayoría por cuadros que habían
permanecido en Chile, apoyados por algunos otros con alta preparación
militar, que habían retornado clandestinamente al país; algunos habían pertenecido a las Fuerzas Armadas de Chile hasta 197381. En esta etapa la
Fuerza Central del MIR es un grupo profesionalizado, todos los combatientes
son clandestinos, tienen un sueldo que les permite vivir sin realizar otra
actividad, porque de no ser así habría resultado muy fácil que fueran detectados por los organismos de seguridad. El grupo cuenta con casas de
seguridad, de acuartelamiento; entre sus destacamentos, al menos uno está
dedicado a la obtención de informaciones. La jefatura no tiene contacto
directo con los combatientes y sólo se relaciona con ‘José’ y éste tiene
enlace con los jefes de grupos; los combatientes sólo conocen a su jefe
directo y a los miembros de su unidad, a quienes identifican por sus chapas.
Las operaciones son decididas al más alto nivel, por el jefe militar del
partido en acuerdo con la Comisión Política, y las órdenes transmitidas para
que los grupos de combate las ejecuten. Un gran número de acciones,
quizás las más importantes, tienen una orientación económica, pues están
destinadas a recaudar fondos para mantener a la misma organización.

Al principio la Fuerza contaba con un grupo de combate dirigido por
Ernesto Zúñiga Vergara (‘Mexicano’, ‘Manuel’), que era un ex infante de
marina. En la cadena de mando, sobre él se encontraba el argentino Hugo
Ratier (‘José’), y en la cúspide de la pirámide, probablemente ya en Chile,
Arturo el ‘Coño’ Villabela. Posteriormente se dividió en dos destacamentos
y el segundo de éstos quedó al mando de ‘Rana’.

La Fuerza actuaba bajo la orientación política de ‘José’, cuya filosofía
era simple; decía: “Lo que tenemos que hacer es demostrar que somos
capaces de desafiar a los militares, si somos capaces de desafiarlos una y
otra vez, aunque tengamos bajas, nuestro pueblo va a despertar y será la
juventud de las poblaciones la que reaccionará más fuerte”82.

El diseño de las estructuras militares del movimiento dificultaba
enormemente las posibilidades de que esos combatientes llevaran una vida
normal. Ellos en su ilegalidad se alejaron de las masas porque vivían en un
semiaislamiento, roto sólo por los escasos contactos. Uno de los problemas
más apremiantes que se les presentaban era que no tenían posibilidades de
reproducir la fuerza combativa, pues su aislamiento les impedía el reclutamiento de nuevos cuadros que pudieran llenar los vacíos generados por la
81 Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, Informe (1991), y Fernando
Villagrán, Disparen a la Bandada: Una Crónica Secreta de la FACH (2002), p. 277. 82 ‘Juan Miranda’, entrevista con el autor, norte de Europa, julio de 1999.
CRISTIÁN PÉREZ 29

represión; además, les resultaba imposible crear bases sociales de apoyo.
En general, estos hombres y mujeres tenían altos grados de preparación
militar y por eso se vieron inclinados a crear una estructura militar regular,
más que una fuerza guerrillera irregular, como era el objetivo del partido.
Después de las acciones relatadas anteriormente, hubo una espera de
algunos meses, y luego asaltaron los tres bancos de la calle Santa Elena.
También realizaron una serie de operaciones más pequeñas; por ejemplo,
colocaron un artefacto de bajo poder explosivo en una calle X, lo hicieron
estallar para cronometrar el tiempo que las fuerzas de seguridad tardaban en
llegar al lugar; también levantaron un mapa con todos los cuarteles de la
CNI, y vigilaban la actitud de los agentes cuando debían salir en persecución
de los miristas83.

Con el tiempo la Dirección del movimiento dio su autorización para
llevar a cabo un golpe de mayor envergadura, se trataba de asesinar a un
alto oficial de la DINA. El chequeo realizado por el grupo de exploraciones
dio luces sobre los recorridos diarios del oficial y de las actividades que
éste realizaba. El mando decidió actuar sobre el objetivo y designó a ‘José’
para que con uno de los grupos militares realizara la acción de ajusticiamiento.

En la mañana del 15 de julio de 1980, a bordo de una camioneta
Chevrolet roja, que tenía un distintivo de Endesa, el grupo dirigido por
Ernesto Zúñiga Vergara (‘Mexicano’) se puso al lado de un Chevy Nova
rojo; desde la camioneta dos hombres armados con fusiles AKA-47 abrieron
fuego. Los disparos alcanzaron al chofer y al oficial de Ejército, el auto
se estrelló contra otro vehículo. La misión había sido cumplida.
A media tarde, ‘José’ se reportó ante su jefe para entregar el parte
operativo de la acción; en el diario La Segunda estaba impreso el nombre
del oficial muerto: el coronel Roger Vergara, director de la Escuela de
Inteligencia del Ejército, una presa mucho mayor que la que el grupo pretendía
eliminar. ¿Fue una equivocación? El error en la individualización lo
cometió ‘Mariano’, quien desde un paradero cercano fue el encargado de
verificar la identidad del militar. ‘Mariano’ conocía al oficial de la DINA,
ya que cuando había estado detenido después del golpe, éste lo torturó a
cara descubierta.

¿Fue una equivocación de ‘Mariano’? ¿O los datos de la operación
fueron entregados por un ex DINA? ¿’Mariano’ era doble agente? Nunca lo
sabremos, pues murió el 18 de octubre de 1985 encabezando una fuga
desde la Penitenciaría. Lo único cierto es que como resultado de esa operación
la Central Nacional de Informaciones (CNI) fue descabezada. En efec-
83 ‘Juan Miranda’, entrevista con el autor, norte de Europa, julio de 1999.
30 ESTUDIOS PÚBLICOS

to, el 23 de julio el general Odlanier Mena, director del organismo y eterno
rival de Manuel Contreras en las políticas de seguridad del Estado, fue
reemplazado, por no garantizar la seguridad de los integrantes de las Fuerzas
Armadas. Su lugar lo ocupó Humberto Gordon. Creemos que de esa
manera se consagró una clara victoria de la ex DINA.

Después del aniquilamiento de Roger Vergara, la Fuerza Central
atacó nuevamente los bancos de Santa Elena. La operación marcó la cúspide
del grupo y también anunció su ocaso. En la acción participaban ocho
guerrilleros. En el transcurso de la operación un vehículo chocó y eso
motivó una dispersión. Guillermo Rodríguez logró salir con cuatro compañeros,
entre ellos ‘Rana’. ‘José’ salió solo y llegó a una población, donde
una compañera lo ocultó en un tonel de ropa sucia. Por su parte, Santiago
Rubilar Salazar (‘Jaime’ o ‘Flaco Carlos’) capturó un automóvil en que
viajaban una madre y su hijo, se instaló detrás del chofer y al llegar a Santa
Rosa se encontraba un puesto policial; el vehículo fue revisado, ‘Jaime’
disparó su revólver 32 e hirió a un oficial de la policía, el cabo que lo
acompañaba también recibió un disparo pero logró hacer fuego; una ráfaga
de metralleta Uzi hirió en la espalda a ‘Jaime’, que fue detenido y llevado a
la Posta Central, donde falleció el dos de agosto. Ésta fue la primera baja
en combate de la Fuerza Central84.

En enero de 1981 cae detenido el ‘Negro Ramón’, ex infante de
marina. La CNI se había enterado de su existencia y, esperando que apareciera
por la casa de su suegra, arrendó la casa de enfrente. Con él desapareció
el primer grupo de combate, porque después cayeron Mirian Ortega, su
hermano Víctor Ortega, y Rodolfo Rodríguez Moraga, esposo de Mirian,
además de Carmen Escobar. Comenzaba la debacle de la Fuerza Central.
Su máximo apogeo había sido el año 80, cuando sumándole las
milicias, que eran dirigidas por Guillermo Rodríguez Morales (‘El Mono’ o
‘Alma Negra’), llegaron a tener alrededor de cien hombres en armas. Estas
milicias estaban integradas por jóvenes militantes con algún grado de experiencia paramilitar; no eran profesionales. Estaban más ligadas a la dinámica de la lucha de masas y podían actuar en las condiciones de protestas
callejeras; estos grupos dependían de los mandos regionales del partido.
Eran estas unidades las que apoyaban los alzamientos populares, realizando
acciones paramilitares de poca monta, tales como atentados a postes del
alumbrado público, colocación de bombas de ruido, levantamiento de barricadas,
corte de cables eléctricos, quema de vehículos de la locomoción 84 El relato es de ‘Juan Miranda’, entrevista con el autor, norte de Europa, julio de
1999.
CRISTIÁN PÉREZ 31

pública, protección a grupos que protestaban, y en ocasiones amedrentaban
a delatores que actuaban infiltrados en las poblaciones.
Guerrilla en el sur: Neltume 1981 Pero, con aciertos y errores, la lucha del MIR continuaba. Sólo habían transcurrido siete años desde el trágico final del ‘Comandante Pepe’ y sus guerrilleros en Neltume cuando otro grupo de miristas ingresaba al lugar; esta vez el grupo estaba encabezado por Miguel Cabrera Fernández (‘Paine’), un obrero sureño que había participado en el intento de 1973.

Durante los años de la Unidad Popular ‘Paine’ había trabajado políticamente
en la zona de Temuco y Valdivia bajo el mando del ‘Comandante Pepe’;
conocía bien el lugar y tenía entrenamiento en guerrilla rural.
Para concretar la Operación Retorno y atrincherarse en la cordillera
de Neltume, ‘Paine’ recorrió diversos países para reclutar a los miristas que
integrarían la expedición; principalmente buscaba a los que conocían la
región por haber participado en los intentos anteriores y a los que habían
nacido en el sur85. En Suecia fue a buscar a ‘El Pinki’, que había participado
en el anterior combate de Neltume el 11 de septiembre de 1973. ‘El
Pinki’ era un joven obrero austral, que había sido enviado a La Habana para
recibir entrenamiento en guerrilla rural; conocía perfectamente la zona y era
uno de los sobrevivientes de la persecución que desataron los militares en
los días posteriores al combate de Neltume. En aquella oportunidad se
refugió en las montañas, haciéndose pasar por un campesino del lugar. Allí
permaneció por más de un año esperando contactos o noticias de sus compañeros;
después de una breve detención logró cruzar la frontera y pasar a
Argentina; posteriormente viajó hasta Suecia, país donde obtuvo asilo político
y en el que vive actualmente. Cuando ‘Paine’ le explicó la misión, él le
contestó que no volvería a Neltume, pues ése no era un lugar adecuado para
conseguir los objetivos planteados, le dijo que era un error que podía costar
la vida de quienes lo intentaran86. Negarse a participar en la aventura tuvo
un alto costo para ‘El Pinki’, pues, aunque, nunca se lo comunicaron oficialmente,fue expulsado del MIR.

No obstante esta advertencia, que la hacía uno de los combatientes
que mejor conocían la región, que había vivido en la zona escapando de los
militares por más de un año, ‘Paine’ siguió adelante con los preparativos de
la operación.

85 ‘El Pinki’, entrevista con el autor, Estocolmo, Suecia, octubre de 1999.
86 Ibídem.
32 ESTUDIOS PÚBLICOS

En una forma que no hemos podido determinar con claridad, al
parecer fueron apoyados por el Ejército Revolucionario del Pueblo
(ERP)87, cuyos militantes los ayudaron a transitar por Argentina. De cualquier
manera, hasta Neltume llegaron menos de 20 hombres jóvenes dispuestos
a quedarse durante largo tiempo en esos parajes. La instalación de
un grupo guerrillero en ese remoto lugar era una de las claves de la Operación
Retorno.

El grupo se estableció en la zona a fines del verano o tal vez a
comienzos del otoño de 1980. Allí debían realizar los trabajos indispensables
para que en el futuro cercano el MIR instalara una guerrilla permanente,
con fuerte apoyo de lugareños. Comenzaron las labores de exploración,
de levantamientos de refugios subterráneos o tatoos, de adaptación a las
frías y lluviosas condiciones de la selva de la región. También intentaron
contactarse con los campesinos de la zona, pero, aunque algunos tenían
familiares y habían vivido en la región, no pudieron avanzar mucho, por lo
que no les fue posible mimetizarse entre los lugareños y no consiguieron
una adecuada cobertura para disfrazar la verdadera naturaleza de su estadía
en la zona.

Al parecer las autoridades militares fueron informadas por campesinos
de la zona, que advirtieron la presencia de extraños que realizaban
actividades guerrilleras. Las Fuerzas Armadas dispusieron un amplio operativo
de búsqueda en la que participaron soldados de los regimientos cercanos,
carabineros, agentes de la CNI provenientes de Santiago y comandos
de las Fuerzas Especiales del Ejército88.

Así, en la mañana del sábado 27 de junio de 1981, una escuadra de
boinas negras detectó el campamento principal. Los comandos abrieron
fuego y el grupo huyó hacia zonas más altas. En el tatoo quedaron alimentos,
medicinas, fotografías e importantes planos del desarrollo posterior del
destacamento. Un número de guerrilleros logró romper el cerco inmediato;
sin embargo, al poco tiempo, sin alimentos, ropa ni apoyos del MIR, se
vieron obligados a mandar a dos hombres a la ciudad para obtener víveres y
entablar contactos con el partido. Al parecer, éstos fueron capturados y
87 El Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) era el brazo armado del Partido
Revolucionario del los Trabajadores (PRT) de Argentina. El grupo tuvo una activa participación en la política transandina en los primeros años de la década del 70. Su jefe era Roberto Mario Santucho. Para una completa investigación de este grupo, véase Eugenio Méndez,Santucho: Entre la Inteligencia y las Armas (1999).

Este autor y otros no entregan indicios de colaboración con el MIR chileno en los acontecimientos de Neltume. Sin embargo, es sabido que existía una instancia de coordinación entre los grupos guerrilleros del Cono Sur, que fue conocida como la Junta Coordinadora Revolucionaria (JCR).

88 Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, Informe (1991).
CRISTIÁN PÉREZ 33

entregaron los puntos de encuentro y el santo y seña89. Es posible que
aprovechando esos datos, el 13 de septiembre los agentes del Estado pudieron
abatir a Raúl Obregón Torres, técnico topográfico; el 17 de septiembre
a Pedro Yánez Palacios, ayudante de electricista, a quien sus compañeros le
habían amputado un pie gangrenado. El grupo se separó y tres se refugiaron
en casa del pariente de uno de ellos en Remeco Alto. Los mismos familiares
alertaron al Ejército y el 20 de septiembre, mientras dormían, fueron ultimados
Patricio Calfuquir Henríquez y Próspero Guzmán Soto; José Mosalve
Sandoval fue abatido fuera de la casa. El 21 fueron asesinados dos
miembros del grupo que habían sido detenidos al comienzo de las operaciones
y que estaban en Santiago. El 28 de noviembre en Quebrada Honda fue
ejecutado Juan Ojeda Aguayo. Poco más de un mes antes, en Choshuenco
carabineros descubrieron el paradero de Miguel Cabrera Fernández (‘Paine’),
jefe militar del grupo. Al ser intimado a entregarse respondió con
disparos, se produjo entonces un nutrido intercambio de balazos en el que
fue abatido el comandante ‘Paine’90. De esa manera, en un charco de sangre
había sido ahogado el intento guerrillero de Neltume. Para ellos lamentablemente se hicieron realidad las aprensiones que tenía ‘El Pinki’, y que se las expresara a ‘Paine’ en un café de Estocolmo un año antes. Después de
estos hechos el movimiento ya no intentaría otra aventura similar en las
montañas de Chile91.

89 Los miristas en la clandestinidad usaban el santo y seña para contactar a dos personas que no se conocían. Funcionaba de la siguiente manera: en un lugar cualquiera, que podía ser una esquina, caminando por alguna calle, o en un bar, se encontraban las dos personas que llevaban algún distintivo, como un diario del día y una manzana. Una vez ubicados uno de ellos hacía una pregunta trivial, por ejemplo, “si por esa calle pasan los buses que van al lugar X”; y el aludido contestaba con otra trivialidad como, “no, por aquí sólo pasa el tren que va a Y”. Establecido el contacto, las personas se alejaban del lugar para entablar la conversación necesaria.

90 Los acontecimientos han sido recopilados sobre la base de Ascanio Cavallo,
Manuel Salazar y Óscar Sepúlveda, La Historia Oculta del Régimen Militar: Memoria de una Época, 1973-1988 (1997), pp. 301-302; Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, Informe (1991).

91 La única organización guerrillera chilena que intentó algo similar fue el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR). En octubre de 1988, cuatro destacamentos del Frente tomaron los poblados de Aguas Claras, La Mora, Los Queñes y Pichipellahuen. El más importante fue el que afectó al pueblito de Los Queñes, porque en el retén del lugar ocurrió un enfrentamiento en el que perdió la vida un carabinero. En las operaciones posteriores, en
circunstancias no aclaradas hasta hoy, murieron Cecilia Magni Camino (‘Tamara’) y Raúl Pellegrin (‘Rodrigo’ o ‘José Miguel’). ‘Rodrigo’ era el máximo responsable del FPMR y ‘Tamara’ uno de los comandantes de la organización. Véase Ricardo Palma Salamanca, Una Larga Cola de Acero: Historia del FPMR 1984-1988 (2001). El Negro Palma (‘Vasco’) fue Integrante del FPMR y participó en la toma del poblado Pichipellahuen. Posteriormente fue
detenido por el asesinato del senador Jaime Guzmán. En diciembre de 1996 escapó de la Cárcel de Alta Seguridad junto con tres compañeros en un helicóptero.

34 ESTUDIOS PÚBLICOS
La dirección del MIR afirma que la razón principal del fracaso del
experimento de Neltume fue no haber conseguido desarrollar una base de
apoyo campesina en la zona. Esto favoreció sobremanera los operativos
militares contra las fuerzas miristas establecidas en la región. Otro factor
pudieron ser las indiscreciones entre los miembros de las bases exteriores
del partido, cuando comentaban sin ninguna precaución sobre quiénes eran
los cuadros que habían retornado clandestinamente a Chile. Esto significaba
que la CNI captaba las informaciones por medio de sus agentes infiltrados
en las comunidades de exiliados, transmitía los datos, y en el interior vigilaba a las familias y a los anteriores contactos del retornado en busca de
alguna pista para ubicarlo92. Pensamos que otras razones del fracaso fueron:
la mala calidad de los pertrechos trasladados a la región; que el entrenamiento
para sobrevivir en esas inhóspitas condiciones climáticas no era el
adecuado, porque los ensayos que hicieron en Cuba fueron en condiciones
de clima tropical, muy distinto al clima lluvioso frío; y tal vez la probabilidad de que en el Departamento América, de Cuba, la organización encargada de la revolución en Latinoamérica, alguien filtrara los datos (itinerarios, lugares y misiones) a la Central de Inteligencia Americana (CIA) y ésta los traspasara al gobierno chileno.

5. El ocaso del MIR:

Fuenteovejuna y Janequeo (1983)
En marzo de 1981, en el momento en que ‘Ramón’ (Carlos García
Herrera) era detenido, la Operación Retorno estaba en su apogeo y los
guerrilleros rurales construían sus refugios subterráneos (tatoos) en Neltume.
Entonces la Dirección Zonal Militar de Santiago del movimiento se
reúne durante diez días. Allí dos miembros de la entidad proponen el traslado
a provincias de la mayoría de los combatientes que constituían la Fuerza
Central. En la práctica, esto significaba la desaparición del grupo como se
había diseñado. La propuesta sostenía que no era necesario tener a la Fuerza
en Santiago, porque si la dirección del partido quería realizar una operación
de repercusión nacional, podía llamar a Santiago a los combatientes
que necesitaba, entregarles la casa y los medios; después de efectuada la
acción los cuadros podían volver a sus respectivas provincias. Se trataba de
que estos militantes enfocaran sus esfuerzos a la reconstrucción del partido
en las regiones, que era el mayor déficit del MIR en ese instante. La peti-
92 MIR, Resoluciones: Pleno Extraordinario del Comité Central, Enero, 1984 (S/E,S/F), pp. 53-54.

CRISTIÁN PÉREZ 35
ción fue rechazada. La única razón que les dio la dirección del MIR fue que
la Fuerza Central era una estructura militar no deliberante. Y para reafirmar
ese criterio les ordenaron preparar seis operaciones para celebrar el aniversario del partido93. Los participantes de esa junta no sabían, ni tenían por qué saber, que en ese momento el MIR estaba implementando una serie de
operaciones en el sur que tenían como base Neltume.

Después de esa reunión siguen las caídas. En junio de 1981 es
apresado Guillermo Rodríguez Morales (‘El Mono’ o ‘Alma Negra’), jefe
de las milicias del MIR, cuando trataba de conseguir apoyos para realizar
las seis operaciones que la dirección ordenara para la celebración del aniversario del partido. Es un duro golpe para la organización. En la prisión
Guillermo Rodríguez y otros presos políticos fueron envenenados; aunque
salvó con vida, perdió la capacidad de hablar.

A mediados de 1981 la Fuerza Central realizó una operación que
nosotros hemos llamado “Fantasma”. Se habría tratado de una acción en la
que utilizando la clásica táctica guerrillera rural un grupo atacó un lugar
determinado, y cuando los agentes de seguridad iban camino a ese punto,
otra unidad mirista emboscó a la columna; la sorpresa de la maniobra causó
la muerte a los cuatro ocupantes de un vehículo de seguridad. Este hecho no
fue reseñado en la prensa ni reconocido por la CNI, pero como nuestra
fuente es altamente confiable, hay razonables posibilidades de que así ocurrió;
por el momento, y en espera de más antecedentes, la continuaremos
llamando operación Fantasma94.

En diciembre de 1981, ‘Mariano’, un veterano combatiente de fuerzas
que había estado detenido en Villa Grimaldi después del golpe de 1973,
es designado como jefe de la Dirección Zonal Militar. A los pocos días va a
un punto con la gente de logística; luego, en otro lugar se reúne con el
grupo de informaciones, donde recibe los datos de tres objetivos con posibilidades de atacarlos, a continuación dirige sus pasos al sector Lo Hermida, a una casa donde lo aguardan sus superiores, ‘José’ (Hugo Ratier) y
‘Yamil’ (Dagoberto Cortés, miembro del Comité Central). ‘Yamil’ y ‘José’
esperan hasta las tres de la tarde sin que ‘Mariano’ aparezca, y junto con las
personas que viven en la casa abandonan el área. Es posible que entre las
12 y las 13 horas de ese día fuera detenido por agentes de la CNI y, quizás,
algunos días más tarde, comenzara a colaborar con ellos, como puede desprenderse del siguiente relato:

Enrique Reyes Manríquez, conocido como ‘Oso’, había sido cabo 1°
de la Fuerza Aérea de Chile hasta el 11 de septiembre de 1973. Procesado
93 ‘Juan Miranda’, entrevista con el autor, norte de Europa, julio de 1999.
94 Ibídem.

36 ESTUDIOS PÚBLICOS
junto al general Bachelet y otros miembros de la institución, fue condenado
a 20 años y dos días de cárcel. Por el Decreto N° 504 su pena fue conmutada
por extrañamiento. Desde la prisión viajó a Inglaterra. Volvió clandestinamente
a Chile como parte de la Operación Retorno. El 6 de enero de
1982 ‘Oso’ se desempeñaba como jefe de la Fuerza Central, en reemplazo
de ‘Mariano’, que había desaparecido. El MIR no tenía certeza de que
estuviera detenido, pero sí numerosas sospechas por su repentino alejamiento.
En avenida Independencia ‘Oso’ va a una reunión o punto con la
gente de “aseguramiento”. En medio de la cita sale para realizar una llamada
telefónica a su casa, con el fin de saber cómo están su mujer y los hijos
de ésta. La residencia era conocida por ‘Mariano’, porque allí se habían
efectuado algunas reuniones de la Fuerza. Cuando ‘Oso’ llama, su compañera
le dice que está ‘Mariano’ allí, habla por teléfono con éste, y saltando
toda precaución decide acudir a la morada; llega, conversa con ‘Mariano’;
el contenido de la charla es una incógnita. Luego trata de salir y al hacerlo
ya se encuentra rodeado. Arroja la granada de 200 gramos de TNT, saca su
arma y escapa por un lado, llega hasta la Vega Central, ahí se intensifica el
tiroteo hasta que es abatido por agentes de la CNI. Si ‘Mariano’ estaba en
la casa de la mujer de ‘Oso’, ¿era porque estaba colaborando? No tenemos
respuestas. Sólo sabemos que en abril de ese año llegó a la cárcel. La CNI
dijo que lo habían detenido cuando arrendaba una casa en calle Catedral,
algunos días atrás. En la prisión, entre los miristas presos existía malestar y
sospechas sobre él; sin embargo, y esto es muy importante, fue protegido
por el jefe de Milicias, Guillermo Rodríguez (‘Alma Negra’). Se dice que
para reivindicar su nombre, en la fuga de 1985 iba en el lugar más peligroso,
y por eso lo mataron95.

Los organismos de seguridad continúan su tarea y el cerco sobre los
integrantes de la Fuerza Central se estrecha cada día un poco más. El 16 de
enero de 1982 es abatido ‘Mexicano’ (Ernesto Zúñiga Vergara), de 29
años, ex jefe de los grupos de batalla y hombre clave en la formación de
esta fuerza. Ese día en calle Teniente Cruz con José Joaquín Pérez fue
descubierto por agentes de la CNI, se produjo un enfrentamiento en el que
fue abatido. Al parecer, ‘Mexicano’ cayó montando una operación mediante
la cual intentaba recuperar a un compañero que había sido detenido, y
que posiblemente estaba colaborando con los organismos de seguridad del
Estado96. De este caso, por el momento, no tenemos más antecedentes.
La sospechosa caída de ‘Mariano’, quien se desempeñaba como jefe
de la Fuerza Central, obliga a la dirección del partido a reestructurar la
95 ‘Juan Miranda’, entrevista con el autor, Norte de Europa, julio de 1999.
96 Ibídem.

CRISTIÁN PÉREZ 37
organización. Ésta se divide en dos destacamentos: el primero, bajo el
mando de ‘Rana’, que cuenta con los guerrilleros más experimentados en el
trabajo de fuerza, y cuya misión principal es realizar las acciones económicas
de envergadura; el segundo, dirigido por ‘Juan Miranda’, tiene los
combatientes menos fogueados, la mayoría trasladados desde el trabajo de
“aseguramiento”. Desde ese instante ya no es una sola fuerza sino dos
grupos. La mayoría de los combatientes del destacamento de ‘Rana’ caen
detenidos o son asesinados durante 1982; por su parte, el grupo de ‘Juan
Miranda’ queda desconectado y para sobrevivir debe realizar pequeños
asaltos.

En ese caótico marco, la dirección decide constituir el Comité Militar
Regional Santiago, al mando de Jorge Palma Donoso (‘Chico’), que era
miembro del Comité Central. En 1981, en una operación de la Fuerza había
perdido un ojo al recibir un impacto de bala disparada por carabineros. El
objetivo de la nueva estructura era terminar con la dispersión y crear desde
el punto de vista orgánico un solo grupo que reuniera los dos destacamentos.
En el momento en que la Fuerza Central intenta reunificarse en la
clandestinidad, la realidad política chilena había sufrido un brusco cambio,
con la articulación de un amplio espectro opositor al gobierno militar.
Desde fines de 1982 y comienzos de 1983 los disidentes empezaron a
realizar manifestaciones públicas. Son las denominadas protestas nacionales
que se van materializando a partir del 11 de mayo de 1983. Estos
eventos son convocados por grupos de trabajadores organizados en el Comando
Nacional de Trabajadores, dirigido por Rodolfo Seguel. Al mismo
tiempo que despertaban los trabajadores, también se animaron los partidos
políticos que comenzaron a desarrollar mayores actividades públicas. Fue
un renacer de la política que había estado dormida por una década.
En abril de 1983 la situación de los grupos de combate dependientes
de la Comisión Política del MIR era crítica: el largo período de acumulación
de antecedentes, las numerosas detenciones y las posibles delaciones
fueron conduciendo a los agentes de la CNI hacia el entorno de la jefatura
militar del partido.

A fines de abril de 1983, Hugo Ratier (‘José’) se reúne con ‘Juan
Miranda’, que es uno de los cuadros militares más importantes de la organización; al punto de encuentro concurre con numerosos guardaespaldas
armados, que denotan la difícil situación que vivía el MIR. En la charla
ordena a ‘Juan Miranda’ abandonar el país inmediatamente, porque las
informaciones que tiene ‘José’ le hacen temer que la detención de ‘Juan
Miranda’ sea probable. También afirma que la seguridad del partido es tan
38 ESTUDIOS PÚBLICOS

precaria que él y Arturo el ‘Coño’ Villabela han estudiado la posibilidad de
salir del país. Fue la última vez que se vieron, habían transcurrido más de
cinco años de trabajo en común. Dos semanas antes de la primera protesta
(11 de mayo de 1983), ‘Juan Miranda’ abandona Chile; eso le permite
salvar su vida97.

No sabemos a ciencia cierta si ‘Coño’ Villabela pensaba abandonar
transitoriamente el país, lo cierto es que no lo hace. Creemos que a esa
altura de los acontecimientos, él sabía que era vigilado y que las actividades
que realizaba eran chequeadas por agentes de seguridad. Quizás pensaba
que le era imposible escapar de la CNI. Sin lugar a dudas, el desenlace
estaba muy cerca.

Fue entonces cuando el MIR decide realizar una operación de mayor
envergadura, una especie de “canto del cisne” militar. La decisión de esta
acción, como todas las que podían tener repercusión nacional, la tomó la
dirección del partido. Esta vez el objetivo de la acción era interno. Por
medio de una operación de envergadura intentarían descubrir los focos de
infiltración en la Fuerza Central y en el partido. Pensaban que como la
operación tenía como destinatario eliminar un personaje de alto nivel, como
era el intendente de Santiago, si la infiltración existía los elementos infiltrados harían fracasar esta acción98.

En la mañana del 30 de agosto de 1983, un comando mirista atacó y
dio muerte al intendente de la Región Metropolitana, general Carol Urzúa
Ibáñez, a su chofer, cabo segundo José Aguayo Franco, y al escolta cabo
primero Carlos Riveros Beciarelli99. La acción fue realizada por miembros
de la estructura centralizada de combate de Santiago. El hecho provocó el
inmediato rechazo del gobierno militar y de casi toda la oposición política.
Como era de esperar, se realizaron intensas operaciones para capturar a los
autores del crimen: fueron allanadas varias poblaciones, aumentaron los
controles policiales, así como la vigilancia de todos aquellos sobre quienes
recayera un amago de sospecha. Como resultado de esas pesquisas, antes de
una semana habían sido capturados por la CNI tres integrantes del comando.

Varios días después, el 23 de septiembre fueron entregados a la fiscalía
militar; se trataba de Jorge Palma Donoso (‘Gabriel’), quien dirigió la
operación, Hugo Marchant Moya (‘Manuel’) y Carlos Araneda (‘Gaspar’)
100. 97 ‘Juan Miranda’, entrevista con el autor, norte de Europa, julio de 1999.
98 Roberto Moreno, entrevista con el autor, Santiago de Chile, junio de 1999.
99 Tomado del reportaje de la edición de revista Qué Pasa N° 1321, del 3 de agosto
de 1996, p. 223.100 Ascanio Cavallo, Manuel Salazar y Óscar Sepúlveda, La Historia Oculta del Régimen Militar: Memoria de una Época, 1973-1988 (1997), p. 362.
CRISTIÁN PÉREZ 39

Es posible que hayan existido dentro del MIR elementos que informaban
a los aparatos de seguridad del régimen y que alertaran a las autoridades
sobre la naturaleza de la operación en curso; quizás éstas prefirieron
que la operación se realizara, y después cayeron con todo su poder sobre la
Fuerza Central y el MIR, como realmente sucedió. No lo sabemos con
certeza y probablemente nunca lo sabremos.

Pero lo cierto es que una semana después del asesinato del intendente
de Santiago, en la mañana del 7 de septiembre de 1983, un numeroso
grupo de agentes divididos en varios pelotones se ubica en todos los accesos
que colindan con una residencia de la calle Fuenteovejuna, en el sector
alto de Santiago de Chile. En la casa signada con el N° 1330 se encuentran
Arturo Villabela, Lucía Vergara Valenzuela y el veterinario Sergio Peña
Díaz. Frente a la casa toma colocación un jeep militar que tiene instalada en
su parte posterior una ametralladora Punto 50. De pronto ésta comienza a
vomitar fuego, vidrios y astillas de madera surcan los aires; luego, un altavoz
exige la rendición. Sergio Peña emerge con los brazos en alto e inmediatamente
dos agentes lo acribillan; desde la vivienda una combatiente
responde el fuego y recrudece el enfrentamiento; posteriormente, una bengala
arrojada por los agentes golpea la casa y se declara un incendio101.
Entre llamas y plomo, lentamente se apagan los ecos del último combate
del MIR: tres guerrilleros entregan sus vidas a la revolución.
Más tarde los agentes y el jeep con la mortífera ametralladora Punto
50 rodean la casa de la calle Janequeo N° 5707, cerca de la Quinta Normal.
Esta residencia era vigilada desde hacía dos meses. Mientras corría buscando
refugio en la casa fue abatido el veterinario Alejandro Salgado Troquián.
A continuación, la ametralladora vomita sus gruesos proyectiles de
plomo quemante. Tratando de escapar por la parte de atrás, en el patio del
inmueble deja de existir el combatiente argentino Hugo Norberto Ratier
Noguera (‘José’)102.

En un solo día, ‘Coño Aguilar’ (Arturo Villabela), legendario jefe
militar del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, y ‘José’ (Hugo Ratier),
su lugarteniente, han desaparecido junto al último grupo centralizado
de combate: era el fin del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)
como lo habían concebido sus fundadores.

El 16 de enero de 1984 cuatro miristas, que eran intensamente buscados,
porque tres de ellos formaban parte del comando que había asesinado
al intendente de Santiago, entraron armados a la Nunciatura para pedir
101 Ascanio Cavallo, Manuel Salazar y Óscar Sepúlveda, La Historia Oculta del
Régimen Militar: Memoria de una Época, 1973-1988 (1997), p. 363.
102 Ibídem.
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asilo político; se trataba de Jaime Yovánovic (‘Hugo’), José Aguilera Suazo
(‘Rodrigo’) y Elba Duarte (‘Luisa’)103. A ellos se les sumaba Pamela Cordero.
El hecho provocó una aguda disputa entre las autoridades chilenas y
las del Vaticano. El caso se resolvió el 7 de abril de 1984 cuando el grupo
partió al exilio. Eran los restos de la Fuerza Central del MIR y, al mismo
tiempo, formaban parte de los pocos sobrevivientes de la guerra.
En el pleno extraordinario del Comité Central de 1984 el MIR analizaba
estos hechos: “Donde no se logra revertir la situación de desgaste es
en los grupos de combate centralizados que aún restan en Santiago. Aquí a
fines de 1982 se recibe un fuerte golpe represivo que significa la muerte del
compañero ‘Yamil’ (Dagoberto Cortés), del Comité Central, y la detención
de otros cuadros. En febrero se reconecta al grupo que se había mantenido
descolgado, intentándose reorganizar la fuerza centralizada que se mantenía
en Santiago. Pero la continuación de los problemas represivos en este sector
lleva a la Dirección Interior a orientar el repliegue al exterior de estos
compañeros104. Queda así un pequeño grupo, que con posterioridad a la
acción de ajusticiamiento del intendente de Santiago como respuesta al
asesinato de más de 60 manifestantes populares durante las Jornadas de
Protesta de agosto, son también golpeados. Este golpe represivo se extenderá
hasta la Dirección Nacional, siendo asesinados por la CNI los compañeros
Arturo Villabela (‘Coño Aguilar’), de la Comisión Política, y ‘José’
(Hugo Ratier), del Comité Central, junto a sus ayudantes”105.

En los años siguientes las acciones militares son de poca monta,
denotando la ya menguada capacidad militar que poseía el MIR. Quizás la
acción armada que mayor impacto causó en la opinión pública fue la trampa
explosiva que instalaron en una casa de la comuna de La Cisterna.
Efectivamente, el 26 de enero de 1988 murió el mayor Julio Eladio Benimelli
Ruz, de 42 años, que al momento de los hechos se desempeñaba como
jefe del Grupo de Operaciones Especiales (GOPE) de Carabineros; este
policía era considerado como el mejor comando de su institución; durante
la visita del Papa a Chile en 1987 había cumplido labores como jefe de la
seguridad chilena del pontífice. Los hechos comenzaron a desarrollarse
cuando los dueños de la casa, que en ese momento la tenían arrendada,
recibieron un llamado anónimo que les informaba que en la propiedad
existían armas. Alarmados por la noticia decidieron comunicarse con Cara-
103 Ascanio Cavallo, Manuel Salazar y Oscar Sepúlveda, La Historia Oculta del
Régimen Militar: Memoria de una Época, 1973-1988. (1997), p. 363.
104 Uno de los miristas que salieron al exterior en ese repliegue fue ‘Juan Miranda’,que se desempeñaba como jefe de uno de los destacamentos centralizados de Santiago.

105 MIR, Resoluciones: Pleno Extraordinario del Comité Central, Enero 1984 (S/E,S/F), p. 64.
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bineros, quien alertó al GOPE. De esa manera, una patrulla de la unidad al
mando de Julio Benimelli llegó al lugar. Cuando revisaban el interior de la
vivienda, explotaron al menos siete bombas, causando el deceso del jefe y
dejando heridos a otros miembros de la institución policial. Para la Comisión
de Verdad y Reconciliación, que investigó las violaciones a los
derechos humanos ocurridas durante el gobierno militar, no existe un real
convencimiento de que los autores del hecho fueran del MIR; sin embargo,
los comunicados del grupo a la prensa y otros hechos de la misma naturaleza106
registrados anteriormente indican que lo más probable es que los
ejecutores de la acción hayan sido miembros del MIR107. Creemos que ésta
fue la última acción militar del Movimiento de Izquierda Revolucionaria
(MIR).

6. Epílogo bajo la democracia de fin de siglo

El año anterior al plebiscito de 1988, el MIR realiza un congreso y
termina ese evento dividido en tres fracciones: la ‘Militar’ encabezada por
Hernán Aguiló, que durante la Unidad Popular había dirigido el Frente de
Trabajadores Revolucionarios (FTR); la ‘Política’, al mando de Nelson
Gutiérrez; y la ‘Histórica’, conducida por Andrés Pascal Allende.
La última baja del MIR ocurrió la noche del lunes 4 de septiembre
de 1989, seis meses antes del retorno de la democracia, en la calle Bulnes,
al oeste de Santiago. Esa noche fue asesinado por agentes de la Central
Nacional de Informaciones (CNI) el vocero del MIR de la fracción política,
Jécar Neghme Cristi. Como responsables del hecho han sido sometidos a
proceso por el ministro en visita, Hugo Dolmetsch, los integrantes de la
Brigada Azul de la CNI: Enrique Leddy Araneda, brigadier en retiro; Pedro
Guzmán Olivares, coronel en retiro, y Luis Sanhueza Ros (“El Huiro”)108.
Con la vuelta a la democracia en 1990, los tres grupos miristas
perdieron toda influencia en la política nacional. Sus jefes más representativos desarrollaron nuevas actividades; algunos se dedicaron al comercio y a las exportaciones, otros volvieron a trabajar en sus respectivas profesiones,uno pocos se incorporaron al Partido Socialista y al Partido por la Demo-106 El 6 de marzo de 1987 murió Eduardo Tamayo Medina, subteniente de Carabineros de Concepción. Su fallecimiento ocurrió cuando concurrió a investigar la denuncia de que una bandera del MIR había sido colocada en el sector de Laguna Redonda. Al retirar la enseña se activó un artefacto explosivo. Véase Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, Informe (1991).
107 Para reconstruir el hecho hemos utilizado el Informe de la Comisión Verdad y Reconciliación.

108 Diario La Nación, edición en internet, 29 de mayo del 2003.
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cracia (PPD); la mayoría de los militantes que lograron sobrevivir al holocausto de las décadas pasadas han reconstruido sus vidas; muchos todavía
añoran el tiempo en que la utopía estaba al alcance de sus manos.
Pocos de los militantes históricos siguieron en la lucha guerrillera; el
caso más relevante es el de René Valenzuela Béjar (‘El Gato’). Éste era
experto en inteligencia y había trabajado con ‘El Pollo’ (Edgardo Enríquez)
en los aparatos de informaciones del grupo. ‘El Gato’ fue detenido y cumplió
condena en España por el secuestro del empresario Emiliano Revilla,
hecho acontecido en enero de 1992. La operación fue realizada en conjunto
con el grupo vasco ETA109.

Hoy, en los albores del siglo XXI, se mantienen pequeños núcleos
de militantes, conducidos por el dirigente histórico Demetrio Hernández.
Éstos, con banderas rojas y negras, con puños en alto, esperan que cambien
las condiciones para que nuevamente el MIR, entre consignas y disparos,
sea protagonista del Chile que viene.

REFERENCIAS
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Entrevistas
Alarcón Ramírez, Dariel (Benigno). Ex combatiente de la guerrilla del Che Guevara, entrevista con el autor, París, Francia, enero de 2001.

‘Carlos Pérez’. Miembro de la Fuerza Central del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), entrevista con el autor, Nueva York, mayo de 1999.

Castillo, Ernesto. Ex dirigente sindical del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), entrevista con el autor, Nueva York, mayo de 1999.

Cossio, Eugenio. Profesor, dirigente sindical, fundador del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), entrevista con el autor, Nueva York, mayo de 1999.

‘El Pinki’. Militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR); tuvo activa participación en la organización del movimiento en Panguipulli y en el combate de Neltume en 1973. Entrevista con el autor, Estocolmo, Suecia, octubre de 1999.

‘Juan Miranda’. Ex militante del Partido Socialista, posteriormente uno de los más importantes cuadros militares del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Entrevista con el autor, norte de Europa, julio de 1999.

Moreno, Roberto. Miembro de la Comisión Política del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), entrevista con el autor, Santiago de Chile, junio de 1999.

Pascal Allende, Andrés. Ex secretario general del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), entrevista con el autor, La Habana, Cuba, agosto, 1999.
‘Raúl Marcos’. Ex militante del Partido Socialista de Chile, miembro de su aparato militar.

El 11 de septiembre de 1973 participó activamente en los combates de Indumet y La Legua. Entrevista con el autor, Santiago, mayo de 1994.

Rivas, Patricio. Integrante del Comité Central del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), entrevista con el autor, Santiago de Chile, junio de 1999.

Toro, Víctor (‘Melinka’). Miembro del Comité Central, responsable de los pobladores. Entrevista con el autor, Nueva York, mayo 1999.

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